El terrible ataque de un pato [Mordekhai B. Fletcher]

Y así como todo en la vida, un nuevo día aparecía en la vida de Khai. Últimamente las cosas estaban bastante confusas en su vida. El ámbito amoroso y amistoso siempre era un enigma de la vida, así como también uno de los puntos claves que siempre se lograba enredar más de una vez en la vida. Necesitaba disipar esas nubes mentales, puesto que de lo contrario, sentía que iba a explotar en cualquier momento, ya que ese tipo de cosas le hacía sentir encajonado completamente. Y lo peor es que no podía desahogarse con su más fiel amiga y consejera, puesto que la pelea se había dado con eso.

Lo cierto del caso, es que ese día no tenía nada específico que hacer. Era día de Waffles y la abuela se encargaba de hacer aquello, por lo que sus servicios como cocinero, no eran necesarios. Así que aprovechó ese día, esos momentos de soledad en los que no tenía nadie alrededor para pensar en las cosas... aunque claro, todo apuntaba en un mismo camino: tenía que hablar con Willow para aclarar sus diferencias, de lo contrario, no tendría paz ni en el mismo Edén.

Aparte que tenía emociones encontradas: por una parte estaba feliz ya que por fin se encontraba con alguien, pero por el otro estaba esa intranquilidad ya antes mencionada con Will que no lo dejaba dormir bien. Suspiró. Prefirió ir al parque ya que ahí se respiraba mejor el aire fresco y simplemente quería un momento en el que no tenía que pensar en nada ni en nadie.

Así que en la entrada del parque, pues iba con su objetivo, distrayéndose para que su mente estuviera tranquila, tan solo unos segundos. Veía ancianas alimentando a los patos y aves subyacentes del parque, niños jugar con las pelotas y pues una que otra parejita que no le importaba demostrar su afecto en público. Todo muy normal y tranquilo, hasta que una chica se tropezó con él. Por un momento, por la manera en que gritaba pensó de inmediato que unos rufianes se estaban metiendo con ella así que fue directamente delante de la chica con las manos alzadas en forma de puño viendo a ambos lados para ver quien se acercaba o tenía una cara de malvado. Aunque Storybrooke tenía un índice de crimen muy bajo siempre existía sus excepciones.

Siguió mirando a la defensiva pero nadie aparecía. Bajó los puños para luego rascarse la cabeza. Entonces vio como la chica repelía a los patos que había atraído. No pudo evitar sonreír ante aquello, ya que la escena era bastante graciosa... trató de no reírse, así que simplemente con su pie hizo a un lado a los patos, puede que haya pateado a uno que otro sin querer, pero aquellos patos ya comprendían que si había contacto de ese tipo sin duda no había comida, así que se alejaron.

- ¿Estás... bien? - Dijo sonriendo y tratando en lo posible de sonar muy tranquilo - ¿Esos... patos... no... te... jaja... hirieron? - Entendido. Le daba mucha risa, y aunque su sonrisa se iba incrementando y su manera de hablar era entrecortada, hizo un esfuerzo sobrehumano para no soltar cualquier imprudencia.

Simplemente, no pudo seguir conteniéndose las ganas de reír así que soltó una risa. La verdad era que no quería ser irrespetuoso con ella, pero ciertamente no se encontraba todos los días a alguien que es atacado por patos. Seguramente ella tendría sus razones para temerles, pero en ese momento simplemente una carcajada espontánea podía hacer. Y quizá se prolongó un poco más de lo que debería, ya que hace algunas semanas que no había conseguido hacerlo.

- Discúlpame, de verdad - Dijo ya que se sentía horrible. La verdad era que no se estaba burlando de ella sino de la situación, ya que en su cabeza se formaba la idea de una película de bajo presupuesto en lo que unos patos mutantes atacaban por doquier - Jaja... no me quería reí de ti, solamente me pareció muy divertido todo esto con los patos - Extendió su mano para que la chica se pudiera levantar cómodamente.

