¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.
Conectarse

Recuperar mi contraseña

Mi casa es tu casa [Privado] Onlineyf

¿Quién está en línea?
En total hay 4 usuarios en línea: 0 Registrados, 0 Ocultos y 4 Invitados

Ninguno

[ Ver toda la lista ]


El record de usuarios en línea fue de 49 durante el Miér Dic 05, 2012 2:27 am
Mi casa es tu casa [Privado] Staffgs






Mi casa es tu casa [Privado] Sinttulo1ok

Últimos temas
» DNA: Omega Evolution (Afiliación Elite)
Mi casa es tu casa [Privado] Icon_minitimeJue Nov 14, 2013 11:52 pm por Invitado

» fairy tales returns elite
Mi casa es tu casa [Privado] Icon_minitimeVie Oct 18, 2013 9:50 am por Invitado

» Ciudad Silenciosa (Cazadores de Sombras RPG) ~ Afiliación Elite
Mi casa es tu casa [Privado] Icon_minitimeDom Ago 04, 2013 4:28 am por Invitado

» ¡REVIVAMOS STORYBROOKE!
Mi casa es tu casa [Privado] Icon_minitimeSáb Ago 03, 2013 9:00 am por Evelynn Stratford

» Creando Mundos [Normal]
Mi casa es tu casa [Privado] Icon_minitimeVie Ago 02, 2013 2:37 pm por Invitado

» Registro de nombre y apellido
Mi casa es tu casa [Privado] Icon_minitimeLun Jul 29, 2013 12:46 pm por Adah S. Hunter

» Registro de Empleo
Mi casa es tu casa [Privado] Icon_minitimeLun Jul 29, 2013 12:45 pm por Adah S. Hunter

» Registro de avatar
Mi casa es tu casa [Privado] Icon_minitimeLun Jul 29, 2013 12:41 pm por Adah S. Hunter

» Adah Samantha Hunter {ID}
Mi casa es tu casa [Privado] Icon_minitimeLun Jul 29, 2013 12:37 pm por Adah S. Hunter

Mi casa es tu casa [Privado] Twitterhd


Mi casa es tu casa [Privado] Evilregals


Mi casa es tu casa [Privado] 2ntl8n4
Mi casa es tu casa [Privado] Afiliadosjp


FatefulMi casa es tu casa [Privado] 9010



¡Vótanos!

Mi casa es tu casa [Privado]

2 participantes

Ir abajo

Mi casa es tu casa [Privado] Empty Mi casa es tu casa [Privado]

Mensaje por Rebecca K. Campbell Mar Sep 11, 2012 10:32 am

Las llaves giraron la puerta se abrió con un click suave. Becca empujó la puerta de madera color miel con su cadera abriendo paso a su llorosa amiga. Con su cabeza, haciendo una maniobra, prendió las luces de la planta baja. Su mascota corrió y comenzó a morder los zapatos de las jóvenes. Ambas llevaban en cada mano dos maletas las cuales contenían la mayoría de las pertencias de Savannah. Habían pasado 20 minutos de trayecto en el cual habian estado calladas, becca respetaba el silencio de su amiga y no quería meter la pata. Quería ser prudente y no presionar a Savannah.

Kate se quitó sus zapatos, comenzó a andar descalza por su casa como siempre lo hacía. Sonrió a su amiga y la abrazo fuertemente. - Sientete como en casa- murmuró calidamente mientras se dirigía a la cocina para preparar un té de menta con manzanilla, a sabiendas de que ni ella ni Sav lo rechazarían. Un poco de dulzura no haría mal a nadie. Sacó también una bolsa de frutos del bosque para que se calentara al aire libre, después la comerían como botana.

Agarró de la mano a la alta Sav para mostrarle la casa, aunque se la sabía de memoria. Llegaron al cuarto de huespedes que solía ser la biblioteca personal de Rebecca. Lo había arreglado con el fin de convertirlo en una habitación decente y acojedora. - Espero que no te molesten tantos libros- sonrió disculpandose y mostrándole una cama indivudal con una colcha tejida y muchos cojines encima. El chillido de la tetera las hizo regresar a la cocina.

Hirvió el agua y sirvió el líquido caliente en unas tazas decoradas. Sacó las hierbas y las dejó reposar. La señorita de mirada castaña estaba en posición casi fetal en el mullido sillón color azul cielo de la ojiverde, la cual fue con las tazas en sus manos y le dejó la suya en la mesita que tenía en frente. Pasó una mano por la rodilla de su mejor amiga y suspiró audiblemente. - ¿Cómo fue?- susurró como cuestión mientras sus ojos interrogaban también, refiriendose a lo que había pasado y cómo había reaccionado Robert. Cuando recibió el mensaje de Sav, la chica de 23 años corrió hacia la residencia Monroe para llevarsela. Tenía miedo de encontrar a su amiga golpeada o desmayada. No obstante, encontró a una taciturna señorita que le sonrió débilmente al verla llegar. Habían quedado en eso, Campbell ayudaría a Savannah en todo el proceso del divorcio dándole lo que fuera necesario.

