Tú, yo y ahora Crepúsculo (?)

Había tenido un día bastante ajetreado, llevaba desde primeras horas de la mañana reparando su vieja motocicleta que tenía guardada durante mucho tiempo en el garaje, la cual le había dado demasiados problemas a la hora de ponerse con ella. Después de estar todo el día liado con lo mismo, decidió dejarlo para más tarde, "¡Ya estaba bien por hoy!", pensaba mientras se ponía de pie. Suspiró, acababa de dejar de arreglar la motocicleta y deseaba con todas sus fuerzas darse una larga y relajante ducha y cenar algo rápido, ya que no tenía muchas ganas de ponerse a cocinar.

Le apetecía relajarse, disfrutar de una buena cena, un buen vino y por qué no una buena película o serie, aun que no tendría lo que era elemental para ese plan: la compañía de alguien. Pero en ese caso no era tal compañía como la de sus amigos, si no una compañía especial, femenina. Tras darle varias vueltas a la cabeza, le vino una idea como si fuese un rayo de luz. Había olvidado que tenía una cita pendiente con Offy, ya que la que planearon se había ido al garete por culpa de sus rayaduras de cabeza y su maldita culpa de sentirse terriblemente culpable por estar con Mel y pensar en lo atractiva que resultaba ser Ophelie. Pero aquello ya no era un problema, las cosas con Melinda habían acabado, al menos como pareja y aquello era una barrera menos que saltar y un peso de encima que se había quitado. Así que se dispuso a coger el teléfono y marcar el número de su amiga, le dijo que el plan de la cena + la película + palomitas o bebida y debía de admitir que aquello sonaba irresistible, al menos para el joven mecánico.

Mientras que ella estaba de camino hacia la casa de Nahuel, él se ponía manos a la obra para organizar el plan, hizo varias pizzas caseras y adornó un poco el salón, donde se pondrían a ver más tarde la película. Colocó las pizzas ya cocinadas en la mesa junto a 2 bols que había hecho de palomitas, luego colocó la cubitera con el vino dentro y al lado 2 copas y puso velas alrededor del salón para darle un ambiente más acogedor a la "cita". Ya estaba todo colocado, ahora solo faltaba esperarla para que eligieran que película poner y ya estaba todo listo.

Minutos antes de que la joven llegara, Nahuel subió a la primera planta de la casa para darse una ducha rápida, no le dio tiempo a vestirse cuando escuchó que llamaban al timbre repetidas veces y no tuvo más remedio que bajar a abrir, si no quería que ella no se fuera enfadada. Así que salió de la ducha, atándose a la cintura una toalla y bajó hasta el recibidor.

- ¡Offy! - Le sonrió cuando abrió la puerta y pudo ver que sí era ella la que había tocado al timbre. - Lo siento por hacerte esperar me estaba duchando, pero pasa y ponte cómoda que mientras me voy a cambiar de ropa y enseguida bajo. - Le dijo cerrando la puerta trás de ella.

Me enjabonas (?):

La sonrisa que se le había dibujado en cuanto había abierto la puerta, aún la conservaba en su cara porque la compañía de la chica, le hacía sentirse de lo más cómodo que no se sentía con nadie más así de la forma que se sentía cuando estaba con ella. La miró de arriba a abajo inspeccionandola como si de un policía se tratase, pero sólo queria apreciar con más detalle el precioso aspecto que lucía esa noche Offy.

- ¿Acaso ves gracioso que esté semi desnudo? - Le correspondió al saludo, dándole un beso en la mejilla él también y la siguió al salón, aunque Nahuel decidió no entrar, si no que se quedó observandola apoyado en el marco de la puerta. - ¿Debo de tener miedo si vienes a por mí? No creo que me puedas hacer nada malo. - Le devolvió el guiño y se giró para subir de nuevo a la primera planta de la casa, donde minutos antes había estado. - Voy a cambiarme, regreso pronto y no te preocupes que no me haré muho de rogar. - Le dijo riendo divertido mientras que subía por las escaleras. - Mientras tú elige una película que aún no me decidí por cual poner, esperaba a que tú llegaras para elegirla. -

