Conectarse
¿Quién está en línea?
En total hay 19 usuarios en línea: 0 Registrados, 0 Ocultos y 19 Invitados Ninguno
El record de usuarios en línea fue de 51 durante el Dom Oct 06, 2024 8:21 am
Últimos temas
Got the beat +18
2 participantes
:: Alrededores :: Parque
Página 2 de 2.
Página 2 de 2. • 1, 2
Re: Got the beat +18
Fruncí el entrecejo cuando le oí decir aquello pero pronto me quedó claro lo que estaba haciendo. Se hundió bajo el agua y pronto noté cómo me cogió por las piernas y me elevó. Puse mis manos en la cabeza acariciando su pelo mojado mientras sonreía de oreja a oreja. Acaricié su cara con ternura mientras seguía sonriendo porque aquello era... extraño, pero algo bueno, positivo, porque no me había sentido tan bien desde hacía tiempo. Sus manos a pesar de la fría agua se sentían cálidas sobre mi piel y sus ojos eran un mar de sensaciones que me envolvían por completo.
-¿Guau? Pregunté con curiosidad por saber lo que estaba pensando y a qué se refería. Meneé mi pelo mojado por el agua para apartarlo y que me dejara verle mejor. Me bajó por lo que mis brazos quedaron rodeando su cuello. Le devolví la sonrisa acercando mi frente a la suya con cariño. Aquello provocó que le besara con intensidad, pero calmadamente, disfrutando de sus labios. Mis dedos se enredaban en su pelo inevitablemente. Al sentir sus dientes en mi cuello suspiré agarrando un poco su cabello. Sonreí volviendole a besar con dulzura, me perdía entre sus labios, sus manos, su cuerpo, sus ojos... todo. Aquella sensación era increíble.
-Mentira Bromeé riendo sintiendo como mis mejillas se tornaban casi del color rojizo de mi pelo. Le devolví el abrazo acariciando su espalda, pegandome a su cuerpo. -Nunca... Suspiré por que no sabía cómo seguir. Es decir, no era la típica chica que tenía una aventura loca y ya. Me gustaban otro tipo de aventuras. -Bueno.. Cerré los ojos agitando mi cabeza. -No soy el tipo de chica que busca solo una aventura... Dije para que supiera lo que era yo. En cierto modo me daba algo de apuro porque aquella situación no era tampoco la típica que tienen dos personas que solo quieren pasar una noche juntos, pero no sabía qué intenciones tenía él y antes de seguir quería saber si simplemente era una más o querría seguir conociendome y ver qué pasa.
-¿Guau? Pregunté con curiosidad por saber lo que estaba pensando y a qué se refería. Meneé mi pelo mojado por el agua para apartarlo y que me dejara verle mejor. Me bajó por lo que mis brazos quedaron rodeando su cuello. Le devolví la sonrisa acercando mi frente a la suya con cariño. Aquello provocó que le besara con intensidad, pero calmadamente, disfrutando de sus labios. Mis dedos se enredaban en su pelo inevitablemente. Al sentir sus dientes en mi cuello suspiré agarrando un poco su cabello. Sonreí volviendole a besar con dulzura, me perdía entre sus labios, sus manos, su cuerpo, sus ojos... todo. Aquella sensación era increíble.
-Mentira Bromeé riendo sintiendo como mis mejillas se tornaban casi del color rojizo de mi pelo. Le devolví el abrazo acariciando su espalda, pegandome a su cuerpo. -Nunca... Suspiré por que no sabía cómo seguir. Es decir, no era la típica chica que tenía una aventura loca y ya. Me gustaban otro tipo de aventuras. -Bueno.. Cerré los ojos agitando mi cabeza. -No soy el tipo de chica que busca solo una aventura... Dije para que supiera lo que era yo. En cierto modo me daba algo de apuro porque aquella situación no era tampoco la típica que tienen dos personas que solo quieren pasar una noche juntos, pero no sabía qué intenciones tenía él y antes de seguir quería saber si simplemente era una más o querría seguir conociendome y ver qué pasa.
Kaileigh A. Murdock- Realeza
- Soy : Ariel
Mensajes : 80
Empleo /Ocio : Fotógrafa del Periódico
Fecha de inscripción : 30/08/2012
Re: Got the beat +18
-Dejémoslo en el guau- comentó moviendo sus labios muy despacio sobre los de ella, lo cual hacia que la vibración de la voz le diera cosquillas. Besó la frente, el cabello mojado de la ojiazul y suspiró suavemente sin dejar que ella escuchara. Se quedaron abrazados, sentía la fuerza de los delgados brazos de la pelirroja alrededor de su torso. Las manos de él descansaban sobre la fina curvatura de la espalda, sus labios acariciaban las mejillas de ella.
Las palabras de la muchacha se veían venir. La inseguridad y el temor bañaban la melodiosa voz de la muchacha. No la culpaba, él mismo vivía día a día sin estar seguro de quién era. Se separó de ella lentamente, sosteniendo su mirada. Titubeó sin remedio ya que no sabía que decir. Esperaba que su silencio no hiriera a Lei: era lo último que deseaba. Era díficil para él descifrar lo que estaba pasando. Nunca antes se había preocupado tanto por una persona en tan poco tiempo, generalmente primero estaba él y después, él.
Pero la chica con cabellos de fuego movió en él una fibra que creía perdida. Y ese encendido había desubicado por completo al ojiazul. Ninguno de los dos se dió cuenta que el brillo del sol había disminuido, dando lugar a un cielo de color gris pálido. Apagado, igual que su estado de ánimo en esos momentos. Sólo que los ojos de Steffan resaltaban aún más con ese fondo.
Inhaló aire, dejando que el tiempo pasara. - Lo sé - murmuró suavemente, pasando su dedo índice por el mentón de la pelirroja. Trató de encontrar las palabras adecuadas que expresaran lo que pensaba y sentía en ese momento. Era demasiado cerrado en cuando a sus sentimientos, por eso le costaba tanto trabajo. - Tú eres más que una chica cualquiera. - comenzó, esperando no sonar ni frío ni egoísta. En su voz se notaba seguridad y, sobretodo, un dejo de tranquilidad. - Te respetaré sin lugar a dudas. No podemos negar que tenemos un increíble atracción - alcanzó a decir con una sonrisa. -Sólo que...no sé. Conocernos más a fondo (*cejitash xD*) sería lo adecuado- murmuró con voz más apagada.
Fue incapaz de decir algo más, esperando por la respuesta de la hermosa mujer que tenía sosteniendole las manos. No podía prometerle una relación seria. No podía prometerle que cambiaría al 100%. Steffan era como era. Impredecible, impulsivo, encnatador. Pero nunca de los nunca sería capaz de engañar, de lastimar a la chica que tenía frente a él. Simplemente lo sabía.
Las palabras de la muchacha se veían venir. La inseguridad y el temor bañaban la melodiosa voz de la muchacha. No la culpaba, él mismo vivía día a día sin estar seguro de quién era. Se separó de ella lentamente, sosteniendo su mirada. Titubeó sin remedio ya que no sabía que decir. Esperaba que su silencio no hiriera a Lei: era lo último que deseaba. Era díficil para él descifrar lo que estaba pasando. Nunca antes se había preocupado tanto por una persona en tan poco tiempo, generalmente primero estaba él y después, él.
Pero la chica con cabellos de fuego movió en él una fibra que creía perdida. Y ese encendido había desubicado por completo al ojiazul. Ninguno de los dos se dió cuenta que el brillo del sol había disminuido, dando lugar a un cielo de color gris pálido. Apagado, igual que su estado de ánimo en esos momentos. Sólo que los ojos de Steffan resaltaban aún más con ese fondo.
Inhaló aire, dejando que el tiempo pasara. - Lo sé - murmuró suavemente, pasando su dedo índice por el mentón de la pelirroja. Trató de encontrar las palabras adecuadas que expresaran lo que pensaba y sentía en ese momento. Era demasiado cerrado en cuando a sus sentimientos, por eso le costaba tanto trabajo. - Tú eres más que una chica cualquiera. - comenzó, esperando no sonar ni frío ni egoísta. En su voz se notaba seguridad y, sobretodo, un dejo de tranquilidad. - Te respetaré sin lugar a dudas. No podemos negar que tenemos un increíble atracción - alcanzó a decir con una sonrisa. -Sólo que...no sé. Conocernos más a fondo (*cejitash xD*) sería lo adecuado- murmuró con voz más apagada.
Fue incapaz de decir algo más, esperando por la respuesta de la hermosa mujer que tenía sosteniendole las manos. No podía prometerle una relación seria. No podía prometerle que cambiaría al 100%. Steffan era como era. Impredecible, impulsivo, encnatador. Pero nunca de los nunca sería capaz de engañar, de lastimar a la chica que tenía frente a él. Simplemente lo sabía.
Steffan N. Cartwright- Realeza
- Soy : Príncipe Eric
Mensajes : 87
Empleo /Ocio : Redactor en el periodico.
Fecha de inscripción : 28/06/2012
Re: Got the beat +18
Me encogí de hombros manteniendo la sonrisa, a veces pensaba que era demasiado inocente y que por eso a más de un chico no le había gustado, pero bajo esa capa de inocencia se escondía mucho más. Mientras besaba mi frente acariciaba su espalda con dulzura, como si el tiempo se detuviese para mi hasta quedarme abrazada a él. No podía dejar de dedicarle carícias, era algo que no podía explicar pero le gustaba ser dulce con él. Me daba la impresión de que aquello era lo que él necesitaba en realidad. O quizás la que lo necesitaba era yo...
Después de soltar todo lo que dije, con mis nervios, mis dudas y mis miedos él no decía nada. Nada... y eso me ponía más nerviosa, cuando se separó de mí y me miraba, aparté la vista de él dispuesta a irme si no contestaba algo, me daba igual lo que fuera pero necesitaba que dijera algo. Sin embargo seguía callado y me estaba matando, en aquellos instantes deseaba darle una bofetada para que reaccionara de una maldita vez y acabara con aquella situación de duda de una vez por todas. Era la segunda vez que le pasaba algo así con un chico, el primero la había ignorado y ya empezaba a pensar que el segundo también.
Me mordí el labio nerviosa mientras empezaba a juguetear con mi pelo sin mirarle aún. Pensativa, sí, ahora por mi mente empezaba a pasearse la idea de que lo había hecho mal, de que tendría que haber hecho lo que sintiera y punto, no pararme y hablar de esas cosas que siempre son cortantes. Además lo conocía de poco tiempo ¿qué podía esperar? Era una más, eso era obvio, había hecho todo eso para saber lo que en el fondo ya sabía, pero era lógico por el poco tiempo que habíamos pasado. Aunque fuera una más necesitaba saber si aquello se iba a quedar ahí o podría seguir conociéndole. No era consciente ni tan siquiera de lo que me envolvía.
