::Días de Escuela:: (Candice Moore)

Cada mañana adoro disfrutar el aromad e la hierba mojada fuera de casa, si, el aroma de humedad victima del rocío de nuestra naturaleza esplendorosa, la madre de todo cuanto tenemos la virtud de disfrutar día con día conforme el tiempo nos saluda cada nueva salida del sol. Tomo mi café, de vez en vez un cereal y si se da el tiempo me llevo unos dulces para los pequeños. El camino al trabajo en el Colegio es mucho más alegre que siempre. Los saludos no se hacen esperar conforme camino y una que otra sonrisa para armonizar mi caminata, conforme silbo una sonata alegre y tímida, ya se divisa a lo lejos el Colegio y sus enormes muros. Adoro los días de escuela. y se que llegando me estarán esperando un grupo de críos pequeños que se me abrazarán a las piernas y que uno que otro me llevará una manzana o una flor, son así d elindos todo el tiempo y yo los quiero más cada día que pasa. Cruzo la ultima calle fijandome a cada lado y poco despues ya estoy ahi en la puerta.

Un rostro conocido se dibuja ahi cercano, uno femenino, sonrio amablmente mientras alzo la voz para saludar.

-Buenos días-

acomido

-¿que tal el fin de semana? ha que ha sido tan divertido como tu sonrisa-

armonizo lentamente.

El sol se podía apreciar en lo más alto del cielo. El reloj marcaba que pronto empezaría mi jornada laboral. Terminé mi tostada e inconscientemente tomé mi bolso para salir rumbo al colegio. Aquel día daría una lección sobre los instrumentos de viento. Caminé lentamente por las calles de StoryBrooke, totalmente sumergida en mi propio mundo. Por alguna razón todo se hallaba más tranquilo que de costumbre.

No tarde demasiado tiempo en llegar a mi lugar de trabajo. A medida que me acercaba a la entrada del mismo pude divisar a Yvaine parada en la puerta.
- Gracias linda...se que mi sonrisa es muy hermosa pero lo que tu has dicho es simplemente muy lindo - dije sonriendole luego de haber escuchado lo que había dicho sobre mi sonrisa. Desde siempre yo me había destacado por ser un poco presumida pero no lo hacía de mala, y aunque a algunas personas no les agradara, era mi forma de ser.
- ¿Qué tal te encuentras? -pregunté observando como algunos de los niños iban llegando al colegio.