Kuma, su cachorra, se acercó y lamió los pies de Sav, quien rió ligeramente al sentir la rasposa y fría lengua de la perrita. Becca le acarició el pelaje con cariño y le alejó de su amiga. Sonrió alegremente. - Será como pijamada permanente- comentó mientras daba un sorbo a su té.

Rebecca K. Campbell
Rebecca K. Campbell
Humanos
Humanos

Soy : Caperucita Roja
Mensajes : 199
Empleo /Ocio : Pastelera.
Fecha de inscripción : 25/06/2012

Volver arriba Ir abajo

Mi casa es tu casa [Privado] Empty Re: Mi casa es tu casa [Privado]

Mensaje por Savannah L. Hastings Jue Sep 13, 2012 9:49 am

Destrozada. Es la única forma en como se podía definir mi estado de ánimos en esos momentos. Sabía perfectamente que había hecho lo correcto, que dejar a Robert había sido lo correcto si quería salir de aquel círculo vicioso en el que me había visto absorbida casi darme cuenta. Era lo mejor, desde luego y aún tenía que ir a darle las gracias a Everett. Había estado pensando seriamente en presentarme en su casa con alguno de sus pasteles favoritos o algo. Sabía que a la larga le iba a deber más de lo que era capaz de ver ahora mismo.

Le sonreí ligeramente a mi amiga mientras entrábamos en su casa. Había estado allí varias veces, de visita, pero nada más. Solo eso. Ahora en cambio era para algo más que una visita de cortesía o para tomar el té, no, ahora me quedaba allí indefinidamente, porque ya le había jurado y perjurado a Becca que buscaría una casa en cuanto pudiera. En cuanto se me pasara el malestar que sentía. Sí, había sido yo la que había puesto fin a esa relación enfermiza, pero eso no quería decir que yo no lo estuviese pasando mal. - Gracias... - Susurré esbozando una pequeña sonrisa mientras la seguía con la mirada y la veía dirigirse a la cocina. Esa cocina que tan bien conocía. Por unos momentos me dolió el saber que no volvería a pisar mi cocina, ese espacio de mi casa que tanto adoraba.

Me dejé llevar por Becca por la casa, totalmente autónoma, sin poner resistencia alguna, además me la sabía ya de memoria, del mismo modo que supe enseguida que me estaba llevando hasta su improvisada biblioteca que había convertido en una acogedora habitación para mí. Sonreí de forma inconsciente aunque no era una sonrisa tan vivaz y llena de vida como las que esbozaba normalmente, algo dentro de mí se había apagado y posiblemente tardara bastante en volverse a encender. Necesitaba tiempo, eso estaba claro – Para nada. - Miré durante unos segundos las estanterías repletas de libros – Me encantan los libros, creo que me sentiré hasta acompañada – Señalé tontamente mientras volvía la mirada hacia ella. Siempre me había gustado mucho refugiarme en la palabra escrita, así que no me iba a suponer ningún problema el hecho de estar rodeada de libros, podía ser incluso una válvula de escape, porque encima, tenía muchos por donde elegir.

De vuelta a la cocina seguí sus movimientos por la estancia, viendo como tomaba las tazas y servía el té, dejando reposar las hierbas en el agua. Yo entre tanto me había encogido en algún punto del sofá que tenía Kate en el salón con la mirada ligeramente perdida. Me estaba perdiendo entre mis pensamientos eso estaba clarisimo y había momentos en que no sabía si iba a poder salir de ellos.

- Pues... - ¿Cómo fue? Era difícil responder a esa pregunta, más que nada porque... Bueno..., no tenía demasiado claro ni yo misma como fue – Se lo he dicho cuando llegó a casa y bueno..., por un momento pensé que iba a dar algo pero se fue al salón – Alcé las cejas de la misma manera que lo había hecho estando en mi casa, sorprendida. La diferencia radicaba en que en esos momentos los nervios y la presión en el estómago habían desaparecido y se podría decir que había sido sustituido por alivio. Un alivio que sin embargo aún no me hacía sentir bien del todo. - Después volvió y aunque no te lo creas, parecía que se lo había tomado todo como si fuera una broma. ¿Yo? ¿Bromeando sobre un tema como ese? Y bueno..., de eso pasó a acusarme de que había otra persona, a decir que podía cambiar, que quería que me quedase y mil y una cosas más... Suena a cliché y todo – Sonreí débilmente por enésima vez en aquel lapsus de tiempo. - ¿Crees que pueda tener algún problema con mi gata? - Le pregunté de repente recordando que había dejado a la felina al cargo de Everett mientras acariciaba a la perrita de mi amiga – Sino..., miraré que alguien me la cuide un tiempo – Me llevé la taza que me había entregado Becca hasta los labios dándole un sorbo y notando el líquido caliente recorrer mi garganta – Está delicioso... - Y era cierto. Tomé una de las manos de la chica entre la mía con la que no estaba sujetando la taza y le dí un ligero apretón – Sé que ya te lo he dicho, pero muchas gracias... Te debo una.
Savannah L. Hastings
Savannah L. Hastings
Realeza
Realeza

