Con demasiadas prisas [Godric]

Me encontraba en el despacho del periódico, parada adelante del ordenador, mirándolo fijamente, no tenía ideas, ninguna, y eso no era nada bueno. Tenía que conseguir algo, alguna idea, algo nuevo, quería impresionar en el periódico, demostrar que ella se merecía un ascenso. Me levanté ansiosa y nerviosa, empecé a dar vueltas por el despacho , ante la atenta mirada de los demás redactores, no una mirada curiosa, sino divertida, ya se habían acostumbrado a las manías de ella, y ella a las suyas. Me empecé a mover el labio mientras miraba artículos antiguos del periódico: accidentes domésticos, cotilleos y recetas cutres. Nada que le inspirase, la fecha tope del artículo era dentro de una semana, y aunque quedase tiempo… ella quería acabar, para tomarse un tiempo libre. Me senté otra vez en mi silla, cruzando las manos y mirando la página del Word abierta, vacía de palabras con sentido.

Solté varios suspiros, que desesperación que le estaba entrando, mirando al ordenador fijamente, esperando que surgiera una idea de tantas teclas y botones y teclas.. pasaron horas, una hora, dos horas… así, y el despacho se fue vaciando, la gente fue abandonando para ir a su casa, para ir por ahí, para perder el tiempo. Me mordí la lengua, seguramente hoy no fuese su día, no tendría demasiada inspiración, apagué el ordenador mientras cogía su abrigo y su bolso, y salí del despacho, caminando por los pasillos que conducían a la entrada, tardé cincos minutos en llegar a la entrada, me despedí de las pocas personas que quedaban por ahí teniendo una crisis de inspiración como ella. Abrí la puerta rápidamente, mientras salía a la calle, sin mirar al frente, a las personas que se encontrase por el camino..

Me choqué con alguien mientras andaba pensando en mis cosas, me resbalé un poco, pero seguí manteniendo el equilibrio, pero la otra persona no, y junto a el se cayeron varios periódicos. Me quedé varios minutos sin saber que decir.

-Mmmm, lo siento. Iba despistada.-dije rascándome la nuca, sin observar quién era, tenía demasiada prisa. Levanté un poco la mirada, le reconocía, era ese chico que había visto por la redacción, seguramente otro redactor.

Si, lo sé. Parecía estúpido. Aquella mañana, había amanecido con ganas de comerme el mundo. No lo hacía porque... bueno, hay que empezar por lo pequeño, e ir aumentando poco a poco. Así que ahí estaba, decidido a conseguir un ascenso, a dejar de ser un redactor más del Mirror y convertirme en la mano derecha de su director. O en la izquierda. O en alguna extremidad que le fuese útil. Desde que había llegado al periódico, todo lo que me dedicaba a hacer, lo hacía lo mejor que podía. Entregaba mis trabajos, columnas y/o noticias en los dos o tres primeros días de cada plazo y siempre ayudaba y hacía más trabajo del necesario.

Aquél día, sin embargo, fue mucho mejor. Me había levantado, uno de los relojes de mi casa habían vuelto a funcionar y todo me parecía más extraño que de costumbre. Tras ayudar a un par de compañeros en el periódico, dediqué el resto del día a traer cafés, y hacer tareas propias de secretario ya que mis trabajos estaban realizados. Al atardecer, encontré una noticia sobre un par de jóvenes perdidos en los bosques de Storybrooke y me enganché al word como un poseso.

Poco a poco, mis compañeros abandonaron el periódico listos a cenar. Mi dedicación me obligó a salir una hora, dos quizás, más tarde que al resto. Tras bostezar y rascarme la cabeza, agarré la chaqueta y salí con unas cuantas copias del Mirror de la semana pasada y las carpetas con mis noticias imprimidas. Exceso de papeles, pensé, pero no le dí importancia. A medio camino, recordé que no había imprimido la noticia sobre los chicos y me giré.

Faltaba poco para llegar a la puerta del edificio cuando sin querer, alguien optó por chocar conmigo y mientras caía al suelo de culo, vi todos mis papeles volar un poco por los aires.

