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Ejercicio Matinal. {Ender}
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:: Alrededores :: Parque
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Ejercicio Matinal. {Ender}
Mucho se ha hablado de los beneficios de correr rutinariamente, y es todo cierto. Este deporte está tan asimilado que todos tenemos la imagen mental del corredor matutino, con su chandal, sus zapatillas de deporte, su mp3/cacharrito-cuenta-pulsaciones y botellita opcional.
Ambrose, fiel creyente de esta extraña religión corría a diario, siempre cuando el alba rompía la noche trocándola por un cielo de plata y seda. Aunque... no corría de una forma habitual. Normalmente se corre a un paso regular, como un trote continuo y fluido. Él sin embargo... Parece que huye de algo, corre a toda la velocidad que le permiten las piernas, si tropieza avanza a largas zancadas hasta equilibrarse, si cae rueda por el suelo y se dispara como un muelle hacia adelante sin demora... y si se encuentra un obstáculo que le llegue por debajo del hombro, pasa por encima limpiamente con manos y pies, o mejor aún, sólo con las manos.
Cuando Ambrose corre, se deja la piel en ello. Y es que no lo hace por salud, en absoluto. Con veintitantos aún se cree invulnerable. Corre por que lo necesita. Porque sencillamente, no puede pasar sin ello. Hace poco vio una película en la que un personaje que actuaba medio raro desde el principio, en el momento cumbre de la peli (o casi) dice "Mi secreto es que siempre estoy enfadado".
Y Ambrose se identifica con él, porque su secreto es que siempre esta nervioso, siempre acelerado por encima de todos los demás. Así que por eso todas las actividades para domar sus nervios: Por eso la papirofléxia, las siestas, reposar al sol con la guitarra, el relajarse a toda costa...
Y sobre todo, por eso corría como si el infierno se abriese a sus espaldas cada mañana. Necesitaba quemar toda esa energía, volver casi a rastras, ducharse y entonces y sólo entonces... sentía que podía enfrentarse a un día a día que él sentía transcurrir a paso de tortuga.
Ahora mismo descansaba jadeante en una de las tapias del parque. No apoyado en ella, si no acuclillado en lo alto y con la punta de los dedos rozando la fría piedra para guardar el equilibrio. Si, eso mismo, como una gárgola.
Respira profundamente, despacio, intentando calmar su desbocado corazón. La carrera por hoy ha terminado e intenta, poco a poco, "civilizarse" lo suficiente como para volver a casa sin llamar la atención.
Al fin y al cabo, ¿Quién pasea por el parque al amanecer?
Ambrose, fiel creyente de esta extraña religión corría a diario, siempre cuando el alba rompía la noche trocándola por un cielo de plata y seda. Aunque... no corría de una forma habitual. Normalmente se corre a un paso regular, como un trote continuo y fluido. Él sin embargo... Parece que huye de algo, corre a toda la velocidad que le permiten las piernas, si tropieza avanza a largas zancadas hasta equilibrarse, si cae rueda por el suelo y se dispara como un muelle hacia adelante sin demora... y si se encuentra un obstáculo que le llegue por debajo del hombro, pasa por encima limpiamente con manos y pies, o mejor aún, sólo con las manos.
Cuando Ambrose corre, se deja la piel en ello. Y es que no lo hace por salud, en absoluto. Con veintitantos aún se cree invulnerable. Corre por que lo necesita. Porque sencillamente, no puede pasar sin ello. Hace poco vio una película en la que un personaje que actuaba medio raro desde el principio, en el momento cumbre de la peli (o casi) dice "Mi secreto es que siempre estoy enfadado".
Y Ambrose se identifica con él, porque su secreto es que siempre esta nervioso, siempre acelerado por encima de todos los demás. Así que por eso todas las actividades para domar sus nervios: Por eso la papirofléxia, las siestas, reposar al sol con la guitarra, el relajarse a toda costa...
Y sobre todo, por eso corría como si el infierno se abriese a sus espaldas cada mañana. Necesitaba quemar toda esa energía, volver casi a rastras, ducharse y entonces y sólo entonces... sentía que podía enfrentarse a un día a día que él sentía transcurrir a paso de tortuga.
Ahora mismo descansaba jadeante en una de las tapias del parque. No apoyado en ella, si no acuclillado en lo alto y con la punta de los dedos rozando la fría piedra para guardar el equilibrio. Si, eso mismo, como una gárgola.