Fue hasta su habitación y sacó del armario el atuendo que se iba a poner, optando por ropa cómoda ya que no era plan vestirse de gala, puesto que no se iban a ninguna fiesta de etiqueta ni nada parecido. Cuando ya estuvo listo, bajó hasta el salón donde su amiga se encontraba. Abrió el vino que se encontraba en la cubitera y llenó las dos copas, pasándole una a Ophelie. - ¿Mejor? ¿O me quedaba mejor como iba antes? - Se sentó a su lado dejando la copa sobre la mesa y cogió una porción de pizza, acercándole la bandeja que la contenía a Felle para que cogiera. - Debo decirte que te queda genial el vestido y que como siempre, estás espectacular. -

El que Felle fuera tan bella o tuviera el cuerpo de infarto que tenía, no era una novedad pero nadie estaba ciego como para no darse cuenta de aquella belleza de mujer y menos Nahuel que cuando la tenía delante de sus ojos, no podía evitar que su corazón se alterara como si fuera una locomotora. Se llevo la copa hasta sus labios y dio varios sorbos, degustando el vino y saboreandolo poco a poco. - ¿Sabes ya qué película quieres que veamos? -

ropa cómoda:

Ella simplemente rió por los comentarios del chico, no le quiso responder demasiado más que algunos "Sí, claro" o "Por supuesto que no", ya que ella se conocía y si por algún incentivo como aquello podía empezar a dar cuerda al asunto hasta el punto en que de verdad no tuvieran más remedio que terminar por manosearse y darse besos hasta el cansancio. Y era muy temprano para eso, tal vez más tarde cuando la cosa se esté animando más, por lo tanto no hizo más que seguirle el juego y devolverle alguna que otra sonrisa con un trasfondo lleno de picardía.

Esperó comodamente una vez más hasta que el chico llegó. En eso si que eran diferentes los hombres de las mujeres, ya que para ella le parecía que habían pasado segundos, porque estaba más que segura que si la situación fuera al revés, que ella era la que tenía que terminar de vestirse y él estuviera esperando, lo más probable era que fácilmente le dejara esperando media hora y aún no estuviera del todo "presentable". Lo cierto del caso es que verlo en ropa casual con una camiseta que le acentuaba el torso le hacía verle más guapo de lo que ya era.

- Sin camisa estuvieras todavía mejor - Bromeó con un poco de picardía pero había cierta verdad en todo aquello, más sin embargo, como se había dicho anteriormente: todavía era muy pronto para esas cosas, mejor que se enfocara buscando una película de agrado de ambos. Aunque le halagara de esa manera hacía que sus mejillas se encendieran un tanto, mientras una sonrisa sin tener mucha indicio de desaparecer estaba presente. Se acercó a él y le dio un ligero beso en la mejilla en respuesta. Simplemente para empezar.

Tomó un poco del vino que le había dado Nahuel, mientras veía las películas. Tenía una lista interesante que podría ver, pero mejor ponía una aburrida, de esas ideales para besarse sin tener que arrepentirse después porque se habían perdido de una de las mejores piezas del cine y esa era: Crepúsculo. Aburrida hasta el cansancio, con clichés por doquier, con malas actuaciones y sobre todo trama absurda. Sí, esa era perfecta.

- Veamos esta mejor - Le dijo de manera inocente. Felle no era de esas que le gustaban las películas nada más porque salían chicos atractivos y con tramas que bien, The Notebook se podía convulsionar sin problemas. Ella era más de ver películas con sentido y si era posible de suspenso, pero para efectos de la cita, Crepúsculo era mejor. Agarró un pedazo de pizza y le dio un ligero mordisco, nada más para no perder mucho estilo a la hora de comer.

- ¡Qué bromista eres Offy! Pero me gusta esa parte de ti. - Le dijo riendo él también cuando le había dicho que sin camiseta estaría mejor. Después le correspondió al beso que ella le había dado cuando Nahuel le había dicho lo hermosa que estaba esa noche, pero era verdad siempre que la había visto estaba preciosa y si ya tenía en cuenta lo hermosa que era ella de por sí, era un caos total para el mecánico. Y es que aquella muchachita morena de cabello corto, grandes ojos de color cielo y curvas de infarto, ponía nervioso al joven.