Cuando inhaló aire le miré pero el tiempo pasaba y cada vez estaba más dispuesta a irme. Su lo sé hizo que me frenaran las ganas. Le miraba casi sin expresión en mi rostro dejando que pasara el dedo por mi mentón. Me sorprendió, sí, lo hizo y no pude evitar abrir los ojos y sonreír después aunque levemente porque siempre había un pero... Noté como al decir lo de la atracción me sonrojaba por completo y sonreía como una completa tonta. Asentí mientras él acababa de hablar. -No te estoy pidiendo que te cases conmigo... Dije para aclarar más las cosas ahora con una voz segura y tranquila. -Simplemente me apetece conocerte más y ver a dónde lleva todo esto. Que lleva a algo que ambos queremos, genial, que no lleva a nada pues nada, cada cual por su camino. Me encogí nuevamente de hombros mostrando un lado más maduro en mi, uno de esos lados ocultos. -Además sería de locos si ahora te pidiera algún tipo de compromiso, no, no, no pretendo eso. Sonreí acariciando su cara mirandole fijamente. -Quiero conocerte en todos los sentidos. Atiné a decir acercando mi cuerpo al suyo para pegarlo por completo mientras le besaba de una manera más instintiva y profunda. Acariciaba ahora su nuca mientras mi lengua buscaba la suya. Esperaba que mis respuestas le hubieran aclarado mejor la situación. -Sólo sé que me atraes demasiado Susurré contra sus labios.
Después de soltar todo lo que dije, con mis nervios, mis dudas y mis miedos él no decía nada. Nada... y eso me ponía más nerviosa, cuando se separó de mí y me miraba, aparté la vista de él dispuesta a irme si no contestaba algo, me daba igual lo que fuera pero necesitaba que dijera algo. Sin embargo seguía callado y me estaba matando, en aquellos instantes deseaba darle una bofetada para que reaccionara de una maldita vez y acabara con aquella situación de duda de una vez por todas. Era la segunda vez que le pasaba algo así con un chico, el primero la había ignorado y ya empezaba a pensar que el segundo también.
Me mordí el labio nerviosa mientras empezaba a juguetear con mi pelo sin mirarle aún. Pensativa, sí, ahora por mi mente empezaba a pasearse la idea de que lo había hecho mal, de que tendría que haber hecho lo que sintiera y punto, no pararme y hablar de esas cosas que siempre son cortantes. Además lo conocía de poco tiempo ¿qué podía esperar? Era una más, eso era obvio, había hecho todo eso para saber lo que en el fondo ya sabía, pero era lógico por el poco tiempo que habíamos pasado. Aunque fuera una más necesitaba saber si aquello se iba a quedar ahí o podría seguir conociéndole. No era consciente ni tan siquiera de lo que me envolvía.
Cuando inhaló aire le miré pero el tiempo pasaba y cada vez estaba más dispuesta a irme. Su lo sé hizo que me frenaran las ganas. Le miraba casi sin expresión en mi rostro dejando que pasara el dedo por mi mentón. Me sorprendió, sí, lo hizo y no pude evitar abrir los ojos y sonreír después aunque levemente porque siempre había un pero... Noté como al decir lo de la atracción me sonrojaba por completo y sonreía como una completa tonta. Asentí mientras él acababa de hablar. -No te estoy pidiendo que te cases conmigo... Dije para aclarar más las cosas ahora con una voz segura y tranquila. -Simplemente me apetece conocerte más y ver a dónde lleva todo esto. Que lleva a algo que ambos queremos, genial, que no lleva a nada pues nada, cada cual por su camino. Me encogí nuevamente de hombros mostrando un lado más maduro en mi, uno de esos lados ocultos. -Además sería de locos si ahora te pidiera algún tipo de compromiso, no, no, no pretendo eso. Sonreí acariciando su cara mirandole fijamente. -Quiero conocerte en todos los sentidos. Atiné a decir acercando mi cuerpo al suyo para pegarlo por completo mientras le besaba de una manera más instintiva y profunda. Acariciaba ahora su nuca mientras mi lengua buscaba la suya. Esperaba que mis respuestas le hubieran aclarado mejor la situación. -Sólo sé que me atraes demasiado Susurré contra sus labios.
Kaileigh A. Murdock- Realeza
- Soy : Ariel
Mensajes : 80
Empleo /Ocio : Fotógrafa del Periódico
Fecha de inscripción : 30/08/2012
Re: Got the beat +18
Sonrió con total confianza. Parecía que Leí seguía el hielo de sus intenciones. Además, su nerviosismo era palpable. ¿Porqué se ponía tan nerviosa? Seguramente era debido a experiencias pasadas y/o la fama de Steffan. Èl, por su parte, tenía sus razones para ser como era. Y un extraño presentimiento le decía que era capaz de cambiar por esta muchacha que se sonrojaba ante sus sonrisas.
Asintió lentamente, paso uno de sus brazos alrededor de la pequeña cintura de la pelirroja. Escucho lo que decía, palabras muy maduras para una chica de su edad. Muy maduras para Cartwright pero, sorprendentemente, las aceptaba. Coincidía con ella. Quería ver que tan bien se acoplaban, que tanto tenían por compartir. Seguramente serían muchas cosas, muchas experiencias...un cariño basado atracción, en momentos juntos. Sonaba muy bien. Perfecto.
Cuando ella comento lo de casarse, Steffan alzo sus cejas. ¿Sería capaz de comprometerse a tal grado? Si. En el fondo de su corazón sabía que si. Sólo que debía darle tiempo al tiempo y conocer a la mujer indicada. Imagino a Leí con un hermoso vestido blanco, ceñido, puro como la espuma de mar y no pudo evitar parpadear, deslumbrado por la imagen mental.
Río entre dientes y besó la clavícula de Leí com ternura. - Vamos lento por que tenemos tiempo para conocernos - resumió con una voz pausada, tranquila, amorosa. Sintió las palabras susurradas en sus labio y río a causa de las cosquillas que el dulce aliento de la ojiazul le provocaba.
- Tú a mí. Creo que esta fuerza es más poderosa que la misma gravedad - susurro convencido de lo que decía mientras sus labios bajaban por la línea del hombro de la chica.
Asintió lentamente, paso uno de sus brazos alrededor de la pequeña cintura de la pelirroja. Escucho lo que decía, palabras muy maduras para una chica de su edad. Muy maduras para Cartwright pero, sorprendentemente, las aceptaba. Coincidía con ella. Quería ver que tan bien se acoplaban, que tanto tenían por compartir. Seguramente serían muchas cosas, muchas experiencias...un cariño basado atracción, en momentos juntos. Sonaba muy bien. Perfecto.
Cuando ella comento lo de casarse, Steffan alzo sus cejas. ¿Sería capaz de comprometerse a tal grado? Si. En el fondo de su corazón sabía que si. Sólo que debía darle tiempo al tiempo y conocer a la mujer indicada. Imagino a Leí con un hermoso vestido blanco, ceñido, puro como la espuma de mar y no pudo evitar parpadear, deslumbrado por la imagen mental.
Río entre dientes y besó la clavícula de Leí com ternura. - Vamos lento por que tenemos tiempo para conocernos - resumió con una voz pausada, tranquila, amorosa. Sintió las palabras susurradas en sus labio y río a causa de las cosquillas que el dulce aliento de la ojiazul le provocaba.
- Tú a mí. Creo que esta fuerza es más poderosa que la misma gravedad - susurro convencido de lo que decía mientras sus labios bajaban por la línea del hombro de la chica.
Steffan N. Cartwright- Realeza
- Soy : Príncipe Eric
Mensajes : 87
Empleo /Ocio : Redactor en el periodico.
Fecha de inscripción : 28/06/2012
Re: Got the beat +18
El chico siempre se mostraba confiado, y no podía negar que aquello me gustara, no había nada que me atrajera más que un hombre que supiera lo que hacer y que tuviera las cosas claras, quizás por que yo era más volátil y necesitaba alguien que me parara los pies de vez en cuando. No podía negar que estaba nerviosa, pero eran nervios buenos, esos que te recorrían todo el cuerpo y hacían más vivos tus impulsos.
La cosa es que a pesar de ser una chica impulsiva a veces tenía mis dos dedos de frente pero no podía reprimir mi deseo ante el ojiazul. Quizás demasiado confiada, pero el chico me daba aquella seguridad que otros no me daban. No pude evitar reirme al ver su cara y cómo alzaba sus cejas. Era gracioso. -Tranquilo, aún no quiero casarme. Me reí dejando un suave beso en sus labios mordisqueando el suyo inferior después de hablar, siendo como la atracción entre dos imanes que no se puede repeler. Al ver cómo parpadeó acaricié sus párpados con la yema de mis dedos con ternura pero riendome por que a saber qué estaba pensando. -Qué piensas? Le dije riendo más todavía.
-Me gusta eso Dije después de suspirar por el beso que me dio en la clavícula acariciando su pelo despacio, enredando mis dedos en él. Sonreí de oreja a oreja al oirle contestar a lo que me decía notando como mi piel se erizaba al sentir sus labios por mis hombros. Una de mis manos se deslizó por su espalda hasta bajar al borde de su camiseta y tirar de ésta hacia arriba para poder acariciar su piel con la yema de mis dedos por debajo de su ropa. Parecía que las palabras empezaban a sobrar y que nuestros cuerpos respondían por sí solos. Busqué nuevamente sus labios volviendolos a besar esta vez con más pasión que antes, enredando mi lengua con la suya de manera agradable mientras acercaba mi cuerpo totalmente al suyo. -Creo que empiezo a tener adicción a tus labios Le susuré entre los suyos para tirar de su labio inferior agarrado con mis dientes.
La cosa es que a pesar de ser una chica impulsiva a veces tenía mis dos dedos de frente pero no podía reprimir mi deseo ante el ojiazul. Quizás demasiado confiada, pero el chico me daba aquella seguridad que otros no me daban. No pude evitar reirme al ver su cara y cómo alzaba sus cejas. Era gracioso. -Tranquilo, aún no quiero casarme. Me reí dejando un suave beso en sus labios mordisqueando el suyo inferior después de hablar, siendo como la atracción entre dos imanes que no se puede repeler. Al ver cómo parpadeó acaricié sus párpados con la yema de mis dedos con ternura pero riendome por que a saber qué estaba pensando. -Qué piensas? Le dije riendo más todavía.
-Me gusta eso Dije después de suspirar por el beso que me dio en la clavícula acariciando su pelo despacio, enredando mis dedos en él. Sonreí de oreja a oreja al oirle contestar a lo que me decía notando como mi piel se erizaba al sentir sus labios por mis hombros. Una de mis manos se deslizó por su espalda hasta bajar al borde de su camiseta y tirar de ésta hacia arriba para poder acariciar su piel con la yema de mis dedos por debajo de su ropa. Parecía que las palabras empezaban a sobrar y que nuestros cuerpos respondían por sí solos. Busqué nuevamente sus labios volviendolos a besar esta vez con más pasión que antes, enredando mi lengua con la suya de manera agradable mientras acercaba mi cuerpo totalmente al suyo. -Creo que empiezo a tener adicción a tus labios Le susuré entre los suyos para tirar de su labio inferior agarrado con mis dientes.
Kaileigh A. Murdock- Realeza
- Soy : Ariel
Mensajes : 80
Empleo /Ocio : Fotógrafa del Periódico
Fecha de inscripción : 30/08/2012
Re: Got the beat +18
Chasqueo su boca, riendo mientras pasaba una mano libre por su húmedo cabello oscuro y ondulado. Negó con la cabeza, un movimiento suave que parecía de comercial de perfumes masculinos. Paso su dedo índice por la mejilla de leí. -¿No? yo ya tenía los nombres de los niños...- musitó sonriente, bromista, alegre.
