Haciendo ejercicio - Ender +18

Me apetecía hacer algún deporte de riesgo o algo que implicara ejercicio físico fuera del gimnasio. Por eso había llamado a Ender, él era al mejor que podría llamar para hacer algo de deporte de riesgo. No había dudado ni un segundo al marcar su teléfono y quedar con él directamente en el bosque. Me puse una camiseta de tirantes blancas y un pantalón corto de algodón, unas deportivas de montaña y cargaba una mochila llena de todo lo necesario. Necesitaba hacer ejercicio y despejarme. Tenía la suerte de librar aquella tarde así que no habría ningún problema ni ninguna prisa de nada. Además últimamente poco trabajo teníamos los bomberos, no había ninguna emergencia hacía días por lo que tampoco me iba demasiado preocupado cuando tenía el día libre. Salí de casa de aquella manera decidido a ir andando a buscarle.

Al llegar sonreí feliz y llamé a su puerta esperando que saliera y que estuviera preparado. Por teléfono simplemente le había comentado que me apetecía hacer deporte por el bosque que a ver qué se le ocurría. Así que me iba a dejar sorprender por lo que me tuviera preparado. Cualquier deporte me venía bien mientras fuera en su compañía, lo cual iba a resultar divertido y agradable a la vez. No iba a negarlo, Ender era un chico muy atractivo, a cualquiera le resultaría interesante y ¿Quién no querría pasar tiempo con él? Estaba emocionado y nervioso, quizás incluso excitado, tenía muchas ganas de pasar la tarde así.

Quería que me abriera ya la puerta y aunque no hacía ni dos minutos que había picado a la puerta ya quería verle por saber lo que haríamos en el bosque. Me apoyé en el marco de la puerta con una mano cruzando uno de mis pies por delante del otro. Por suerte tampoco hacía un Sol abrasador y se estaba bien, eso ayudaría a la hora de ir al bosque, así no nos agobiaríamos tanto. Seguramente aquella noche dormiría como un bebé todo cansado de un día ajetreado.

Me había animado en cuanto recibí la llamada de Zackery esta mañana. No me había sentado demasiado bien al principio, pues casi casi tengo que negarme al recordar un par de citas por la tarde. Por suerte había podido poner una pobre excusa y había adelantado una para la mañana y otra para la tarde siguiente. Suerte de pacientes sin mas cosas que hacer que perder el tiempo... siempre tenían flexibilidad en sus horarios. Hacía muchisimo que no veía a Zack, y a parte de sus risas y el buen rato que pasaban siempre juntos, echaba de menos esa mirada picarona que siempre terminaba volviendolo loco.
Casi salté de alegría cuando logré librarme de las citas y me fuí volando hasta el trastero, abriendo la puerta y mirando los materiales de los que disponía. Todavía tenía secando las cuerdas del barranquismo y tenía que arreglar algunos de esos mosquetones, pero ya me dedicaría a eso en otro momento. Iba a tener que comprarme unos guantes nuevos porque los viejos habían quedado machacados. Por un momento pensé en coger las bicis y salir a hacer ruta de montaña, estaría genial, pero estaba todavía semiagotado por la tardecita que pasé con Vick. Malditos bomberos...
Al final sonrío al encontrar una vieja cuerda bastante larga que hace mucho que no utilizaba. Recuerdo perfectamente para que la compré.. y sería una muy buena idea, además de divertida. me la colgué al hombro y le fuí enganchando varios arneses, un par de neoprenos y unos cuantos mosquetones antes de entrarla en casa y revisarla metro por metro para asegurarme de que estaba en buen estado.
Preparé algo rápido pero energético para comer y me lo llevé al salón, comiendo frente a la televisión sin prisas, quedandome medio adormilado después hasta que oí el timbre. Tuvo que sonar varias veces hasta que reaccioné y me levanté, rascandome la nuca mientras bostezaba, abriendo la puerta. Sonreí al instante, revolviendome un poco el pelo y haciendole un gesto con la cabeza para que pasara, cerrando tras él. Espero que no estuvieras deseando hacer algo demasiado cansado... he optado mas bien por lo divertido. ¿Te apetece hacer tirolina acuatica? He pensado en hacerlo en el lago, podría atarla al saliente rocoso ese que hay tan pendiente... asi para subir habría que hacer escalada y luego nos zambullimos con la tirolina...¿Que me dices? Le miro con una de mis mejores sonrisas, repasandole con la mirada de forma poco disimulada, sonrojandome un poco al darme cuenta de que probablemente se haya dado cuenta.

tirolina:

Le miré con una gran sonrisa cuando abrió la puerta con el pelo revuelto. Entré como me indicó lo que aproveché para mirarle sin que se diera demasiada cuenta. -Lo que hayas preparado me parece bien. Dije antes de que me preguntara si me parecía bien hacer aquello. Le miré abriendo los ojos ampliando aún más mi sonrisa. ¿Cómo no me iba a gustar aquel plan? Me encantaba el agua y además por lo que comentaba implicaba hacer ejercicio físico. No había nada en ese plan que me disgustase, así que no iba a negarme para nada. -Es un gran plan, pero en ese caso, me tendrás que dejar un traje de neopreno. Que vengo con lo justo ya me ves! Dije abriendo mis brazos y mirando hacia abajo. Volví a mirarlo viendo cómo estaba sonrojado, con lo que no pude evitar sonreir de lado y le revolví el pelo divertido.

-¿Qué te pasa? Dije riendome levemente mientras me apoyaba en la pared cruzandome de brazos. -Bueno y ¿a qué estamos esperando? Sonreí de lado mientras le miraba sin cortarme. ¿Por qué tendría que cortarme? Me separé de la pared dispuesto a ayudarle con el material. Era innegable que me atraía pero éramos humanos ¿no? -¿Necesitas que te ayude con algo? Pregunté aún manteniendo aquella sonrisa. Me moría de ganas, ahora que ya sabía lo que íbamos a hacer, de ir al lago ya de una vez. Estaba impaciente como un niño pequeño la noche de reyes.

