Un fin de semana cargado de novedades [Ender/Zack/Alex]

Sonreí al ver a Alex actuar de aquella manera aunque el hecho de que siempre le pidiera hacer esas cosas a Ender, cosas divertidas me... dolía por así decirlo. Yo mismo me lo había ganado a pulso trabajando sin parar, compoartiendo poco tiempo con Alex y bueno... le sentía lejos de mi, además al lado de End me sentía negado, negado en el sentido de que ¿Yo qué sabía hacer? Parecía que aquella noche iba a ser agridulce para mi. A ratos me sentía cómdo y otros mal. Envidiaba la relación que tenían ellos dos y me daba miedo que mi sobrino me viera como el amargado, o que ni tan si quiera se le ocurriera preguntarme esas cosas a mi, aunque no supiera, o no fuera tan experto como Ender. Sonreí forzadamente cuando Ender me miró escuchandole con atención. -Yo le compraré el arco que necesita. Murmuré queriendo así hacer algo por él. Asentí ante el comentario de mi chico sobre las pizzas mientras me alzaba a llevar mis cosas a la cocina. Aquel parecía mi refugio. Acaricié sus brazos cuando le noté que me abrazaba por detrás. -Estaría bien eso. Murmuré sonriendo para soltarme de su abrazo. -Voy a alquilar la peli, no tardo. La verdad es que necesitaba salir y que me diera el aire. Le di un beso en la mejilla y salí fuera viendo a Alex juguetear con el perro, le miré y sonreí. -Ten cuidado que aún es pequeño eh Le dediqué una tierna sonrisa aunque algo amarga y salí por la puerta con las llaves entre mis dedos, habiendo cogido antes la cartera. No cogí la chaqueta ni nada más. Empecé a pasear por las calles de Storybrooke tranquilamente, le había dicho que no iba a tardar, y el videoclub quedaba cerca, aún así me alargué en el paseo dando una vuelta a la manzana haciendo el camino más largo. Seguramente fueran tonterías mías, pero me sentía culpable, mal y bueno no sabía describir con certeza lo que pasaba por mi cabeza. Caminéa paso lento hasta llegar al videoclub y pillé la peli de los Vengadores, la que quería mi sobrino. Encendí un cigarro del paquete que tenía para cuando necesitaba fumar y volví a casa ensimismado en mis pensamientos preguntandome millones de cosas. Paré unos minutos en un banco de un paseo cercano y me senté a fumar mirando las estrellas con la peli entre mis manos.

Ayudó a Ender a recoger la mesa, mas que emocionado con todas las cosas nuevas que se le habían planteado esa noche. Lo primero y mas importante, el tener a Rush. Siempre había deseado tener un perro y ahora podía contar con él. Además le encantaba el cachorro, siempre con esa miradita tierna que parecía tan inocente... daban ganas de achucharlo. De hecho ya lo había hecho alguna vez en lo que iba de día. Luego Ender. Ender con su tio. Ya le gustaba mucho cuando sabía que eran amigos, siempre hacían cosas divertidas cuando estaban los tres... pero cuando supo que eran novios se quedó mas encantado todavía. Siempre veía a su tio mas contento cuando Ender estaba con él... y desde que murió su madre se pasaba los días trabajando mucho y decaído. Le gustaba mas su tío como era antes, cuando los iba a ver a casa y entonces sabía que el buen día estaba asegurado. Y luego la promesa de Ender de enseñarle tiro con arco, y las pizzas, y que ahora fuesen a ver los vengadores.