Soy : Fundadora del foro
Mensajes : 385
Localización : Maine
Fecha de inscripción : 04/06/2012

https://twitter.com/Nikita__Mears

Volver arriba Ir abajo

Mi casa es tu casa [Privado] Empty Re: Mi casa es tu casa [Privado]

Mensaje por Rebecca K. Campbell Jue Sep 13, 2012 12:26 pm

Sacó de su alacena unas galletas caseras, chocolate líquido y el bowl lleno de frutos del bosque que tenía ahí. Volvió a sentarse junto a su amiga, esta vez traia dos mantas de patchwork, calientitas y suaves. Colocó una sobre la espalda de Savannah y la escuchó atentamente.

"Después volvió y aunque no te lo creas, parecía que se lo había tomado todo como si fuera una broma. ¿Yo? ¿Bromeando sobre un tema como ese? Y bueno..., de eso pasó a acusarme de que había otra persona, a decir que podía cambiar, que quería que me quedase y mil y una cosas más."Esas palabras revolotearon en la mente de Becca durante unos momentos. Firmemente creía que Robert iba a explotar y llegar al límite de poner el peligro la salud de Sav, no estaba exagerando, simplemente lo habia pensado gracias las acciones pasadas del Sheriff de la ciudad.

Suspiró después de tomar un trago de té. - Me alegra que estés bien - murmuró sinceramente mientras tomaba su mano y la apretaba fuertemente. Sonrió ligeramente y volteó a ver a su cachorra quien lade´su cabeza con aires de inocencia. - No creo que haya problema, Kuma sabrá respetar a la pequeña minina- comentó mientras acariciaba con su mano libre la cabeza de la juguetona Border Colllie.

- Aquí hay galletas y chocolate- indicó con una gran sonrisa mientras agarraba una galleta y la cubría de chocolate líquido, finalizando con unas moras encima. - Ay shim, estah muym bueno- musitó masticando todavía el manjar para beber otro trago de té refrescante. Le dió un pedacito de galleta a su cachorra y sonrió apretando de nuevo la mano de Savannah.

- Sabes que no es ninguna carga. Y no me debes nada, lo sabes- comentó sincera. Para eso estaban las amigas, para ayudarse en todo momento. - Y puedes quedarte cuando quieras, siempre y cuando no acabes como Calamardo cuando se queda en la casa de Bob Esponja al no encontrar trabajo.- comentó divertida tratando de animar un poquito a su taciturna amiga. Mordió otra galleta llena de chocolate y arrugó su nariz, recordando algo.


Señaló con su dedo índice las maletas de la ahora Señorita Hastings. - ¿Traes todo, verdad? - preguntó para asegurarse de que no etnían que volver a su antigua casa. Sabía que podría ser doloroso y hasta peligroso. Agarró su bolsa y esculcó hasta sacar unas llaves tintineantes. - Aquí están las llaves, por si quieres salir o entrar- comentó con una sonrisa cálida y las depositó en sus manos. Las llaves que abrirían una nueva perspectiva en la vida de Savannah Hastings brillaban como nuevas.
Rebecca K. Campbell
Rebecca K. Campbell
Humanos
Humanos

Soy : Caperucita Roja
Mensajes : 199
Empleo /Ocio : Pastelera.
Fecha de inscripción : 25/06/2012

Volver arriba Ir abajo

Mi casa es tu casa [Privado] Empty Re: Mi casa es tu casa [Privado]

Mensaje por Savannah L. Hastings Mar Sep 18, 2012 2:44 am

Me froté inconscientemente la muñeca por la que me había cogido Robert, con más fuerza de la necesaria, mientras escuchaba a su amiga después de haberla soltado. Me la miré unos segundos antes de desviar mi marida hasta la Border Collie que Rebecca acariciaba – Vaya, en ese caso perfecto – Respondí con una gran sonrisa antes de volver a sus pensamientos anteriores y retroceder unos segundos en la conversación – A mi también me alegra estar bien, creí que iba a ser peor – Aunque a nivel emocional no podía decir que hubiese sido fácil, para nada.