Recordaba los momentos en los que anteriormente había quedado con él, me lo había pasado realmente bien y las risas nunca habían cesado unas detrás de otras. Me gustaba estar con él, no había razón alguna por la que me gustara estar con él, simplemente me gustaba. No había más historia, muchas veces nos complicábamos la vida buscando mil historias para justificar lo que sentíamos. No había que ser tan complicado, simplemente disfrutar de las cosas que la vida nos brindaba, eso sí, mientras se estuviera sólo. Que luego estando con alguien era lo más fiel del mundo, era de los que pensaba que si estabas con alguien no necesitabas buscar a nadier más.

Sonreí mordiendome el labio por dentro solo de imaginarme al chico en neopreno. No se porque, pero los malditos neoprenos, cuando uno se quita la parte superior del mono, me resultan la cosa mas excitante del mundo. Ya habia pensado en eso, no te preocupes que ya sabes que siempre tengo neoprenos para ti, payaso. Le doy un golpecito suave en la mejilla con una sonrisa y cuando terminamos de revisar el material y meterlo todo en las bolsas cojo las llaves de mi jeep y le hago un gesto con la cabeza para irnos hacia el garaje.
Dejo las bolsas en la parte trasera y me acerco al armario, sacando mi neopreno y otro de los que utilizo para las clases de monitor, pasandoselo. Imagino que ese te ira bien... prueba y me dices. Empiezo a desnudarme yo allí mismo, quedandome solo con el boxer debajo a modo de bañador y poniendome el neopreno por encima, subiendolo solo hasta la cintura. Me siento de un salto en el asiento del conductor del Jeep y le miro. ¿Y tu eres bombero? Se supone que tenéis que saber cambiaros rápido... Me mofo un poco, pero la verdad es que la vista no me resulta nada incómoda ni mala. No me corto esta vez mirandole, pues esta justificado (?)
Termina subiendose al jeep tras asegurar que le queda bien y salimos de casa, introduciendonos por una de las carreteras del bosque hasta dar con el desvío, pasando a rodar por un camino empedrado que no hace mas que provocarnos botes en el asiento. Llegamos finalmente al lago y sonrío, parando el motor y bajandome de un salto. Bueno... ya estamos aqui. Voy a subir a colocar la cuerda, amarra a algun árbol aqui abajo el otro extremo.
Cojo la cuerda y unos cuantos mosquetones y anclajes, echandomela al hombro y sin pensarmelo demasiado me tiro al lago y nado hasta la pared rocosa al otro lado, empezando a escalar sin demasiados problemas. La escalada es mi segundo deporte favorito y esta pared la habré escalado mil veces. Ato la cuerda arriba del todo y le miro, pegandole un grito. ¡Tensala! Me quedo esperando desde allá arriba y cuando la cuerda esta tensa y recta me ato uno de los mosquetones al arnés y me dejo caer por la tirolina, soltandome antes de llegar abajo, zambullendome de golpe en el agua.
Salgo riendo hasta la orilla, mirandole. Venga tío, tienes que probarlo. Le paso un arnés para que se lo ate también a la cintura y aprovecho a revisar los amarres del árbol que ha hecho, para asegurarme de que no vayan a soltarse.

jeep:

lago:

Sonreí negando con la cabeza cuando me llamó payaso. La verdad es que lo era, bastante, pero era más divertido sonreír que andarse preocupando por todo. Hice el amago de morderle la mano cuando me dio el toquecito en la mejilla. Luego le ayudé a meterlo todo en bolsas y me dirigí con él al garaje viendo su flamante jeep rojo allí aparcado. Me encantaba aquel automóvil, no era muy fanático de los coches y esas cosas pero, me gustaba ir en ese cuatro ruedas. Le ayudé a colocarlo todo en la parte trasera y cogí el neopreno que me pasó él. Pero me quedé obnubilado fijandome en su trasero, para qué negarlo. Era inevitable fijarme en su cuerpo, el cual después de deleitarme con aquella vista recorrí su cuerpo con la mirada mientras me iba quitando toda la ropa hasta quedar de igual modo que él. Estaba subiendome el traje cuando dijo que era lento, le miré entrecerrando los ojos con el traje a medio subir, dejandolo sobre mis caderas con el elástico de mis bóxers a la vista. -Enano, allí está todo preparado para hacerlo rápido. Me di cuenta de que me miraba con lo que aproveché para provocar un poco más. Metí la mano por debajo del traje y coloqué mis bóxers bien ya que se me habían subido algo de las piernas. Acto seguido me subí al jeep y salimos en dirección al lago.

En poco rato ya estábamos allí. Me dio órdenes mientras cogía las cosas necesarias para irse a la escalar la pared rocosa. Sin pensarmelo dos veces miré el árbol más alto y subí a éste sin problemas, aunque si me rasguñé un poco los brazos y el pecho, pero nada importante. Eso me hacía más sexy, me gustaban las heridas de guerra como yo las llamaba. Al estar arriba sentado en una de las ramas preparando la cuerda alrededor escuché su nueva orden. Tensé la cuerda al máximo y la até al árbol asegurándome de que estaba bien y no habría problemas. -¡Ya! Dije para que se lanzara, cosa que enseguida hizo. Bajé del árbol y me acerqué a la orilla. Cogí el arnés que me pasaba, me lo coloqué y me lancé al agua yendo hacia la pared rocosa por la que él antes había escalado. Haciendo gala del físico que los bomberos debíamos tener debido a las pruebas físicas que se pedían, subí hasta arriba. Enganché el arnés a uno de los mosquetones y sin pensármelo mucho me lancé. ¡Aquello era increíble! Después me solté cayendo al agua con gran fuerza. Comencé a bucear hasta que salí a la superfície. Me acerqué a Ender por la espalda y cogiéndolo de la cintura lo lancé al agua mientras me reía con medio cuerpo dentro. -Vaya, vaya... el entrenador estaba desprevenido eh! Dije de forma divertida para después reirme a carcajadas.