-¡Joder!-dije algo parecido a un taco. Comencé a arrastrarme por el suelo mientras buscaba amontonaba todas las hojas, sin percatarme siquiera de la chica que estaba a un lado callada. Terminé de amontonarlos y los abracé como pude doblando algunas hojas.-Esto... no te preocupes, ¿vale? Ha sido culpa mía, que no iba mirando.-entonces me di cuenta de que era una compañera del periódico. Como era recientemente nuevo, no conocía a todos, pero la cara de Alice era una de las pocas que conocía aún sin haber hablado con ella.-¿Te he echo daño... esto...?-me hizo el loco respecto a su nombre, para que se presentara.

De repente aparecieron papeles como si de la nada , muchos papeles volando, demasiados diría yo, parecían del Mirror , intentando no parecer una cotilla, intenté no mirar mucho y fui recogiendo los papeles en montoncitos, pero se me escapó uno y intentando que no se fuese con el aire del invierno, lo cogí rápidamente, mientras se los daba todos.


-Mmmmm, lo siento de verdad en serio.. iba un poco despistada y patosa..-dije sin saber que decir, ella no es que fuese muy carismática, nunca lo había sido de hecho. Espero que no se hubiese lastimado ni nada.. se sentiría demasiado culpable, me quedé mirándolo varios minutos, esperando que se lamentase para por lo menos empezar a hablar como personas civilizadas.. pero le pregunto su nombre, rodé un poco los ojos de una forma un poco divertida.

-Alice. Te llamas ..¿Godric?, ¿no?, te he visto por la redacción y esas cosas…-dije simplemente metiéndose las manos dentro del abrigo, por lo menos ella si que se acordaba de su nombre gracias a varias colaboraciones en el periódico, pero no toda la gente tiene la misma memoria.. digo yo..,¿no?

No sabía más nada que decir, y como llevaba demasiado tiempo “tumbado” en el suelo, le ofrecí mi mano para levantarse. Se podría decir que ella era una chica de pocas palabras,o por lo menos así le describía la gente…

De repente, como si la inspiración hubiese venido de repente, ya tenía varias ideas para el artículo, y me salió una sonrisa tonta sin ningún sentido.

Me tendió la mano y aproveché para levantarme. Aún me encontraba sin gota de alcohol en sangre, y estaba enérgico, así que parecía muy despierto, casi rozando lo nervioso.

-No te preocupes, también yo suelo ir como si no hubiera nadie más cerca.-No solía ser patoso, pero una caída la podía tener cualquiera. Suerte que había sido un choque tonto y no con un coche. Siempre había que buscarle el lado bueno a las cosas. Siempre. Ya que luego podías escapar mal si solo veías el lado triste. Agarré los papeles que me tendió y le sonreí. Se habían desordenado por completo.-Ya los ordenaré al volver a casa. Venía por las llaves...-Y al estirar mi chaqueta, noté como estaban ahí. No había podido mirar en ese bolsillo por la prisa y el papeleo.-...pero resulta que no las dejé ahí.

Ahora me tocaría ordenarlos. Por suerte, Granny´s quedaba cerca.-Oye.-Para tratar de borrar la verguenza de la situación provocada por mi.-¿Tienes algo que hacer? Quiero acercarme a Granny´s a tomar algo y ordenar esto. Por si te apetece pasarte, y así te compenso el golpe.-Me sentía en parte culpable por la distracción. Aunque aquello no supusiera más que otra distracción. Pero así me quedaba tranquilo, la invitaba a algo y ordenaba aquello antes de volver a casa.

Cuando respondió a mi tendida de mano volví a meter las dos manos dentro de los bolsillos de mi chaqueta, la verdad es que estaba empezando a refrescar por las calles de Storybrooke, asentí a la petición de ir a Granny´s, le gustaba ese sitio, era cálido y bueno para mantener conversaciones.

Al lado de Godric fuimos andando por las aceras de las calles, primero por la principal, a pesar de ser un pequeño pueblo, se veía tránsito a aquellas horas de la noche, donde la gente salía para pasárselo bien, no como ella, que se pasaba horas en la redacción con tal de mantener contento al jefe… era capaz de todo, se podía decir en resumidas palabras.. que era una adicta al trabajo. Seguimos andando, la verdad es que había un poco de silencio incómodo y demasiada tensión ,y como le apetecía tanto soltar una de sus frases típicas, la soltó.