Seguí con mis ojos marrones las indicaciones de Rebecca y no dudé ni un segundo en imitarla, tomando una de las galletas y cubriéndolas con aquel chocolate líquido. Me llevé una a la boca, emitiendo un sonido de satisfacción y placer nada más sentir el sabor de aquel manjar en mi paladar. - ¡Está deliciosa! - Sonreí llevándome una mano a la boca para intentar evitar que los grumos cayeran.

Noté otra vez la mano de Rebecca alrededor de la mía y no pude evitar volver a sonreír mientras la oía decir todas aquellas cosas. Por mucho que me dijera que no era una carga, no iba a poder evitar que me sintiera como tal. Era algo imposible de evitar. ¿Cómo no me iba a sentir como una carga? Habría cambios en la rutina y la vida de Rebecca, después de todo. Con otra persona y acostumbrada a vivir sola todo cambiaba a lo mejor no drásticamente, pero si de una manera que era palpable y que ella notaría. Reí ligeramente divertida ante las últimas palabras de mi amiga – No creo que la falta de trabajo y el no encontrarlo sea un problema en este caso - ¡Pues claro que no! Sobretodo cuando estaba hablando precisamente con mi socia, nada más y nada menos. Dejé dibujada una sonrisa en mi rostro antes de terminarme la galleta y tomar otra del tarro que había traído Rebecca, empezaba a sentirme mejor cuanto más tiempo pasaba en aquella acogedora y agradable casa, lejos de de Robert y la pesadilla infernal en la que me había visto metida.

Mi mirada se posó en las maletas que había llevado hasta casa de Rebecca y ante su pregunta no pude evitar que se me escapara un suspiro de entre los labios. Era prácticamente imposible meter en dos maletas tantos años de tu vida. Sabía de sobras que tendría que ir alguna otra tarde o mañana a por lo que había dejado en mi casa. - Pues... no. Era imposible meterlo todo... - Me encogí de hombros, me pasé una mano por mis cabellos oscuros y volví la mirada hasta Rebecca – No te preocupes. Iré cuando sepa seguro al cien por cien que no está allí – Porque yo era la primera persona que no tenía ninguna gana de ver a Robert, en absoluto.

Le sonreí para que se pusiera tranquila. Yo no era ninguna estúpida después de todo y no quería tener ningún tipo de encontronazo con Robert, sobretodo porque le veía capaz de intentar liarme la cabeza otra vez, hablando de eso... - He hecho lo correcto, ¿verdad? - Le pregunté con calma, ni siquiera estaba pensando en William cuando preguntaba aquello, de la misma manera que tampoco había pensado en él cuando había tomado la decisión y la había llevado a cabo. Fui a quedarme mirando las llaves que me depositó en la palma de mi mano, eso lo hacía todo tan real. Se podría decir perfectamente que aún estaba viviendo una especie de irrealidad. Todo aquello se me antojaba irreal y estaba segura de que me costaría unos días acostumbrarme y darme cuenta de que ya no iba a vivir con miedo a dar un paso en falso. - Muchísimas gracias Becca... No sé qué haría ahora sin ti.

Y es que aunque tenía mucha gente a la que podría haber acudido y llamado, sentía que con Becca todo iba a ser diferente, que de alguna manera estábamos destinadas a que aquello pasara, a pasar ese tiempo juntas hasta que mi vida volviera a su cauce. - ¿No las necesitarás tu también? - ¿Qué iba a hacer Rebecca sin sus llaves? Tendríamos que hacer una copia, vamos, a mí se me antojaba la solución más rápida. De una manera u otra acabaría devolviéndoselas.
Savannah L. Hastings
Savannah L. Hastings
Realeza
Realeza

Soy : Fundadora del foro
Mensajes : 385
Localización : Maine
Fecha de inscripción : 04/06/2012

https://twitter.com/Nikita__Mears

Volver arriba Ir abajo

Mi casa es tu casa [Privado] Empty Re: Mi casa es tu casa [Privado]

Mensaje por Rebecca K. Campbell Jue Sep 20, 2012 9:44 am

Rebecca sonrió dulcemente mientras observaba el gesto que hacía Sav. Sin dudarlo, agarró el brazo de ella y lo analizó con mirada dura. Estaba muy rojo y unos cardenales se asomaban. Frunció aún más el ceño, no era doctora ni nada pero sabía lo que signifcaba esos moretones. Suspiró esbozando una mueca melancólica, palmeando la rodilla de Sav. - lo más importante es que estás bien - confirmó un poco más alegre. Pudo haber sido peor, pensó.