Besó la frente de la pelirroja con suma ternura. Al sentir lo que ella hacia, río de nuevo. Medito durante unos segundos, sin saber bien que estaba pensando. Las manos de Leí descubrían el abdomen de Nate, quitando la ropa húmeda que estaba pegada a el. Volvió a besarla, dejando que la pasión que ella emanaba los guiara.
Sus manos no perdieron tiempo, viendose satisfechas al recorrer la curva de la cadera de la pelirroja. Sintió como las olas seguían golpeándolos y fue ahí cuando su chica ( al menos ya deseaba llamarla así en su mente) tembló un poco. - Tienes frío..Quieres salir?- pregunto cortésmente mientras le daba piquitos con sus labios por todo el bonito rostro de la fotógrafa.
El haría lo que ella quisiera. Podría invitarla por un chocolate caliente o a cenar..o tal vez ella quería descansar. De todos modos, la dejaría hasta la puerta de su casa. Quería prolongar el tiempo, hacer que la noche que en esos momentos borraba la luz del cielo retrocediera...
Tomo de su mano y la beso con delicadeza, como un príncipe besaría la mano de su princesa.
Besó la frente de la pelirroja con suma ternura. Al sentir lo que ella hacia, río de nuevo. Medito durante unos segundos, sin saber bien que estaba pensando. Las manos de Leí descubrían el abdomen de Nate, quitando la ropa húmeda que estaba pegada a el. Volvió a besarla, dejando que la pasión que ella emanaba los guiara.
Sus manos no perdieron tiempo, viendose satisfechas al recorrer la curva de la cadera de la pelirroja. Sintió como las olas seguían golpeándolos y fue ahí cuando su chica ( al menos ya deseaba llamarla así en su mente) tembló un poco. - Tienes frío..Quieres salir?- pregunto cortésmente mientras le daba piquitos con sus labios por todo el bonito rostro de la fotógrafa.
El haría lo que ella quisiera. Podría invitarla por un chocolate caliente o a cenar..o tal vez ella quería descansar. De todos modos, la dejaría hasta la puerta de su casa. Quería prolongar el tiempo, hacer que la noche que en esos momentos borraba la luz del cielo retrocediera...
Tomo de su mano y la beso con delicadeza, como un príncipe besaría la mano de su princesa.
Steffan N. Cartwright- Realeza
- Soy : Príncipe Eric
Mensajes : 87
Empleo /Ocio : Redactor en el periodico.
Fecha de inscripción : 28/06/2012
Re: Got the beat +18
Me encantaba cuando me acariciaba, era inevitable que con ese gesto no me hiciera sonreir mientras mis claros ojos se fijaban sobre los suyos como si no existiera nada más. No pude evitar aguantarme la risa al oirle mientras negaba con la cabeza al mismo tiempo. -Además... primero tienes que convencer a mi padre Alcé ambas cejas divertida mientras seguía bromeando. Dijera lo que dijera mi padre iba a hacer lo que yo quisiera, cuando yo quisiera y como yo quisiera. Eso lo tenía más que claro.
Cerré los ojos al sentir su cálido y tierno beso en mi frente mientras mis manos acariciaban su espalda con suma delicadeza y tranquilidad. No pude evitar fijarme en el cuerpo del chico y morderme el labio inferior antes de que me volviera a besar. Uní mis labios a los suyos, intensificando el beso, dejandome llevar, buscando su lengua hasta encontrarla con la mía. No podía dejar de acariciar su cuerpo con mis manos aferrandome con las manos a su cintura mientras me movía para pegarme a él al máximo. Temblé un poco al notar el frío del agua y la humedad sobre mi cuerpo. Acaricié su nuca al notar todos los besos que me iba dando para dejar que tomara mi mano y la besara provocando que me sonrojara pues no estaba acostumbrada a muestras tan caballerosas como esas.
Tiré de su mano para salir del agua no sin antes coger su camiseta. -No puedo llegar mojada a casa... Murmuré mirandole. Vale, quizás había sido una excusa un poco tonta, pero la verdad es que me apetecía estar más rato con él, no quería que acabara el día. Al salir del agua me abracé a él resguardandome un poco del frío que tenía apoyandome en su cuerpo, no sin antes dejar un beso en su mejilla. Nunca pensé que aquello pudiera sucederme. No desde Aaron, aunque después de lo que me había pasado en el bosque no había vuelto a saber nada del hombre. Eso no importaba ahora. Lo que verdaderamente me importaba era que estaba con Steffan y que me apetecía pasar horas y horas con él.
-Además... vivo bastante lejos y como siga así me voy a resfriar Añadí para hacer más contundente mi excusa, buscando de manera indirecta que me invitara a su casa. Podía pecar muchas veces de ingenua, pero cuando un chico me gustaba no era tan tonta como parecía.
Cerré los ojos al sentir su cálido y tierno beso en mi frente mientras mis manos acariciaban su espalda con suma delicadeza y tranquilidad. No pude evitar fijarme en el cuerpo del chico y morderme el labio inferior antes de que me volviera a besar. Uní mis labios a los suyos, intensificando el beso, dejandome llevar, buscando su lengua hasta encontrarla con la mía. No podía dejar de acariciar su cuerpo con mis manos aferrandome con las manos a su cintura mientras me movía para pegarme a él al máximo. Temblé un poco al notar el frío del agua y la humedad sobre mi cuerpo. Acaricié su nuca al notar todos los besos que me iba dando para dejar que tomara mi mano y la besara provocando que me sonrojara pues no estaba acostumbrada a muestras tan caballerosas como esas.
Tiré de su mano para salir del agua no sin antes coger su camiseta. -No puedo llegar mojada a casa... Murmuré mirandole. Vale, quizás había sido una excusa un poco tonta, pero la verdad es que me apetecía estar más rato con él, no quería que acabara el día. Al salir del agua me abracé a él resguardandome un poco del frío que tenía apoyandome en su cuerpo, no sin antes dejar un beso en su mejilla. Nunca pensé que aquello pudiera sucederme. No desde Aaron, aunque después de lo que me había pasado en el bosque no había vuelto a saber nada del hombre. Eso no importaba ahora. Lo que verdaderamente me importaba era que estaba con Steffan y que me apetecía pasar horas y horas con él.
-Además... vivo bastante lejos y como siga así me voy a resfriar Añadí para hacer más contundente mi excusa, buscando de manera indirecta que me invitara a su casa. Podía pecar muchas veces de ingenua, pero cuando un chico me gustaba no era tan tonta como parecía.
Kaileigh A. Murdock- Realeza
- Soy : Ariel
Mensajes : 80
Empleo /Ocio : Fotógrafa del Periódico
Fecha de inscripción : 30/08/2012
Re: Got the beat +18
Steffan era un joven muy intuitivo. Sus hipótesis solían ser acertadas, más cuando se trataba con mujeres. Sólo que esta vez, dudo un poco de lo que Lei deseaba. Alzo sus cejas y sonrió. -por eso, para irnos secando. - aclaro. Estaban muy mojados y tardarían, mínimo, unas dos horas en echarse completamente. Además, tenían arena en su ropa y el agua de sal picaba un poco.
Frunció el ceño, dando una imagen entre tierna e indecisa. Ofreció su brazo para que la pelirroja se apoyara y ambos salieron del océano con unas grandes sonrisas. Jugaron un poco con la arena. Caminaron hasta llegar a la motocicleta, Cartwright coloco su chamarra sobre los delgados hombros de la hermosa chica.
- ¿Te parece si vamos a mi casa? Podrías darte un baño para no resfriarte y podríamos cenar algo caliente. ¿Te parece.?- pregunto con voz seductora y traviesa. Quería pasar más tiempo al lado de Leí y esa noche podrían aprovecharla para conocerse más.
Pasó una mano por el bonito rostro de Leí, notando como esta se sonrojaba sin remedio ante el toque de sus pieles. Le dio su mano para ayudarla a subir a la motocicleta y le ofreció el casco. - agárrate bien y abrochare la chamarra, no quiero que te enfermes - indico con una sonrisa. - Llegaremos en quince o veinte minutos. - aclaro mientras subía al vehículo y lo echaba andar, bastante contento.
El atardecer era hermoso. Colores anaranjados y rosados pintaban el cielo grisáceo, mientras en el horizonte se veía venir la oscuridad de la noche. La temperatura seguía cálida pero no tardaría en bajar. La noche estaba por empezar.
Y prometía ser una velada magnífica.
Frunció el ceño, dando una imagen entre tierna e indecisa. Ofreció su brazo para que la pelirroja se apoyara y ambos salieron del océano con unas grandes sonrisas. Jugaron un poco con la arena. Caminaron hasta llegar a la motocicleta, Cartwright coloco su chamarra sobre los delgados hombros de la hermosa chica.
- ¿Te parece si vamos a mi casa? Podrías darte un baño para no resfriarte y podríamos cenar algo caliente. ¿Te parece.?- pregunto con voz seductora y traviesa. Quería pasar más tiempo al lado de Leí y esa noche podrían aprovecharla para conocerse más.
Pasó una mano por el bonito rostro de Leí, notando como esta se sonrojaba sin remedio ante el toque de sus pieles. Le dio su mano para ayudarla a subir a la motocicleta y le ofreció el casco. - agárrate bien y abrochare la chamarra, no quiero que te enfermes - indico con una sonrisa. - Llegaremos en quince o veinte minutos. - aclaro mientras subía al vehículo y lo echaba andar, bastante contento.
El atardecer era hermoso. Colores anaranjados y rosados pintaban el cielo grisáceo, mientras en el horizonte se veía venir la oscuridad de la noche. La temperatura seguía cálida pero no tardaría en bajar. La noche estaba por empezar.
Y prometía ser una velada magnífica.
Steffan N. Cartwright- Realeza
- Soy : Príncipe Eric
Mensajes : 87
Empleo /Ocio : Redactor en el periodico.
Fecha de inscripción : 28/06/2012
Re: Got the beat +18
Asentí ante lo que dijo para irnos secando, pero sabía que finalmente acabaría yendo a su cada aunque no se lo pidiera directamente, haría que me llevara a su casa. Era muy determinada y cabezota cuando me lo proponía. Tomé su brazo para salir del agua sonriendo como una niña con zapatos nuevos mientras caminábamos hasta su moto. Otro gesto caballeroso de Steffan que hacía que me estremeciera cayendo como boba ante sus encantos. Le miré sonriendo agradecida, con mis ojos llenos de ternura.
Y ahí estaba ofreciendome ir a su casa tal como yo quería. No por nada, si no por que no quería volver a casa tan pronto ni mucho menos que mi padre me regañara por llegar empapada. -Me parece genial Comenté con entusiasmo en mi dulce voz. -Tú lo que quieres es espiarme mientras me baño Entrecerré mis ojos como si sospechara de sus intenciones para luego reirme suavemente dando a entender que era una broma. -Creo que me vendrá muy bien ese baño. Me mordí el labio inferior sonrojandome por lo que estaba pensando.
Me sonrojé aún más ante el tierno contacto de su piel contra la de mi cara. Subí a la moto con la ayuda de su mano tomando el casco después colcandomelo. Luego como niña buena me abroché la chaqueta que antes me había tendido sonriendo dulcemente aunque él no me viera por el final de su frase. Era tan atento... cualquier chica caería a sus pies ante tales atenciones. Me abracé a él cuando subió a la moto apoyando mi cabeza en su espalda mientras mis manos acariciaban su abdomen con ternura.