Reviso la colocación de los mosquetones y me quedo mirandolo mientras se zambulle en el agua desde la tirolina. La verdad es que la situación no puede ser mas excitante, y la descarga de adrenalina en la tirolina es brutal.
Noto su brazo alrededor de mi cintura y sonrío pese a que me atrae al agua con él, lanzandome y hundiendome por unos segundos. Saco la cabeza del agua y me echo el pelo hacia atrás, apartandome de la frente y mirandole con una sonrisita divertida. Sabía perfectamente lo que ibas a hacer... te conozco Zackie... y por eso mismo... Me acerco a él en el agua sin dudarlo demasiado y mientras que con una mano lo agarro de la nuca me acerco a besarlo, mordiendole levemente el labio inferior y tirando un poco hacia mi, separandome y nadando hasta la pared, empezando a escalar de nuevo algo sonrojado por el atrevimiento, pero mas que complacido por la sensación. Joder, esta demasiado bueno, desequilibra mi cuidada salud mental.
Me engancho con el mosquetón a la cuerda y me coloco de frente a la roca, preparandome para caer de espaldas. ¡Eh pichón! En el cuerpo de bomberos no os enseñan a hacer esto. Me dejo caer y en cuanto llego a la mitad del lago me suelto y giro hacia atrás, cayendo de espaldas con la cabeza por delante, zambullendome hasta casi rozar el suelo con las manos. Suerte que esta parte del lago es profunda o me habría abierto la cabeza.
Salgo del agua escupiendo un chorrito con la boca cual fuente y tras apartarme el pelo de la cara lo miro con una sonrisita divertida.

Le miré fijamente cuando salió del agua, así mojado estaba realmente sexy. Sonreí divertido cuando se fue acercando a mi. Alcé una ceja cuando dijo que era predecible. ¿Lo era? Desde luego él no lo era porque el beso me pilló de sorpresa me quedé quieto sin decir nada. Se fue y me relamí los labios notando aún el sabor de los suyos. Se fue nadando hasta la pared rocosa y volvió a tirarse de la tirolina. Lo miré cómo saltaba y sonreí fascinado por el salto y aún por el beso. Fui caminando lentamente por el agua hasta tener que nadar. Sonreí cuando vi cómo me miraba y me zambullí en el agua buceando hasta llegar a su espalda. Salí por detrás de él posando mis brazos alrededor de su cintura y comencé a besar su cuello despacio. -No te creas que te vas a librar tan fácilmente. Susurré a su oído dandole un leve mordisco en la oreja. Apreté su cuerpo contra el mío aún en aquella posición. -Atente a las consecuencias rubito Comenté con una sonrisa ladeada y seguro de mí mismo. Volví a besarle nuevamente por el cuello aprovechando para quitarle con la lengua las pequeñas gotas de agua que habían en él.

-En el cuerpo de bomberos no me enseñan a saltar así, pero sí a sujetar bien a la gente para poderles salvar la vida con facilidad. Reí levemente mientras giraba colocandome en frente de él sin soltarle. -Y bien... cómo era eso que has hecho antes? Dije con fingida inocencia mientras me acercaba a sus labios y le besaba de nuevo, colando mi lengua en su boca, mordisqueando su labio inferior. Me separé de él y lo hundí en el agua mientras me reía a carcajadas. -Hala refrescate que ya estás demasiado calentito. Volví a reirme metiendome bajo el agua también y volví a besarle allí dentro haciendo que salieramos a la superfície mientras acariciaba su espalda.

Lo dejo salir a mi espalda y sonrío cuando noto sus brazos rodearme la cintura, pegandose a mi por la espalda. Por Merlín y todos los dioses, que torso. Siento sus besos en mi cuello y me tiembla todo mientras el pelo se me pone de gallina. Siento como me apresa mas y me muerde la oreja, haciendo que el temblor sea mas intenso. Maldito... sabes lo mucho que me pone eso. Siento de nuevo su lengua en mi cuello y me estremezco, viendole de pronto frente a mi y sonríendo todavía mas. En el cuerpo sois unas nenazas. Que si bomberos que si bla bla bla... tendría que entrenaros yo en lugar de ese payaso que teneis por entrenador. Entonces si serías bomberos de verdad. Lo provoco a modo de burla, dejando que me bese, corresponiendole con ganas mientras llevo mi mano a su nuca, excitadisimo. Y entonces me hace una de sus cabronadas y me hunde en el agua, carcajeandose. Tengo intención de salir para coger algo de aire, pues me ha tomado desprevenido, pero antes de que lo pueda hacer aparece y me besa. Lo correspondo pero no tardo mas que unos segundos en separarme y salir a por aire. Pero no me hagas estas cosas hombre, que me matarás. me río y le doy con el dedo en un hombro, riendo levemente, dejando que me acaricie la espalda con esas manos grandes que pueden llegar a volverme turuleta. Zacky, Zacky, Zacky. Que malo eres. Me acerco de nuevo a él, atrapando sus labios con los mios, arrastrandolo un poco hasta la pared, pegandole contra la roca y paseando mis manos mojadas por su pelo, bajando por sus costados hasta su culo, agarrandolo con fuerza.

Noté cómo temblaba, y no pude evitar reír con algo de perversión cuando dijo que aquello le ponía. Así que volví a arremeter contra su cuello. Me gustaba jugar y provocar, y cuando se me decía que algo ponía, o que no sabiendo que era un sí, lo hacía más aún. -¿Entonces te van las nenazas? Pregunté divertido después de besarle y tirar de su labio inferior con suavidad. Luego le hundí con más motivo por lo que había dicho. No tardamos mucho en salir a la superfície ya que él se había hundido sin apenas aire. -No, no quiero matarte... bueno así no. Dije guiñandole un ojo con una sonrisa ladeada. Me tuve que reir con lo último que dijo dejando después que juntara sus labios con los míos y correspondiendo a aquel beso. Me dejé llevar a la pared por la que habíamos estado escalando. Apreté el trasero cuando me lo cogió y sonreí con picardía mientras le rodeaba con los brazos por el cuello y volvía a besarle con hambre, de manera algo más descontrolada mientras pegaba mi cuerpo al suyo provocando un simple y provocativo roce de nuestros cuerpos. Bajé mis manos a su cintura volviendo a su cuello y bajando por su pecho con mis labios, mordiendo, lamiendo y besando a mi antojo por toda aquella zona. -Y ¿con qué tipo de ejercicio quieres entrenar a este bombero? Pregunté riendo levemente mientras le miraba de una manera intensa y le mordía despues la mejilla. Entonces lo giré a él sobre la roca y comencé a quitarle el neopreno que llevaba y que de momento no quería usar. El problema era dónde dejarlo, pero observé que cerca había una roca saliente, así que lo dejé allí y volví con el chico ya en ropa interior. -Así estás mucho mejor. Comenté apresandolo contra la pared pasando de nuevo la lengua por su oreja descenciendo por su pecho y hundiendome para hacerlo hasta su abdomen parando justo en el elástico de sus bóxers. Salí a la superfície sonriendo. -Sabes muy bien Dije riendome un poco mientras me pegaba a él de nuevo, haciendo que mi cuerpo se frotara contra el suyo.

