Serial killer en mi casa [Noah Stings]

Miré a mi alrededor y aquello también era cierto. Las cosas estaban ordenadas y limpias, no había olores ni tampoco aparentemente nada por hacer. Quizá tuviese asistenta... o quizá si fuera un hombre muy persistente y cabezota. Otra cosa demostrada cuando se deshizo de mi apoyo y siguió caminando con las muletas hasta lo que supuse era la cocina. Lo seguí, aunque quedandome algo rezagado a la altura de la puerta. Estuve por ofrecerme a cocinarle algo -otra vez- pero sabía que lo rechazaría de nuevo y temía por qué acabara molestandose por mis insistencias, asi que directamente me callé. Me ofreció comer algo y estaba a punto de decir que no por no abusar de su hospitalidad cuando justo entonces mi hambriento estómago decidió responder por mi. Eh.. quizá si. Lo que sea. Me había puesto rojo como un tomate, seguro. Odiaba demostrar debilidad, pero vivir en las calles sin nada en los bolsillos hacía que a veces tuviera que pasar días enteros sin probar un solo bocado. Por suerte para mi, la fuente del parque siempre me proporcionaba agua. Leí alguna vez que el ser humano puede sobrevivir hasta casi un mes sin probar bocado, pero sin beber apenas sobrevive tres o cuatro días.