Haciendo ejercicio - Ender +18

No se exactamente hasta donde puede llegar mi amor por este chico, y tampoco se realmente si quiero saberlo. Quizá me diese un chungo si me paraba a pensar en ello, un colapso mental, o del corazón quizá. Por el momento prefiero disfrutarlo y seguir sintiendome feliz como lo estoy haciendo ahora mismo. Puedo jurar que me vuelve loco, joder.
Agarros sus caderas con mis manos en cuanto las tengo al alcance, viendo como se restriega deliberadamente contra mi miembro, con esa sonrisa provocativa que tiene y que es capaz de hacerlo ver sexy, guapo y tierno, todo al mismo tiempo. Elevo una de mis manos a su mejilla y le regalo una tibia caricia, moviendo mi mano hasta su nuca y ejerciendo algo de fuerza para atraerlo hasta mi, besando sus labios con suavidad, sin permitir que se separe demasiado de mi. ¿Acaso quieres que pierda la cabeza? Eres suficiente para hacermela perder completamente... pero luego tendrás que hacerte cargo de un desequilibrado mental y será tu culpa... Le doy un suave beso, mordiendo ese labio inferior que tanto me gusta. Tiro un poquito de él con esa sonrisa que todo el mundo opina que es de niño bueno y muevo mis manos de su cadera, acariciando su trasero, colando disimuladamente un dedo en su interior, haciendo lo mismo varias veces como quien no quiere la cosa. Se frota mas contra mi, como si no fuera a permitir que solo yo me dedique a darle placer. Es como un ojo por ojo, y me vuelve loco. Un suspiro por un suspiro, un jadeo por un jadeo y un gemido por un gemido. Lo que das recibes y lo que recibes das, y asi hasta que no podamos mas. No me lo pienso demasiado porque si pienso pueden pasar cosas fatales, asi que simplemente con mi mano libre agarro mi miembro y lo dirijo allí donde mis dedos siguen jugueteando, presionandolo un poco, mirandole a los ojos antes de dar el paso. No quiero hacerlo si va a disgustarle. Es lo último que quiero que suceda ahora.

Spoiler:

Aquello estaba siendo genial, nunca en mi vida me había sentido más lleno que en aquel momento. Había llegado a creer que las personas buenas, como yo, estábamos destinadas a ayudar a los demás sin importar en las condiciones en las que nos encontraramos, es decir que acabaríamos solos. Pero me equivocaba, muchos habían sido los que me habían rechazado, quizás por esas ganas de reir siempre, por reirme de todo e intentar ser feliz de cualquier modo. Sus manos en mi cuerpo hacían que por este hubiera descargas de placer, mi piel se erizaba por completo cada vez que me tocaba y no podía dejar de frotar mi cuerpo contra el suyo sintiendolo cálido. Le di un beso en la mano que me acariciaba para después corresponder a su beso con calma, despacio, con cariño y amor, lo que sentía. Sonreí de lado mirandole a los ojos -Acaso no es lo que haces tu conmigo? Pregunté divertido. -Nos aguantaremos mutuamente. Correspondí a su beso dejando que tirase de mi labio entreabriendo los labios para después pasar mi lengua sobre sus labios. Cuando noté el dedo en mi interior no pude evitar gemir roncamente. Poco después noté su miembro entrando en mi interior y no pude resistir morderle el cuello y lamerlo después hasta llegar a su lóbulo, con el cual jugueteé un poco. Después moví mi trasero acoplandome a él a la perfección mientras mis manos acariciaban sus pectorales y jugaban con sus pezones. Poco después llevé una de mis manos a mi miembro para masturbarme mientras me quedaba sentado sobre él y comenzaba a botar primero con tranquilidad para ir aumentando el ritmo. -T-te quiero Dije entrecortadamente mientras le miraba con amor.

