Una rara Terapia y un Desconocido (Ender A.)

Salí llorando de casa, no podía aguantar más aquella odiosa situación. Los insultos, y reproches de mi madre y hermanas hambían incrementado durante los últimos dos años, y la situación se me estaba haciendo insostenible. No tenía a nadie a quien contarle todos estos problemas y la situación se estaba poniendo demasiada complicada, para mi salud tanto psíquica, ya que desde que era una niña me habían humillado sin ninguna razón, o que yo supiese, y física ya que tanta discusión me quitaba el apetito y cada día estaba más delgada.

Estaba hecha un manojo de nervios y a pesar de que estaba en medio de la calle no podía parar de llorar. Me fuí a un rinconcito del pueblo donde pensé que quizas no hubiera nadie y poder estar sola. Como no, me dirijía al parque de Storybrooke, uno de mis rincones favoritos de aquel triste pueblo. Siempre que tenía problemas o no me sentía inspirada iba allí.

Llegué y por suerte no había nadie. corri hasta la casita del tobogan y me sente allí rodeando mis rodillas con mis brazos. Estaba muy mal no podía dejar de llorar. El día se había entordado un poco y empezó a llover, pero gracias a Dios, y como no a ese tejado, no me mojaría.

Lo único que podía afirmar con certeza en mi vida es que era una infeliz. No tenía padre, me abandonó tras haber nacido, mi madre me odiaba, según ella porque había arruinado su gran carrera como modelo, y mis hermanas gemelas me detestaban y hacían lo que fuera necesario para verme hundida en la miseria.

Entonces comprendí que mi vida no tenía ningún sentido. Salí de mi pequeño "castillo" y me expuse a la lluvia, que caía sobre mí intensamente. Tenía que liberarme. Recordé que en un libro de autoayuda llamado "A ti incomprendida", decía que las mejores maneras de quitarte problemas y así sentirte liberada, es quitarte el peso de los bienes materiales, así que supuse que mis bienes en aquel momento sería mi ropa.

No iría nadie aquel día al parque, así que nadie me vería hacer lo que me estaba proponiendo. Me quite el la rebeca roja, ya tiré al suelo. Tenía los ojos cerrados y no pensaría en nada. Segundos más tardes me deshice de la camiseta. Estaba con el sujetador y los baqueros. Y me desprendí del segundo quedando en ropa interior.

El siguiente paso del libro era que tenía que gritar con las manos abiertas y así lo hice, grite en ropa interior. Y me quede bastante más relajada por raro que parezca.

Paso un buen rato mirando a través de la cristalera del Grannys. Había ido allí con la intención de tomar un café e intentar captar alguna vista interesante, pero nada. Y entonces se ha puesto a llover. No es que me moleste, pero no traigo paraguas y no quiero resfriarme. Mi mania de no mirar el tiempo antes de salir de casa. Mas de una vez he pasado frio por salir en manga corta cuando poco me habría costado coger una chaquete. Por suerte hoy llevo la gabardina, aunque terminaré mojandome igual.
Me espero un poco en la mesa de la cafetería pero como veo que no tiene intención de amainar, pago mi café y salgo de allí, quedandome unos segundos bajo el porche mientras me acomodo la capucha de la sudadera y me pongo la gabardina, tapandome todo lo que puedo y saliendo rápidamente del Grannys, echando a andar deprisa en dirección a casa. Ha empezado con una simple lluvia pero ha acabado siendo una tormenta.
Estoy ya a dos calles de casa cuando, pasando cerca del parque veo algo del todo inaudito. Una chica en ropa interior gritando al cielo con los brazos en cruz. La virgen..¿esta loca? Me paro de golpe sin saber que hacer. Todo mi pelo esta empapado y se me pega a la frente, pero poco me importa. Al final me decido por entrometerme aunque nadie me llame y me acerco a la chica, mirandola incrédulo. ¡Eh!¿Estas loca?¡Te va a dar una hipotermia! Me quito rápidamente la gabardina. En cuanto me he acercado he visto que sus labios estan medio azulados. Esta helada. Se la paso sobre los hombros y le froto los brazos, mirandola de cerca. Menudos ojazos. Noto como tiembla aun bajo la gabardina y al mismo tiempo me percato de que se me pega la ropa al cuerpo al empaparse en apenas unos segundos. Vamos, mi casa esta cerca. Te dejo refugiarte hasta que pase la tormenta. Parece un poco parada, como reticente a aceptar. Vamos, tengo un hogaril. Te dejaré algo de ropa seca. Puedo encender el fuego. Cojo su ropa del parquecito de madera y la rodeo por los hombros, guiandola. Hasta yo estoy empezando a temblar ya.

De repente, apareció un chico gritando si estaba loca o algo asi... Me estaba muriendo de la verguenza, no podía creer lo rídiculo que parecería todo aquello. Estaba como inmovil mirando aquel chicos directamente a los ojos. Era guapo valla que si era guapo, pero no podía decir palabra ni moverme era algo extraño. La gabardina que había colocado sobre mis hombos ya estaba empapada.