La noche comenzaba a caer ya notando la velocidad de la moto deseando que llegaramos cuanto antes a su casa. Quizás estaba un poco impaciente por que tenía ganas de disfrutar más de él.
Y ahí estaba ofreciendome ir a su casa tal como yo quería. No por nada, si no por que no quería volver a casa tan pronto ni mucho menos que mi padre me regañara por llegar empapada. -Me parece genial Comenté con entusiasmo en mi dulce voz. -Tú lo que quieres es espiarme mientras me baño Entrecerré mis ojos como si sospechara de sus intenciones para luego reirme suavemente dando a entender que era una broma. -Creo que me vendrá muy bien ese baño. Me mordí el labio inferior sonrojandome por lo que estaba pensando.
Me sonrojé aún más ante el tierno contacto de su piel contra la de mi cara. Subí a la moto con la ayuda de su mano tomando el casco después colcandomelo. Luego como niña buena me abroché la chaqueta que antes me había tendido sonriendo dulcemente aunque él no me viera por el final de su frase. Era tan atento... cualquier chica caería a sus pies ante tales atenciones. Me abracé a él cuando subió a la moto apoyando mi cabeza en su espalda mientras mis manos acariciaban su abdomen con ternura.
La noche comenzaba a caer ya notando la velocidad de la moto deseando que llegaramos cuanto antes a su casa. Quizás estaba un poco impaciente por que tenía ganas de disfrutar más de él.
Kaileigh A. Murdock- Realeza
- Soy : Ariel
Mensajes : 80
Empleo /Ocio : Fotógrafa del Periódico
Fecha de inscripción : 30/08/2012
Re: Got the beat +18
- Diantres, descubriste mi plan- dijo con tono bromista mientras chasqueaba sus dedos. - ¿Ahora qué voy a hacer? Tendré que idearmelas...y sorprenderte. - afirmó con un guiño de ojos, a sabiendas que ese gesto resultaba devastador para las mujeres. Para ser sincero, Steffan pensó que espiarla no sería mala idea. Obviamente sería incapaz, por respeto a ella pero esa idea se le antojaba. Simplemente con verla con su ropa húmeda había acelerado su pulso cardíaco, dio gracias al cielo que ya había dejado atrás una etapa vergonzosa y común en la adolescencia por que si no; tuvo que controlarse para no seguilra besando.
Frunció el ceño y entrecerró sus ojos para verla mejor. - Ese baño te hará bien, espero que no te enfermes. comentó en tono esperanzado y, divertido, añadió. - No quiero que tu padre me ahorque o me suelte un escopetazo- La figura del siempre era my temida por parte de los muchachos. Steffan era un joven ejemplar, sólo que su habilidad para las chicas se traducía en cosas no muy agradables para ellos.
Sí el tuviera una hija, sería igual. La protegería hasta los dientes, sería su princesita. Y de esa manera trataría a Kaileigh, como la princesa que era. Steffan no tenía ni la más remota idea que esa percepción estaba muy acertada,. Se aseguró que Lei tuviera bbien puesto el casco y la chamarra. - Agárrate fuerte - indicó con una voz fuerte a la vez que encendía la moto, la cuál rugió bajo sus piernas. Amaba ese rugir poderoso que podía llevarlo a donde fuera, lo hacía sentir invencible.
El cielo estaba precioso, eran capaces de admirar el bello cambio de atardecer a noche. Los colores se fundían con maestría, digna de fotografiar o de pintar. Era un telón perfecto para el motociclista y la bella chica que llevaba aferrada a su espalda. Parecia escena de película. Y Steffan se dió cuenta de lo afortunado que era por esos momentos únicos.
Tal y como lo había indicado, llegaron a su casa en veinte minutos. Descendió el primero de la motocicleta ya apagada y ofreció su mano para ayudar a bajar a Lei. Le quitó con cierta ternura el casco y besó su cabello pelirrojo enmarañado. -Pareces un gatito - murmuró divertido mientras se daba la vuelta y tomaba la mano de ella para encaminarse a la puerta de entrada. Sacó sus llaves y abrió la puerta que daba la bienvenida a su casa.
Permitió que la señorita Murdock pasara antes de él. - Mi casa es tu casa - comentó alegre mientras prendía las luces de la sala y cerraba la puerta,
Frunció el ceño y entrecerró sus ojos para verla mejor. - Ese baño te hará bien, espero que no te enfermes. comentó en tono esperanzado y, divertido, añadió. - No quiero que tu padre me ahorque o me suelte un escopetazo- La figura del
Sí el tuviera una hija, sería igual. La protegería hasta los dientes, sería su princesita. Y de esa manera trataría a Kaileigh, como la princesa que era. Steffan no tenía ni la más remota idea que esa percepción estaba muy acertada,. Se aseguró que Lei tuviera bbien puesto el casco y la chamarra. - Agárrate fuerte - indicó con una voz fuerte a la vez que encendía la moto, la cuál rugió bajo sus piernas. Amaba ese rugir poderoso que podía llevarlo a donde fuera, lo hacía sentir invencible.
El cielo estaba precioso, eran capaces de admirar el bello cambio de atardecer a noche. Los colores se fundían con maestría, digna de fotografiar o de pintar. Era un telón perfecto para el motociclista y la bella chica que llevaba aferrada a su espalda. Parecia escena de película. Y Steffan se dió cuenta de lo afortunado que era por esos momentos únicos.
Tal y como lo había indicado, llegaron a su casa en veinte minutos. Descendió el primero de la motocicleta ya apagada y ofreció su mano para ayudar a bajar a Lei. Le quitó con cierta ternura el casco y besó su cabello pelirrojo enmarañado. -Pareces un gatito - murmuró divertido mientras se daba la vuelta y tomaba la mano de ella para encaminarse a la puerta de entrada. Sacó sus llaves y abrió la puerta que daba la bienvenida a su casa.
Permitió que la señorita Murdock pasara antes de él. - Mi casa es tu casa - comentó alegre mientras prendía las luces de la sala y cerraba la puerta,
Steffan N. Cartwright- Realeza
- Soy : Príncipe Eric
Mensajes : 87
Empleo /Ocio : Redactor en el periodico.
Fecha de inscripción : 28/06/2012
Re: Got the beat +18
Me encantaba que me hiciera reír, era una chica que reía mucho y que un chico tuviera sentido del humor hacía ganar muchos puntos por así decirlo. -Lo dejaré para tu imaginación por que seguro que te las ideas, eres demasiado inteligente Le dije divertida sonriendo de lado, podría resultar una chica inocente y tímida, pero cuando me sentía confiada sacaba mi lado más sensual. Se notaba la tensión entre nosotros así que eso me daba pie a ser más coqueta con él.
Hice un ademán con la mano para restarle importancia al asunto. No sería la primera vez que me enfermara y tampoco se iba a acabar el mundo pero igualmente era de agradecer que se preocupara por mi así que le di un beso por aquello agradecida. Luego me reí con ganas al oirle -Siento darte la mala noticia de que lo hará igualmente Bromeé para después reir suavemente. Aunque aquello era lo típico cualquiera no protegería a su hija aunque en ese aspecto yo me veía más como una madre algo más moderna y no tan tradicional. Todo el mundo tenía derecho a hacer su vida y a equivocarse, de eso se trataba de aprender de los errores.
En cuanto puso en marcha la moto mis manos se encontraban rodeando su cuerpo, bien pegado el mío al suyo mientras que no dejaba de acariciarle con suavidad. Me gustaba aquella sensación de velocidad, de ahí que tuviera una moto, puesto que me encantaba la libertad que ofrecía aquel vehículo. Me encantaba el rugir que tenía la moto de Steffan.
Compartir aquel momento con aquel chico no podía ser mejor. No sabía a dónde iba a parar todo aquello pero me daba igual si podía compartir momentos como aquel con él. Tardamos exactamente en veinte minutos como él me dijo. Paró la moto y bajó de ella tendiendome la mano cual caballero, una vez más. Tomé su mano y bajé yo también dejando que me quitara el casco. Sabía que mi cabello estaba revuelto pero dejé que me besara sonriendo tiernamente. -Grrr Dije en tono bromista aunque algo sensual cuando dijo que parecía un gatito. Tomé su mano caminando hacia la puerta de su casa mirnadole de reojo.
Entré en su casa lentamente mirando a mi alrededor. -Es muy bonita Sonreí quitandome la chaqueta dejando que nuevamente la ropa, algo más seca pero aún humeda, saliera a la luz pegada un poco a mi cuerpo todavía. -Si me dices dónde está el baño... Dije girandome sobre mis pies para mirarle fijamente a los ojos acercandome para besarle de nuevo saboreando sus labios. -Pero tú también tendrás que bañarte no? Le pregunté con inocencia y sensualidad a la vez mientras acariciaba su cuerpo llevando las manos al filo de su camiseta colando las manos por debajo de ésta para acariciar su piel.
Hice un ademán con la mano para restarle importancia al asunto. No sería la primera vez que me enfermara y tampoco se iba a acabar el mundo pero igualmente era de agradecer que se preocupara por mi así que le di un beso por aquello agradecida. Luego me reí con ganas al oirle -Siento darte la mala noticia de que lo hará igualmente Bromeé para después reir suavemente. Aunque aquello era lo típico cualquiera no protegería a su hija aunque en ese aspecto yo me veía más como una madre algo más moderna y no tan tradicional. Todo el mundo tenía derecho a hacer su vida y a equivocarse, de eso se trataba de aprender de los errores.
En cuanto puso en marcha la moto mis manos se encontraban rodeando su cuerpo, bien pegado el mío al suyo mientras que no dejaba de acariciarle con suavidad. Me gustaba aquella sensación de velocidad, de ahí que tuviera una moto, puesto que me encantaba la libertad que ofrecía aquel vehículo. Me encantaba el rugir que tenía la moto de Steffan.
Compartir aquel momento con aquel chico no podía ser mejor. No sabía a dónde iba a parar todo aquello pero me daba igual si podía compartir momentos como aquel con él. Tardamos exactamente en veinte minutos como él me dijo. Paró la moto y bajó de ella tendiendome la mano cual caballero, una vez más. Tomé su mano y bajé yo también dejando que me quitara el casco. Sabía que mi cabello estaba revuelto pero dejé que me besara sonriendo tiernamente. -Grrr Dije en tono bromista aunque algo sensual cuando dijo que parecía un gatito. Tomé su mano caminando hacia la puerta de su casa mirnadole de reojo.
Entré en su casa lentamente mirando a mi alrededor. -Es muy bonita Sonreí quitandome la chaqueta dejando que nuevamente la ropa, algo más seca pero aún humeda, saliera a la luz pegada un poco a mi cuerpo todavía. -Si me dices dónde está el baño... Dije girandome sobre mis pies para mirarle fijamente a los ojos acercandome para besarle de nuevo saboreando sus labios. -Pero tú también tendrás que bañarte no? Le pregunté con inocencia y sensualidad a la vez mientras acariciaba su cuerpo llevando las manos al filo de su camiseta colando las manos por debajo de ésta para acariciar su piel.
Kaileigh A. Murdock- Realeza
- Soy : Ariel
Mensajes : 80
Empleo /Ocio : Fotógrafa del Periódico
Fecha de inscripción : 30/08/2012
Re: Got the beat +18
Las risas alimentaban el alma. Steffan era el tipo de chico que prefería hacer reír a los demás, hacerlos felices y poder escuchar sus risas. La de Lei era exquisita, como si fuera música para sus oídos. Sostuvo su mirada traviesa y le guiñó un ojo, seductoramente. Acercó sus labios al oído de la pelirroja y, pronunciando cada sílaba suavemente, susurró: - Te sorprenderás de lo que puedo idear. - dicho esto, se echó para atrás para mirarla. Musitó un suave pero atrevido grr que hizo reír ligeramente a Steffan.