No puedo evitar una carcajada, sonriendo ampliamente. ¿Asi que yo también te vuelvo loco a ti? Vaya, vaya, vaya... menuda sorpresa. Vamos a tener que soportarnos mutuamente entonces... aunque para mi no va a ser ningun problema ocupar mi tiempo contigo. Le doy un mordisco leve en la barbilla y cierro los ojos con fuerza cuando lo siento acomodarse sobre mi. Con el movimiento de ambos llegamos a acoplarnos y suelto un suspiro, echando la cabeza hacia atrás, notando las ramas y la tierra contra mi coronilla. Encorvo un poco la espalda sintiendome totalmente rodeado por él y suspiro de nuevo al notar sus manos en mi pecho, como quien esta jugando con un juguete nuevo al que le quedan muchas horas de desgaste hasta que se haga completamente conocido.
Abro los ojos de nuevo cuando empieza a moverse. Inconscientemente acompaño sus movimientos con mi cadera, haciendo cada estocada mas larga y profunda. Observo la mueca de placer en su rostro y sonrío, mi corazón completamente acelerado al oir sus palabras. Creo que lo que siento se queda corto con un te quiero... Jadeo levemente, llevando mis manos a sus caderas, observando el movimiento de su cuerpo sobre el mio. No logro contenerme mas y lo agarro con fuerza, sujetandolo contra mi. Lo giro contra el suelo y me acomodo sobre él, besando sus labios con intensidad, acariciando su cuerpo en su totalidad, acelerando de sopetón la velocidad de mis embestidas. Noto como sigue con la mano sobre su miembro y la agarro con la mia, evitando que lo haga, sujetando ambas manos con las mias por encima de nuestras cabezas, enterrandolas en el barro. No ne-necesita-arás... hacer e-eso... Susurro suavemente sobre su oido y segundos mas tarde me abalanzo contra sus labios, chocando los mios con fiereza, empezando una de esas batallas que parecen no tener fin.

Alce una ceja con media sonrisa cuando se rió, más que nada porque no entendí que se riera y preguntara que si me volvía loco. -Me vuelves demasiado loco nene. Le dije sonriendo mientras me mordía la barbilla. Me moví sobre él haciendo que nuestros cuerpos fueran uno. No pude evitar gemir con fuerza mientras me movía sobre él sintiendo todo su miembro dentro de mi. Me encantaba tocarle, acariciarle el torso, no simplemente hacer que entrara y saliera de mi con un ritmo estable por el momento. Adoraba aquel chico que tenía bajo de mi, no sólo por que me atraía al máximo si no por cómo me hacía sentir siempre que estaba con él. Cada vez gemía con algo más de fuerza y más roncamente bajando hacia su cuerpo, dejando mi pecho pegado al suyo notando como mi corazón latía con fuerza una y otra vez. Mordí su oreja y lamí el perfil de esta para volver a levantarme mientras miraba su cara de placer. De pronto me encontraba debajo de él correspondiendo su beso intensamente aunque lo hice de manera descontrolada conducido por el deseo. Encorvé mi espalda cuando noté sus embestidas más fuertes y rápidas, aquello provocó fuertes descargas de placer en mi cuerpo provocando que soltara un gruñido a la vez que me mordía el labio inferior. Me agarró las manos cuando fui a masturbarme solté un quejido porque quería hacerlo pero también me excitaba que me tuviera sujeto y a su son. Busqué su lengua cuando me besó, uniendo ambas como se unían nuestros cuerpos, con fuerza y pasión. Moví mis caderas ayudandole en el movimiento queriendo que sintiera todo el placer posible con aquello. Aunque me solté y llevé mis manos a su trasero empujandolo hacia mi con fuerza, agarrandolo para apretarlo. Me encantaba todo su ser.