Respira profundamente, despacio, intentando calmar su desbocado corazón. La carrera por hoy ha terminado e intenta, poco a poco, "civilizarse" lo suficiente como para volver a casa sin llamar la atención.
Al fin y al cabo, ¿Quién pasea por el parque al amanecer?
Ambrose De Iellazory- Chicos de Storybrooke
- Soy : Adívinalo
Mensajes : 93
Empleo /Ocio : Amante del Té
Fecha de inscripción : 21/07/2012
Re: Ejercicio Matinal. {Ender}
No podía dormir. Después de todo lo que le había estado pasando los últimos días le resultaba imposible. No paraba de darle vueltas la cabeza y, ¿de que servía negarlo?, también el corazón. Era horrible y a la vez lo mas placentero del mundo. Suspiró antes de ponerse una sudadera roja y pasarse la cazadora de cuero por encima, dejando la capucha fuera y cogiendo tan solo las llaves de su casa. Estaba empezando a pensar que sería bueno comprarse un perro para estas salidas. Al menos no se sentiría tan solo en casa. Aunque luego cuando se paraba a pensar en recoger, limpiar, educar, duchar, dar de comer, paseos obligatorios, molestias a los clientes... la idea se le iba pronto de la cabeza. No tenía ganas de la mitad de las cosas que formaban esa lista.
Abrió la puerta y salió al exterior, frotandose las manos para calentarlas y soplando un poco en ellas, metiendoselas en los bolsillos. Por raro que pudiera parecer no le apetecia hacer deporte a esas horas de la madrugada, pero tampoco quería quedarse en casa. Echó a caminar por el pueblo e inconscientemente sus pasos lo llevaron hasta la casa de él. Bueno, de ellos ahora. La miró desde unos metros lejos. No había ninguna luz encendida y no le extrañaba, era tarde como para estar despierto y en esa casa se madrugaba quisieran o no. Suspiro con una leve sonrisa y siguó caminando sin prisas, sin sacar las manos de sus bolsillos, medio encogido de hombros por el frio.
Sin saber como, llegó hasta el paseo marítimo y se quedo mirando el mar, apenas visible con la poca luna de la que disponía esa noche. Resultaba imposible ver el horizonte. Acabó sentandose sobre el muro que separa el paseo de la playa, dandole la espalda al mar. Fué entonces cuando lo vió. Había un tio corriendo como loco por el parque, saltando por ahí e incluso tropezando algunas veces. ¿Estaba pirado? Quizá si. Había de todo en aquel pueblo y ya pocas cosas le llegaban a extrañar. Decidió acercarse un poco a curiosear. Cualquier persona que hiciese deporte le interesaba, al fin y al cabo él era preparador físico, sabía de esas cosas. Decidió tomarselo un poco a broma, siempre era como mejor conseguia iniciar las conversaciones. Subió algo el tono de voz para que el hombre se percatara de su presencia sin tener que estar a un metro de él. ¿No te han dicho nunca que no es recomendable tomar mas de tres redbulls al mismo tiempo?
Abrió la puerta y salió al exterior, frotandose las manos para calentarlas y soplando un poco en ellas, metiendoselas en los bolsillos. Por raro que pudiera parecer no le apetecia hacer deporte a esas horas de la madrugada, pero tampoco quería quedarse en casa. Echó a caminar por el pueblo e inconscientemente sus pasos lo llevaron hasta la casa de él. Bueno, de ellos ahora. La miró desde unos metros lejos. No había ninguna luz encendida y no le extrañaba, era tarde como para estar despierto y en esa casa se madrugaba quisieran o no. Suspiro con una leve sonrisa y siguó caminando sin prisas, sin sacar las manos de sus bolsillos, medio encogido de hombros por el frio.
Sin saber como, llegó hasta el paseo marítimo y se quedo mirando el mar, apenas visible con la poca luna de la que disponía esa noche. Resultaba imposible ver el horizonte. Acabó sentandose sobre el muro que separa el paseo de la playa, dandole la espalda al mar. Fué entonces cuando lo vió. Había un tio corriendo como loco por el parque, saltando por ahí e incluso tropezando algunas veces. ¿Estaba pirado? Quizá si. Había de todo en aquel pueblo y ya pocas cosas le llegaban a extrañar. Decidió acercarse un poco a curiosear. Cualquier persona que hiciese deporte le interesaba, al fin y al cabo él era preparador físico, sabía de esas cosas. Decidió tomarselo un poco a broma, siempre era como mejor conseguia iniciar las conversaciones. Subió algo el tono de voz para que el hombre se percatara de su presencia sin tener que estar a un metro de él. ¿No te han dicho nunca que no es recomendable tomar mas de tres redbulls al mismo tiempo?