Me hace un oferta, ir a su casa secarme la ropa y poder refugiarme allí de todo aquel aguacero. Pero no podía ni mover los labios. Así que asentí levemente, aunque mis intentos por andar eran en vano no podía moverme. Quizás era porque estaba pasando la verguenza de mi vida, o por un shock debido a la terrible discusión con mi madre, seguro sería eso. No podía sacarme los gritos y reproches de la cabeza... y mucho menos las risitas de arpía de mis hermanas, pude ver como mi madre cogía uno de mis diseño y empuñando una tijera cargarselo, hacerlo trizas con una sonrisa en los labios...Y no fué el vestido lo que había destrozado mi madre, o no, era mi corazón, lo hacía trizas yo parecía ser un mero estorbo en aquella casa...

Todos aquellos pensaientos revoloteaban en mi cabeza hasta que comence a llorar y pude moverme, así que alce mis brazos hacia el chico y lo abrace con fuerza, necesitaba mimos y un abrazo fuerte, necesitaba cariño, sentirme segura y hutil... Lo abracé con fuerza hasta que me acorde de que estaba medio desnuda, y claro el era un chico, así que me alejé levemente y le pedí disculpas-Oh lo siento...-es lo único que pude decir. Así que me deje llevar por el hasta su hogar.

No puedo contener la sorpresa cuando de pronto sin mas se abraza a mi. Vale que no resulta exactamente incómodo, pero joder, no acostumbran a abrazarme chicas semidesnudas a las que no conozco, y mucho menos bajo una tormenta que nos esta congelando a los dos. La noto temblar aun entre mis brazos y cuando se separa disculpandose simplemente me acerco de nuevo y la cojo en brazos. No es que pese demasiado, pero tengo la suerte de estar lo suficientemente entrenado y fuerte como para que no me resulte pesado cargarla hasta casa.
La dejo que se refugie contra mi cuello y en cuanto subo los tres escalones y llegamos al porche de casa la bajo, sacando las llaves y abriendo, permitiendola pasar a ella primero. Me quito los zapatos y los calcetines lo primero y me seco los pies en la alfombrilla de la entrada, no queriendo mojar todo el parquet de la casa. Como en tu casa. Me acerco al salón y cojo un par de pedazos de madera, encendiendo el fuego con un par de hojas de periódico, poniendome las manos tapando mi nariz y mi boca, calentandome la primera con el calor de mi aliento. Me froto las manos y vuelvo a acercarme a la chica, quitandome la fina sudadera y desabrochandome la camisa por el camino. No me gusta la ropa mojada, estoy acostumbrado a mojarme solo con el neopreno. Voy a cambiarme. Te traeré algo seco, dame un minuto. Le quito la gabardina empapada intentando no mirarla demasiado para no incomodarla y le paso la manta del sofá por los hombros, cerrandosela por delante. Esta el fuego encendido, acercate. Enseguida empezará a dar calor. Le dedico una sonrisa y subo escaleras arriba, dandome una rápida ducha caliente y poniendome unos pantalones de color crudo y una camisa azul clara. Cojo algo mas cómodo para ella, un pantalón de pijama de franela gris y una sudadera bien calentita. Bajo de nuevo al salón y se lo tiendo, sonriendo de medio lado. Toma, cambiate. He puesto tu ropa a la secadora. ¿Te gusta el chocolate? Iba a prepararme una taza bien caliente ahora.

Ender:

El muchacho me coge en brazos, y la verdad es que no me opongo a eso. Me abrazo más a el y escondi un poco mi cabeza dentro de la gabardina. Llegamos a su casa, me suelta en la alfombrilla y me muevo un muevo un poco para no mojar nada, pero la verdad es que estoy empapada. Entro hasta el salón. Me pone una manta sobre los hombros y me ofrece acurrucarme junto al fuego, el se marcha y me deja hay. Observo su casa con cierta curisosidad, todo esta en su sitio, es raro todo los chicos son algo desordenados pero el tiene una casa impecable. Es un estilo algo moderlo.

Me siento delante del fuego y pongo mis manos alrededor de mis piernas. Se esta bastante bien. Pero no puedo evitar sentirme extraña, esa no es mi casa... y tanto que no lo es esta parece un hogar y la mía parece un manicomio. El chico baja ya cambiado de ropa y con el pelo mojado, me da algo de ropa para que me cambie- asiento ante la proposición de el chocolate caliente. Me cambio alli mismo, por suerte no me queda tan grande. El chico llega con dos tazas de chocolate en la mano y me ofrece una- Gracias...pero no solo por el chocolate...si no por todo... y por cierto no estoy loca simplemente estoy cansada de esta vida... quizas te suena raro que una chica en su plena juventid suelte esto pero es como me siento ahora mismo-acerco la taza de chocolate hasta mi cara notando el rico olor que desprende. -No se como agradecerte esto...si puedo hacer algo por ti lo que sea me avisas... por cierto mi nombre es Malvina, sin acortaciones ni diminutivos...soy diseñadora...bueno intento serlo-le sonrio un poco aunque se nota que estoy triste por lo sucedido en mi casa, con mi supuesta familia...con tan solo pensar en ellos los ojos se me llanan de lagrimas, agacho la mirada y una lágrima cae contra el parquet.