Suelto una leve risita cuando se suelta de mi agarre, queriendo mantener el contacto. Si, a mi también me molesta estar atado, agarrado, amarrado o simplemente que no me dejen moverme a mi antojo, con la libertad del acto que llevabamos acabo requeria. Y mas para un primer encuentro entre dos personas.
Bajo mi rostro y relamo su garganta, sorbiendo levemente en su nuez, relajando un poco el ritmo pero sin detenerme en ningun momento. Aprovecho que mis manos han quedado libres para pegarme mas a él, apoyandome en uno de mis brazos solamente mientras que uso la otra mano para lo que él queria hacer desde un principio. Rodeo su miembro completamente duro y erecto y empiezo a masajearlo al ritmo de mis embestidas, gozando como nunca al ver la mueca de placer que adorna su rostro. Podría volverme adicto a ver esto.
En una de mis últimas embestidas siento una corriente recorrerme de los pies a la cabeza y se que por mucho que me psee no voy a aguantar mucho mas. Mierda Me ralentizo un poco, pero sus manos en mi trasero me incitan a mantener el ritmo anterior. Suelto un jadeo cuando la corriente se repite y hundo mis labios en su cuello, aumentando la velocidad de mi mano. Eres complicado de satisfacer... menudo reto. Beso sus labios con intensidad, ralentizando mis movimientos, pasando a dar estocadas secas y rápidas, pero mas distanciadas unas de otras. Joder, estoy a punto.
Abro los ojos y lo miro fijamente, observando cada centimetro de su cara, sonriendo sin querer hacer otra cosa. Lo quiero demasiado, no se como he tardado tanto en darme cuenta. De hecho no sé como podía vivir tan tranquilamente sin él. Por todos los dioses, después de esto no voy a poder quitarmelo de la cabeza. Voy a parecer un puto obseso. Un puto obseso que no puede contener mas el placer y estalla en un orgasmo mejor que muchos de los que ha vivido en toda su vida. Orgasmo que lo hace caer rendido sobre el pecho del otro, respirando de forma agitada. De verdad, por mucho que llegara a entrenar, por mucha resistencia que llegara a tener, el sexo siempre sería algo que lo haría acabar completamente agitado, como si acabara de correr tres maratones seguidas. Jo-joder... te quiero....¿lo sabes?

Suspiré fuertemente cuando lamío mi cuello, cuando se paró en mi nuez y la sorbió. Me volvía loco porque a eso se le sumaba que no paraba de moverse. Yo no podía dejar de gemir, de arquear mi espalda, suspirar y jadear. Entrecerré los ojos cuando noté como rodeaba mi miembro y lo movía al ritmo de sus embestidas provocando que perdiera la cabeza. Quería que mantuviera aquel ritmo, quería que me llenara de placer, que me hiciera desfallecer por esto.

Gemí roncamente cuando volví a mi cuello acariciando con una mano su cabello. Sonreí cuando dijo que era dificil de complacer, en realidad no tanto, pero quería aguantar por darle el mayor placer a él. Correspondí a su beso con aquella intensidad que provocaba el momento. Gimiendo con cada embestida que me daba, de manera más dura y directa. Aquello provocó que mi cuerpo se estremeciera por completo, que mis músculos se engarrotaran cerrando los ojos por el placer. En cuanto sentí cómo acabó dentro de mi provocó que me fuera segundos después haciendome gritar de puro placer. Aún con la respiración agitada acaricié su espalda con la tema de los dedos. -Yo también te quiero amor. Suspiré con una sonrisa de oreja a oreja en mis labios. Aunque ahora que estaba más tranquilo me empecé a preocupar por Alex, en el sentido de que no sabía si Ender querría ser mi pareja teniendo un hijo.

-Pero... no quiero que esto sea solo sexo, quiero que seas mi chico. Te quiero para mí. Suspiré con una leve sonrisa. -Y sobre todo espero que quieras a Alex... es la personita que mas quiero y solo deseo que os llevéis bien. Sonreí con algo de preocupación acariciando el cuerpo de mi chico.

Escuché el grito desencadenado por su orgasmo y una extraña sensación de recogijo me recorrió enteramente por dentro. ¿Qué demonios había sido eso? Noté sus dedos en mi espalda y tras todas las emociones de hace unos segundos, un gesto tan simple hizo que se me erizara la piel al instante. De pronto fue como si todo cambiara y noté una ligera sombra de preocupación en sus ojos. Contuve el impulso de acomodarme sobre él y me incorporé hasta sentarme, tirando de él para incorporarlo también. Ven aqui... estas lleno de barro. Jo, espero que no hubiese ninguna roca ni ninguna rama con al que se hubiese podido hacer daño. Sabía bien que en momentos tan intensos lo último que te importaba era el daño que pudieras estar haciendote y por no parar yo me había callado mas de un mal.
Tiré de él hasta meternos de nuevo dentro del lago y me puse a su espalda, limpiando el barro de su piel y su pelo con lentitud y cariño. De pronto empezó a hablar y yo no pude hacer mas que sonreir con ternura, deteniendo mis manos en sus hombros, apoyando mi barbilla sobre uno de ellos, semi girado hacia él. Zack, Zack, Zack.... no sería capaz de tener una relación de solo sexo contigo. Lo quiero todo... y eso incluye a tu sobrino, hijo adoptivo o como sea que lo consideres ahora mismo. Además, nos hemos visto hace no mucho y es un crio encantador. Le dí un beso en la mejilla y pasé mis brazos alrededor de su cintura, pegando mi pecho a su espalda mientras mis manos acariciaban sus costados con cariño. Entonces...¿puedo considerarlo mi pareja, señor Westcott? Repasé su oido con mi lengua tras susurrarle las últimas palabras, como si una pequeña dosis de mimos pudiese reafirmar la respuesta que esperaba con ansias.