Contempló como Ophelie miraba la repleta colección de películas que Nahuel tenía en un gran mueble lleno de estanterías en el salón y señalaba con el dedo algunas de las películas que le parecían interesantes o que le gustaban a él, así al menos daba su opinión por si Felle la quería tener en cuenta a la hora de elegir.

- ¿Crepúsculo? ¿No lo dirás enserio, verdad? - Puso cara de sorpresa cuando su amiga le dijo que quería ver aquella película que al parecer del mecánico, era horrible, no sólo por los personajes de la película, si no por la trama que era malísima y ponían ridículos a los vampiros. ¡Vaya tostón de película! - No es que no me guste la película que si me la tengo que tragar por tí lo hago, pero es que no es que sea un peliculón. Vampiros de purpurina que brillan a la luz del sol cuando se tenían que volver cenizas cuando los rayos de sol los tocan, que no duermen en ataúdes porque se pasan los días y las noches despiertos, por no decir las demás barbaridades que le ponen. ¿Acaso te parece buena película? -

Cambió su expresión a una ligera mueca en los labios, la idear de ver Crepúsculo no es que le hiciera demasiado gracia. Se levantó para coger la película que Felle había elegido y la puso en el dvd, con el mando le dio al play cuando fue oportuno y se sentó de nuevo en el sofá. Volvió a pegarle varios bocados más a la porción de pizza y se acomodó, apoyando del todo la espalda en el respaldo del sofá.

- Bueno, veamos la película que la señorita ha escogido. - Le dedicó una leve sonrisa y se puso a mirar a la pantalla de la televisión cuando empezaba la película.

Cuando terminó de comer algunas porciones más de pizza, cogió uno de los bols de palomitas que antes había echo y se llevó a la boca varias palomitas que había cogido con la mano. De vez en cuando Nahuel miraba de reojo a Ophelie dedicándole alguna que otra mirada pícara aunque no supiera si ella se estaría dando cuenta o no. La película iba casi por la mitad cuando el mecánico le tiraba varias palomitas hacia el televisor y alguna que otra la dirigió también a Felle. - Ups, perdón. No era mi intención, se me ha escapado sin querer. - Le decía haciéndose el sorprendido como si no lo hubiese echo a posta y fuera un accidente. El caso es que era que le aburría tanto la película que no sabía que hacer para entretenerse y algo tenía que hacer si no quería seguir aguantando aquel tostón de película. Se llevó la copa de vino hacia sus labios que estaba por la mitad y como quien no quiere la cosa, se derramó en el vestido de Ophelie. - Oh, Offy.. ¡Cuanto lo siento! De verdad, esto si que no lo hice a posta.. Perdóname en serio.. - Al menos estaría más divertida la situación que la película.

por el rabillo del ojo vio como Felle se acercaba lentamente a él y colocaba su cabeza en el hombro del mecánico, colocando también su mano en el muslo de él, cosa que hizo ponerse más nervioso al muchacho. Le sonrió fingidamente, notándose un poco de su nerviosismo y se llevó una mano a la nuca, rascándosela como para restarle importancia al asunto.

Cuando pasó lo del vino, intentó ayudarla, limpiando la mancha con una servilleta que había sobre la mesa, aunque en vez de ayuda con eso lo empeoraba más, así que decidió que lo mejor era que se estuviera quieto e intentara ayudarla de otra forma.

- Claro, lo que necesites. Todo recto y luego giras a la izquierda, tienes que pasar por el largo pasillo. - Le decía mientras que con la mano le indicaba, haciendo los gestos.