Voy a la cocina, dejandola que se cambie. Saco leche de la nevera y la caliento en un cazo al fuego, sacando un bote con chocolate en polvo y empiezo a mezclarlo, dejando que espese hasta que podría darle la vuelta al cazo y no se caeria ni una gota. Lleno dos tazones hasta arriba y cojo un par de cucharas. Vuelvo al salón con una pequeña sonrisa y le paso una mientras me siento en el suelo a su lado, sobre la alfombra del salón. No me extraña del todo, no te creas. La vida siempre puede ser mala, tengas diez, veinte o cincuenta años. Me encojo de hombros y rodeo la taza con mis manos, aprovechando para calentarlas. Encantado Malvina. Yo soy Ender. Le tiendo una mano con una sonrisa y me acerco algo mas a ella para recibir mejor el calor de la hoguerita. Me encanta tener hogaril en casa... tengo calefacción, claro... pero no es lo mismo que el calorcito del fuego. Le seco una lágrima que le rueda por la mejilla y le paso un brazo por los hombros, frotandole el brazo y pegandola a mi. Eh... tranquila. Sé que acabamos de conocernos pero... si quieres hablar... parece que la tormenta no tiene intención de parar. Le dedico una leve sonrisa y devuelvo mi mirada al fuego, perdida en las llamas.

Noto como me quita la lagrima con su dedo, y sonrio levemente. Pasa su brazo por mis hombros y yo me acurruco en ellos.- Gracias Ender...-Alzo un poco mi mirada y la dirijo a el...-no es ni una historia facil ni corta, pero si hay tiempo estoy dispuesta a contartela...- Me giro y me pongo de frente a el. -No fuí una niña deseada-dije soltando la taza de chocolate- Nací en un nucleo familiar que no era sólido, segun mi madre mi padre nos abandono por mi culpa el no pudo soportar la presión y se marcho dejandonos solas- contuve las lágrimas y aprete mis puños con fuerza- Bueno mi madre nunca acepto eso...pasarón los años y mi madre empezo la relación con otro hombre se quedo embarazada y tuvo dos hijas gemelas dos demonios... pero no llegaron a pasar 6 años años que ese tipo desapareció de nuestras vidas, debido a un accidente automovilistico. Mi madre jamás me perdono aquello yo iba en el mismo coche pero yo sobreviví... ella no dejaba de decirme que preferiría que hubiera muerto yo que era el unico recuerdo que le qedaba de mi padre...- le di un sorbo al chocolate caliente y volvi a dejar la taza en su stio- bueno tenía unos 8 años cuando ocurrió aquello...mis hermanas, han aprendido a odiarme como se lo ha inculcado mi madre. He crecido sin amor, sin tardes de cine sin familias y sin ningun familiar vivo con meros deconocidos que me odian...-Una lagrima se me escapo pero me la quite rapidamente con el dorso de la mano.- Bueno hace poco limpiando en la habitación de mi made encontre una carta de mi padre... el decía muchas cosas en ellas... desde que se había marchado para trabajar y darme un mejor futuro...hasta que sabía que mi madre le era infiel... pero el volvería...volvería a por mi algún día...pero imaginate, llevo 19 años esperando a un padre que no volvera...y vivo con el miedo de llegar a casa es un verdadero infierno, un miedo continuo...-le mire de reojillo-espero no estar aburriendote-le dije mientras le daba otro sorbo al café- bueno hoy ha sido el colmo mi madre a destrozado uno de mis diseños... y no es el hecho si no el como lo hizo... con esa sonrisa malevola en los labios...no puedo creer como una madre puede causarle tanto sufrimiento a su hija..