Ender se fue hacia fuera, donde todavía podía ver la silueta de su tio en el porche. Sabía que los adultos a veces necesitan tiempo solos, su madre se lo había explicado muchas veces. Y mas cuando tenían pareja. Ella una vez salió con un hombre, apenas unos días. Era un estúpido, pero ella le pedía que subiera a la habitación algunas veces. Tampoco le importaba, jugaba a la videoconsola. Pero aun asi no le gustaba ese señor. Menos mal que desapareció temprano de sus vidas. Escuchó un aullido infantil y sonrió, bajando la vista al suelo, donde Rush iba corriendo en zancadas torpes hacia él, casi pareciendo que iba a pisarse las orejas. Rió y se sentó en el suelo con él. Había oido una vez que si a los perros los enseñabas desde pequeños podían aprender muchos trucos y te hacían mucho caso, asi que intentó que le diera la patita una y otra vez, sin éxito. Cuando quiso percatarse Ender estaba agachado tras él, mirando al cachorro también. ¿Y el tío Zack? Hace rato ya que ha ido al videoclub...¿no esta tardando mucho?¡Si esta a la vuelta de la esquina! Le miró preocupado. Su madre nunca lo dejó salir de noche porque decía que la oscuridad era peligrosa. A él no se lo parecía, pero cuando ella le hablaba de ladrones o de secuestradores se le pasaban las ganas de salir. No le habrá pasado nada...¿no? Le entró una preocupación increible solo de pensar que a su tio podía haberle pasado algo, asi que subió corriendo a su cuarto a por una sudadera y tras ponersela salió al porche, sentandose allí en una hamaca con Rush en su regazo, observando fijamente la calle por la que su tio debía volver, esperando verlo en cualquier momento. Oye, estará bien... ya sabes que a veces el cajero automático funciona muy mal. Se le habrá atascado. O quizá no encuentre la película. Miró al novio de su tio, asintiendo, pero aun asi no se quedó tranquilo.

Con la película en mis manos empecé a mirarla fijamente sin prestarle atención mas que a mis pensamientos. Empezaba a hacer algo de fresco en la calle pero no quería volver hasta que no me acabara el cigarro al cual le quedaba poco. Miré al cielo viendo como las estrellas brillaban más de lo normal mientras mis ojos se humedecían y de ellos empezaban a resbalar algunas lágrimas por mis mejillas. -¿en qué fallo? Pregunté como si alguien me fuera a oir, como si esperase que la madre de Alex me constestara de algún modo, pero no, no iba a contestarme por que ya no estaba y lo cierto es que me encontraba bastante perdido. Tiréel cigarrillo apagandolo con un pisotón y me levanté secando mis lágrimas una vez más. Caminé a casa algo más acelerado para llegar cuanto antes, aunque ya imaginaba que les había dado la impresión de que estaba tardando. Al ir llegando a casa los vi en el porche. -Mierda... Murmuré para mi mismo, sabía que ya los había preocupado. Aún así sonreí y alcé la peli cuando ya estaba a una distancia en la que me podían ver. -Bufff lo siento pero es que el cajero ese va fatal, casi se me traga la tarjeta del videoclub y luego un poco más y no me sale la peli. Empecé a reirme suavemente acercandome a ellos. -¿Qué hacéis aquí? Hace algo de frío. Dije agachandome frente a Alex. -Era esta no? Pregunté tendiendosela para ver si al menos en eso no había fallado. Luego miré de reojo a Ender sonriendo aún. Acaricié a Rush por detrás de su oreja y lo tomé en mis brazos al levantarme. -Venga, ¿vamos a verla? Que si no me se nos hará muy tarde. Comenté aún acariciando a Rush entre mis brazos esperando que pasaran.

Me quedo inquieto cuando veo al chaval tan preocupado. Se que cuando Zack se ha ido no estaba demasiado bien... y que probablemente necesite un rato a solas para pensar...Pero claro, ¿cómo le cuentas eso a un niño sin asustarlo?¿O sin que piense que tiene algo que ver? No quiero que Alex piense cosas que no son. No se si realmente es feliz con Zack... pero yo creo que esta contento de estar a su lado. Quizá es que mi chico se preocupa demasiado por cosas a las que Alex ni siquiera les da importancia. Quien sabe.