Sonreí lascivamente aún pegado a sus labios, atrayendolo hacia mi por la cintura, pegandolo completamente a mi. Me van las nenazas sumisas como tu. Lo dejé hacer, que avanzara en su juego, que moviera varias fichas e hiciese trampa si quería. No me importaba. Podía dar todos los pasos que quisiera que luego me los cobraría uno a uno.
Reí todavía entre temblores mientras me repasaba con su lengua, observandolo todavía mas sexy de lo que era con todo el pelo mojado y el torso resbalando agua por todas partes. Sabes muy bien que tipo de entrenamiento tengo preparado para ti, Zacky. Si quieres puedo darte un adelanto. Cojo su mano y la llevo directa a mi paquete, la mar de contento por los impulsos que esta recibiendo de parte de todo mi cuerpo. Totalmente listo para la acción pese a estar bañandose en un agua nada tibia.
Dejé que se deshiciera del neopreno sin evitar una mueca de sorpresa al mismo tiempo que alzaba mis cejas. ¿De verdad pensaba llegar a tanto? No era que me quejara, pero me sorprendía de él. Desde luego no podía dejar de sorprenderme el bomberito. No sería yo el que se disgustara nunca por ello. Al fin y al cabo era la mejor ventaja de estar soltero, podías entregarte a este tipo de sorpresas sin ningun problema. No dudaba que tuviera buen sabor... ¿no ves que me cuido? Me baño en agua de rosas todas las mañanas...Bromeo y suelto una carcajada justo antes de atacar su cuello con besos suaves intercalados con algun leve mordisco, viendo como se le pone toda la piel de gallina. Perfecto. Llevo mis manos a su trasero esta vez bajo el neopreno y su ropa interior, apresando sus glúteos. Esta situación me parece una clara desventaja. Tendremos que solucionar eso. Muevo mis manos alrededor de su cintura, acariciando al pequeño Zackie en su ascenso hasta topar con el borde del neopreno, bajandoselo del mismo modo que ha hecho con el mio, lanzandolo sin moverme del sitio, haciendolo caer sobre el mio. Devuelvo mi mirada a él en cuanto me aseguro de que ha caido ahí donde quería y sonrío de medio lado. Y bien..¿por donde ibamos? Ah si... Me lanzo contra sus labios, bajando una mano juguetona por su abdomen hasta colarla bajo su ropa interior. ¿Querías jugar? Jugaremos.

En el momento que soltó la frase que dijo me dieron ganas de largarme de allí. Me molestó mucho que dijera eso. Pero preferí seguir con el juego como venganza. Me dejó hacer con lo que aún era mejor. Se iba a enterar de quien era una nenaza sumisa, me importaba tres pueblos si lo había dicho de coña. Llevó mi mano a su paquete dónde pude notar lo que tenía que notar. Sonreí de lado algo lascivo y mordiendome el labio inferior. Me gustaba pero no se me iba de la cabeza aquella maldita frase con la que había roto el momento. Lo sentía pero no, así no iba a llegar a ningún lado. No me gustaba ni que me trataran como a una nena, ni mucho menos de aquella manera tan arrogante como se comportaba él.

Al decirle que su cuerpo sabía bien, volvió a soltar otra broma, que esta si me hizo gracia, por lo que negué con la cabeza riendo un poco. Suspiré roncamente con sus besos en mi cuello notando como mi piel se erizaba. Me agarró del culo haciendo que lo apretara fuerte y me pegara a él. Me quitó el neopreno y comencé a pensar que era el momento de dejarlo ahí. Correspondí a su beso con intensidad y me separé de él tirando de su labio. -Bueno, pues ya está. Dije encogiéndome de hombros y comencé a nadar hacia la orilla. Saliendo del agua en pocos minutos. Me senté en el suelo para secarme un poco y bajar el calentón. No me importaba quedarme sin sexo si eso implicaba mantener mis principios.

Miré al cielo notando cómo el calor del sol tocaba todo mi cuerpo y me secaba. Me eché un poco hacia atrás apoyando mis manos sobre el suelo, me daba igual si me llevaba de tierra, no era algo que me molestase y siempre podía limpiarme en el agua nuevamente. Estaba cabreado, la verdad, no era alguien sumiso, y que fuera alegre no significaba que fuera tonto. Me daba rabia que me tildasen así y que encima fuera alguien que me conocía, aunque posiblemente por eso me lo dijese, por picarme, pues si lo buscaba lo había conseguido. Así que compuesto y sin polvo se había quedado.