Escucho su historia atento, prestando atención a cada una de sus explicaciones y sus problemas. No es por presumir, pero creo ser uno de los pocos hombres capaces de entender y reconfortar a las mujeres, cosa que en parte me gusta. Le voy pasando distraidamente la mano por la espalda y el brazo a modo de confort, intentando tranquilizarla y a la vez intentando hacerla sentir mejor, cosa que no creo que sea muy facil ni que ayude mucho, pero oye, lo que cuenta es la intención.
Le dejo unos segundos de espacio cuando termina su historia y le limpio otra lágrima solitaria, dedicandole una breve sonrisa. Sé que seguro que te habrán dicho que cada uno tiene sus problemas pero... eso no implica que sean menos importantes los tuyos o los de cualquiera. Le hago una leve caricia en la mejilla y saco de mi bolsillo una bolsita con nubes de gominola de esas que se deshacen por dentro al ponerlas en el chocolate. Por suerte, yo siempre tengo buenas soluciones para los dias malos. No hay nada que logre mejores sonrisas que un chocolate con nubecitas. Abro la bolsa y reparto "equitativamente" las nubes entre su chocolate y el mio. Cabe decir que el mio tiene cuatro o cinco y el resto estan todas en su chocolate.
Me parece fatal que tu madre te haya destrozado un diseño. No sé lo que es crear algo propio de la nada porque se me da todo fatal, no me hagas hacer ni un avión de papel que seguro que me sale mal... pero tiene que fastidiar poner todo tu esfuerzo en algo y que te lo destrocen porque si. Cojo su mano con la mia y le doy un leve apretón. Oye, se que apenas nos conocemos pero... puedes venir aqui siempre que quieras, ¿vale? Cuenta conmigo.

El chico me acariciaba la espalda, dandome mimos, que por otra parte me hacian mucha falta. Intentaba animarme, y lo estaba haciendo bastante bien, lo mire de reojillo y le sonreí. -Me gustan esas soluciones con nubecitas-se hizo un breve silencio mientras las nubes se deshacian- Muchas gracias , estas siendo muy amable conmigo.-

Escuché como en pocas palabras me decía que no sabía hacer la O con un canuto en asuntos de diseño, y me reí - Eres muy gracioso, yo te puedo enseñar a hacer algunas cosillas como soser un botón, cambiar una cremallera o un dobladillo... Todo eso es importante saberlo, la gente piensa que mi trabajo es anticuado a no ser que seas una gran diseñadora, pero no tienen razón es muy útil.- Paré un segundo y escuche su oferta de ir hablar con el cuando estuviera mal, y me parecía genial, se veía que era un buen chico, y un gran deportista había podido comprobarlo cuando me cargo en sus brazos.

-Gracias contare contigo, y tu tambien puedes hacerlo conmigo- le di un sorbo al café ahora más dulzón por las nubes, me queme un poco la lengua pero no dije nada, pero seguro que soltar la taza con esa rapidez daría alguna que otra pista- a y no quiero que pienses que soy una loca eh...yo hice eso en el parque por que es una rara terapia....de un libro de autoayuda que leí hace tiempo. No quiero que pienses que me voy quedando en ropa interior en cualquier parte... y por cierto la terapia funciono y me hizo sentirme más aliviada y tambien pillar una pequeña pulmonía- reí ante aquella pequeña broma... un pequeño estornudo corto mi risita..-valla creo que me e resfriado- toque mi frente y para mi sorpresa estaba hirviendo...-y tengo un poco de fiebre- le mire sin quitar las sonrisa de los labios aunque la verdad me encontraba fatal.

No puedo evitar soltar una carcajada, encogiendome de hombros. Soy un poco inútil, pero tanto como para no saber coser un botón... creo que a eso llego. Lo de la cremallera ya si se me escapa de las manos. Me río, encogiendome de hombros. Si al final va a resultarme rentable y todo recoger chicas de debajo de la lluvia. Lo digo en un claro tono de broma, no quiero que se ofenda y sé que no todo el mundo se toma a bien mis bromas.
Le sigo frontando el brazo sin problema alguno, es casi como una costumbre. Mucha gente me lo dice, que soy un poco molesto a veces o demasiado pegado, pero es que soy una persona de contacto. Me gusta tocar a la gente con la que interactuo, no como morbo ni nada por el estilo, sino simplemente igual que algunos gesticulan o no pueden deshacer contacto visual a mi me gusta sentir a la otra persona. No creo que seas una loca...sino igual habrías echado a correr por mi casa destrozando cosas o algo. Pongo una mueca que debe de parecer graciosa, porque se le escapa una leve sonrisa. Me preocupo un poco cuando la veo estornudar y mas cuando dice que tiene fiebre. Llevo mi mano a su frente y la otra a la mia. Si que esta caliente. Le acomodo bien la manta por encima y le froto los brazos, levantandome. Iré a ver si tengo algo para la fiebre, quedate aqui en el fuego, no quiero que pases frio.
Me encamino a la cocina, donde tengo todos los medicamentos. Por suerte tengo la costumbre de apuntar a boligrafo en los envases para que sirven, porque siempre se me olvida para que se utiliza cada uno. Busco entre los de nauseas y los del dolor muscular hasta dar con uno que marca "fiebres". Lo cojo y leo el prospecto antes de coger una de las pastillas y un vaso de agua, acercandome de nuevo a ella. Toma, te sentará bien.