Me dejé llevar hasta quedar sentado a su lado. Era tan dulce que sólo tenía ganas de mimarle, adorarle, quererle y todo lo que implicara la palabra querer y el nombre Ender. Aunque estuviera preocupado no dejaba de sentir lo que sentía ni de querer estar con él a cualquier precio. Me llevó hasta el agua sonriendo con ternura cuando empezó a limpiarme con aquella delicadeza que lo hacía. No podía sentir más amor por él, era del todo imposible, y ahora me preguntaba que qué había estado haciendo todo este tiempo sin lanzarme. Mientras le contaba todas mis preocupaciones él se apoyaba en mi hombro, acaricié su cabello con dulzura y con calma. Tenerlo así me hacía sentirme lleno de paz. No pude evitar llorar de emoción al oirle, aquello era lo más maravilloso que me estaba pasando en la vida. Sonreí girandome para mirarle con todo el amor que tenía en mí. Respondía a su pregunta con un beso después de suspirar al notar su lengua en mi oreja. -No podría verte con otro, quiero ser tu novio, quiero compartir todo contigo. Aseguré mientras acariciaba su cara. Le abracé con fuerza como si no quisiera que aquello acabara nunca. -Me alegro que tú y Alex os llevéis bien, ahora sois mi familia... No sabes lo feliz que me hace eso. Me separé lentamente y le di otro beso dulce, expresandole todo lo que sentía por él, todo lo que no me había atrevido a mostrarle antes hasta ese día.

No puedo quitar la sonrisa de mi cara y no creo que vaya a poder en unos cuantos días, meses, años o quizá simplemente no pueda nunca. Saboreo sus labios, deleitandome en su sabor, feliz por saber lo que ese beso significa. Le cojo de las mejillas en cuanto se separa de mi, acariciando sus pomulos, besando las lágrimas que caen por su rostro. Respondo a su abrazo con fuerza, dejando mi nariz apoyada sobre su cuello, aspirando ese aroma tan suyo que me vuelve completamente loco. Me alegra poder hacerte feliz... es lo único que deseo. Le hago una caricia en la mejilla que continuo por su sien, bajando mi mano después hasta su nuca para atraerlo a mi sin poder reprimir la sonrisita pícara made in Rush, dandole un beso tierno pero a la vez comprometedor. Me gusta saber que ahora es mio, solo mio. Y que yo soy suyo. Y la verdad, pese a las reticencias que he tenido siempre a atarme a nadie...con Zack no tengo esa sensación. No me importa estar atado porque no tengo la necesidad de acercarme a ninguna otra persona. Me siento completo solo con que me abrace.
Me separo un poco y suspirando tranquilo me quedo flotando en el agua del lago, mirando las nubes. Y hablando de Alex...¿Donde está? Podrías haberlo traido, sabes que también hago actividades para crios. La proxima vez podemos enseñarle a escalar o montar un circuito por los árboles... Giro la cabeza hacia él con una sornisa. La verdad es que no me incomoda en absoluto que tenga a un niño a su cargo. Soy de los que siempre ha pensado que pese a acabar con un tío no me negaría a la paternidad. Me gustan los crios.

