Un anticipo antes de nuestra ruta por el barranco. {Vick & Ender}

Vale, sabía que había quedado con el chico a las seis y cuarto en el bosque para ir al barranco ese donde este me había dicho pero, a pesar de eso, le dije que me pasaría por su casa a las cuatro para tomar un café o algo. No podía estar solo en casa y aburrido, pues mi hermana últimamente pasaba algo de mi y se iba mucho con "sus amigos". Eran mis vacaciones, tenía un mes de permiso -les dije que me llamasen si me necesitaban- y quería disfrutarlas a tope con mis amigos y relajándome. Ya tenía casi todo el mes planeado: descanso.. aunque algo de ejercicio con Ender no me vendría mal.

Cuando terminé de fregar y limpiar la cocina, dejando los platos en su sitio y guardando el pollo que nos había sobrado para hacer croquetas con él, le dije a Noah que me iba y, con las mismas, cogí el coche y me dirigí a la casa de Ender, que me pillaba a diez minutos en coche.
Llegué a su casa y, aparcando el coche en su puerta, baje de mi bonito carruaje negro y caro -me costó un ojo de la cara pagarlo- y timbré el timbre para que me abriese. Cuando contestó por el telefonillo, preguntando quien era, solo me eché a reír y, conteniendo la risa, contesté:

- El recaudador de impuestos que viene a quitarte esas flores de marica que tienes al lado de tu casa. -Le dije, con una voz seria y grave. No evité en echarme a reír.- ¡Tío, que soy yo! Abre, marica. -Y, dándole a un botón, me abrió la puerta de entrada y pase hasta la puerta principal de su casa donde tan solo espere unos segundos, mirando la casa de arriba a abajo, y este me abrió.- ¡Cabrón! ¿Qué tal? Me habrás sacado una cerveza bien fría, ¿no, marica? -Me reí cuando le di un abrazo y dos palmadas en su espalda, para luego separarme de el y pasar a su casa.- Joder, cabrón, que caserón tienes, para ti solo, ¿eh? -Le di un golpe con mi codo a su brazo y observé su expendida casa, sorprendido.

He quedado con Vick para esta tarde, un poco a última hora para hacer barranquismo, pero no importa. Ambos somos bastante expertos en el tema como para no importar las condiciones con las que lo hagamos. Si fuera en plan monitor ni loco habría aceptado hacer barranquismo a las seis de la tarde, pero con Vick tanto dá. Asi podemos disfrutar de una buena vista nocturna cuando lleguemos abajo del todo... la idea es llegar hasta el lago, aunque depende como lo vea de forma. Yo sé que me da tiempo a llegar en unas tres horas y media, no sé si con él tendrá que ser algo mas de tiempo. Mientras lleguemos antes de medianoche estará bien. Sino tendremos que cortar el descenso a la mitad. Estoy en el salón frente a un mapa enorme donde tengo marcado el recorrido y estoy planteandome diferentes alternativas en caso de no llegar al final cuando suena el timbre y miro el reloj. ¿Las cuatro ya? Debería dejar de dormir hasta tarde cuando no tengo nada que hacer. Luego se me pasa el tiempo en un suspiro.
Me levanto y me acerco al telefonillo, romanceando un poco antes de abrirle la puerta. Me asomo a la ventana, pegandole un par de gritos. ¡Ni se te ocurra meterte con mis flores que te meto! Me acerco a abrirle la puerta, abrazandole levemente para luego echarme a un lado y dejarle pasar, aún medio riendo por lo efusivo que es siempre. Creo que es de las pocas personas en este pueblo tan efusivas como yo. Recuerdo que una vez llegaron incluso a pensar que eramos una especie de homosexuales ocultos por el tiempo que pasabamos el uno pegado al otro. A algunos, querido Vick, nos gusta vivir con espacio, no solo encerrados en un cuartucho dentro del parque de bomberos, rodeados de la peste a sudor que echais todos. Lo admito, si se me quitó la idea de la cabeza de ser bombero fue al pisar el parque y notar el olor. ¿Tanto les costaría poner ambientadores?
Le guío hasta el salón, dejandolo allí con la atención centrada en el mapa que tengo extendido sobre la mesita del sofá, acercandome a la cocina y sacando un par de cervezas frias, quitandoles la tapa antes de acercarle la suya, pegandosela al cogote y provocando que pegue un brinco, ante lo que no puedo evitar reirme con ganas. Toma capullo, tu cerveza fria. Me dejo caer a su lado sentado, dandole un trago largo a la mia, mostrandole con el dedo el itinerario que tenía pensado seguir. Es una zona complicada, pero es una pasada hacer barranquismo por allí.