El joven se marcho a buscar algo a la cocina, supuse que algun tipo de antibiotico. Parecía un buen chico, ese tipo de personas que te dan confianza y el cariño que necesitas en el momento preciso... Una buena persona. Cuando llego me tendió una pastilla y me la tome. La verdad es que me sentía bastante mareada y empecé a tirititar. -La verdad es que no me encuentro muy bien...- Otro estornudo ahogo mis palabras-...quizas deba irme a casa cuando amaine un poco la tormenta...-Mire por la ventana pero no parecía que fuera a ponerse mejor, si no todo lo contrario. La verdad es que no quería irme a casa... pero no podía quedarme allí, más que nada por que no tenía la confianza suficiente con Ender...-Dios mio me va a estallar la cabeza- Un mareo horrible era lo que tenía...- Ender creo que debería marcharme ya- Me intente poner de pie... y se puede decir que lo conseguí pero por unos segundos porque caí al suelo antes de volver a pestañear....-Dios mio...no se que me a pasado- hice el amago de volver a ponerme de pié, pero otro terrible mareo hizo que acabara de nuevo en el suelo.

La observo preocupado, levantandome a su lado cada vez que lo intenta, sujetandola la segunda vez que cae. Vuelvo a cogerla en brazos y me acerco al sofá, dejandola alli y poniendole unos cojines bajo la cabeza. Echo algo mas de leña al fuego y acerco el sofá a la chimenea. No se que prisa tienes de repente, pero estate quieta un poco. Esta claro que te ha sentado mal la terapia bajo la lluvia. LLamré a tu casa si quieres, o puedes llamar tu misma. Pero no te muevas. La tormenta todavía cae con fuerza y si sales ahora cuando ni siquiera puedes mantenerte en pie solo acabarás peor.
Busco otra manta y se la paso por encima de la otra, intentando que deje de tener frio. Descansa un poco, aqui estas a salvo, puedes confiar en mi, en serio. Me siento al borde del sofá y le aparto un mechón de pelo de la frente. Duerme un rato y yo luego cuando amaine un poco te llevo a casa. Le doy un beso en la frente y me levanto, recogiendo las tazas de chocolate y los restos de la bolsa de nubes, llevandolo a la cocina y limpiandolo todo, volviendo con el vaso de agua de antes lleno de nuevo, dejandoselo en la mesita del sofá por si tiene sed.

Le hago caso y me tiro en el sofá, pero la verdad es que no podía conciliar el sueño. Noto su beso en la frente -Gracias-musité. La verdad y por doloroso que parezca es que no estaba acostumbrada a tantos mimos y tanto cariño por parte de una persona.

Me ofrece llamar a casa... y creo que me puse algo pálida... dudo mucho que alguien viniera a buscarme o ni si quiera preocuparse ni lo más minimo por mi estado. Pero aun así y aunque el me halla dicho que me duerma un rato alcanzo mi movil, del bolso, que estaba en el suelo. Marco el número de casa. Comunica la primera. Pero vuelvo a intentarlo. Por suerte lo coge una de mis hermanas. La verdad es que no supe adivinar si era o Elly o Epy.-Puedes decirle a mamá que se ponga porfavor-ahogue la tos no quería que supieran que estaba tan mal. Su respuesta fue la esperada, "ahora que quieres? deja de dar la lata y vuelve a casa , todo esta hecho un asco"... Aprieto mis puños- venga porfavor dile que se ponga- insisto intentando conservar la poca paciencia que me queda. "si..ya va" lo decía de mala gana , pero al menos lo hizo. La voz desagradable de mi madre resonó en el telefono "¿se puede saber donde estas? tienes que limpiar tu cuuarto esta lleno de mierda" sabía a que se refería con "mierda" a mi vestido que ella misma se había encargado de destruir. -Ven por mi mamá , esta lloviendo mucho no estoy lejos de casa...- oigo su risa viperina "¿crees que voy a salir de casa con esta lluvia?, vente caminando" aprieto los puños con fuerza marcando la uñas en la palma de mi mano- Mamá porfavor tengo fiebre... estoy en casa de un amigo...- Me interrumpe y comienza a gritar "Pretendes que te recoja despues de haber hechado un buen polvo ¿no?, Eres una Puta Malvina a otro te has tirado, al menos espero que cobres al menos así harias algo que de frutos" No puedo creer lo que oigo y cuelgo sin previo aviso apagando en movil. Miro a Ender que parece algo preocupado...Seguro a oido la conversación, mi madre tiene un torrente de voz que se escucha muy bien aunque hables por telefono...debe de estar flipando. -No te preocupes, esto es lo más bonito que me ha podido decir hoy-intento sonreir levemente, pero no puedo evitar encoger mis piernas y esconder mi cabeza, para que no pueda ver la lagrima.