Llevaba mucho tiempo sin una pareja estable, mi carácter quizás hacía que muchos chicos se acabaran cansando porque aunque siempre estuviera sonriendo y bromeando, a veces cuando me enfadaba o me sentía inseguro acababa por cansar. Con Ender tenía ese miedo como lo tenía con los demás, pero tenía que reconocer que el amor que le tenía al chico podía superar esos miedos, ahora lo veía sonreir de aquella manera y me llenaba completamente de felicidad. No podía dejar de besarle, sentir sus cálidos y húmedos labios sobre los míos, mostrandole así todo lo que sentía que no era poco, quizás el hecho de reprimirme tanto tiempo hacía que ahora lo sacara todo de golpe. ¿Cómo no podía enamorarme de alguien así si me cuidaba como el que más? En cuanto besó mis mejillas secando mis lágrimas supe y entendí que Ender era quien había estado buscando toda la vida. Abrazado a él podía sentir como nuestros corazones bombeaban fuerte la sangre, movidos por todo lo que había sucedido y por todo lo que ambos esperábamos que sucediese a partir de ahora. Acaricié su cabello en cuanto sentí la nariz sobre mi cuello, lo hacía de manera lenta y con ternura. -Creo que tenemos el mismo deseo entonces. Sonreí sin más, de oreja a oreja por que la felicidad no me dejaba hacerlo de otro modo. Sus caricias hacían que mi piel se estremeciera consiguiendo así que se erizase por completo. Me acerqué lentamente a él cuando tomó mi nunca mirandole con amor, completamente como un bobo enamorado. Nuestros labios una vez más unidos, dándo seña de lo que aquel día se había forjado, con aquella ternura, aquel cariño digno de sentir.

Se separó de mi un poco mirando a las nubes, no pude evitar mirar al cielo como él mientras sonreía por que quería a mi pequeño tanto como yo. -No creo que a Alex le hubiese gustado presenciar lo que ha pasado... ¿Quieres traumarlo? Me reí bromeando mientras le daba un fuerte beso en la mejilla, de esos que sonaban y todo. -Está en el colegio como todo buen niño, pero sí podríamos preparar algo para llevarnoslo y hacer con él alguna actividad, aunque... primero me gustaría que supiera lo nuestro, pero prefiero esperar un tiempo a decirselo. Sin embargo si quieres tu llevartelo a hacer algo por mi encantado, necesita distraerse la verdad, y yo no puedo estar tanto tiempo con él como me gustaría. Suspiré pero pronto le dediqué una sonrisa para que no se preocupara por éste hecho.

¿De verdad crees que te hubiese hecho eso si Alex rondara por aqui? Soy impulsivo tio, pero no tanto. Me acerco levemente flotando por el agua con aire inocente y cuando lo tengo suficientemente cerca llevo mis manos a sus costados y le hago cosquillas, provocando que al intentar evitarlas ambos nos vayamos bajo el agua y de la propia risa casi nos ahogamos.
En cuanto saco la cabeza a la superficie me aparto el pelo del flequillo y le miro. Poco a poco se desvanece la risa y es como si de golpe la temperatura bajara diez grados solo con oirle hablar con esa especie de auto recriminación por no poder pasar mas tiempo con el chiquillo. Bueno... a mi no me importa hacerle compañía. Si a ti no te importa, las tardes que trabajes puedo llevarmelo a casa. Lo voy a buscar al colegio si eso, mi casa no esta tan cerca como la tuya para que venga él solo... pero seguro que encontramos algo interesante que hacer. ¿Sabes si le gustan las artes marciales? Podría estar bien... ir a recoger al chaval al colegio, llevarlo a casa, darle algo de merendar, dejar que hiciera sus deberes y si sobrase tiempo siempre podríamos jugar a algo o enseñarle a manejarse en algun deporte. Tengo una sala entera al estilo japonés con todo tipo de armas para artes marciales... o quizá le gustase el tiro con arco. creo que tengo algún arco pequeño...