Mientras que Ophelie se dirigía hacia donde estaba la parte de la casa donde Nahuel hacía la colada, él había decidido quedarse terminando de ver la película aunque si quiera le prestaba atención a lo que veía, aquella repugnante película no es que fuera de las mejores ni mucho menos, era de las favoritas del muchacho. De vez en cuando se burlaba de algunas cosas que decían los actores o de alguna que otra escena e imitaba al personaje de Edward, levantándose incluso del sofá. En ese mismo instante en que se había levantado y había imitado al vampiro, escuchó como Felle lo llamó y se volteó para quedar frente a ella, volviéndose a rascar la nuca nerviosamente, aunque ahora con un color rosado en sus mejillas que casi no se notaba de lejos. ¡Vaya ridículo estaba haciendo! Y ahora Felle lo vería como un idiota. Suspiró.

- Sí, creo que alguna camiseta mía te valdrá como otro vestido. - Le dijo riéndose al imaginarse tal situación, ella con una camiseta grande que le llegaría hasta las rodillas. - Voy a buscarlo, enseguida te lo traigo. - Se dirigió hacia el primer piso de la vivienda y cuando estuvo en su habitación, buscó por su armario una camiseta, hasta dar con la adecuada y bajar de nuevo al salón.

Fue hasta donde Ophelie asomaba la cabeza y girando la cabeza hacia un lado para no verla cuando cogiera la prenda, estiró el brazo ofreciéndole la camiseta a la morena. - Aquí tienes, es una de las mejores que tengo. Te quedará bien, aunque tu ya estás bien te pongas lo que te pongas. Puedes cambiarte en el baño si quieres, yo voy a mirar como va tu vestido. - Le hizo un gesto de aprobación con el dedo y se dirigió hacia la parte donde estaba la lavadora, secadora y demás cosas para la ropa. Sus ojos se pusieron como platos al ver el panorama que había cuando abrió la puerta y no se atrevió a entrar por si acaso luego no podría salir. Seguro que Felle se había pasado con la cantidad del detergente y aquello había provocado que el cuarto se llenara de espuma por todos lados, tapando incluso varias cosas que habían. ¡La que se había liado en un momento! La espuma cubría casi por la mitad de la altura de la habitación y aunque Nahuel se metiera a intentar apagar la lavadora, no se ahogaría pero no tenía tan claro el entrar.

Titubeó varios minutos si entrar o no y al final optó por el sí, mientras avanzaba una pierna tras otra dirigiéndose hasta donde estaba la lavadora.

En realidad era una situación sumamente embarazosa en la que Nahuel se estaba comportando a la altura, incluso aceptando que le prestara ropa. No estaba del todo segura si era el momento, pero aquello la hacía sonreír inconscientemente sobre el asunto, aparte había que estar muy claro que la verdad si daba un poco de risa todo lo que le estaban sucediendo en ese momento. Como si las cosas estuvieran conspirando en su contra... aunque pensándolo bien, ¿A su favor?, que ella estuviera en paños menores podría verse bajo otra perspectiva y una más optimista.

El asunto era que el chico le había entregado la franela la cual no dudó ni un segundo en ponérsela y en efecto, le quedaba muy parecido a un vestido, ya que la franela le llegaba solo unos poco y escasos centímetros antes de las rodillas. Bueno total, la sensación de que no estaba haciendo exhibicionista de a gratis se había quitado una vez puesto algo encima. Sin embargo, cuando salió un momento del lugar donde se encontraba para ver qué hacía Nahuel, pues vaya sorpresa se dio cuando encontró que la habitación de al lado estaba repleto de espuma por doquier ocultando ya el piso para ver una cobertura blanca y así mismo, ver a un Nahuel un tanto alterado por esto.

- ¡!Oh por dios que es todo esto!! - Exclamó de la sorpresa mientras pisaba y sentía como la espuma mojaba sus pies - ¡¡Apaga la lavadora!! - Fue lo primero que se le ocurrió decir, y de hecho se aventuró a atravesar la espuma hasta el interruptor sin embargo, cabía decir que sus tobillos le flaquearon en el peor de los momentos por lo que en un paso en falso y ¡pluff! cayó de lleno sentada puesto que se había resbalado y ahora la espuma estaba más descontrolada que nunca.