Estaba disfrutando de aquello mucho, realmente llevaba bastante tiempo fantaseando con este chico, para que negarnoslo. El cabrón esta bien bueno. Estaba ya dejandome llevar con la mente casi en blanco cuando sin mas se separa y se aleja de mi, dejandome pasmado en el sitio, nadando hasta la orilla y sentandose allí. ¿Pero que cojones...acaba de pasar aqui? Parpadeo un par de veces, confuso, pero al final me impulso con los pies en la pared y me acerco nadando sin prisa hasta la orilla, saliendo y echandome el pelo hacia atrás, sentandome a su lado pese a que él ya se ha recostado. Encima eso, restriegame tu cuerpazo, cabrón. ¿Me puedes explicar que acaba de pasar? Porque sinceramente no lo entiendo. Vale, que si. Siempre hemos sido colegas y algo como el sexo puede cambiar eso un poco... pero joder, hacerlo o no hacerlo no va a crear diferencia después del ratito que acabamos de pasar. Si la amistad tenía que cambiar el daño ya estaba hecho solo con eso.
Presiono un poco los labios cuando directamente pasa de mi y no me contesta, pero no contento con ello llevo una mano a su barbilla y le obligo casi a mirarme a los ojos, mostrandome todo lo desconcertado que me encuentro ahora mismo. Zackery...-él sabe que solo lo llamo asi cuando trato temas totalmente serios y que de verdad me importan-¿he hecho algo que te moleste? Porque estaba realmente bien hace un jodido minuto y ahora me has dejado por los suelos. Si lo que te apetecía era jugar no has elegido a la persona adecuada. Lo solté y me giré hacia el lago, agarrandome con los brazos las rodillas y apoyando mi barbilla en ellas. No me gusta enfadarme y estoy empezando a hacerlo. Normalmente siempre acabo descargando mi furia contra quien menos lo merece, y ahora seguro que lo haría con él, aunque no estoy seguro de que no la merezca porque es todo el causante. Odio este tipo de frustración... aunque no se si es exactamente eso. Es casi como un agujero en el pecho. Inconscientemente era algo mas que deseo, desde hace tiempo. Practicamente desde que empezó esta amistad con piques y roces que no llegaban al terreno sexual pero que lo rozaban cómodamente. Y supongo que lo de antes me ha desestabilizado demasiado, dejando que me hiciera ilusiones. Suspiro y me paso una mano por el pelo, revolviendolo ahora ya medio seco, dejando que vuelvan a caerme algunos mechones por la frente. Mi vista se fija en los neoprenos. Debería ir a recogerlos, y también a desatar la cuerda.

Normalmente no decía lo que me pasaba y quería que se me pasara el cabreo un poco, sí quizás estaba dramatizando, pero me había jodido bastante que pensara que era así. No sé, lo había dicho tan convencido que incluso me lo había creído, quizás no tendría que haberle seguido el juego y simplemente haber cortado el tema y ya. Sinceramente entre el placer y el cabreo no me había dado tiempo a pensar en nada, lo había hecho así y punto. No contesté a su pregunta, no por pasar de él, si no porque estaba enfadado con el trato que me había dado. Podía ser infantil, podía ser risueño, divertido, pero jamás dejaba que me tratasen de manera femenina, una vez podía pasarlo, dos no, y mucho menos como alguien que se dejaba hacer todo lo que quisieran, alguien sin carácter ni personalidad.

Me cogió de la barbilla lo que provocó que le mirase atentamente. Sus palabras y su gesto me hicieron reaccionar enseguida. Mi intención fue abrazarle por la espalda, pero de la manera en la que estaba me habría empujado para apartarme. -¿Además piensas que quiero jugar contigo? Pues no sé por qué te gusto tanto... porque si soy una nenaza sumisa y encima un cabrón... Dije completamente dolido quedandome a su espalda apoyado de rodillas mientras le miraba. Me levanté dando la vuelta y me agaché delante de él. -No quería dejarte pero sinceramente diciendo eso la cagaste... No quería parar, pero tengo mi orgullo... Dije suspirando mientras apoyaba mi mano en uno de sus brazos. -Ender joder, me gustas, pero no me gusta que te creas que soy alguien sin carácter... Miré a otro lado pensando que seguramente me tildaría de exagerado, que ahora me diría que era broma y que si no le conocía, que siempre estábamos de broma, pero aunque eso fuera cierto no quitaba que hubieran bromas que me molestaran mucho. En ese momento pensar que yo también la había cagado con mi actitud me llenaba de tristeza, aquel chico me gustaba de verdad y pensar que me veía de alguna forma que no fuera la que yo me quería mostrar de verdad me mataba. No podía negar la atracción que había entre los dos, que me gustaba y que quería pasar tiempo con él porque hacía que mi corazón latiera más rápido de lo normal. -Siento... haberte hecho sentir así y haberme comportado así. Dije mirando al suelo primero y luego le miré a él, con arrepentimiento en mis ojos.

Le miro serio, algo entristecido. Sé que se me apaga el brillo de los ojos cuando estoy asi, mas de uno de mis mas cercanos amigos me lo ha dicho. Y resultan hasta escalofriantes cuando estan asi. Sabes que hablaba en broma... estabamos de cachondeo, joder Zack... nos conocemos desde hace años y nunca te he tomado por una nenaza sumisa, ni mucho menos por alguien falto de caracter o de personalidad. Alzo la mirada un poco, centrandola en su mano fresca después de pasar por el agua. Pese a ello, aun se mantiene mas caliente que mi brazo, todavía húmedo. Descruzo los brazos y pongo mi mano sobre la suya, suspirando. Malentendidos, la vida esta llena de ellos. Pero no me gusta nada que en momentos asi aparezcan.
Espera... espera, espera, espera Ender. ¿Ha dicho lo que ha creo que ha dicho?¿Le gusto? Alzo la mirada todavía mas, centrandola en sus ojos claros. Desvia la mirada de nuevo pero ya con una leve sonrisa elevo mi mano hasta su mejilla y le hago una leve caricia, haciendo que vuelva a mirarme, mis ojos brillando de nuevo. Siento haberte dicho eso... y haberte hecho sentir inferior o darte una imagen equivocada de lo que opino de ti. Tu también me gustas, demasiado para lo que llega a ser saludable. Pero aun asi no me importa. Le dedico una de mis sonrisas ladeadas y sin pensarmelo demasiado llevo mi mano a acariciarle lentamente el pelo, ya casi seco, bajandola poco a poco hasta su nuca, haciendo algo de presión para acercarlo a mi, echandome yo también hacia adelante con la clara intención de unir mis labios a los suyos con lentitud, mucha mas que ninguno de los besos de esta tarde, sonriendo al lograrlo sin que me rehuya, notando como de nuevo mi corazón bombea a ritmo de conga.