- Grrr - correspondió frunciendo el ceño, tratando de imitar a un tigre. Dejó que Lei pasara delante de él. Cerró la puerta de madera, dejó sus llaves en la mesita de entrada y se quitó sus zapatos, ya que toda la casa tenía madera como piso y el frío del cemento no existía. - Gracias. - comentó con sinceridad. A decir verdad, en su casa reinaba una atsmofera relajada. Habían plantas cerca de las ventanas, la sala era espaciosa y las paredes color blanco estaba repletas de cuadros. Sobre los sillones habían libros tirados, chamarras, pantalones, hojas, etc.
En fin, su casa reflejaba la personalidad de Steffan. Lei lo descubriría más adelante. Sintió cómo los labios de la pelirroja buscaban los suyos y cómo volvían a fundirse en un suave beso. Nate rió sobre los labios de la ojiazul, lo que ocasionó que ella riera. Le tomó la mano. Subieron las escaleras hacia el segundo piso, donde habían estaba su habitación, su estudio o su "cuarto de arte", la biblioteca y, por último, el espacioso baño.
- Esta puerta es la del baño - indicó Steffan con una sonrisa y con una voz serena, digna de un anfitrión. - Puedes demorarte el tiempo que desees. Dentro del closet - Nate abrió la puerta y entraron los dos al cuarto de baño. Abrió la puertita del closet, dejando ver una colección de jabones y demás chucherías para la tina, regalos de sus compañeras de oficina, fanáticas de largos baños rodeadas de velas y olores. Steffan casi no los usaba, prefería la rapidez de la ducha. - Hay varias cosas que quizás te puedan agradar.
Pasó una mano por el cabello aún despeinado de Kaileigh. La tomó suavemente por detrás de su cuello, atrayendola hacia él y dándole otro beso. No se cansaba de probar esos suculentos labios. Se separó y volvió a reír. - Llámame si me necesitas- indicó amablemente mientras le volvía a guiñar un ojo, desarmándola.
OFF:
perdón por la tardanza, mi vida es un caos jaja <3 espero que te guste el post, si no tienes todo el derecho de patearme tanto a mí como a Steffan.
- Grrr - correspondió frunciendo el ceño, tratando de imitar a un tigre. Dejó que Lei pasara delante de él. Cerró la puerta de madera, dejó sus llaves en la mesita de entrada y se quitó sus zapatos, ya que toda la casa tenía madera como piso y el frío del cemento no existía. - Gracias. - comentó con sinceridad. A decir verdad, en su casa reinaba una atsmofera relajada. Habían plantas cerca de las ventanas, la sala era espaciosa y las paredes color blanco estaba repletas de cuadros. Sobre los sillones habían libros tirados, chamarras, pantalones, hojas, etc.
En fin, su casa reflejaba la personalidad de Steffan. Lei lo descubriría más adelante. Sintió cómo los labios de la pelirroja buscaban los suyos y cómo volvían a fundirse en un suave beso. Nate rió sobre los labios de la ojiazul, lo que ocasionó que ella riera. Le tomó la mano. Subieron las escaleras hacia el segundo piso, donde habían estaba su habitación, su estudio o su "cuarto de arte", la biblioteca y, por último, el espacioso baño.
- Esta puerta es la del baño - indicó Steffan con una sonrisa y con una voz serena, digna de un anfitrión. - Puedes demorarte el tiempo que desees. Dentro del closet - Nate abrió la puerta y entraron los dos al cuarto de baño. Abrió la puertita del closet, dejando ver una colección de jabones y demás chucherías para la tina, regalos de sus compañeras de oficina, fanáticas de largos baños rodeadas de velas y olores. Steffan casi no los usaba, prefería la rapidez de la ducha. - Hay varias cosas que quizás te puedan agradar.
Pasó una mano por el cabello aún despeinado de Kaileigh. La tomó suavemente por detrás de su cuello, atrayendola hacia él y dándole otro beso. No se cansaba de probar esos suculentos labios. Se separó y volvió a reír. - Llámame si me necesitas- indicó amablemente mientras le volvía a guiñar un ojo, desarmándola.
OFF:
perdón por la tardanza, mi vida es un caos jaja <3 espero que te guste el post, si no tienes todo el derecho de patearme tanto a mí como a Steffan.
Steffan N. Cartwright- Realeza
- Soy : Príncipe Eric
Mensajes : 87
Empleo /Ocio : Redactor en el periodico.
Fecha de inscripción : 28/06/2012
Re: Got the beat +18
Vale, el susurro en mi oído hizo que mi piel se erizase por completo llegando incluso a darme un placentero escalofrío que recorrió mi espalda. No pude evitar morderme el labio pensando el cáliz que estaban tomando las cosas pero me gustaba, me gustaba demasiado. Además aquella voz susurrante era de esas voces que se te metían en lo más hondo de tu ser y hacían que perdieses la cabeza. Aquel chico sabía cómo extasiar a una chica. De eso no me cabía ninguna duda y no por ello provocaba en mi aversión o cualquier cosa parecida, al contrario, me gustaban los hombres que sabían cómo hacer las cosas y que conseguían lo que querían.
Reí nuevamente girandome sobre mí misma al pasar y oirle rugir como si fuera un tigre. Aparté mi pelo hacia atrás tomandolo desde el flequillo. Le miraba fijamente mientras se ponía cómodo. Sin tardar mucho en volverle a besar, era casi adictivo. Noté cómo se rio sobre mis labios lo que provocó que lo hiciera también aferrandome a su mano después para acompañarle al piso de arriba. Él no tardó en enseñarme el baño, un gran baño a decir verdad. Nada comparado con mi antigua casa. Aunque ahora, la de mi padre, era mucho más grande que la mía.
Entramos al cuarto de baño, y aunque dijo que podía tardar lo que quisiera no iba a dejarle irse tan rapidamente. Vi una colección de jabones y demás cosas para el baño, pero ahora mismo lo único que quería echarle al agua era aquel chico. -Vaya cuántas cosas Dije asombrada por lo que se podía ver allí dentro. Aunque pronto noté su mano por mi cabello nuevamente tomandome de la nuca para acercarme a besarle nuevamente. El beso no quería acabarlo pero se separó diciendome que lo llamara si le necesitaba. Sonreí de lado mirandole con picardía.
-Verás... Le dije quitandome la ropa lentamente delante de él, lento y sensual. Sin dejar de mirarle llevé mis manos al borde de mi camiseta quitandomela dejando ver mi sujetador. -Es que yo... Dije volviendo a interrumpir la frase mientras me descalzaba y llevaba las manos al borde de mi pantalón ahora. -Necesito ayuda ahora... Dije desabrochándolo para bajarlo y dejar ver la parte inferior de mi lencería. -Si pudieras abrirme el agua... En toco momento mi tono de voz era sensual, casi embriagador, como un dulce canto de sirena, de esos que hacía perder el norte a los marineros.
Di unos pasos acercandome a él para llevar mis manos a su camiseta y le acariciaba el torso lentamente mientras me dedicaba a besar su cuello despacio, con calma, de una manera casi desesperante. -¿Me ayudarás? Le pregunté entre inocente y pícara deshaciendome de su camiseta bajando ahora por su pecho con besos, pasando lentamente la lengua por la zona para subir de nuevo a sus labios y besarlos esta vez con mucha más intensidad pegando mi cuerpo al suyo. -Dime que sí... Le supliqué mirandole a los ojos antes de morder su labio inferior y tirar de él.
OFF: No te preocupes ^^ Todo está bien *__*
Reí nuevamente girandome sobre mí misma al pasar y oirle rugir como si fuera un tigre. Aparté mi pelo hacia atrás tomandolo desde el flequillo. Le miraba fijamente mientras se ponía cómodo. Sin tardar mucho en volverle a besar, era casi adictivo. Noté cómo se rio sobre mis labios lo que provocó que lo hiciera también aferrandome a su mano después para acompañarle al piso de arriba. Él no tardó en enseñarme el baño, un gran baño a decir verdad. Nada comparado con mi antigua casa. Aunque ahora, la de mi padre, era mucho más grande que la mía.
Entramos al cuarto de baño, y aunque dijo que podía tardar lo que quisiera no iba a dejarle irse tan rapidamente. Vi una colección de jabones y demás cosas para el baño, pero ahora mismo lo único que quería echarle al agua era aquel chico. -Vaya cuántas cosas Dije asombrada por lo que se podía ver allí dentro. Aunque pronto noté su mano por mi cabello nuevamente tomandome de la nuca para acercarme a besarle nuevamente. El beso no quería acabarlo pero se separó diciendome que lo llamara si le necesitaba. Sonreí de lado mirandole con picardía.
-Verás... Le dije quitandome la ropa lentamente delante de él, lento y sensual. Sin dejar de mirarle llevé mis manos al borde de mi camiseta quitandomela dejando ver mi sujetador. -Es que yo... Dije volviendo a interrumpir la frase mientras me descalzaba y llevaba las manos al borde de mi pantalón ahora. -Necesito ayuda ahora... Dije desabrochándolo para bajarlo y dejar ver la parte inferior de mi lencería. -Si pudieras abrirme el agua... En toco momento mi tono de voz era sensual, casi embriagador, como un dulce canto de sirena, de esos que hacía perder el norte a los marineros.
Di unos pasos acercandome a él para llevar mis manos a su camiseta y le acariciaba el torso lentamente mientras me dedicaba a besar su cuello despacio, con calma, de una manera casi desesperante. -¿Me ayudarás? Le pregunté entre inocente y pícara deshaciendome de su camiseta bajando ahora por su pecho con besos, pasando lentamente la lengua por la zona para subir de nuevo a sus labios y besarlos esta vez con mucha más intensidad pegando mi cuerpo al suyo. -Dime que sí... Le supliqué mirandole a los ojos antes de morder su labio inferior y tirar de él.
OFF: No te preocupes ^^ Todo está bien *__*
Kaileigh A. Murdock- Realeza
- Soy : Ariel
Mensajes : 80
Empleo /Ocio : Fotógrafa del Periódico
Fecha de inscripción : 30/08/2012
Re: Got the beat +18
Steffan rodó los ojos suavemente, riendo entre dientes. - Si, son demasiadas cosas. También hay batas y otras cosillas - comentó mientras dejaba enparejada la puerta del closet. Se había despedido ya, decidido a dejarla sola y auque no quería ser demasiado insistente pero estaba dispuesto a...ver a dónde quería llegar ella. Así que, al escuchar la dulce voz de Lei, giró su cuerpo para poder observarla. -Te ayudaré en lo que sea - murmuró seductoramente mientras daba algunos pasos hacia trás, sin despegar su mirada de Lei, quien ahora lo miraba de una forma diferente.