La observo hablar despistadamente mientras simulo estar ordenando un poco por allí. Ella sabe que estoy pendiente, pero aun asi no me gusta ser tan descarado. No puedo evitar un par de muecas durante la conversación y frunzo el ceño mas veces de las que me gustaría. ¿Pero que mujer siente tan poco aprecio por su propia hija? Me hago en desinteresado mientras habla, pero cuando cuelga y se dirige a mi esta mas que claro que es perfectamente consciente de que estaba atento y escuchando todo lo que decía. Oh, no me preocupo, descuida. Con el tiempo se le caerá la lengua a cachos de todo el veneno que acumula. Intento bromear un poco y me acerco al sofá, sentandome en el hueco que deja libre a la altura de su cintura, llevando una mano a su frente al mismo tiempo que le quito el movil con la otra y lo dejo sobre la mesa del sofá. No te preocupes Malvina, quedate el tiempo que necesites. Cuando pase la tormenta yo mismo te acercaré a casa, o al hospital si no mejoras. Le hago una leve caricia en la mejilla y sonrío de medio lado, cogiendo una de sus manos con las mias y dandole un fuerte apretón, queriendole hacer saber que estoy aqui para lo que necesite. No soy una persona demasiado seria, pero quizá eso le venga hasta bien con el mal rato que debe estar pasando. La tapo bien con las mantas para evitar que tenga frio, pues veo que tirita por la fiebre. ¿Quieres algo?¿Una tila?¿Té?¿Café?¿Agua?¿Un zumo? Odio ver a la gente mal, no solo físicamente, eso me importa mas bien poco, todos nos ponemos enfermos... sino mal anímicamente. No lo soporto.

Rio cuando bromea sobre la lengua viperina de mi madre, la verdad y por duro que parezca tenía toda la razón. Me arropo algo más. Pero hay estaba Ender, dandome apoyo y ánimo... y como no preocupandose por mi...tenía esos pequeños gestos que hacen que el corazón te de un vuelco...porque de ese tipo de personas no hay muchas. -Muchas gracias te recompensare todo lo que estas haciendo por mí, de verad que sí-sonrío de medio lado.

Me ofrece algo de beber, pero niego rapidamente su ofrecimiento -Oh no te preocupes, con el chocolate a sido más que suficiente, igualmente muchas gracias- Me encojo un poco, y le doy un golpecito a el sofá a el hueco que quedaba libre- Venga sientate y cuentame cosas sobre ti...-Observo cada gesto que realiza, me gustaba eso de mirar a las personas y analizarlas, bueno más bien conocerlas.- ¿Te gusta el deporte? a mi me encanta surfear, pero ultimamente no hay muchas olas...-Le comento, intentando que se introduzca con comodidad en la conversación.

Le sonrío con ternura, acariciandole la mejilla con el dorso de los dedos. No te preocupes, no tienes que compensarme nada. Lo hago porque quiero, y porque necesitas que alguien te cuide. Le guiño un ojo y me acerco a la cocina de nuevo, cogiendo un trapo limpio y empapandolo de agua fria, volviendo y poniendoselo sobre la frente. Cada vez esta mas caliente y parece que la pildora de antes no le ha hecho nada. Joder, yo no soy medico, no puedo hacer mucho mas en estas situaciones. Ya sabes, a partir de ahora cuando quieras desahogarte y gritar, que no sea bajo la tormenta. Me rio un poco, intentando animar algo el ambiente, sentandome a su lado cuando veo que es lo que quiere. Asiento enseguida cuando comenta lo del deporte. Es como si me hubiese leido la mente. Me encanta el deporte. De hecho soy entrenador personal y monitor de deportes extremos y de aventura, además de masajista. Tres trabajos poco demandados pero fáciles de compaginar. Me encojo de hombros y sonrio, cogiendo una de sus manos entre las mias, acariciandola de forma distraida. Me gusta el surf, aunque aqui pocas veces hay olas... aunque sin duda mis deportes favoritos son la escalada y el ala delta. Y todo lo que incluya agua, me encanta mojarme. Aunque lo de correr bajo la tormenta mejor lo dejamos los dos, ¿eh? No llega a su nivel, porque realmente no se cuanto tiempo ha estado desnuda bajo la lluvia, pero también empiezo a moquear. Odio resfriarme.

Bromea sobre lo de gritar bajo la tormenta, y la verdad es que se me escapa una risita tonta, había sido una gilipollez y hasta se me había pasado por la cabeza demandar al escritor del libro, que en ningun momento dijo que no lo hicieramos bajo la lluvia. Escucho con atención lo que cuenta, le apasionaba el deporte, como a mi diseñar.

-Yo amo el deporte, pero las bicis...bueno esto es delicado- Me acerco a el y susurro, como si lo que le fuera a contar era demasiado importante- No se montar- Comienzo a reir, ya que su cara lo dice todo. No es habitual encontrarte con una persona que adora el demporte pero no sabe montar en bici.-Pero tu me puedes enseñar- Una pequeña tos me interrumpe de nuevo-Vale dejaremos de hacerlo los dos, lo de estar bajo la lluvia no ha sido buena idea- Pongo mi mano en su frente y compruebo su temperatura- Valla tienes destemplanza...- Me acerco a el y le pongo la mitad de la manta encima- Asi estaremos más abrigaditos los dos-. Cambio el tema de forma radical y le formulo una pregunta que quizás nose espera- Y que tal tus relaciones amorosas?- Le sonrio y me enconjo de hombros- Seguro que no tienes problemas eres un verdadero encanto-