Lo veo bajar las escaleras de dos en dos al mismo tiempo que se pone una sudadera y por un momento pienso que se va a caer, pero no lo hace. Solo agarra al perro, se pone firme y se sienta en la hamaca del porche a esperar a que regrese su tio, al mas puro estilo del guardián. Intento calmarlo un poco, pero aun asi se ve nervioso. ¿Dónde te has metido Zack? Le paso una mano por el pelo al chaval, acercandome luego a la barandilla y apoyando los antebrazos allí, inclinandome mirando la calle a un lado y al otro. Siempre me ha gustado mucho la tranquilidad que ofrece la noche. Es como si el mundo también se durmiera. Alzo la cabeza cuando veo una silueta a un lado de la calle y sonrío levemente. Mira Alex... ahí lo tienes. ¿Ves como no pasa nada? Le sonrío a Zack en cuanto llega al porche. Sé que el cajero probablemente no haya dado problemas hoy... lo repararon hace poco tiempo. Aun asi, se habrá tomado su tiempo y lo entiendo. Ese cajero.. ha hecho poner a Alex con el corazón en un puño... Pensaba que te había pasado algo. Me acerco a él y le doy un beso en la mejilla, rascandole las orejas al perro. Hey peque, ¿pones tu la peli mientras voy a por la pizza de chocolate? Sale disparado hacia dentro, cogiendo la película de manos de su tio. Sonrío y le agarro de las mejillas, dandole un beso tierno. ¿Te has despejado un poco? Al final creo que va a ser buena idea que me vuelva a mi casa después de la película...Quiza queremos correr demasiado y algo no termina de encajar como debería. Ha sido una noche mas complicada de lo que pensaba.

Sabía por la sonrisa de End que él tenía claro que no había pasado nada, que simplemente necesitaba airearme. -Lo siento Dije mirando a Alex por que en realidad me sentía culpable de haberle hecho pasar un mal rato pero bueno, él no sabría por qué en realidad y aquello quedaría como una jugarreta de un cajero. -Deberían cambiar el cajero, siempre tienen que ir arreglandolo Comenté distraídamente. Puse la mejilla cuando recibí el beso de Ender sonriendo levemente. Enseguida que tuvo la peli en sus manos Alex salió corriendo a ponerla, se le veía entusiasmado por verla y me encantaba verlo así. Correspondí al beso de End con la misma ternura, pero tampoco quería preocuparle a él, por lo que opté por hacerme un poco el tonto, no quería hacerle sentir mal, ni que se preocupara por las tonterías. -¿Despejarm? Ese cajero no da más que problemas Reí suavemente mientras caminaba al interior de la casa negando con la cabeza como si pensara en el dichoso cajer y en lo mal que iban. -Creo que hablaré con el dueño del videoclub para que haga algo, eso no puede seguir así Me encogí de hombros soltando a Rush en el suelo. -He traído la versión extendida y tiene algunos extras chulos. ¿Sabes cual es mi personaje favorito? Le pregunté a Alex sonriendo mientras me sentaba en el sofá. Necesitaba sentir que al menos teníamos algo en común, aunque fuera que nos gustaban los héroes y ese tipo de pelis. No sé buscar algo que nos uniera de algún modo por que a veces lo sentía lejos de mi. -Molaría ser un héroe, ayudar a la gente y salvar el mundo. Comenté sonriendo mientras esperaba que todo estuviera listo. De algún modo quería arreglar la noche por que sabía que por mi culpa todo se había fastidiado y Ender no se lo merecía, por supuesto Alex tampoco. -Me está entrando hambre... Murmuré divertido. -Cari! Puedes hacer palomitas? Le grité desde el sofá, con un poco de morro sí, por que encima era mi casa... pero ya estaba sentado y me daba pereza levantarme. Sí, sabía que había una pizza de chocolate enorme esperándonos pero siempre me gustaba comer salado con dulce, el chocolate luego me daba ganas de comer otra cosa menos empalagosa, así que prefería ahorrarme ese paso y de verdad me había entrado hambre de repente.