Me reí con ganas dándole un pequeño empujón por creer de verdad que le había dicho lo de Alex enserio, negué con la cabeza mirandole fijamente. -Tonto, claro que no habríamos hecho nada Volví a reírme vi como se acercaba tranquilamente aunque que él se acercara inocentemente sólo podía significar una cosa, que tramaba algo. Oh sí, allí estaban las cosquillas que no pude evitar, me reí con ganas haciendo retumbar mi risa por todo el lago hasta que ese mismo sonido junto conmigo se ahogó en el agua haciendome soltar todo el aire dentro. Salí a la superfície rápidamente tomando aire como un poseso hasta que le miré algo más serio para comentarle en cierto modo el tema de pasar poco tiempo con el pequeño, pero pronto volví a sonreír con ganas al escucharle no pude evitar lanzarme a sus brazos para abrazarle con fuerza. -Pues la verdad es que no sé... pero seguro que cualquier cosa que le enseñes le encantará. Volví a sonreir besandole con ganas, con cariño, y completamente agradecido por todo lo que Ender hacía por mí, no se llegaba a hacer una idea de cuanto me ayudaba el simple hecho de saber que mi hijo estaría con él. No podía dejar el trabajo para estar con él ni tan si quiera reducir mi jornada porque eso significaba tener menos dinero para pagarlo todo, y ahora mismo no podía ni plantearme esa opción. A lo mejor pasado un tiempo cuando tuviera más dinero del que tenía ahorrado podría permitirmelo. -Gracias nene Dije mirandole con amor antes de volver a besarle. -Cuando salgamos de aquí vamos a parecer pasas Me volví a reir dando un mordisco en su cuello para separarme riendo otra vez.

Me deshago en segundos en cuanto siento ese mordisco inocente en el cuello. Puede parecer que no me afecta demasiado, pero lo hace, y mucho. Cada vez que me toca, aunque sea simplemente un roce con el dedo, todo mi cuerpo se eriza. Rio levemente ante su afirmación y rodeo su cintura con mis brazos, acercandolo mas a mi, dandole un beso intenso. ¿Vamos a parecer pasas? Cojo su mano con la mia y la saco fuera del agua, observandola. Es verdad... te estas arrugando. Le doy un beso en cada uno de los dedos y le doy un golpecito en el culo. Sal del agua anda. Voy a desatar la cuerda. Es hora de ir recogiendo.
Le doy otro beso algo mas intenso y me acerco a la pared, desatando la cuerda y dejandola caer al lago. No me lo pienso demasiado y busco la zona menos escarpada para tirarme desde allí, zambullendome en el agua con la adrenalina recorriendo todo mi cuerpo. Nado hasta la orilla y salgo del agua, mirando al ahora mi novio y acercandome a darle un beso, sonriendo al mirarle. No puedo creer que realmente haya aceptado salir conmigo.
Me pongo el bañador de nuevo y me acerco al árbol, desatando sus nudos y tirando de la cuerda, recogiendola y atandola antes de lanzarla a la parte trasera del Jeep. Me pongo enseguida la camiseta y le miro, apoyandome en la puerta del conductor. Bueno guapo...¿me permites invitarte a cenar? Podemos ir a por Alex por el camino...

La piel se me erizó de nuevo al sentir como rodeaba mi cintura, la verdad es que aún se me hacía como si aquello fuera un sueño, un sueño del que no quería despertar ni loco. Saboreé sus labios ina vez más correspondiendo a los suyos con la misma intensidad que él me proporcionaba. Dejé que tomara mi mano sacándola del agua y me reí al escucharle. -¿Y tu no? Le pregunté divertido mientras le observaba mirandole con amor en mis ojos. Cada beso en mis dedos me hizo enternecerme demasiado hasta el punto de emocionarme por un gesto tan pequeño como aquel. Di un respingo cuando me dio aquella nalgada y sonreí asintiendo a lo que decía. Así que le hice caso después de corresponder a aquel beso sin querer separarme de él. Mientras yo salía del agua vi como él desataba la cuerda. Yo comencé a vestirme mientras observaba como se lanzaba de nuevo al agua. Al poco rato cuando le vi salir le dije riendo. -Un 10 Comenté por el salto que había hecho sin dejar la risa atrás hasta que volvió a besarme y yo a corresponderle. No imaginaba un momento más feliz en mi vida, ahora lo tenía todo y por nada del mundo iba a perderlo. Cuando se puso el bañador le pellizqué el culo antes de que subiera al árbol y después le ayudé a recogerlo todo dejandolo en el Jeep en el que habíamos venido siendo solo amigos, ahora nos íbamos siendo novios. ¿No era increíble? Me acerqué cuando se apoyó en la puerta del jeep y le rodeé por el cuello para unir mis labios a los suyos dejando besos cortos y rapidos después de que hablara. -Me parece un plan genial. Dije tirando de su labio hasta separarme del todo y subir al Jeep para irnos de allí.