Be part of me

•Megan Cyanea Morgan•

19 años| Meg | Personaje de cuento | Heterosexual |

A pesar de su corta edad, Megan es una chica muy responsable y con la cabeza bien asentada. Cuando tiene que hacer algo, lo hace, aunque sea algo que no le agrade demasiado; aunque nunca haría nada que considerase que está mal. Puede que a veces haga cosas que no le gusten, pero nunca iría en contra de sus principios. Se siente responsable de la que gente que la rodea y siempre trata de protegerlos, aunque no por ello está encima de ellos todo el rato, eso sí, aunque sea en la distancia, siempre tiene un ojo puesto en ellos.

Le gusta ayudar a la gente, ya sea a resolver un problema personal como a preparar una fiesta o algún acto en el pueblo. A aquellos que ayuda a resolver algún problema, nunca les da una solución directa, solo trata de guiarlos para que ellos descubran cual es la mejor opción, ya que ella tampoco puede hacer todo el trabajo y, en cuestiones personales, el que mejor conoce a una persona, es uno mismo.

Siempre parece que está saturadísima, y en cierto modo es así; nunca la verás quieta, siempre tiene algo que hacer. Pero a ella le gusta estar ocupada, tiene que estar en movimiento u ocupándose de algún asunto, si no se aburre y empieza a darle vueltas a la cabeza sobre su vida o su pasado, algo sobre lo que detesta pensar, por lo que siempre será mejor para ella tener la mente en otro lugar.

Por varias cuestiones, tuvo que madurar antes de tiempo y, aunque pueda parecer todavía una niña, despreocupada y alegre, no lo es. Eso no quita que sea una chica simpática y abierta, a la que le gusta conocer gente y que sea un amor con todo el mundo. Aún así, ha tenido que integrarse en el mundo de los adultos antes de tiempo, y que sea muy suspicaz y desconfiada en lo que se refiere a temas financieros.

No soporta llevarse mal con nadie, aunque, por lo general, no hay nadie que odie o a la que Megan caiga mal. En caso de que alguien resulte parecer algo hostil con ella, Megan siempre recurre a la diplomacia y habla sobre ello con dicha persona, pues si le va a caer mal a alguien, le gusta saber el por qué. Aunque el hecho de que alguien la trate mal no afecta en como le trate ella de vuelta; Megan siempre será simpática y amable, a no ser que esa persona se haya ganado un lugar en su lista negra, algo realmente complicado.

En cuestiones de corazón, bueno, es algo extraño, pues ella es totalmente inexperta, pero siempre ha dado los mejores consejos del mundo. Todas las referencias las tiene en los libros, aunque algunas de las historias de amor que ha leído sean completamente inverosímiles, pero otras le sirven. Ella nunca se ha enamorado, aunque anhela en secreto una historia de amor de cuento de hadas, pero en realidad sabe que eso es prácticamente imposible.

Es una líder nata, aunque no le gusta dar órdenes o ser una marimandona, pero cuando las cosas se complican y alguien tiene que coger las riendas del asunto, ella no duda en hacerlo, ni tampoco en responsabilizarse de lo que pase. Confía en la gente y saca lo mejor de cada persona, aunque no sabe como lo hace realmente, pues ella es simplemente ella misma. Además, la gente también confía en ella, y eso la hace sentirse realmente bien.

Cuando tiene que tomar una decisión, piensa muy bien los pros y los contras, y aunque pueda parecer algo indecisa durante algunos momentos, no es que lo esté, sino que le gusta pensar bien todas sus opciones. Luego, una vez que se ha decidido, es siempre una decisión definitiva, y se mantendrá firme.

Segura de sí misma, valiente y echada para delante, aunque también es una chica sensible a la que le afectan bastante las cosas que suceden a su alrededor. Se encariña fácilmente con todo el mundo y es bastante empática, por lo que a nada que alguien que le importa esté mal o preocupado por algo, ella también lo está.

∞ Gustos: Megan es una chica de gustos variados, y es difícil encontrar algo que no la guste, aunque, como todo el mundo, tiene sus preferencias. Su estación preferida es la primavera, pues es aquella en la que todo renace, no importa cuan duro haya sido el invierno. Su sabor de helado preferido es el de fresa y su color preferido el azul cielo. Por la noche, antes de acostarse, le gusta mirar al cielo y contar las estrellas. También le gusta enredar con su pelo y aunque prefiera llevarlo siempre suelto, nunca le falta algún adorno, como una trenza, una pluma, una cinta... Los amaneceres son su punto débil, y siempre se despierta antes de que salga el sol para poder disfrutar de ellos, ya que es el nacimiento de un nuevo día.

∞ Disgustos: En realidad, hay pocas cosas que disgusten a Megan, y la mayoría son las más típicas de todas. Odia a las personas crueles y aquellas que discriminan a los demás solo por que son diferentes. La muerte es algo de lo que ni si quiera soporta oír hablar, y, aunque sabe de sobra que todos nos iremos algún día, prefiere no hablar de ello y vivir el presente. Tampoco soporta la violencia, y no cree que sea ni si quiera un último recurso, por lo que siempre trata de evitarlo.

∞ Enfermedades: No tiene ninguna enfermedad grave, aunque a veces la dan bajones de tensión, por lo que siempre lleva algún dulce encima.

∞ Fortalezas: Es una chica que tiene la mente abierta, por lo que acepta todo tipo de posibilidades, por muy disparatadas que sean. Tiene una gran intuición, y cuando se siente perdida sabe que no tiene más que seguirla para volver a ver la luz. Es bastante optimista, cree que por muy mal que se ponga todo, en algún momento tiene que ir a mejor.

∞ Debilidades: Confía demasiado en la gente, por lo que es fácil que le claven un puñal por la espalda. Además, como no le importa hacer favores o trabajar para ayudar a alguien sin que la den nada a cambio, se aprovechan de ella con facilidad.

∞ Otros: Desde que le alcanza la memoria ha estado en el orfanato, por lo que lo considera su hogar. No sabe nada de sus verdaderos padres y nunca fue adoptada, por lo que no tiene ningún referente paterno o materno, más que el de los encargados del orfanato, que tampoco se preocupaban demasiado por los niños que están allí. Cuando cumplió los dieciocho tuvo que irse del orfanato y durante una temporada estuvo viviendo con una chica que conoció allí, que era dos años mayor que ella y tenía un pisito en el pueblo, pero llegó un momento en el que sentía que estaba abusando de su hospitalidad y decidió buscarse la vida, algo que no le ha ido demasiado bien. El mismo día que dejó el orfanato el ayuntamiento la dejó una cantidad de dinero destinada a sus estudios superiores, que tendrá que devolver en cuanto termine la carrera y comience a trabajar como profesora.