Comió una galleta bañada en el delicioso chocolate. - Eso no lo dudes, socia - comentó divertida mientras echaba más chocolate a su boca. El trabajo no les faltaría gracias a su local en el cual ponían todo su cariño y paciencia. Era su retoño y el cariño se transmitía a los clientes quienes iban en aumento. Dió un sorbo a su té y mordisqueó una galleta. Pensó durante unos momentos, arrugó su nariz y dejó escapar una bocanada de aire.

- Si quieres puedo hablar con Everett y los dos vamos por las cosas que faltan - comentó con una suave sonrisa. No permitiría que Savannah fuera y sabía que era mejor evitar toparse con Robert, seguramente ya sabía que Becca tenía en su casa a Sav.

- ¿Cómo te decidiste?- preguntó refiriendose a dejar a Robert. Esa posibilidad estaba siendo planetada desde hace mucho, Kate se preguntaba qué orillo a Savannah a decidirse y cambiar su vida. Escuchó a su amiga morena y asintió enérgicamente sin deja lugar a dudas. - hiciste lo correcto, Savannah. no lo dudes. susurró segura mientras acariciaba a Kuma con simpatía. Sacudió su cabeza. - Es que...era una bomba de tiempo. un tic tac que de pronto se detendría y nadie sabría las feas consecuencias- musitó n tono sombrió a la vez que fruncía el ceño de nueva cuenta.

Rió ligeramente dándole un codazo a su amiga. Le dedicó una mirada cariñosa y le guiñó un ojo- No se compara pero t me ayudaste cuando estaba deprimida por lo que pasó con Charlie- puntualizó, la voz aún le temblaba un poco al mencionar ese nombre. Carraspeó. - Y para estoy, corazón. Tú di pájaro y yo vuelo. - terminó y asintió. - Ah, esas tus llaves. Fijate en el llavero- dijo señalando con su dedo índice el bonito color de listón que funcionaba como llavero, el cual tenia bordado el nombre de Savannah en un color elegante. Becca alzó sus cejas sonriente y sacó sus llaves haciendolas tintinear. - No puedo ocultar que me gusta tenerte aquí, me emocioné y saqué duplicado nuevo - explicó mientras le daba su llavero para que comparara. Eso y , además, había cambiado los cerrojos. No quería tomar riesgos de ningún tipo.
Rebecca K. Campbell
Rebecca K. Campbell
Humanos
Humanos

Soy : Caperucita Roja
Mensajes : 199
Empleo /Ocio : Pastelera.
Fecha de inscripción : 25/06/2012

Volver arriba Ir abajo

Mi casa es tu casa [Privado] Empty Re: Mi casa es tu casa [Privado]

Mensaje por Savannah L. Hastings Sáb Sep 22, 2012 10:16 am

No pude hacer absolutamente nada para evitar que Rebecca me tomase del brazo y analizara mi muñeca. Yo intenté restarle importancia con un movimiento de mi mano. - No es nada, en serio. Simplemente no controló la fuerza con la que me sujetó, pero, como bien tu dices, lo importante es que esté bien, y estoy bien. - Sonreí abiertamente después de decir aquellas palabras mientras tomaba otra de las galletas y miraba a su alrededor.

Le gustaba aquella casa y sabía que no le costaría nada acostumbrarse a vivir allí, en absoluto, menos teniendo como compañera de piso temporal a nada más y nada menos que Rebecca – Ahora llegaremos al mismo tiempo al trabajo, seguro – Bromeé con una risita y es que era cierto, ahora saldríamos al mismo tiempo de casa y llegaríamos al mismo tiempo. Incluso la idea de compartir el desayuno con Rebecca se me antojaba fantástica.

Levanté la mirada hacia mi amiga cuando mencionó a Everett negando ligeramente con la cabeza – No, no quiero meterle en líos, bastante ha hecho y está haciendo cuidando de Dina hasta que vaya a buscarla mañana – Respondí y es que no quería meterle en más problemas de los necesarios y es que la siguiente pregunta que me hizo volvía a estar relacionada con el chico lo cual me hizo sonreír inconscientemente – Pues fue precisamente hablando con Everett una tarde. Me dijo algo que pareció activar una parte de mi cerebro dormida, como si me hubiese quitado una venda de los ojos, fue gracias a él y sus palabras que conseguí decidirme a dejar a Robert, aunque aún así me ha llevado una semana llevarlo a cabo. Solo espero que no se sienta culpable cuando se entere de todo esto – Porque odiaba que la gente se sintiese culpable, había sido mi decisión, ¿no? Mía y de nadie más.