-Ha pasado un ángel.-dije mientras soltaba un par de risillas, seguramente Godric le soltaría alguna mirada de “ni puta gracia pero vale”, algo que le solía soltar la gente, podría ser rara.. sí, seguramente sería eso, pero a ella prefería decir que era especial, de edición limitada, que era diferente a las demás, que no era del montón, y era algo que el distinguía de las otras personas.


Solté un suspiro, y por con el salió un poco de halo, ya sabes, ese nube que sale cuando hace bajas temperaturas, levanté un poco la mirada y vi que la puerta de Granny´s estaba a la vuelta de la esquina, empecé a acelerar un poco el paso pero poco para que Godric pudiese adelantarle. Me encontré con la puerta delante y decidida, giré el pomo mirando de reojo a Godric para que pasase primero, “los señoritos primero”.

Desde fuera se podía ver que el local estaba bastante lleno, vi desde fuera un capuccino en la barra.

Comenzamos a andar mientras iba ensimismado en ordenar los papeles. Mi bendita manía de numerar las paginas del word. Durante un breve tiempo no me di siquiera cuenta de que íbamos totalmente en silencio hasta que la chica comentó sobre el paso de un ángel. Reí divertido dejando de prestar atención a los papeles. Aquella era una frase que una amiga decía mucho, y me había recordado las situaciones en las que la había oído. Esa amiga... bueno, mi ex...

-Lo siento, culpa mia de nuevo. Voy muy centrado en el papeleo.-Para evitar aburrirla de nuevo, decidí darle conversación. No sabía por qué, la chica parecía algo tímida... o más bien silenciosa. Pero yo era propenso o a caer muy bien, o a caer fatal a la gente, y todo por mi capacidad de hablar.-Y oye, que no suene indiscreto... ¿Qué hacías hasta tan tarde en el periódico?-dije sonriendole.-No creo que sea uno de tus lugares por excelencia para pasar el rato, ¿no?

Continuamos avanzando hasta llegar a Granny´s y Alice se adelantó para abrir la puerta. Hice una semireverencia graciosa y entré sujetando la puerta para dejarla pasar.

Fuera había claramente mucho menos ruido y mucho más frío que dentro. Las mesas estaban casi completas y la barra igual. Solo el lado más cercano de la barra a la puerta tenía cuatro taburetes libres e hice amago de dirigirme hacía ellos. Al menos estaríamos en una esquina, cerca de la cafetera, cerca de las camareras que servían y lo más alejado del ruido generalizado de parejas y amigos hablando con demasiado volumen.

-¿Qué te apetece? No te cortes, que invito yo.-le sonreí con una de mis mejores sonrisas.-Por las molestias.

Entré a Granny´s seguida por Godric, hacía mucho menos frío, y era algo que agradecía mucho.Sonaba de fondo una de sus canciones favoritas, se veía a varia gente sentada en las mesas, algunas adolescentes montando barullo, alguna que otra pareja discutiendo, y unos ancianos jugando al dominó en una mesa del fondo . Mientras se sentaban en la mesa de la esquina le contestó a todas sus preguntas… aunque fuese tímida, no le gustaba dejar a la gente con la palabra en la boca.
-Digamos que intentaba acabar un artículo, falta de inspiración.-dije simplemente mientras me encogía de hombros.- No , no hace falta.-dije mientras me negaba y sonreía no le gustaba depender de los demás, era demasiado independiente… para ella era una virtud, para otros un defecto. Después de unos minutos vino una camarera un poco extravagante , destacaba por su pelo rosa y sus lentillas de color violeta.

-“¿Qué os apetece amores?”-dijo con un tono amable y cordial.

Yo pedí lo que siempre solía tomar cuando venía, un capuccino con un poco de vainilla, cuando Godric pidió lo que quería , la camarera se fue y me limité a hacer las mismas preguntas que me hizo él antes.

-¿Y tú que hacías tan tarde en la redacción ,eh?-dije mientras le miraba con curiosidad, seguramente le pasaría lo mismo que a ella, escasez de inspiración. No quería sonar fría y distante, pero ella era así..- ¿Trabajas hace poco? Si no me equivoco..

Después de varios minutos hablando sobre temas no demasiado importantes, vino la camarera con lo que habían pedido. Cogí con las dos manos el capuccino de vainilla , pero para mi mala suerte quemaba bastante.

-Mierda..-dije sin pensar, mientras esperaba que se enfriase un poco más