Noté como sus ojos se apagaban, sabía que eso le pasaba cuando se entristecía. Me sentí mal, realmente mal por haber dudado de él. Sentí incluso un pinchazo que me indicaba lo mal que había actuado y cómo sin poder controlarlo, me había enfadado. No era muy común en mi enfadarme, siempre andaba con esa sonrisa en mi rostro, pero el simple hecho de pensar que alguien podía estar utilizandome me hacía daño. -Pero, aún así hay cosas que aunque sean bromas no me gustan Ender, no porque sea una broma o nos conozcamos significa que tenga que aguantarme. Suspiré diciendolo de una manera dulce y tranquila. Sonreí mínimamente cuando su mano se posó sobre mi mano. Me gustaba sentir que no la había cagado del todo. Después de todo eso fue lo que me animó a armarme de valor para confesarle que me gustaba. Cerré mis ojos cuando sentí su mano ladeando la cabeza en la dirección dónde estaba este. Le miré y pude ver que sus ojos volvían a brillar, por lo que me sentí más aliviado. Negué con la cabeza indicándole que no importaba. Me acerqué a él notando cómo él hacía presión sobre mi nuca para que así lo hiciera. Correspondí a aquel beso despacio, saboreando sus labios con dulzura y cariño, no podía ser de otra manera. Me separé despacio mientras le miraba con ojitos tiernos. -No sabía que te gustaba... Dije sonriendo mínimamente. Lo cierto es que nunca habría pensado en ello, no era de los chicos que solía gustar por el hecho de estar siempre de bromas y tal, daba la impresión de ser inmaduro, cuando tampoco me consideraba como tal. Hacía poco que había adoptado a Alex, con lo que eso era un paso muy importante en mi vida. Un paso maduro que implicaba pensar en ese niño más que en mí. Nuevamente me acerqué a sus labios mientras lo empujaba con suavidad para que se tumbara en el suelo mientras seguía uniendo mis labios con los suyos hasta quedar por completo encima suyo.

No me contengo y suelto una carcajada, mirandole con la sonrisa de oreja a oreja. Elevo la cabeza para darle un pico rápido y le paso la mano por el pelo, acariciandoselo con lentitud de la nuca hacia arriba, enredando mis dedos con sus mechones. Venga ya...¿que no sabías que me gustabas? Si te como con los ojos cada vez que te veo. Le vuelvo a dar otro pico y me dejo caer de nuevo contra la orilla, dejando que se tumbe sobre mi, contentísimo. Y el pequeño Ender también, de paso sea dicho. De pronto en mi cabeza resuena la frase que acabo de decir y me incorporo de golpe, poniendo mis manos en su cintura, evitando que por lo que sea pueda separarse. Oye... que no lo decía como... osea... no solo físicamente. Me gustas al completo, cabeza loca. Sonrío levemente. A veces lo llamaba asi, porque realmente él era un poco como yo a veces, impulsivo, haciendo las cosas solo porque apetecen, por un arrebato. Le paso una mano por la mejilla, acariciandole levemente hasta agarrarlo de la barbilla y atrayendolo de nuevo hacia mi, pegando mis labios a los suyos con intensidad, tomando impulso y girandonos hasta dejarlo contra el suelo, tumbandome yo sobre él con una risita, subiendo mis manos por sus costados y sus brazos hasta agarrar sus manos con las mias, entrelazando mis dedos con los suyos. Para que te enteres y no se te olvide nunca; me gustas, Zackery. Mucho, mucho, muchisimo. Sonrío pese a que noto como se me sonrojan las mejillas. No recuerdo haber estado en una situación asi con nadie, jamás. Osea si en esta postura y en este tipo de situación... pero nunca incluyendo sentimientos. Era muy reservado para eso.
Bajo mis labios a su cuello, dandole besos tiernos y lentos, sorbiendo levemente, haciendolos igualmente provocativos. Le doy un leve mordisquito mientras me pego mas a él, rozandome contra su cuerpo. Subo hasta su oido y lo relamo con la lengua, sonriendo al notarlo bajo mi cuerpo. Puede que al final termine siendo mejor día de lo que pensaba al levantarme por la mañana.

Correspondí a su corto beso acariciando su mejilla despacio. Me encantaba aquel chico, tenía algo que me volvía loco. Sonreí negando con la cabeza mientras seguía acariciando su cara mirandole fijamente a los ojos. -Pero no es lo mismo la atracción física que algo más sentimental. No eres el único que me come con la mirada. Me reí bromeando, la verdad es que no había nadie más que me comiera con los ojos, aunque existía ese mito erótico con los bomberos, pero no me consideraba un chico demasiado atractivo, más bien del montón. Correspondí su beso nuevamente mientras me tumbaba sobre él. Su siguiente reacción llamó mi atención, y me ruve que reir. -Ya lo sé tonto! Mira que eres bobo Dije volviendome a reir y volví a besarle con intensidad para que no se pensara que me lo había tomado a mal o algo. De pronto me tumbó y se puso sobre mí haciendo que nuestros dedos se entrelazasen. -Lo sé, tu a mi también me gustas muchísimo. Dije sonriendo viendo que se sonrojaba. Suspiré por sus labios en mi cuello, sintiendo cómo jugaba en éste. Era mi punto débil haciendo que notara a la perfección mi cuerpo contra el suyo, haciendo evidente mi excitación. -Pufff me estás volviendo loco... Suspiré placenteramente por todo lo que hacía y empecé a darle besos por el pecho, bajando por su torso hasta llegar a su abdomen. Desde ahí le miré con una sonrisa pícara y solté sus manos para llevarlas a la cintura de sus bóxers mientras me relamía los labios. Lamí su torso volviendo hacia arriba sin quitar las manos de la cintura de su ropa interio. -No sabes lo que te deseo... Susurré en su oído y mordí su lóbulo suavemente.

Me deshacia entre besos y suspiros, acariciando sus costados y su cintura, pegandolo todavía mas a mi. Le doy un beso suave en el cuello, sorbiendo levemente de su piel hasta que consigo hacerle una leve marquita. Uuuuups.... igual acabo de provocar que tu sobrino pregunte mas de la cuenta...¿conoces alguna forma de darte golpes en el cuello? Río levemente y le doy mas besos, sin cortarme ni un solo pelo. Siento sus lengua paseandose por todo mi abdomen y siento como llego incluso a temblar. Si... si te pongo tanto demuestralo... Le doy un pico y al instante le doy uno mas intenso, cogiendolo de la nuca y pegandolo todavía mas a mi. Bajo mi mano de su nuca por toda su espalda, repasando su columna vertebral. Te pienso comer enterito Zacky. Y como si tuviera que demostrarlo empiezo a darle besos por el cuello y la clavícula hasta llegar al hombro, dandole un mordisco algo mas intenso. Joder, estas demasiado bueno. Le acaricio entre su cuerpo y el mio, rozando sobre la tela de su ropa interior, temblando al oir el leve gemido que logro robarle con ese gesto. Me encanta cada uno de esos, y pienso conseguir todos los que sea posible. Me muerdo el labio y sin querer retrasarlo mas cojo la goma de su boxer y tiro hacia abajo, volviendo a llevar mi mano hacia el pequeño Zacky, rodeandolo con mi mano y empezando a masajearlo. Te quiero... y te lo voy a demostrar tantísimo que al final es lo único de lo que te vas a acordar.