Sí, así había sido aunque quizá las palabras del profesor de ciencias hubiesen influenciado en la decisión al final había sido todo cosa mía todo. La decisión, el día, el cómo hacerlo. A Everett sólo le había pedido que se encargara unos días de Dina y la verdad, no sabía si se había olido algo con aquella extraña petición mía. Simplemente había accedido sin más preguntas y yo lo había agradecido porque mi cabeza ya estaba bastante confusa como para encima añadir aquello.

Es lo que hacen los buenos amigos, ayudar cuando ves que el otro lo necesita de verdad – Le sonreí amablemente – Y me alegra que ahora lo lleves tan bien, en serio – Porque había sido una época bastante difícil para Rebecca después de todo. De entre mis labios se escapo una risa al ver el bordado en el llavero y simplemente no me pude contener y rodeé con mis brazos a Rebecca en un fuerte abrazo que duró unos largos segundos – Gracias. Mil veces gracias – Le susurré al oído mientras una de mis manos acariciaba sus cabellos oscuros. Siempre la había sentido muy cercana, sentía que había algo que nos conectaba. Teníamos una amistad muy grande y era algo que no quería perder. - Eres un encanto...

Le sonreí largamente cuando nos separamos antes de enfocar mi mirada en mis manos. La alianza de matrimonio se llevó toda mi atención. La acaricié unos segundos con los dedos de la otra mano – Bueno... hagamos esto oficial – Busqué la mirada de Rebecca antes de volver a bajarla hasta el anillo que ahora me estaba sacando con los dedos de la otra mano. Fuera. Estaba fuera y ahora reposaba en la palma de mi mano contraria - ¿Qué hago con ella? - Porque por mucho que me hubiese aliviado quitármela no me sentía capaz de deshacerme de ella con tanta facilidad. Por lo pronto la dejé sobre la mesita que había frente al sofá, sustituyendo el anillo por la taza de té a la que le dí un sorbo antes de volver a poner mis ojos marrones en mi amiga. - Mañana iré a casa de Everett a buscar a Dina, tampoco quiero cargarle demasiado tiempo con la gata... - Sonreí tímidamente – Bueno..., anfitriona de la casa. ¿Algún plan para esta noche ahora que ambas volvemos a estar solteras? - Bromeé y Dios sabe lo raro que se me hizo decir la palabra “soltera” y referirme a mí misma.
Savannah L. Hastings
Savannah L. Hastings
Realeza
Realeza

Soy : Fundadora del foro
Mensajes : 385
Localización : Maine
Fecha de inscripción : 04/06/2012

https://twitter.com/Nikita__Mears

Volver arriba Ir abajo

Mi casa es tu casa [Privado] Empty Re: Mi casa es tu casa [Privado]

Mensaje por Rebecca K. Campbell Lun Sep 24, 2012 6:01 am

No dijo nada, simplemente apoyó su cabeza en el hombro de ella. Sería innecesario volver a decir que su bienestar estaba por encima de todo. Kate comprendía que fue suerte que sólo tuviera unos ligeros cardenales en ñas muñecas. Eso era mejor que todo. Su risa despreocupada inundó el ambiente. - Ya no podremos hacer carreras- comentó mientras amarraba su cabello en una alta coleta de caballo.Generalmente ambas llegaban con una mínima diferencia a su trabajo y eso se prestaba a apostar y a jugar carreras, Ahora despertarían en la misma casa, desyunarían juntas, platicarían...sería una nueva etapa. Un fresco comienzo.

Esbozó una linda sonrisa al recordar a Dina, seguramente se llevaría bien con Kuma, ya que su cachorra no era peleonera ni odiaba a los gatos. Además Everett era una persona excelente, Becca le tenía estima y siempre era agradable encontrarselo para platicar, para intercambiar conocimientos. A su lado, Kate sentía que hablaba con un cientifico hecho y derecho. No borró su sonrisa, ahora tendría que agradecerle aún más al físico ojiazul. - Una platica que te quitó la venda de los ojos- resumió en tono suave y pacifico mientras veía las puntas de sus pies. Arrugó la nariz, midiendo sus palabras. - La verdad es que dió el empujón necesario. - atinó a decir mientras acariciaba la cabeza de Kuma, que fue por su manta. Abrazó a su cachorra con dulzura y dejó que se fuera a su camita. Rebecca había platicado con su amiga sobre la extraña situación en su matrimonio y le daba ánimos para seguir adelante, cualquiera que fuera su decisión.