Pese a las palabras tranquilizadoras de Ender, era imposible que Alex se quedara tranquilo. ¿Cómo podía estarlo el hombre a su lado?¡Era su novio el que tardaba demasiado! Aunque quizá él supiese algo que Alex desconocía. Quizá había salido a por algo mas y él no tenía ni idea. O quizá tenía razón Ender y simplemente lo que ocurría es que el cajero funcionaba fatal. Él mismo lo había sufrido algunas veces. Se entretuvo acariciando el lomo del pequeño cachorro después de que Ender le dijera que las orejas tenía que procurar no tocarselas hasta que fuese adulto o podía perder parte de la movilidad. Enseguida le vino a la imagen la típica imágen del perrito con un oreja caida y la otra tiesa y el adulto le explicó que esas cosas les pasan cuando se les tocan las orejas siendo cachorros. Le empezó a mordisquear los dedos y sonrió, jugando con el cachorro que le ayudaba a distraerse y también a que el tiempo pasara mas rápido hasta que vió a su tío acercarse por la calle pobremente iluminada. En cuanto su tio le entregó la película le dió un fuerte abrazo y luego tal y como le pidieron se fué como un rayo hacia el salón, poniendola en la consola para que fuera leyendola. Asintió cuando vió a su tio en el sofá diciendole que había traido la versión extendida. Le encantaba pasarse todo el día siguiente a ver una peli tragandose extras, comentarios del director o finales alternativos. Se sentó a su lado con el mando,, escogiendo la película y dejandola lista para solo tener que darle a iniciar. No, ni idea... ¿cual és? A mi me encanta Iron Man, aunque ojo de halcón es una pasada porque no tiene mas superpoder que el esfuerzo... Se encogió de hombros, sin saber muy bien si eso era algo normal en un chico de su edad. Pero su madre siempre había dicho que era mas maduro que el resto de los de su edad. Quizá porque no todo el mundo tiene que cuidar a su madre en lugar de dejarse cuidar. ¡Marchando una de palomitas! Rió levemente al escuchar al novio de su tio desde la cocina y se acurrucó un poco sobre su costado. Me gusta Ender... me gusta para ser tu novio. Sonrió cuando lo vió llegar con un plato lleno de trocitos cuadrados de pizza y un bol de palomitas, notando como se le hacía la boca agua. ¡Jo que buena pinta esa pizza, Ender! Cogió un trocito y le pego un modisco. Esta mas buena aún de lo que aparenta.

Correspondí al fuerte abrazo de mi sobrino que enseguida se fue a poner la película tal y como le indicamos. Entré después de hablar con Ender y me dejé caer en el sofá justo cuando pensé en palomitas. -La Viuda Negra Sonreí de lado al oirle decir cuales eran los suyos, y me alegró mucho escuchar que dijera que admiraba a un super héroe por que no tenía poder si no que lo hacía todo con su esfuerzo. Eso indicaba una clara idea en su cabeza, él se esforzaría por lo que quisiera, con eso me sentía conforme, al menos no lo estaba haciendo del todo mal si mi sobrino pensaba así... A no ser que fuera algo que hubiera aprendido de Ender claro... Entonces yo no habría hecho nada por hacerle creer en esa idea. Pasé el brazo por detrás de Alex y le abracé sin decir nada, solo necesitaba darle aquel abrazo, aunque fuera de manera que fuera como si nada, por que yo miraba la pantalla para que él no pudiera verme directamente a los ojos. Era muy listo y yo demasiado transparente. De pronto cuando Alex se acurrucó empezó a decir que Ender le gustaba y esas cosas, simplemente me dediqué a mirarle y sonreir levemente. Lo que me estaba pasando era de niños, pero... joder, solo tenía veintidós años, era un crío. Enseguida noté a Ender llegar a mi lado y enseguida a mi sobrino alabar a Ender como de costumbre. Cerré los ojos unos segundos y en cuanto los abrí empecé a comer palomitas, mi orgullo me impedía comer pizza, tan simple y tontamente por el hecho de que mi sobrino ya la hubiera alabado. -Le das a la peli? Pregunté con un tono cariñoso pero algo impaciente, no me sentía cómodo y sabía que Ender no se iba a sentir cómodo. Y era una mierda por que era la primera noche que pasábamos los tres juntos como una familia. Sí, lo estaba estropeando, pero no podía hacer nada cuando sentía lo que sentía, simplemente me dejaba llevar. Apenas hablaba, simplemente comía palomitas para ocupar mi boca en comer mejor que en hablar, no quería soltar nada fuera de lugar.