Siguió con su mirada color azul los exquisitos y lentos movimientos de la pelirroja, que sonreía pícaramente. Su camiseta alborotó aun mas su cabello, su piel blanca parecía de porcelana y el sujetador quedó a la vista de Steffan, quién sonrió placenteramente mientras continuaba viendo a Lei, quien ahora desabrochaba su pantalón dejando ver la lencería que hacía juego con el sujetador. Esta chica sabía cómo jugar y no dejaría ir a Nate tan fácil. La inocencia y la sensualidad se entremezclaban en la voz seductora de la pelirroja, quien lentamente comenzó a besar el cuello de Steffan. La voz de Kaileigh seguía inundando los oídos de él, como si fuera canto de sirena. Irresistible.
-Claro que sí, preciosa - murmuró Steffan en el oído de Lei, arrastrando las palabras con su rasposa voz que hacía derretir corazones. En ese instante, el ojiazul cargó a la muchacha con suma facilidad y se dirigió al lavabo de mármol, donde la colocó para que se sentara mientras volvía a besarla, esta vez llevando el las riendas del beso.
Pasó sus manos por el contorno de las curvas del cuerpo de la pelirroja y besó el cuello de ella, bajando delicadamente por el contorno del sujetador. Ninguno de los tenía camisa ya, por lo que las manos de Steffan se dirigieron a la parte de atrás de la prenda de Lei, desabrochándola con maestría y lentitud, dejando que la muchacha esperara con ansias.
Dirigió sus manos hacia el contorno del pantalón de mezclilla de la muchacha, sin dejar de besarla. Su piel reaccionaba ante cada caricia que Nate le proporcionaba, sentía cómo la pelirroja suspiraba. Volvió a besarla, mordiendo sus labios, pasando sus manos por su cuerpo, besando su cuello a ratos...
toda ella era irresistible.
Siguió con su mirada color azul los exquisitos y lentos movimientos de la pelirroja, que sonreía pícaramente. Su camiseta alborotó aun mas su cabello, su piel blanca parecía de porcelana y el sujetador quedó a la vista de Steffan, quién sonrió placenteramente mientras continuaba viendo a Lei, quien ahora desabrochaba su pantalón dejando ver la lencería que hacía juego con el sujetador. Esta chica sabía cómo jugar y no dejaría ir a Nate tan fácil. La inocencia y la sensualidad se entremezclaban en la voz seductora de la pelirroja, quien lentamente comenzó a besar el cuello de Steffan. La voz de Kaileigh seguía inundando los oídos de él, como si fuera canto de sirena. Irresistible.
-Claro que sí, preciosa - murmuró Steffan en el oído de Lei, arrastrando las palabras con su rasposa voz que hacía derretir corazones. En ese instante, el ojiazul cargó a la muchacha con suma facilidad y se dirigió al lavabo de mármol, donde la colocó para que se sentara mientras volvía a besarla, esta vez llevando el las riendas del beso.
Pasó sus manos por el contorno de las curvas del cuerpo de la pelirroja y besó el cuello de ella, bajando delicadamente por el contorno del sujetador. Ninguno de los tenía camisa ya, por lo que las manos de Steffan se dirigieron a la parte de atrás de la prenda de Lei, desabrochándola con maestría y lentitud, dejando que la muchacha esperara con ansias.
Dirigió sus manos hacia el contorno del pantalón de mezclilla de la muchacha, sin dejar de besarla. Su piel reaccionaba ante cada caricia que Nate le proporcionaba, sentía cómo la pelirroja suspiraba. Volvió a besarla, mordiendo sus labios, pasando sus manos por su cuerpo, besando su cuello a ratos...
toda ella era irresistible.
Steffan N. Cartwright- Realeza
- Soy : Príncipe Eric
Mensajes : 87
Empleo /Ocio : Redactor en el periodico.
Fecha de inscripción : 28/06/2012
Re: Got the beat +18
Le miré sonriendo viendo lo que decía que había -Bueno, si me dejas una camisa tuya me conformo Me encogí de hombros viendo como se apartaba hasta que volví a hablar para impedir que lo hiciera mientras veía cómo se alejaba levemente de mí. Aparté mi pelo a un lado mientras daba el siguiente paso, desnudarme para él. ¿Por qué? Por la sencilla razón de que me apetecía, desde que le había conocido me había atraído con su forma de ser, sus ojos como el mar y por todo él en general. No dejaba de mirarle de manera pícara sonriendo de lado pero encantadoramente.
Vi cómo me miraba sin dejar de prestar atención a mis movimientos, mi mirada le incitaba a acercarse, lo llamaba sin tener que decir palabra, ninguna más de las que ya había dicho. Me gustaba aquella sonrisa placentera que mostraba al descubrir mi cuerpo. Humedecí mis labios lentamente sin apartar mis claros ojos de él. Fue entonces cuando mis labios y los suyos se fundieron nuevamente, ya más que conocidos eran entre ellos de tantos besos que se habían producido aquel día.
Me sujeté a él por el cuello cuando cargó conmigo observando cómo me sentaba sobre el mármol. Sin ningún tipo de dudas correspondí a aquel beso ahora guiado por él. Rodeé su cuello con los brazos y su cintura con mis finas piernas atrayendolo más a mi cuerpo, quedando ambos lo más pegados que se podía en aquella posición. Noté sus manos recorrer mi cuerpo haciendo que mi piel se erizase por completo.
Suspiré al sentir su beso en mi cuello provocando que me moviera rozando mi entrepierna con la suya en un acto casi reflejo e inconsciente mordiendome el labio inferior al notar como bajaba hasta mi pecho. Le miré algo lasciva cuando desabrochó mi sujetador aunque con lentitud. Cuando estaba desabrochado del todo le solté bajando mis brazos para que la prenda cayera sola dejando al descubierto mis pechos. Me sonrojé levemente, yo misma había llegado a aquella situación, pero bueno, el chico despertaba en mí algo más que ser un simple conocido.
Correspondía a sus besos cada vez que recibía alguno aumentando la intensidad de ellos cada vez más notando sus manos en la cintura de mis pantalones. Suspiré ante aquel contacto, ante sus besos en el cuello, todo lo que hacía me gustaba de un modo que ni él mismo se podía llegar a imaginar. Mis manos se dirigieron hábilmente a su pantalón desabrochándolo lentamente pero de manera que aprovechaba la cercanía en aquella zona para acariciarle disimuladamente lanzandome a morder su cuello a la vez. -Si sigues así... no voy a poder controlarme Le susurré al oído lamiendo el perfil de su oreja después.
Vi cómo me miraba sin dejar de prestar atención a mis movimientos, mi mirada le incitaba a acercarse, lo llamaba sin tener que decir palabra, ninguna más de las que ya había dicho. Me gustaba aquella sonrisa placentera que mostraba al descubrir mi cuerpo. Humedecí mis labios lentamente sin apartar mis claros ojos de él. Fue entonces cuando mis labios y los suyos se fundieron nuevamente, ya más que conocidos eran entre ellos de tantos besos que se habían producido aquel día.
Me sujeté a él por el cuello cuando cargó conmigo observando cómo me sentaba sobre el mármol. Sin ningún tipo de dudas correspondí a aquel beso ahora guiado por él. Rodeé su cuello con los brazos y su cintura con mis finas piernas atrayendolo más a mi cuerpo, quedando ambos lo más pegados que se podía en aquella posición. Noté sus manos recorrer mi cuerpo haciendo que mi piel se erizase por completo.
Suspiré al sentir su beso en mi cuello provocando que me moviera rozando mi entrepierna con la suya en un acto casi reflejo e inconsciente mordiendome el labio inferior al notar como bajaba hasta mi pecho. Le miré algo lasciva cuando desabrochó mi sujetador aunque con lentitud. Cuando estaba desabrochado del todo le solté bajando mis brazos para que la prenda cayera sola dejando al descubierto mis pechos. Me sonrojé levemente, yo misma había llegado a aquella situación, pero bueno, el chico despertaba en mí algo más que ser un simple conocido.
Correspondía a sus besos cada vez que recibía alguno aumentando la intensidad de ellos cada vez más notando sus manos en la cintura de mis pantalones. Suspiré ante aquel contacto, ante sus besos en el cuello, todo lo que hacía me gustaba de un modo que ni él mismo se podía llegar a imaginar. Mis manos se dirigieron hábilmente a su pantalón desabrochándolo lentamente pero de manera que aprovechaba la cercanía en aquella zona para acariciarle disimuladamente lanzandome a morder su cuello a la vez. -Si sigues así... no voy a poder controlarme Le susurré al oído lamiendo el perfil de su oreja después.
Kaileigh A. Murdock- Realeza
- Soy : Ariel
Mensajes : 80
Empleo /Ocio : Fotógrafa del Periódico
Fecha de inscripción : 30/08/2012
Re: Got the beat +18
Emociones al límite, deseo tangible, pasión corriendo por las venas de ambos. Steffan sabía exactamente lo que hacía. Desabrochó el pantalón de Lei con sumo cuidado, doblando lentamente la cremallera de este y deslizando las yemas de sus dedos por el contorno de la lencería de ella. Sus manos volvían a subir por su tersa espalda hasta posarse detrás de su cabeza para empujarla hacia él con dulzura, para unirse en un nuevo beso.
A pesar de sus 20 años, sabía desenvolverse en este ámbito. Las mujeres eran, para él, ángeles caidos del cielo y las procuraba mucho. Se crió sintiendo admiración y respeto hacia las feminas. Lo cierto era que nunca antes habia sentido algo tan rápido y tan fuerte hacia alguna chica...hasta que Lei llegó. Habían platicado varias veces antes en el trabajo, elogiando el trabajo del otro , riendo en la sjuntas...no eran completos desconocidos pero tampoco eran tan cercanos.
Sintió las piernas de ella alrededor de su cuerpo, la proximidad entre ellos era alta, sus pieles hacian contacto, quemándolo todo. Las delicadas manos de Kaileigh pasaron por la cremallera del ajustado pantalón del joven. Se estremeció y al escuchar lo que la pelirroja decía, soltó una risa seca y muy varonil. - Perdamos el control - susurró lentamente en el oído de ella. Sus manos recorrieron su cuerpo y comenzó a besar desde su oreja hasta sus clavículas, descendiendo poco a poco: besó su cuello, grabó en su memoria los lunares que tenía en su pecho, besó los tersos senos de la ojiazul y siguió su camino hasta llegar a la línea que marcaba su lencería.
Observándola pícaramente, le quitó sus pantalones. Besó cada centímetro de sus largas piernas hasta sus pies y recorrió el mismo camino hasta llegar al punto de partida. Él estaba dispuesto a llegar hasta donde ella se lo permitiera. Lo que era verdad es que él sentía un deseo enorme, toda ella lo hacía sudar. Y verla así, con sólo una prenda encima, sobre el lavabo de mármol, le hacía creer que estaba en un perfecto sueño. Besó sus caderas y deslizó la última prenda que portaba Lei utilizando sus dientes. Podía ver el deseo llameante en las pupilas de la chica.
Podría ser una noche inolvidable. Él la haría inolvidable.
A pesar de sus 20 años, sabía desenvolverse en este ámbito. Las mujeres eran, para él, ángeles caidos del cielo y las procuraba mucho. Se crió sintiendo admiración y respeto hacia las feminas. Lo cierto era que nunca antes habia sentido algo tan rápido y tan fuerte hacia alguna chica...hasta que Lei llegó. Habían platicado varias veces antes en el trabajo, elogiando el trabajo del otro , riendo en la sjuntas...no eran completos desconocidos pero tampoco eran tan cercanos.