Suelto una carcajada, incrédulo ante la idea de que no sepa montar en bicicleta. ¿De verdad no sabes? Es sencillo una vez aprendes. La verdad es que sería un reto enseñarte, porque he enseñado a la gente a hacer muchas cosas pero nunca a montar en bici... Quizá porque la gente normalmente sabe montar, pero la verdad es que nunca he tenido que enseñar en eso. A tirarse en paracaidas, a atar mosquetones, a bucear, a hacer rafting... de todo. Pero nunca a montar en bici. Será un reto, seguro.
Me paa la manta por encima y sin saber si le molestará la confianza, me tumbo a su lado, girandome hacia ella y pasandole un brazo por la cintura para agarrarme, pues estoy al borde del sofá y no sería dificil que me fuera de boca al suelo. Definitivamente se esta mas calentito asi.
Alzo las cejas ante la pregunta, mirandola fijamente. Automáticamente viene a mi mente cierto bombero y sonrio de forma boba al recordarlo. Seguro que hasta se me han subido los colores, aunque siempre puedo echarle las culpas al resfriado. No te creas... soy bastante desastre en ese campo, la verdad. Aunque ahora mismo hay algo especial... de eso que esperas que sea para toda la vida ¿y tu?

Pasa su mano por su cintura, y no me incomoda para nada al contrario estaba agusto con él. -Pues ya tienes un reto, puedes enseñarme cuando quieras.- sonrió cuando afirma que así se esta más calentito, de hecho estaba totalmente de acuerdo con aquellas palabras.

Su respuesta sobre el amor me sorprende más de lo que creo, quiero decir no lo veía como un desastre total pero si como a un rompecorazones, no uno de esos chulitos pero si como uno de esos chicos que te vuelven loca con su manera de ser- Eres un encanto Ender, nadie se podría resistir a un chico como tu, quiero decir que no me pareces ningun desastre, más bien un casanova- paso mi mano por su pelo mientras lo acaricio -¿te importa?- aun estaba algo humedo, muevo mi mano con suavidad mientras lo acaricio.

-Bueno mi vida amorosa, es algo complicada... nunca me he enamorado... jámas, pero si he tenido relaciones-me pongo algo colorada y miro su camiseta- No he encontrado a esa persona que haga que el corazón se me acelere- Sonrio un poco y continuo- bueno hay un chico...se llama Haley es bastante mono...lo conocí el otro día y me llamo la atención...pero no creo que halla sido reciproco.

Esbozo una sonrisa entre triste y tierna cuando me halaba de tal manera, pero simplemente mantengo mi cabeza apoyada contra el sofá, mirandola mientras mis dedos hacen pequeños circulos sobre su piel, bajo la camiseta. Simplemente como una caricia, sin tener ninguna otra intención. Ultimamente en ese aspecto solo soy capaz de pensar en el maldito Zackery. No sale de mi cabeza. No... no me importa en absoluto, me encanta que me hagan eso. Cierro los ojos, disfrutando de su mano en mi pelo. Siempre me ha gustado ese gesto, es muy agradable. Te sorprenderías de saber las veces que me han rechazado... la gente tiende a pensar como tu, que nadie podría resistirse a mi... pero la verdad es que me cuesta muchisimo encontrar a alguien que quiera algo conmigo.. no se, supongo que soy demasiado complicado de soportar. Sonrío de medio lado y la escucho, aun con los ojos cerrados. Me empiezo a adormilar por sus caricias y termino abriendolos para no hacerlo. Sería muy descortés por mi parte. Poca gente sabe lo que es enamorarse de verdad... y todavía menos saben lo que es enamorarse de alguien que también esta enamorado de ti. Es la mejor sensación del mundo. Sonrío algo mas al oirla, dejando mis caricias en su cintura y subiendolas a su brazo, frotandoselo un poco aun bajo la manta para que coja calor, pues esta algo fria. Haley, Haley, Haley... no me suena. Pero eh, nunca pierdas la esperanza. Si te gusta tienes que intentarlo.

-A mi me encanta dar mimitos-Añado cuando dice que le encanta las caricias que le doy en su cabeza.
Cuenta que lo han rechazado muchisimas veces, y que ha sufrido, la verdad es que no me lo explico, si un chico como el apareciera en mi vida y me pidiera salir no dudaría ni un segundo en aceptar, pero hay gente para todos los gustos. -Valla yo jamás dejaría escapar la oportunidad de estar con un chico como tu...Eres increible Ender... y los que te han rechazado tienen que estar como mínimo loco....-Sonrio levemente, bajando mi mano y acariciandole la nuca,mientras lo acerco un poco más a mi, porque me temo, que acabara en el suelo. -Así mejor ¿no crees?