Quien sabe por qué empezó a reírse, pero así fue; la risa le empezó a salir de manera natural de la boca de Felle, bien sea por su caída o por lo ridículos (en el buen sentido) que se veían los dos en esa situación, por lo que se levantó y en un tambaleo se agarró firmemente de Nahuel.

- Ja ja ja, Nahuel ¡Apaga eso! - Dijo mientras aún se sujetaba fuertemente del hombro y quién sabe por qué lo haría, pero en la cercanía, en la pequeña diversión caótica que brindaba la espuma por doquier y el habérsele olvidado por completo del vestido, Felle se acercó lo suficiente al muchacho como para darle ese beso en los labios que siempre había querido hacer desde el inicio. ¿Y qué? al fin de cuentas era una situación tan graciosa y con tan poco sentido (a su manera de ver) que atreverse a dar ese beso le pareció bien.

Ya tenía él bastante con que la película fuera un tostón como para que se le sumara lo de la espuma por toda la habitación. Suspiró fuerte cuando se decidió a meterse dentro de la amenaza blanca y fue moviendo un pie tras otro al mismo tiempo que caminaba con cuidado, prestando atención por donde caminaba para no resbalarse entre tanta espuma.

- ¡Eso intento! - Fue lo que salió de la boca del mecánico cuando Felle apareció en la puerta. Caminó hasta donde Nahuel estaba intentando apagar aquel electrodoméstico, pero con tan mala suerte que al dar un paso se resbaló, cayendo al suelo sentada. Inmediatamente le ofreció su mano para ayudarla a levantarse y volviendo a tener mucho cuidado, ya que un paso en falso y los dos podrían caer al suelo, le ayudó a ponerse de pie.

No supo por qué la morena empezó a reír, pero aquel gesto por parte de ella, hizo que Nahuel la siguiera y no dejaba de reírse al compás de Felle. Debía de admitir que a pesar de que era una situación un poco incomoda, estaban resultando graciosos y aunque el mecánico estaba maldiciendo segundos atrás el dichoso aparato, aquello había pasado a ser un cachondeo.

- Eso intento pero... - No pudo acabar la frase porque justo en ese momento que iba a seguir hablando, Felle se acercó tanto a él que le besó. Le pilló de imprevisto, no se esperaba para nada en ningún momento que ella fuera hacer eso y menos todavía que pensara en el chico de tal forma. Eran amigos, buenos amigos pero en ninguna de las veces que se habían visto, habían habido señales de nada más que amistad. Vale que a Nahuel le atrajera y sintiera interés por ella, le gustaba pero tampoco es que se le fuera declarado ni mucho menos le había contado que le gustaba. - Esto.. yo... - No sabía que decirle, si quiera sabía que podría hacer, pero es que si hubiera sabido como veía Felle a Nahu pues hubiera sido diferente, le habría pillado menos desprevenido.

Mientras pensaba que iba a decirle o hacer, caminó con cautela hacia la lavadora y alargando la mano, apagó el aparato, desconectando a su vez el cable que iba en la corriente. Por si acaso, pasaba alguna que otra cosa o se pudiera electrocutar. Abrió la puerta de la lavadora, sacando así el vestido de ella y volviendo a su lado para darle el vestido.

- Aquí tienes tu vestido, puedes tenderlo en el jardín.. - Alargó la mano para darle el vestido, cuando al poner un pie delante de otro, resbaló y inconscientemente cogió del brazo a Felle como si aquello lo fuera a salvar de la caída, haciendo así que ambos cayeran al suelo, Nahuel boca arriba con la espalda apoyada en el suelo y Felle encima de él. Esto hizo que las mejillas del mecánico obtuvieran un color carmesí por lo que acababa de pasar y se riera de nuevo. - Hoy no es mi día. - Le dijo riendo. Estaban tan cerca que su nariz estaba rozando la de Felle y sus labios estaban a pocos centímetros. Así que a pesar de lo que minutos antes había pensado, se acercó lentamente a ella y la besó. - Lo siento.. - Pidió disculpas por lo que había pasado con su vestido, con ella y por lo que estaba pasando en ese momento.