No podía dejar de besarle, de acariciar su cuerpo, aquello era una sensación extraña, puesto que llevaba tiempo siendo su amigo pero deseando que pasara aquello. Noté cómo comenzaba a sorberme seguramente me estaba dejando una marca. Me reí con su comentario -Esto que es como si marcaras una oveja a fuego? Ya soy tuyo? Le saqué la lengua aprovechando para pasarla por su cuello antes de corresponder sus besos. -Tendré que ponerme cuello alto. Volví a reir aprovechando para respirar entre tanto beso. Uní mi lengua con la suya cuando me dio aquel beso intenso, jugando con su lengua. Sonreí de lado cuando dijo que estaba bueno y le guiñé un ojo -Tu no te quedas atras. Al sentir su cuerpo frotarse contra el mío no pude evitar gemir levemente. Pronto me quedé desnudo liberando mi miembro excitado ya. Suspiré y gemí al sentir como me tocaba. -Yo también.... te quiero. Suspiré aprovechando para dejarlo desnudo a él por completo, liberando su miembro ahora. Cogí su miembro y el mío y los empecé a masturbar juntamente mientras mordía y lamía su cuello sin parar. Tenía ganas de él, demasiadas ganas. No se podía hacer ni idea de cuánto. Quería darle el mayor placer posible.

No pude evitar una pequeña risita, volviendo a besarle el cuello con lentitud, relamiendo cada pequeño centímetro de su piel. Tiene un aroma peculiar, no por eso desagradable, sino todo lo contrario. Mas me gustaría a mi que el hecho de que fueras mio por algo tan sencillo.... Aunque me encantaría que fueras mio señor Westcott.. no te dejaría marchar jamás. No creo que debas ponerte cuello alto... desnudo estas mas guapo. Rio levemente y me abalanzo de nuevo contra sus labios, frotandome mas contra su cuerpo, buscando esos gemidos que me excitan de sobremanera. Esto no puede ser bueno, pero joder, me encanta.
Definitivamente me he vuelto loco. En cuanto agarra nuestros miembros y los masajea a la par hundo mi cabeza en su cuello, apoyando mi frente en su clavicula y deshaciendome en suspiros. Este chico va a matarme de gusto, lo veía venir. Aun como puedo, logro levantar la cabeza y mirarlo directamente a los ojos, dandole un leve beso, tirando unos segundos de su labio inferior. ¿Has dicho que me quieres?¿En serio o es solo por el momento? Eso es lo que mas temo. Que sean palabras dichas sin fondo, que no sean reales, solo por el momento, por lo que esta sucediendo. Que las despierte el deseo. Joder, le quiero... pero de verdad.

Que besara mi cuello hacía que me volviera loco, era mi punto débil y así podía notarlo al rozar mi cuerpo. Sonreí de lado al escucharle, lo cierto es que sin esa marca ya me moría por ser suyo, eso era innegable. Sentía cómo mi corazón aumentaba el bombeo cada vez más, no sólo por el placer si no por todo lo que sentía. Negué con la cabeza sonriendo como un imbécil cuando dijo que estaba mejor desnudo. -Pero no creo que quieras que vaya desnudo por la calle. Me encogí de hombros volviendo a besas sus labios de manera intensa, saboreandolos y jugando con su lengua. Al sentir su cuerpo contra el mío seguía gimiendo con fuerza sobre su oído. Entreabrí la boca cuando tiró de mis labios al besarme pero pronto comenzó a dudar de mis palabras, suspiré mirando a otro lado, apenandome por que dudara de mis palabras, pero antes lo había hecho yo. Volví a mirarle nuevamente a los ojos -Si no te quisiera no lo diría, ni tan siquiera estaría aquí por mucho que me atrajeras. Le dije serio, cesando los movimientos de la mano. Acaricié su espalda hasta llegar a su trasero y agarrarlo con fuerza. Entonces volví a besarle apasionadamente, devorándolo con lujuria. Mordí su hombro con fuerza sin apartar mi mano de su trasero mientras volvía a frotar mi cuerpo contra el suyo. Subí a su oído dónde volví a repetirle lo que le había dicho antes. -Te quiero, que te enteres. No hay otro que me haga sentir como tu. Besé su mejilla hasta volver a sus labios fundiendolos en un beso dulce y tierno queriendole expresar todo lo que sentía en aquel beso.

Definitivamente, me encantan sus reacciones. Como puede corresponder a un simple beso con una pasión arrebatadora o simplemente darme un pico después de que lo deje temblando de cuerpo entero tras repasar su cuello con labios lengua y dientes. Estarías muy guapo paseandote desnudo por la calle... la gente se moriría de envidia. Pero tienes razón, mejor desnudate solo para mi. Desciendo un poco por su pecho sin dejar de observarle con una mirada divertida y cierro los ojos justo en el momento que bajo la cabeza a relamer y morder uno de sus pezones, relamiendome de gusto por dentro al escucharlo gemir. Dulce manjar de dioses...
Asciendo de nuevo a sus labios, mirandolo fijamente, sonriendo todavía mas al oirlo. No dudo de que lo sienta.... pero me resulta totalmente increible que él pueda sentir algo por mi. Es el tipo de cosas que pasan en los cuentos o en las películas, no en la vida real. Pocas son las veces que te enamoras de alguien y ese alguien va a enamorarse también justamente de ti. Y mucho mas se reducen las posibilidades si esa persona es tan especial como lo es el chico que está bajo mi cuerpo, recibiendo mis besos y mi cariño.
Siento sus movimientos, sus manos en mi trasero, sus mordiscos y besos y ese susurro en mi oido que me hace estremecer de la cabeza a los pies, estallando de golpe después en mi corazón, acelerandolo muchisimo mas de lo que ya lo está. Respondo a su beso con la misma ternura que me esta demostrando y llevo una de mis manos a su mejilla, acariciandole antes de separarme apenas unos centímetros, abriendo los ojos y mirandole fijamente, perdiendome en los suyos. Yo también.... muchisimo. Vuelvo a darle otro beso, igual de tierno que el anterior, aunque el siguiente ya vuelve a desbocarse un poco y bajo mi mano entre nuestros cuerpos, repasando todo su abdomen para agarrar nuestros miembros y seguir con el masaje que él había iniciado mientras apoyo todo mi peso en el otro brazo, sin cesar ni por un segundo el contacto de mis labios con cualquier parte de su anatomia.

