Believe [Lucy]

Después de lo acontecido en la mina, y sin saber realmente cómo, Lucy había empezado a trabajar como policía en el pueblo, a pesar de no tener realmente nociones para ello, pues siempre había sido periodista. Pero sí que era cierto que tenía un talento especial para localizar problemas, y era de las que no paraba hasta resolverlos, aunque no tuvieran nada que ver con ella. Además, un trabajo era un trabajo, y teniendo en cuenta que la habían echado del periódico en el que trabajaba en Boston y que se estaba quedando sin dinero, aquello no le venía nada mal. Había empezado a vivir con Savannah, y como no quería ser una gorrona, habían quedado en que Lucy pagaría un alquiler por estar allí, aunque en su opinión, lo que le cobraba era ridículamente poco, pero ella no parecía dispuesta a cobrarle más.

Liam la había pedido que se tomara aquel día libre, y así lo había hecho ella, pero todavía no tenía muy seguro si acudiría a su encuentro o no. Podía entender que Paula estuviera obsesionada con aquello de la maldición, al fin y al cabo, por muy avispada que fuera, seguía siendo una niña; pero el empeño que ponía Liam en que ella le diera un voto de fe a todo aquello que Paula decía le parecía realmente extraño. Una cosa era seguirle el juego con lo de la Operación Cobra para no herir sus sentimientos y otra muy distinta creer de verdad que Siobhan había lanzado un hechizo para que los habitantes de un mundo de fantasía quedasen atrapados en el mundo real y no recordasen quienes eran en realidad. Por eso, aunque por una parte había sopesado el encontrarse con Liam y aclarar, de una vez por todas, aquel asunto, por otra estaba segura de que dijera lo que dijera, tanto él cómo Paula seguirían intentando convencerla.

Había estado dando vueltas por el piso, pensando en si ir o no, y mirando el reloj cada dos por tres. Finalmente decidió que no acudiría, pues no era más que una pérdida de tiempo, sabía que esa excursión no iba a cambiar nada, y seguramente acabarían discutiendo como las otras veces que habían estado hablando sobre aquello. Diez minutos antes de que diera la hora en la que habían quedado Lucy se levantó del sofá, cogió su chaqueta y salió por la puerta, en dirección al bosque. Sí, tenía curiosidad por saber que podía ser aquello que quería enseñarle, y tampoco tenía nada que perder. Según se iba acercando al lugar acordado le vio esperando en su moto. Respiró hondo, preguntándose a sí misma por qué narices no se había quedado en casa. Había tenido la esperanza de que cuando llegara él ya se hubiera ido, pensando que ella no iba a aparecer; pero no, ahí estaba. –¿A dónde vamos?—preguntó en cuanto llegó a su lado. Se notaba que quería acabar con aquello cuanto antes, pues estaba segura que no haría otra cosa que tratar de convencerla de que Paula tenía razón en todo lo que decía, y bastante tenía con la pequeña tratando de convencerla de eso.