Ambas chocaron sus palmas. Un simple gesto que decía mucho. Asintió y apachurró con cariño a su mejor amiga. Todos sabían lo mal que la pastelera había quedado al repentino término con Charlie. Sav la apoyó en todo momento igual que Grace, Caroline, etc. Se apachurraron un poquito más dejando que el silencio hablara por ellas. A veces era mejor eso, las palabras podrían estropear el sentimiento. Al separarse bajó la mirada hacia el anillo que aún resplandecía en los delgados dedos de la señorita Hastings. Su semblante monstró solemnidad, seriedad y una ligera alegría. Asintió esbozando una suave sonrisa. Sostuvo la mirada de esos grandes ojos marrones infundandole apoyo y coraje. Apretó su mano libre cuando la sortija estaba fuera de su dedo anular. Becca ladeó la cabeza, mordiendose un labio y titubeando.

Kate asintió sonriendo y abrazando sus piernas. - Oh, ¿quieres que te acompañe con Everett? Si no no hay problema, de todos modos tengo que llevar a Kuma al veterinario- comentó, riendo ante la preocupada Kuma que había alzado su carita."Veterinario" era una palabra que no le gustaba a la cachorra.

Sonrió un poco más al escuchar la palabra de oro, las silabas que no habian salido desde hace mucho de la boca de Savannah: solteras. Alzó sus manos y grito un animoso "UUUHHH!!" Meditó unos momentos.- ¡Películas! O tal vez quieras cocinar algo especial para celebrar tu llegada - opinó con entusiasmo. Tendrían mucho tiempo para hacer lo que fuera. No había ninguna prisa ni preocupaciones, no por el momento.
Rebecca K. Campbell
Rebecca K. Campbell
Humanos
Humanos

Soy : Caperucita Roja
Mensajes : 199
Empleo /Ocio : Pastelera.
Fecha de inscripción : 25/06/2012

Volver arriba Ir abajo

Mi casa es tu casa [Privado] Empty Re: Mi casa es tu casa [Privado]

Mensaje por Savannah L. Hastings Lun Oct 01, 2012 9:45 am

Exacto, me quitó la venda de los ojos, pero yo aún no entendía como me había costado tanto darme cuenta cuando era yo misma la que lo estaba sufriendo. ¿Posiblemente por eso que decían siempre de que tú no te dabas cuentas de la misma manera que los de tu entorno? – Sí, lo hizo. La verdad es que sí. – Casi daba la sensación de que había ido directa a él sabiendo que me iba a dar aquel empujón que necesitaba en esos momentos.

El choque de palmas entre nosotras era algo tan normal que me salió casi de forma natural al igual que la sonrisa que curvó después mis labios antes de ser abrazada (y abrazar) por Rebecca. Ella lo había pasado horriblemente mal cuando había ocurrido lo de Charlie y yo había estado allí durante todo el proceso apoyándola como pude y aunque no lo hice para que ella hiciese lo mismo algún día, en esos momentos sabía que yo la iba a tener de la misma manera que ella me había tenido a mí. Eso era la amistad. La amistad era estar allí tanto para las buenas cosas como para las malas, sin que la otra persona tuviera que decir absolutamente nada. Yo sabía perfectamente que ella estaría siempre allí, del mismo modo que Evelyn por muy frívola que pudiera llegar a ser.

- No, no te preocupes. Puedo ir sola… - Le sonreí amablemente. Además tenía ganas de volver a hablar con el físico aunque solo fuera para expresarle el bien que me había hecho y decirle que no quería que se sintiera culpable. Claro, en esos momentos yo no estaba contando con el hecho de que Everett era la persona más despistada de prácticamente toda Storybrooke (quería creer que había gente que lo era más que él) y posiblemente de no ser porque yo se lo dijera directamente, no se daría cuenta de que todo lo ocurrido entre Robert y yo había derivado de la conversación que habíamos tenido en el colegio hacia una semana. Mis ojos marrones se desviaron automáticamente hacia la perrita que parecía haber reaccionado a la palabra “veterinario” lo que hizo que sonriese. Me hacia gracia como los animales podían intuir ciertas cosas, quizá por el sonido de las palabras o por la forma en que las decíamos, pero no dejaba de resultarme cuanto menos, curioso. – ¿Le pasa algo o es un simple chequeo? – Me aventuré a preguntar a mi amiga, no había oído que dijera nada sobre que Kuma estuviera enferma últimamente, aunque bien se podía deber simplemente a que yo estaba demasiado despistada o en mi propio mundo. Ausente. Después de todo no era tan extraño con todo lo que había estado pasando estos últimos días en mi vida, pero no…

No podía ser eso, sino aquel gesto que vi a continuación no habría existido. Una enorme sonrisa se dibujó en mi rostro mientras veía a Rebecca que en esos momentos se me asemejaba una adolescente cosa que me parecía por demás graciosa – ¡Películas! Me parece una idea genial… - Respondí antes de sopesar la segunda parte de la propuesta de Rebecca. ¡Oye! Pues… no era para nada una mala idea – ¿Qué tal si cocinamos algo rico rico y vemos una película mientras nos lo comemos? – Así no tenemos que decidir entre una cosa u otra, sino, que simplemente lo hacíamos todo. – Así será una celebración a lo grande.