Le saqué la lengua antes de que bajara por mi pecho pero esa sonrisa dulce y divertida que reinaba en mi cara se vio cortada por el placer, placer que provenía de su lengua y dientes sobre mi pezón. Agarré con cierta fuerza su pelo a la par que soltaba un gemido algo ronco. En la vida esperaría algo así, sí, era muy risueño y divertido y para nada era la clase de chico que ligaba o que tenía los arrestos para acercarse a otro con insinuaciones. Aún me estaba preguntando por qué le había provocado en el agua, es decir, el por qué estaba claro, porque le quería, pero haber tenido aquel valor... tenía valor para muchas cosas pero para eso... no. Cerré los ojos cuando nos besamos de aquella manera tan dulce y tierna, joder, hacía mucho tiempo que no me sentía así de feliz, en las nubes como si Ender me hubiera cogido y me hubiera llevado volando hasta el mismismo cielo. Cuando se separó le miré fijamente a los ojos con todo el cariño que tenía para darle. Correspondí a sus besos con una sonrisa enorme, el primero tierno como el anterior pero al segundo no pude contenerme y fue más descontrolado, dejando salir la pasión. Entreabrí mis labios cuando cogió ambos miembros y empezó a masturbarlos de nuevo, incluso arqueé la espalda debido al placer. En ese momento no pude esperar mucho más y lo levanté con cuidado dandome la vuelta de manera que mi cabeza quedaba justo a la altura de su entrepierna. Lamí toda su extensión con la amplitud de mi lengua haciendo que notara al máximo la calidez de ésta antes de pararme en la punta de su miembro para hacer círculos sobre éste con la punta de mi lengua. Quería hacerle disfrutar al máximo, sólo lo haría por y para él.

Me estoy volviendo loco por momentos. Se me va la cabeza, tengo toda la piel erizada y me tiembla el cuerpo. Y lo peor es que no parece tener intención de parar ni de disminuir en intensidad, sino todo lo contrario. Tampoco es que me importe demasiado que siga asi, es jodidamente excitante. Solo me faltaba saber que también físicamente es capaz de complacerme de tal manera para acabar de colarme completamente por el chico que tengo bajo mi cuerpo. Sonrío con cariño y elevo un poco mi cabeza, apoyando mi pecho contra el suyo, mirandole con ternura y pasando mi mano por su sien, acariciandole el pelo con los dedos. Eres adorable.... Y tan jodidamente guapo... Joder. ¿Cómo ha podido pasar tan de nada a todo en un solo momento? Supongo que llevaba demasiado tiempo ocultando sentimientos reprimidos. Por todos los dioses, solo espero que esto no se acabe. Es como si un fuego chisporroteante me recorriera las venas, quemandome y curandome al mismo tiempo, despertandome y cargandome de energía. Energía que solo quiero dirigir hacia él.
Me quedo completamente paralizado cuando siento su lengua, y mas aun cuando noto sus labios. Llevo mi mano a su nuca, queriendo que siga pero sin forzarle, tan solo entrelazando mis dedos con los mechones de su pelo al mismo tiempo que sus provocaciones me llevan a entreabrir los labios y soltar un suspiro que resulta entrecortado por un jadeo. Me muerdo el labio, bajando la mirada hacia él. ¿Pretendes hacerme enloquecer? Porque si es asi lo estas consiguiendo.

Me reí negando con la cabeza ante sus palabras. Realmente no podía creer que estuviera así precisamente con él. No sé, siempre había pensando que nunca me liaría con mis amigos, pero no podía evitarlo, no con él. Ender era realmente especial para mí, ni tan siquiera él se podía imaginar lo que para mi significaba. Simplemente llevaba mucho tiempo detrás de él, deseando que aquello pasara y ahora parecía un sueño. Poco a poco fui bajando por su cuerpo hasta llegar a su miembro, el cual pude disfrutar con mi lengua, saboreandolo al completo. Aumenté el ritmo de mi boca introduciendolo con rapidez, pudiendo hacer que aún así notara mi lengua sobre éste, cálida y húmeda. Mientras notaba su mano sobre mi nuca, no pude evitar mirar hacia arriba, hacia sus ojos y sonreir. Subí ambas manos por su torso hasta llegar a sus pezones los cuales pellizqué en un gesto rápido para bajar las manos nuevamente, una a su miembro el cual volví a masturbar y la otra a sus testículos, los cuales comencé a masajear a medida que iba jugando aún con mi boca y su miembro. Aquello era un regalo del cielo ciertamente. No pude evitar parar para reirme ante sus palabras. Le miré con una sonrisa ladeada, pícara y divertida. -Quiero darte placer como nunca te lo han dado. Le guiñé el ojo manteniendo esa sonrisa y me coloqué nuevamente sobre su cuerpo para besar su cuello. Abrí mis piernas para ponerlas a sus costados, haciendo que mi trasero se rozara contra su entrepierna. -Veamos cuán loco te puedo volver Dije sobre su cuello para morderlo a la vez que movía mi culo para que rozara su miembro. Luego me dirigí a sus labios y los besé como si fuera el último día que podría disfrutar de ellos. Quería darle lo mejor, siempre lo mejor. Podía sentir la adrenalina recorrer mi cuerpo, me estaba enloqueciendo el simple hecho de saber que podía volverle loco.