Escucho con interes su filosófica explicación sobre lo que para el significa el amor. -Que pronfundo eres Ender-Bromeo. Noto que sus caricias ascienden hasta mi brazo. La verdad es que si Ender hubiera sido otro tipo de chicos , se donde acariamos perfectamente... En su cama.... Pero este chico no...el era diferente, me daba la paz y la tranquilidad suficiente para saber que no hariamos nada, era un encanto, un encanto loco por alguien.-Si bueno, yo lo he intentado, es más le di las coordenadas de un lugar muy especial para mí, quizás algún día se pase, yo voy cada día un rato a ver si lo veo...pero aún no ha sucedido esto- Explico mientras bajo mi mano hasta su espalda y la acaricio de arriba abajo.

Ya lo veo... por mi puedes mimarme todo lo que quieras, yo me dejo. Abro los ojos y la observo directamente a los suyos. Es algo que acostumbro a hacer, te ayuda a conocer mejor a la gente. Suele decirse que los ojos son el espejo del alma y yo me tomo muy en serio esa afirmación. Los que me rechazaban eran tipos listos...supieron ver a tiempo que estoy loco de remate. Noto como me acerca a ella y no tengo ningun problema en arrimarme mas, quedando completamente pegados mi pecho al suyo, tan cerca que nuestras respiraciones se mezcan. No me incomoda en absoluto, y dudo que a ella le ocurra.
Si es que no lo muestro nunca, pero en el fondo soy todo un sabio filosofico... pero me lo callo para que no me agobion, ya sabes, la fama, la fortuna, la popularidad... todo eso no me interesa. Sigo su broma y al final termino riendome como un idiota por la tremenda tontería que acabo de soltar.
Me pongo algo mas serio cuando habla de sus intentos con ese chico y me llevo una mano a la barbilla, rascandome un poco la barba incipiente que ya me empieza a picar un poco. Bueno... tu has movido pieza, ya es algo. Hay mucha gente que siempre se quedará con el "que habría pasado si..." pero tu has tenido agallas y lo has intentado. No te rindas, quizá simplemente sea tímido. Creo que se de quien hablas, ese tio que va por ahí siempre con una cámara colgando de la mano, ¿no? Lo veo a veces cuando voy a entrenar al bosque.

-Tienes razón...ahora me toca esperar..-dije poniendo mi mano en la barbilla y pensando que el tenía trazón...había movido ficha ahora le tocaba a él dar el segundo paso.- Si, se llama Haley... estan guapo ¿verdad?-dije con los ojos iluminados como si fuera una niña de 5 años mirando el escaparate de una tienda de golosinas.

-Bueno cambiemos el tema-le dije con una sonrisilla traviesa en los labios-Cuentame que tal con tu persona especial...-subí de nuevo mi mano hasta su pelo masajeandole- Quiero decir que me cuentes tu historia...tenemos tiempo-dije señalando a la ventana mostrandole la que estaba callendo- Seguro que es una gran persona...-dije con los ojos iluminados...Ender no se merecía menos que una persona como él, eso era lo mínimo. -Yo nunca he tenido novios...solo rolletes...-agregué para que el se soltara un poco. Pase mi mano sobrante por su espalda, acariciandola de arriba abajo.

Suelto una carcajada, pero asiento. No es precisamente mi tipo, pero si. Tiene algo.
Me asusto un poco cuando la veo con esa sonrisa de niña traviesa y ese brillo perverso en los ojos, pero no soy persona que se deja intimidar. La dejo que siga a lo suyo y me rio levemente, mas tranquilo al oirla hablar. No es tan maquiavelico como yo pensaba. No hay gran historia que contar, la verdad. Eramos amigos desde tanto tiempo que no se ni cuando empezó esa amistad... y bueno, un día vino para pasar una tarde haciendo ejercicio... mis amigos saben que pueden buscarme siempre que quieran hacer deporte, nunca estoy demasiado cansado para eso... y bueno, estaba algo debilucho porque la tarde anterior también había hecho bastante trabajo y decidimos hacer algo mas bien divertido en lugar de extenuante... y luego una cosa llevó a la otra y acabamos.... bueno. Haciendo cosas que no se les pueden contar a los niños, tu ya me entiendes. Me encojo de hombros, recordando aquella tarde. Desvío mis recuerdos hacia otra cosa o voy a acabar palote perdido y en esta situación daría que malpensar. Centro mi vista en ella con la mejor de mis sonrisas ante su siguiente afirmación, asintiendo para corroborarlo. Es el mejor. Lo quiero un montón. No se exactamente qué es lo que tenemos todavía pero... espero que sea mucho y para siempre. Sonrío todavía mas y suelto un suspiro de esos de loca enamorada, como diría Vick. Bueno... yo tampoco he tenido novias, solo rolletes también...¡y mucho menos novio! Pero con él me lo estoy planteando en serio. Nunca me había pasado esto de no pensar en nadie mas... ¡ni mucho menos pasarme el dia pensando en alguien!