Lo magnífico de una risa era sencillamente porque luego de que se había liberado la tensión por dentro, todo lo demás comenzaba a fluir de manera positiva. Al menos así siempre le pasaba a Khai, ya que se sentía mucho más aliviado luego de haber hecho aquello.

- Por cierto, soy Mordekhai - Dijo presentándose - Pero todos me llaman Khai. ¿Cómo te llamas?, nunca te había visto por estos lares y eso que Storybrooke es una pecera - Le dijo sonriendo.

La verdad era que seguramente la rutina y todo el asunto emocional que se le ha venido agregando, no había tenido mucho tiempo de conocer nuevas personas sino simplemente seguir permaneciendo en un mismo círculo social. Sin embargo, las cosas comenzaban a desquebrajarse un tanto luego de aquella pelea. ¡Tenía que hacer simplemente un respiro! no podía dejar que eso lo obsesionara. Vio el mp3 que recogía y si había un buen momento de distraerse para hablar con alguien más, era ese.

- ¿Cuál es tu banda favorita? - Preguntó - A mi me gusta tocar la guitarra en mis días libres o simplemente cuando no tengo nada que hacer, y saber nuevos grupos me ayuda a buscar nuevas melodías, aparte que mató un poco de tiempo buscando nuevas bandas... y vaya que lo necesito - Dijo de manera bastante espontánea.

Por suerte, la chica que no se tomó a mal que él se riera, incluso se le unió, por lo que cualquiera que pasara por ahí, justo al lado de ellos, pensaría que dos lunáticos se han reunido nada más para reír en comunidad. Ciertamente le agradaba esa sensación, ya que una vez que se había unido a él, sentía que era una vieja amiga con la cual se estaba riendo por una estupidez. Ese era el tipo de personas que le gustaba conocer al final del día.

- Sí, es un tanto peculiar - Dijo refiriéndose a su nombre - No sé por qué mis padres escogieron ese nombre, pero supongo que les gustaba que tuviera algo único que me representara - Se encogió de hombros, no podía asegurar más nada ya que, por más que intentara recordar su infancia no lo podía hacer. De hecho, si se ponía a pensarlo bien, no podía recordar su adolescencia. Incluso en más de una ocasión sentía que de alguna manera no se había emancipado como siempre había pensado que pasó. ¡En fin!, ya tenía otras cosas más importantes de las cuales pensar y estaba conversando con una chica, por lo que no se permitiría divagar mientras estuviera así - Bien. Te llamaré Lynn, para diferenciarte de todas las Evelyn que conozco y podría llegar a conocer - Le dijo con una sonrisa entre manos.

La chica decía que no podía vivir sin la música o sonido alguno, por lo que se reunía en lugares donde eso estuviera, lo cual había lugares bastante puntuales en donde encontrarle, ya que Storybrooke la ser tan pequeño, llegaba a ser un tanto calmado en ocasiones. Entre ellos nombró a la cafetería, lo cual se le hizo más extraño no haberle visto ya que él trabaja ahí. Sin embargo se puso a indagar un poco más, y ahora que se daba cuenta, él salía de la cocina, únicamente cuando la clientela estaba floja o en su turno para comer, que sin duda era después de que pasaba el ajetreo del almuerzo. Y si ella se pasaba ahí cuando había mucho ruido, eso quería decir que en ninguna ocasión había podido coincidir, puesto que mientras más gente y más ruido inundaran la cafetería eso significaba más trabajo y mucha más concentración para realizar los almuerzos.

- ¡Por eso nunca te había visto!- Exclamó como cuando alguien le llega una idea que andaba buscando - Yo soy el cocinero de Storybrooke, pues precisamente no te he visto, al menos en la cafetería, puesto que si dices que llegas cuando hay un tumulto de gente, pues es donde tengo más trabajo y menos puedo salir - Dijo y le dedicó una sonrisa - Pero dicho eso, ya se para invitarte para algún concierto o lo que sea... no es que Storybrooke se la pase en ese plan, pero los pocos que hay, hay que aprovecharlos y ya me hace falta tener una compañera para asistir a ese tipo de cosas - Y más ahorita que estaba un tanto solitario.