Me eché a reír recordando el comentario de las flores cuando observé una planta en el pasillo de su casa y lo mire, de reojo, con cara de ironía. A veces me encantaba picarle, era gracioso, pues siempre se ponía eufórico y se ponía como un crío pero, a pesar de eso... era como un hermano pequeño para mi.
Le echo una mirada fulminante por unos segundos cuando se refirió ala estación, con una respuesta irónica y me eché a reír, con sarcasmo. Le di una palmada débil en su espalda y suspiré, observándo de reojo su casa.

- Sabes que yo soy especial y prefiero pasar el tiempo en MI casa, con MI hermana y MI comida. Nunca entró en la estación y sabes que alguna veces me quedo fuera escuchando la radio. ¿O es que no recuerdas lo que hace tu querido amante en su trabajo, mujercita mía? -Reí. Aun me acordaba de la paranoia que teníamos de que ella era mi amante.. y de eso fue hace unos años cuando yo estaba con la zorra de Martha, esa mujer que me dejo por otro. La infidelidad era mala pero, ¿qué se le íbamos a hacer en ese momento? Me trajo su amplió salón y me senté, tirándome, en el sillón negro de cuero que tenía. Me encorvé un poco hacía delante y, mientras que el iba a por las cervezas a la cocina, yo observé el plano de la zona del bosque donde habíamos pensado hacer barranquismo. En sus apuntes del plano ponía: "Aprox. 4 horas". Mire el plano de arriba a abajo y las flechas en boli que había. Iba a coger el plano cuando Ender me interrumpió, dándome la cerveza. La agarré cuando el me la tiró y se sentó a mi lado. Le di el plano y, apoyando mis dos manos sobre mis piernas cruzadas y estas sujetando mi cabeza, le miré atentamente. - Venga, profe, explícame que vamos a hacer por el barranco. ¿Podré tirar a la amargada de Martha por el, porfis? ¡Que soy un niño bueno! -Dije con una voz aguda, imitando a la de un niño pero no me salía por la risa.

Tu lo que eres es un bicho raro, no intentes disimularlo ahora con esas. Me río acomodandome en el sofá, descalzo y sin ningun tipo de calcetín. Me encanta caminar completamente descalzo, sentirlo todo bajo mis pies.... por eso me gustan esas zapatillas de neopreno que utilizo para la escalada. Son resistentes pero a la vez te permiten sentir todo lo que pisas.
Le miro con esa pose tan típica suya, aunque la voz de idiota que pone me hace reir, como siempre. Los niños buenos no tiran a sus ex por un barranco, pequeño Vick. Le doy un par de palmaditas en la cabeza como si realmente hablara con un niño, pero sin perder la sonrisa divertida, poniendome algo mas serio después. ¿Conoces la vieja casa del guardabosques? La antigua, la que no sale en los mapas... mira, empezaremos poco mas atrás de allí, hay una buena entrada desde ese punto. Podemos ir con tu coche hasta allí, yo dejaré el mio abajo en el lago y asi luego no hay que volver a subir, porque se habrá hecho bastante tarde y no creo que sea conveniente. Le voy explicando mas o menos el camino por si por cualquier circunstancia nos separasemos, que lo dudo porque planeo ir siempre bastante a la par. Por si acaso, prefiero explicarselo. Nunca se sabe, los accidentes existen y nadie se libra de ellos eternamente. Bueno, y exceptuando estos tres tramos de aqui, el resto tienes que poder hacerlo sin problemas... hemos hecho cosas peores. Le guiño un ojo y me termino la cerveza de un trago, dejando el botellín sobre un posavasos en la mesa, dejandole el mapa para que repase todo lo que acabo de explicarle mientras me acerco arrastrando por el suelo para no moverme del sofá una de las mochilas, revisando por enésima vez todas las cuerdas y mosquetones. Tendré que echar mano de mas cuerdas tío, has subido de peso... si es que la falta de ejercicio no perdona, colega...ni la edad. Te estas haciendo viejo. ¿Estas seguro de que no prefieres hacer punto de cruz? Podemos poner una película de esas de llorar que tanto te gustan... Me río, picandole mientras termino de revisar unos cuantos anclajes.