Sintió las piernas de ella alrededor de su cuerpo, la proximidad entre ellos era alta, sus pieles hacian contacto, quemándolo todo. Las delicadas manos de Kaileigh pasaron por la cremallera del ajustado pantalón del joven. Se estremeció y al escuchar lo que la pelirroja decía, soltó una risa seca y muy varonil. - Perdamos el control - susurró lentamente en el oído de ella. Sus manos recorrieron su cuerpo y comenzó a besar desde su oreja hasta sus clavículas, descendiendo poco a poco: besó su cuello, grabó en su memoria los lunares que tenía en su pecho, besó los tersos senos de la ojiazul y siguió su camino hasta llegar a la línea que marcaba su lencería.
Observándola pícaramente, le quitó sus pantalones. Besó cada centímetro de sus largas piernas hasta sus pies y recorrió el mismo camino hasta llegar al punto de partida. Él estaba dispuesto a llegar hasta donde ella se lo permitiera. Lo que era verdad es que él sentía un deseo enorme, toda ella lo hacía sudar. Y verla así, con sólo una prenda encima, sobre el lavabo de mármol, le hacía creer que estaba en un perfecto sueño. Besó sus caderas y deslizó la última prenda que portaba Lei utilizando sus dientes. Podía ver el deseo llameante en las pupilas de la chica.
Podría ser una noche inolvidable. Él la haría inolvidable.
Steffan N. Cartwright- Realeza
- Soy : Príncipe Eric
Mensajes : 87
Empleo /Ocio : Redactor en el periodico.
Fecha de inscripción : 28/06/2012
Re: Got the beat +18
Aquellas sensaciones que estaba sintiendo en ese preciso momento hacían que mi cuerpo se estremeciese por completo, notaba mi piel erizarse a cada momento. Desvié la mirada a sus manos que desabrochaban mi pantalón como si no supiera qué iba a continuación, con aquella cierta inocencia que siempre me envolvía. Cuando me acercó cogiendome de la nuca mis piernas le rodearon para pegarle por completo a mí mientras nuestros labios se unían nuevamente.
No sería el primer hombre que pasaba por mi vida, ni con el que mantenía ese tipo de relaciones, pero Steffan era completamente diferente al resto, como si de algún modo estuviese conectada a él. Y nunca antes me había parado a mirarle de auella forma, en el trabajo éramos simples compañeros, conocidos, nada más. Estaba claro que la vida daba muchas vueltas.
Bajé por completo la cremallera desabrochandole el botón y bajandole el pantalón después. Me paré unos segundos a admirar su cuerpo mordiendome el labio inferior para enseguida pasar mi lengua por su cuello descenciendo a su pecho todo lo que podía antes de que él me dedicara aquellos besos que me hacían suspirar cada vez más fuerte. Acariciaba en todo momento su cabello indicándole que siguiera, que me encantaban aquellos besos.
Le sonreí de lado cuando me miró y alcé mi cuerpo para ayudarle a que me bajara los pantalones. Humedecí sensualmente mis labios secos por la situación. Llevé una de mis manos a uno de mis senos cuando él bajó la última prenda que me quedaba con los dientes. Reí suavemente mientras pellizcaba mi propio pezón sin dejar de mirarle, haciendome suspirar roncamente.
Ya desnuda decidí bajarme del mármol. Acaricié los costados de su cuerpo mientras mi lengua se deslizaba por su cuerpo, pasé por su cuello, dejandole leves mordiscos dirigiendome a su pecho mientras mis manos llegaban a la cintura de sus calzoncillos, los cuales a medida que iba bajando por su torso iba bajando pero no del todo. Me paré en su abdomen, cerca de su pubis lamiendo con la lengua y dejando suaves besos en la zona mientras le miraba ya de rodillas frente a él. Acabé por quitarle aquella prenda sin dejar de mirarle. Tomé su miembro entre mis manos y besé su glande. Con una de las manos empecé a masturbarle lentamente mientras que ahora paseaba la lengua por la punta. Mi otra mano acariciaba todo su torso sin descanso mientras yo aumentaba el ritmo de mi lengua y mano sobre su entrepierna.
No sería el primer hombre que pasaba por mi vida, ni con el que mantenía ese tipo de relaciones, pero Steffan era completamente diferente al resto, como si de algún modo estuviese conectada a él. Y nunca antes me había parado a mirarle de auella forma, en el trabajo éramos simples compañeros, conocidos, nada más. Estaba claro que la vida daba muchas vueltas.
Bajé por completo la cremallera desabrochandole el botón y bajandole el pantalón después. Me paré unos segundos a admirar su cuerpo mordiendome el labio inferior para enseguida pasar mi lengua por su cuello descenciendo a su pecho todo lo que podía antes de que él me dedicara aquellos besos que me hacían suspirar cada vez más fuerte. Acariciaba en todo momento su cabello indicándole que siguiera, que me encantaban aquellos besos.
Le sonreí de lado cuando me miró y alcé mi cuerpo para ayudarle a que me bajara los pantalones. Humedecí sensualmente mis labios secos por la situación. Llevé una de mis manos a uno de mis senos cuando él bajó la última prenda que me quedaba con los dientes. Reí suavemente mientras pellizcaba mi propio pezón sin dejar de mirarle, haciendome suspirar roncamente.
Ya desnuda decidí bajarme del mármol. Acaricié los costados de su cuerpo mientras mi lengua se deslizaba por su cuerpo, pasé por su cuello, dejandole leves mordiscos dirigiendome a su pecho mientras mis manos llegaban a la cintura de sus calzoncillos, los cuales a medida que iba bajando por su torso iba bajando pero no del todo. Me paré en su abdomen, cerca de su pubis lamiendo con la lengua y dejando suaves besos en la zona mientras le miraba ya de rodillas frente a él. Acabé por quitarle aquella prenda sin dejar de mirarle. Tomé su miembro entre mis manos y besé su glande. Con una de las manos empecé a masturbarle lentamente mientras que ahora paseaba la lengua por la punta. Mi otra mano acariciaba todo su torso sin descanso mientras yo aumentaba el ritmo de mi lengua y mano sobre su entrepierna.
Kaileigh A. Murdock- Realeza
- Soy : Ariel
Mensajes : 80
Empleo /Ocio : Fotógrafa del Periódico
Fecha de inscripción : 30/08/2012
Re: Got the beat +18
Dulce exilir, Steffan hundía su rostro en el cabello radiente de Lei. Su olor era una mezcla de aroma marino mezclado con miel y lluvia. Era como una inyección de vida. Sus manos, grandes y expertas, acariciaban el cuerpo de la muchacha que sonreía ingenuamente. Sus labios tatuaban cada centímetro de su piel con gran maestría, resultado de divertidas y locas noches con mujeres de todo tipo.
No era un chico al que le gustara estar atado. Solía ponerse una capa apra protegerse, para no caer en la misteriosa y adictiva trampa de los sentimientos hacia las chicas. No se permitía a si mismo involucrarse emocionalmente. Pero con la fotógrafa sentía algo diferente. Acostumbrado al éxtasis, sabía cómo hacer gozar a las mujeres. Pero a Lei quería llevarla al cielo y de regreso. Al sentir la tensión sexual en las yemas de sus dedos, acarició sensualmente el sexo de la pelirroja quién sonrió plácidamente. Los labios de Steffan bajaron desde los labios de ella siguiendo su piel, pasando por su cuello, llegando a sus pechos donde los lleno de mordiscos.
Lei se arrodilló frente a él y Nate gruñó por lo bajo, un gruñido de aprobación. Las dulces manos de Lei desabrocharon su cinturón para poder liberar su sexo, el cuál ya estaba erecto por el juego previo. Digamos que Cartwrigth estaba bien dotado. La cálida boca de la ojiazul recibió el miembro de Steffan, quién cerró sus ojos ante el suave contacto. No había mejor momento que ese. Colocó una de sus manos detrás de la cabeza pelirroja que subía y bajaba rítmicamente. El acto duró algunos minutos y, antes de que Steffan sintiera la electricidad en su cuerpo, decidió cambiar roles.
Con ternura levantó su barbilla y sus fuertes brazos sirvieron de apoyo para que la mujer se levantara. Sus manos bajaron por la curvatura de su espalda, masajeando sus glúteos. Ambos fueron arrodillándose y, esclava de los besos de Steffan, la fotógrafa terminó completamente recostada, en la posición perfecta para que el muchacho besara su vientre plano hasta llegar a su sexo. Lamió con cuidado la zona erógena de la muchacha, sintiendo cómo se crispaba por el efecto de su lengua.
Sentía el placer en las manos de Lei que arrugaban la alfombra color miel qe tenían debajo.
Y esto apenas empezaba.
No era un chico al que le gustara estar atado. Solía ponerse una capa apra protegerse, para no caer en la misteriosa y adictiva trampa de los sentimientos hacia las chicas. No se permitía a si mismo involucrarse emocionalmente. Pero con la fotógrafa sentía algo diferente. Acostumbrado al éxtasis, sabía cómo hacer gozar a las mujeres. Pero a Lei quería llevarla al cielo y de regreso. Al sentir la tensión sexual en las yemas de sus dedos, acarició sensualmente el sexo de la pelirroja quién sonrió plácidamente. Los labios de Steffan bajaron desde los labios de ella siguiendo su piel, pasando por su cuello, llegando a sus pechos donde los lleno de mordiscos.
Lei se arrodilló frente a él y Nate gruñó por lo bajo, un gruñido de aprobación. Las dulces manos de Lei desabrocharon su cinturón para poder liberar su sexo, el cuál ya estaba erecto por el juego previo. Digamos que Cartwrigth estaba bien dotado. La cálida boca de la ojiazul recibió el miembro de Steffan, quién cerró sus ojos ante el suave contacto. No había mejor momento que ese. Colocó una de sus manos detrás de la cabeza pelirroja que subía y bajaba rítmicamente. El acto duró algunos minutos y, antes de que Steffan sintiera la electricidad en su cuerpo, decidió cambiar roles.
Con ternura levantó su barbilla y sus fuertes brazos sirvieron de apoyo para que la mujer se levantara. Sus manos bajaron por la curvatura de su espalda, masajeando sus glúteos. Ambos fueron arrodillándose y, esclava de los besos de Steffan, la fotógrafa terminó completamente recostada, en la posición perfecta para que el muchacho besara su vientre plano hasta llegar a su sexo. Lamió con cuidado la zona erógena de la muchacha, sintiendo cómo se crispaba por el efecto de su lengua.
Sentía el placer en las manos de Lei que arrugaban la alfombra color miel qe tenían debajo.
Y esto apenas empezaba.
Steffan N. Cartwright- Realeza
- Soy : Príncipe Eric
Mensajes : 87
Empleo /Ocio : Redactor en el periodico.
Fecha de inscripción : 28/06/2012
Re: Got the beat +18
Aquellas sensaciones que él me regalaba eran increíbles, no era la primera vez que hacía algo parecido, pero sí la primera que me provocaba tantas emociones. Mi piel se erizaba cada momento que él me acariciaba o me besaba. Mientras él se dedicaba a mi cuerpo con sus manos y sus labios, yo pasabalas yemas de mis dedos por cada rincón del suyo, dandole a entender que me gustaba lo que hacía.
Suspiré fuertemente al notar como sus dedos acariciaban mi sexo, llevandome a morder mi labio inferior echando levemente la cabeza hacia atrás. Acaricié su pelo cuando vi como bajaba por mi cuerpo hasta detenerse en mis pechos lo que me hizo soltar un gemido ronco. Aferré su pelo con más fuerza debido al placer que aquello me provocoaba, como si corrientes eléctricas lo recorrieran y hicieran que mi cuerpo se moviera solo sin control alguno.