Entonces habíamos pasado al tema de la música, diciendo que ella escuchaba de todo un poco, que no se encerraba en géneros como la mayoría de las personas. Eso le pareció muy bien, ya que podía hablar de muchas cosas con ella, si así lo quisiera.

- Oh me parece perfecto, porque la verdad aunque toco la guitarra no lo hago muy seguido, creo que por eso no he aprendido más de 3 canciones - Oh sí, a veces inclusive se le olvidaba, pero ahora podía volver a hacerlo y más para buscar más temas de conversación. Podía imaginarse ellos dos intercambiándose canciones y discutiendo acerca de ellas, así como los cd's - Me parece excelente, yo siempre habría querido conseguir a alguien con el cual discutir o simplemente intercambiar música. Mis amigos... - Sintió un pinchazo en su corazón cuando dijo aquello - usualmente no tengo mucho de qué hablar de música con mis amigos... Son aburridos - Hizo un gesto con sus manos bajándolas como si hubiera empujado una pelota invisible hacia el suelo con el fin de enfatizar lo último - Escuché que pronto abrirían una galería por aquí, podemos ir a la apertura, que a pesar de que los museos suelen ser silenciosos, toda apertura posee mucha gente y por ende mucho ruido, ¿Te animas Lynn? - ¿No estaba siendo demasiado confianzudo con la chica? -.. Bueno, si quieres, perdona si de repente me lancé a la aventura casi de inmediato, es que siento que te conozco de toda la vida - Rió un poco tras eso.

Le entusiasmaba de cierta forma que la chica también tuviera ideales "aventureros" en el sentido de salir a los eventos emergentes bien sea de música o arte que se daban por el pueblo. Khai nunca había salido de Storybrooke, pero seguramente si viviera en grandes metrópolis como lo era Nueva York o Los Ángeles, seguramente se la pasaría en cualquier apertura de galerías de arte, o en cualquier concierto que su presupuesto le alcanzara.

- Ok perfecto, me parece todo genial este asunto - Dijo afirmando y confirmado a su vez la propuesta inicial. Nuevamente llegó el tema de sus amigos, donde ella casi se indignaba el no tener compañeros con los cuales compartir gustos musicales y era que, primeramente se había peleado con ellos y segundo, a pesar de que Khai tenía alma rockera, había "pecado" según los ojos de sus amigos escuchando algo de Beyoncé, ¿Pero había algo de malo que le gustara la voz de la morenaza del pop?, aparte que había sido un momento en el que él se encontraba vulnerable y pues, la morenaza tenía una canción que compartía ese momento y ese estado.

Estuvo por momentos vacilando, si decir aquella pequeña anécdota de Beyoncé, pero prefirió callarla, puesto que si sus amigos casi dudaban de su hombría en ese momento, no querría saber la opinión de alguien que estaba comenzando a conocer. Quizá en otra oportunidad, en algún concierto tipo tributo le mencionaría esa pequeña historia, pero por los momentos no se atrevía a decir aquello.
De esa misma forma, ella mencionó que tampoco tenía amigos que compartían esos gustos musicales, bueno, la ventaja es que ya por lo menos estaban juntos en algo. Y posterior aceptó la invitación para la apertura de la galería que ya antes le había mencionado

- Genial, será creo que la próxima semana la apertura a eso de las 8:00 pm, espero verte allí - Le apuntó con su dedo índice de forma severa, pero tan solo lo hacía por bromear un rato. Se sentía cómodo hablando con ella, y eso era bastante bueno ya que necesitaba a alguien nuevo y fresco con el cual iniciar nuevas conversaciones y eso de verdad le venía tan bien, se sentía afortunado en cierto sentido por tomar la decisión de ir al parque. Simplemente le sonrió cuando ella también afirmó que daba la sensación de que se conocían de toda la vida - Jaja, bueno, mejor vamos a otro lado antes de que me convierta en un maestro samurai acaba ninjas - Bromeó cuando le mencionó que prefería irse a otro lugar por los patos.