Ender A. Rush- Seres Mágicos
- Soy : Pegaso
Mensajes : 207
Empleo /Ocio : Entrenador personal
Edad : 34
Localización : Entre mi gimnasio y la casa Northwest
Fecha de inscripción : 03/09/2012
Re: Ejercicio Matinal. {Ender}
Cerró los ojos, alzo su rostro al cielo y respiró profundamente. Ya empezaba a sentir el delicioso hormigueo por todo su cuerpo, esa sensación cálida tras el ejercicio que a veces le erizaba la piel. Sentía la textura agrietada del muro con la punta de los dedos.
Abrió los ojos. A un extremo del cielo el firmamento nocturno aún relucía enjoyado. En el extremo opuesto el alba comenzaba a derramarse, bañando con su luz de plata vieja todo a su paso...
Ambrose pensó qu...
Oyó una voz salida de ninguna parte y se asustó; - Pero qué coñ...- llegó a decir antes de perder el equilibrio y desaparecer al otro lado de la tapia. Siguió el sonido sordo al chocar contra la hierba y segundos más tarde, un quejido ahogado.
No se quedó echado en el suelo, qué va. Se puso en pie, listo para trepar el muro con uñas y dientes cuando vio que el portón estaba a poco más de cuatro metros. Tratando de mantener la dignidad y poniendo cara de "así es como siempre bajo los muros" se dirigió hacia el otro lado para saludar debidamente al sujeto que lo habíaasustsobresaltado.
Abrió los ojos. A un extremo del cielo el firmamento nocturno aún relucía enjoyado. En el extremo opuesto el alba comenzaba a derramarse, bañando con su luz de plata vieja todo a su paso...
Ambrose pensó qu...
Oyó una voz salida de ninguna parte y se asustó; - Pero qué coñ...- llegó a decir antes de perder el equilibrio y desaparecer al otro lado de la tapia. Siguió el sonido sordo al chocar contra la hierba y segundos más tarde, un quejido ahogado.
No se quedó echado en el suelo, qué va. Se puso en pie, listo para trepar el muro con uñas y dientes cuando vio que el portón estaba a poco más de cuatro metros. Tratando de mantener la dignidad y poniendo cara de "así es como siempre bajo los muros" se dirigió hacia el otro lado para saludar debidamente al sujeto que lo había
Ambrose De Iellazory- Chicos de Storybrooke
- Soy : Adívinalo
Mensajes : 93
Empleo /Ocio : Amante del Té
Fecha de inscripción : 21/07/2012
Re: Ejercicio Matinal. {Ender}
Me encogí de hombros con una pequeña mueca cuando de pronto vió como lo había asustado y este se había caido por el otro lado del muro. ¿Se habría hecho daño? Me acerqué corriendo y me asomo al borde del muro, echando un ojo al otro lado. Veo al hombre levantandose y trepando de nuevo muro arriba. Que agilidad tenía el tío... Eh.... siento haberte asustado... no esperaba que pasara esto. Ahora que lo veía físicamente bien y veía que estaba en perfectas condiciones, al recordar lo que acababa de suceder le costaba ocultar la risa. Era divertido si no te había pasado a ti. Al final np pude contenerme y solté una leve risita. Le tendí la mano en un gesto amistoso. Me llamo Ender. Se la dejé tendida, dudoso de si la estrecharía, había gente muy extraña en aquel pueblo. Te he visto mientras corrias...¿no sabes que puede ser malo? Es mejor repartir la energía. Te puede dar un ataque entrenando asi. Me subí de un salto al muro que separa el parque de la playa, sentandome sobre él, poniendo las manos sobre la fria piedra. Observó el amanecer con una leve sonrisa y luego volvió a mirar al hombre. Me dedico a esto, soy entrenador personal. Sé de lo que me hablo. No sería el primero al que le pasa algo por sobreesforzarse mas de lo debido de la forma incorrecta. Aunque habiendolo visto antes cualquiera habría pensado que le habían puesto hormigas en los pies.
Ender A. Rush- Seres Mágicos
- Soy : Pegaso
Mensajes : 207
Empleo /Ocio : Entrenador personal
Edad : 34
Localización : Entre mi gimnasio y la casa Northwest
Fecha de inscripción : 03/09/2012
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