- Aquí el bicho raro eres tu y tus flores maricas de tu casa. -Reí a carcajadas, dando otro sorbo a la cerveza y dejándola en el posa vaso de la mesa y observando el mapa. Fue observar el mapa y escuchar la voz del chico explicándome la zona, más o menos, de donde estaríamos y de donde iríamos. Su voz en estos casos siempre era seria, clara y lo más instructiva posible. Le mire de reojo mientras hablaba y sonreí. "En su trabajo tiene que ser muy bueno", pensé al escuchar como se expresaba. Terminó de explicar las cosas y agarré el mapa, observando cada uno de los puntos donde el me había dicho.- Vale, perfectamente veo que se puede conducir con mi coche pero, ¿cómo pones ahí abajo tu coche, marica? Eso es lo que me pregunto ahora. -Pregunté, dejando el plano en la mesa y dándole un sorbo a la cerveza para terminarla de un trago y dejarla sobre el posa-vasos y mirar de nuevo el plano.

Lo estudiaba, estudiaba cada paso que seguiríamos. Sería una tarde entretenida, la verdad, y estaría en compañía de Ender que ya de por si era una cosa positiva. Estar una tarde con Ender era estar en ejercicio o hacer los idiotas por la calle.. aunque luego lo segundo siempre se miraba mal por la gente de Storybrooke, porque nos miraban como "homosexuales" aunque, no miento.. a veces veía a Ender como un "follamigo", aunque nunca se lo llegaría a decir.

-¡Y una mierda! -Deje el plano de golpe, en la meas, y, con un brinco, me levanté del sofá para mirarle con una mirada desafiante y picada.- Este abuelito sabe menear las caderas con marcha, así que no me toques la polla y pongámonos ya en marcha para ver quien llega primer abajo, tortuga -Me crucé de brazos, con una sonrisa de lado y desafiante. Cuando hablaba me acercaba a el un paso hasta que llegó el punto que estaba tan frente de el que casi nuestras narices se rozaban pero, a pesar de mi cercanía, le seguía mirando con esa mirada desafiante.

Suelto una carcajada, dandole un golpecito en el hombro con pinta de "yo lo se todo y tu no sabes nada". El Jeep ya está ahí, tío. Que tu seas un cagado que no sabe moverse si no es por una carretera bien asfaltada no significa que los demás nos movamos igual. Le guiño un ojo carcajeandome y lo dejo con el mapa para que lo revise tantas veces quiera. Yo también soy muy meticuloso con esas cosas, me gusta repasar cada centímetro. Y me gusta también la gente que lo hace. Oye, oye... tanto llamarme marica...¿no será que te gustaría que lo fuera contigo? Me descojono ante la cara que se le queda y recojo los botellines ya vacíos, esquivando un capón que va directo a mi nuca, riendo todavía mientras tiro los botellines y vuelvo, dejandome caer en el sofá, apagando la tele y encendiendo la minicadena, dejando sonar algo de jazz suave.
Veo como se enerva ante la broma y sonrío interior y exteriormente, divertido ante su reacción. Lo miro de arriba a abajo fingiendo incredulidad y eso solo hace que se crispe mas, acercandose a mi hasta que casi casi nuestras narices se rozan. Le doy un par de palmaditas amistosas en la mejilla y me río, guiñándole un ojo. Vamos viejales, te prestaré uno de mis neoprenos y nos vamos para allá. He cogido un par de aquarius y agua fresca, ¿quieres alguna cosa mas? Reviso mentalmente lo que tengo en la nevera, que no es demasiado, pero en base a bebida nunca me falta casi nada. Me gusta tener latas para este tipo de excursiones.

Alzó una ceja cuando este me mira y empieza a descojonarse, dándome dos guantadas en mi mejilla y se marcha hacía la cocina. Yo solo le miro de reojo, girándome y siguiéndole con esa mirada de reojo. Me quedo apoyado en el marco de la puerta y miro como este se va hacía la nevera y me chilla que si quería algo. Yo solo me acercó por su lateral derecho, sin que este notase mi presencia, y con una sonrisa,pienso en gastarle una broma con un susto.