Miré hacia arriba estando agachada viendo su cara de placer, lo que hizo que me excitara aún más y sintiera la humedad de mi sexo cada vez más. Seguí con aquello paseando mi lengua por cada centímetro de su miembro, disfrutando de ver como aquello le gustaba y le daba el placer que yo quería darle. Movía mi cabeza a un ritmo constante sobre todo al sentir la mano de Stefann en mi cabeza.
Sin embargo pocos minutos después me tomó de la barbilla y ayudada por él me levanté. Apreté el trasero al notar como sus manos masajeaban mis glúteos. Sin dejar de besarle acabé tumbandome apoyada en mis codos. Miré todo lo que hacía intentando aguantar los suspiros y gemidos que me provocaba saber hacia dónde se dirigía. Abrí mis piernas flexionadas dejando que su lengua hiciera el trabajo, me hizo temblar como nunca, mis gemidos empezaron suaves. Pero poco a poco fueron aumentando de volumen mientras me aferraba a la alfombra con fuerza debido a todo lo que estaba sintiendo tan extasiante.
Pero yo no era una mujer que se quedara quieta esperando, y tras unos cuantos minutos disfrutando de su boca en mi humedad lo tomé de los hombros empujandolo hacia atrás para que cayera de espaldas lentamente al suelo. Le miré sonriendo de lado, segura de que lo que iba a hacer le iba a gustar. Cuando estuvo tumbado me coloqué encima de él. Sentada notando como nuestros sexos se frotaban sin parar y empecé a moverme para hacer de ese roce algo desesperante. Cogí sus manos y las llevé a mis pechos para que los masajeara sin dejar de moverme y jadear por el placer.
Suspiré fuertemente al notar como sus dedos acariciaban mi sexo, llevandome a morder mi labio inferior echando levemente la cabeza hacia atrás. Acaricié su pelo cuando vi como bajaba por mi cuerpo hasta detenerse en mis pechos lo que me hizo soltar un gemido ronco. Aferré su pelo con más fuerza debido al placer que aquello me provocoaba, como si corrientes eléctricas lo recorrieran y hicieran que mi cuerpo se moviera solo sin control alguno.
Miré hacia arriba estando agachada viendo su cara de placer, lo que hizo que me excitara aún más y sintiera la humedad de mi sexo cada vez más. Seguí con aquello paseando mi lengua por cada centímetro de su miembro, disfrutando de ver como aquello le gustaba y le daba el placer que yo quería darle. Movía mi cabeza a un ritmo constante sobre todo al sentir la mano de Stefann en mi cabeza.
Sin embargo pocos minutos después me tomó de la barbilla y ayudada por él me levanté. Apreté el trasero al notar como sus manos masajeaban mis glúteos. Sin dejar de besarle acabé tumbandome apoyada en mis codos. Miré todo lo que hacía intentando aguantar los suspiros y gemidos que me provocaba saber hacia dónde se dirigía. Abrí mis piernas flexionadas dejando que su lengua hiciera el trabajo, me hizo temblar como nunca, mis gemidos empezaron suaves. Pero poco a poco fueron aumentando de volumen mientras me aferraba a la alfombra con fuerza debido a todo lo que estaba sintiendo tan extasiante.
Pero yo no era una mujer que se quedara quieta esperando, y tras unos cuantos minutos disfrutando de su boca en mi humedad lo tomé de los hombros empujandolo hacia atrás para que cayera de espaldas lentamente al suelo. Le miré sonriendo de lado, segura de que lo que iba a hacer le iba a gustar. Cuando estuvo tumbado me coloqué encima de él. Sentada notando como nuestros sexos se frotaban sin parar y empecé a moverme para hacer de ese roce algo desesperante. Cogí sus manos y las llevé a mis pechos para que los masajeara sin dejar de moverme y jadear por el placer.
Kaileigh A. Murdock- Realeza
- Soy : Ariel
Mensajes : 80
Empleo /Ocio : Fotógrafa del Periódico
Fecha de inscripción : 30/08/2012
Re: Got the beat +18
Sensaciones a flor de piel, electricidad deslizandose por cada poro y emoción en cada suspiro. Las manos maestras de Steffan recorrían con una certera precisión las curvas de Lei. Ahueco las palmas de sus manos para poder cubrir los redondeados senos de la pelirroja, hundía sus dedos en las caderas y apretaba con firmeza su trasero.
Sintió la delicada fuerza de la pelirroja actuar sobre el. En su mirada había algo especial, una seguridad y deseo imparables. Sonriendo para ella, mordió su labio. Estiro una mano hacia su rostro y la beso antes de caer sobre el suelo. La fotógrafa tomo las riendas, literal. Y el cuerpo de Steffan se estremeció al sentir la fricción de sus sexos. Obedeció la orden y apretó los senos de Lei para después besarlos y jugar con maestría con sus pezones.
A veces las cosas sucedían por razones inexplicables. El destino actuaba. Steffan dino las gracias por haber estado a esa hora en el parque, si no, no estaría en el cielo con Lei en esos momentos. Era tan ardiente, sensual y a la vez tan angelical y encantadora. Era un imán para el ojiazul. La química actuaba por si sola, la química los había llevado a esa situación.
Duraron así algunos minutos. Nate intercambio posiciones con un suave movimiento, de esta manera la chica quedo debajo. Steffan volvió a besar esos labios que lo volvían loco. Tomo su miembro entre sus manos. Abrió las piernas de Lei y rozo delicadamente su sexo. Mirando el rostro angelical de ella, empujo lentamente. Espero su sonrisa de aprobación para comenzar a bombear lentamente, haciendo que su compañera de trabajo disfrutarla sensación de ser uno.
Sintió la delicada fuerza de la pelirroja actuar sobre el. En su mirada había algo especial, una seguridad y deseo imparables. Sonriendo para ella, mordió su labio. Estiro una mano hacia su rostro y la beso antes de caer sobre el suelo. La fotógrafa tomo las riendas, literal. Y el cuerpo de Steffan se estremeció al sentir la fricción de sus sexos. Obedeció la orden y apretó los senos de Lei para después besarlos y jugar con maestría con sus pezones.
A veces las cosas sucedían por razones inexplicables. El destino actuaba. Steffan dino las gracias por haber estado a esa hora en el parque, si no, no estaría en el cielo con Lei en esos momentos. Era tan ardiente, sensual y a la vez tan angelical y encantadora. Era un imán para el ojiazul. La química actuaba por si sola, la química los había llevado a esa situación.
Duraron así algunos minutos. Nate intercambio posiciones con un suave movimiento, de esta manera la chica quedo debajo. Steffan volvió a besar esos labios que lo volvían loco. Tomo su miembro entre sus manos. Abrió las piernas de Lei y rozo delicadamente su sexo. Mirando el rostro angelical de ella, empujo lentamente. Espero su sonrisa de aprobación para comenzar a bombear lentamente, haciendo que su compañera de trabajo disfrutarla sensación de ser uno.
Steffan N. Cartwright- Realeza
- Soy : Príncipe Eric
Mensajes : 87
Empleo /Ocio : Redactor en el periodico.
Fecha de inscripción : 28/06/2012
Re: Got the beat +18
Inevitablemente no podía dejar de gemir ante sus besos y sus jugueteos sobre mi cuerpo llevandome al más delicioso de los placeres. Hacía mucho tiempo que no me sentía tan bien acostandome con un hombre como me sentía haciendolo con Steffan. No sabía muy bien cómo describir aquello, simplemente que estaba disfrutando al máximo con todo lo que me hacía. Mientras yo no dejaba de frotarme contra él disfrutando así de todo contacto con su cuerpo.
Correspondí a su beso con ganas, casi con desesperación de un modo descontrolado y ardiente a la vez. Mi lengua jugaba con la suya mientras mis manos recorrían su espalda hasta notar cómo me penetraba, lo que me hizo gemir con mucha más fuerza a cómo lo estaba haciendo hasta el momento. Mis uñas se clavaron en su espalda y moví mi pelvis en un impulso indicandole que siguiera, que deseaba aquello desde hacía mucho rato. Me mordí el labio inferior al notar como sus movimientos lentos conseguían llevarme a otro mundo.
Mis piernas se enlazaron por detrás de su trasero empujandole para sentirle más profundamente, mientras buscaba sus labios para volver a besarlos con pasión. -Me encanta Murmuré entre sus labios con la voz ronca por el placer. Intentaba controlar mis gemidos, pero sabía que iban a ir a más cada vez. Después de besarle pasé la lengua por su cuello buscando darle mayor placer. Mordí con suavidad la zona hasta llegar a su oreja, de la cual absorbí el lóbulo en mis labios y jugueteé con él. Mi cuerpo se acompasaba a sus movimientos aunque poco a poco fui incrementándolos para aumentar el placer de ambos.
Correspondí a su beso con ganas, casi con desesperación de un modo descontrolado y ardiente a la vez. Mi lengua jugaba con la suya mientras mis manos recorrían su espalda hasta notar cómo me penetraba, lo que me hizo gemir con mucha más fuerza a cómo lo estaba haciendo hasta el momento. Mis uñas se clavaron en su espalda y moví mi pelvis en un impulso indicandole que siguiera, que deseaba aquello desde hacía mucho rato. Me mordí el labio inferior al notar como sus movimientos lentos conseguían llevarme a otro mundo.
Mis piernas se enlazaron por detrás de su trasero empujandole para sentirle más profundamente, mientras buscaba sus labios para volver a besarlos con pasión. -Me encanta Murmuré entre sus labios con la voz ronca por el placer. Intentaba controlar mis gemidos, pero sabía que iban a ir a más cada vez. Después de besarle pasé la lengua por su cuello buscando darle mayor placer. Mordí con suavidad la zona hasta llegar a su oreja, de la cual absorbí el lóbulo en mis labios y jugueteé con él. Mi cuerpo se acompasaba a sus movimientos aunque poco a poco fui incrementándolos para aumentar el placer de ambos.
Kaileigh A. Murdock- Realeza
- Soy : Ariel
Mensajes : 80
Empleo /Ocio : Fotógrafa del Periódico
Fecha de inscripción : 30/08/2012
Página 2 de 2. • 1, 2
:: Alrededores :: Parque
Página 2 de 2.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Jue Nov 14, 2013 11:52 pm por Invitado
» fairy tales returns elite
Vie Oct 18, 2013 9:50 am por Invitado
» Ciudad Silenciosa (Cazadores de Sombras RPG) ~ Afiliación Elite
Dom Ago 04, 2013 4:28 am por Invitado
» ¡REVIVAMOS STORYBROOKE!
Sáb Ago 03, 2013 9:00 am por Evelynn Stratford
» Creando Mundos [Normal]
Vie Ago 02, 2013 2:37 pm por Invitado
» Registro de nombre y apellido
Lun Jul 29, 2013 12:46 pm por Adah S. Hunter
» Registro de Empleo
Lun Jul 29, 2013 12:45 pm por Adah S. Hunter
» Registro de avatar
Lun Jul 29, 2013 12:41 pm por Adah S. Hunter
» Adah Samantha Hunter {ID}
Lun Jul 29, 2013 12:37 pm por Adah S. Hunter