Los oigo reclamar por palomitas desde el cuarto de baño y pese a que no se donde pueden estar me autonombro encargado de prepararlas y abro la mitad de los armarios antes de dar con el paquete, poniendolo en el microondas y buscando al mismo tiempo un bol grande donde ponerlas cuando estén hechas. Al final doy con uno y saco de la nevera también la pizza de chocolate que no hemos querido tocar antes, cortandola en cuadraditos pequeños porque se lo muy empalagosa que puede ser. Cuando el microondas pita evito el vapor que sale de la bolsa y la vacío en el bol, poniendole algo de sal extra, pero poca, solo para darle el toque justo. Cojo también tres vasos y una botella de agua y lo llevo todo al salón, dejandolo sobre la mesita y sentandome al lado de Zack, recostando la cabeza en su hombro y cogiendo su mano con la mia. ¿Voy a tener que ponerme celoso por esa pelirroja? Pongo una cara de ofensa total y luego río, dandole un beso disimulado en el cuello. A mi me gusta también Iron Man, Alex... aunque admito que cuando me leí los comics de Ojo de halcón fué cuando quise aprender tiro con arco y luego me creía superheroe por ahí. Ruedo los ojos. Admito que si, me vuelvo algo loco a veces y mi mente me juega malas pasadas.
Alex pone la peli y esta va pasando escena tras escena, todas llenas de acción. Sin embargo no le puedo prestar demasiada atención. No tanta como a Zack, al que noto tenso a mi lado. Sigo con esa sensación de que algo va mal pero no logro adivinar que es lo que sucede. No creo que siga siendo por lo del champán. Admito que ha sido una cagada por mi parte, pero es que tampoco tenía forma de saberlo. Le hago una leve caricia en la mano y cierro los ojos un instante, derrotado al notar que ni siquiera la responde. ¿Acaso una noche puede estropearlo todo tanto? Solo intentaba... no se. Caerle bien al chaval para que si algun dia convivimos no haya roces. Para poder hacer cosas los tres juntos. Quizá nos hemos precipitado. Termina la película y todavía no logro quitarme esta sensación desagradable del cuerpo, asi que simplemente me estiro un poco en el sofá y miro la hora en mi reloj de pulsera. Casi las dos de la mañana. Bueno... creo que debería ir marchandome. Es tarde. Veo la cabeza de Alex asomarse por el pecho de su tio. ¿Pero no te ibas a quedar a dormir? Oh leñe... no me acordaba de que se lo había dicho. Me rasco la nuca con una mueca. Esta claro que Zack no está comodo y yo no quiero incomodarlo mas, aunque me encantaría poder pasar la noche con él y que me contara que demonios le pasa por la cabeza para que esté asi. ¿Es parte de mi tarea como novio, no? Comprenderlo, consolarlo y ayudarlo. Lo siento Alex... es que me he acordado de que tengo que trabajar mañana temprano... No es nada cierto, por supuesto. Si que había unas chicas que quieren hacer rafting, pero lo habíamos pospuesto para la semana que viene y asi podía tener libre todo este fin de semana para ellos. Soy un poco despistado. Me encojo de hombros, sonriendo levemente. Sé que Zack no cree ni una palabra, de hecho sabe que cambié el día con las clientas para estar con ellos, pero el chaval no tiene porque saber que es mentira.