- ¡QUIERO CERVEZA! -Le grito, extendiendo la "a" a la ultima palabra. Veo como este pega un bote hacía un lado y me echó a reír,.- ¿Tan asustadizo eres? Pues más te vas a asustar de lo larga que la tengo. -Me eché a reír, de nuevo, apoyándome en la encimera negra que tenía. Las lágrimas casi se me salían y cuando vi que este me vacilé, me acerqué a el y dándole dos guantadas débiles.- Y que sepas que te llamo marica porque no tengo otro apodo para ti, cabroncito mio. - Me aparté unos pasos hacía atrás porque sabía que este me respondería con un empujón o algo y solo agarré una cerveza del frigo y se la tire en el aire y este la cogió.- Eso para mi. Y ahora vayámonos ya, enano. -Y salí de la cocina

Me río levemente después del sobresalto y le doy una patada en el culo, cogiendo la cerveza que me lanza y guardandola en la neverita junto al resto, aunque esta claro que no se la dejaré beber hasta que lleguemos abajo. Por poco que pueda afectarle una simple cerveza, siendo los sitios por donde pasaremos tan complicados, tiene que estar al cien por cien. Pues ya puedes ir buscando otro apodo porque como me vuelvas a llamar marica te violo, avisado quedas. Todo hay que decirlo, Vick no ha ido nunca mas allá de una amistad, pero esta follable el tío.
Le sigo fuera de la cocina y bajamos hasta la entrada, poniendo las cosas en el maletero de su coche y sentandonos ambos, dejandole que conduzca. Mas o menos sabe por donde es porque hemos ido cerca otras veces... y una vez estemos por la zona ya terminaré de guiarle yo. No me gusta conducir los coches de los demás. El otro día vinieron dos chicas a hacer paracaidismo... tendrías que haber visto que chillidos. Suelto una carcajada, porque siempre es divertido ver la primera caida libre de una persona.
Le indico el camino por el que tiene que meterse y tenemos que bajar bastante la velocidad porque el "asfaltado inexistente" no es lo mas adecuado para su cochecito pijo, pero al final logramos llegar hasta el punto donde yo quería iniciar el descenso. Me pongo el neopreno asi como las zapatillas y los guantes, ajustandome el arnés mientras él hace lo mismo. Venga viejo, mueve el culo. Me cargo un par de cuerdas al hombro y me meto en el rio, preparandolas para el primer tramo. ¿Prefieres ir delante o te voy guiando?

barranco de inicio:

- Joder, pues.. ¿cómo quieres que te llame? ¿Te llamo 'rubia caliente'? -Reí. Gire mi cabeza para ver como salía de la cocina y negué con mi cabeza, intentando buscar por esos mini cajones de mi cerebro que mote poner a Ende- de esos motes graciosos que daban ganas de partirse la caja- y, al verle reír, se me ocurrió una idea.- Te llamaré la guarrilla rubia. -Y me volví a echar a reír, esquivando el pescozón que me iba a llegar antes de salir por la puerta de su casa.- No, en serio. ¿Quieres que te llame como te llamaba antes? -Dije, con nostalgia.- Capitán Ender, ¿te acuerdas? -Sonreí. Abrí la puerta del coche y, montando en el, me senté en el asiento del conductor. Puse las llaves, arranqué el coche y empecé a conducir. Volví a mirar a Ender, cuando ya salimos de su casa e ibamos por la carretera y sonreí.- No te acuerdas... -Murmuré cuando el me decía eso de las chicas. Le presté atención, con una leve sonrisa, y quitando la mano de las marchas, le di un leve empujón.- Que gigolo estas hecho, cabrón. ¡A verme llamado, que yo estoy dispuesto a entrenar con tus 'aprendices'! - Los dos soltemos una carcajada mientras yo seguía conduciendo y con mi mirada fija en la carretera, puesta hacía el bosque donde empezaríamos nuestra expedición por el barranco.. un deporte que el y yo estábamos ya acostumbrados de tanto practicarlo.

¿Abro yo el tema en el bosque (barranco) o lo abres tu? :3