Y quizá, solo quizá lograba quitarme de encima el pesar que sentía y a Robert aunque fuesen unas cuantas horas de la cabeza. Definitivamente en mis pensamientos, en mi mente antes de hacerlo era todo mucho más fácil, más sencillo, más llevadero, pero al final había resultado no ser así, para nada.
Savannah L. Hastings
Savannah L. Hastings
Realeza
Realeza

Soy : Fundadora del foro
Mensajes : 385
Localización : Maine
Fecha de inscripción : 04/06/2012

https://twitter.com/Nikita__Mears

Volver arriba Ir abajo

Mi casa es tu casa [Privado] Empty Re: Mi casa es tu casa [Privado]

Mensaje por Rebecca K. Campbell Vie Oct 05, 2012 12:49 pm

Apoyó su cabeza en el hombro de ella, acción que demostraba un sincero "estoy aquí". Esa era la función, lo que definía a los amigos de los simples conocidos con los que te llevas bien: los amigos son capaces de decirte la cruel realidad aunque duela hasta lo más profundo del alma. Prefieren decirte eso que una hermosa mentira y buscan tu bienestar tanto físico como mental. Esas personas especiales se contaban con los dedos de la mano. Rebecca tenía a su número uno junto a ella. Se conocian desde pequeñas. O al menos eso podía recordar. Frunció el ceño, seprándose del hombro de la pastelera y preguntó curiosa. - Savie, una duda. Ultimamente...¿no has sentido que tus recuerdos se desvanecen? Me ha pasado que tengo lagunas mentales. Creo que iré a hablar con Sydney, es muy raro. - comentó, estaba interesada si la señorita Hastings tenía el mismo problema. Tal vez sólo estaba loca. La ausencia de amor pudo haberle afectado.

Rió sonoramente al ver la rápida y asustadiza reacción de su cachorra ante la palabra "veterinario", negó con la cabeza reprobando la conducta de su cachorra y le sonrió a Savannah.- Simple chequeo. Sabes, está en crecimiento aún y debe ir cada 3 meses, ¿verdad Kuma?- preguntó despreocupadamente con voz tranquila mientras alzaba sus cejas al mirar a su mascota. Estirándose, alcanzó las tazas vacías y la bolsa de galletas a medio comer con la finalidad de mantener limpia la mesita de centro. Reebcca era bastante desordenada, tendría que modificar ligeramente sus hábitos si no quería incomodar a Savannah.

Se levantó automáticamente con energía y aplaudió dos veces, emocionada ante la pijamada. Se dirigió hacia el mueble debajo de su televisión y sacó todo el repertorio ( bastante extenso, Campbell adoraba el cine ) para dárselo a Savannah. - Escoje la que más te guste- indicó con una sonrisa divertida mientras se dirigía a su cocina, donde examinó su alacena y su refrigerador en busca de los materiales necesarios para empezar una rica y extensa cena en compañía de Savannah. Ambas eran amantes de la cocina, encontraban en ella una alternativa y un modo de vaciar su imaginación y talento. Además, tanto ellas como sus platillos iban de la mano, congeniaban en todos lo sentidos.

Su amiga la acompañó en la cocina y Becca sacó los ingredientes. Uno a uno, sacó una caja llena de pasta de trigo, tomates, queso cheddar y panela, espinaca, etc. e pasó un grueso libro sobre pastas y platos fuertes a la nueva soltera, indicándole el platillo que e había hecho ojitos. - Mira, ¿qué te parece? - preguntó esperando su aprobación. Dejó que hojeara el libro a su gusto, sacó del congelador unas fresas para poder lavarlas y cortarlas en pequeños cubitos. Asimismo, sacó unas rodajas de piña que, después de lavarlas y picarlas, las revolvió con las fresas y las introdujo en a licuadora limpia.

Le dedicó una suave mirada. - Sé que no será fácil, Savie. - comenzó con ternura y cariño.- Pero se comienza con una sonrisa, poco a poco. - terminó sonriendole y viendo cómo la mirada de ella brillaba un poco más. Sería un proceso lleno de bajas y altas. Era como estar de luto y terminar un matrimonio que alguna vez tuvo cosas buenas e inolvidables no era nada sencillo. Y, con una pequeña ayuda de sus amigos, el proceso sería más llevadero para la nuevo soltera de oro de Storybrooke.
Rebecca K. Campbell
Rebecca K. Campbell
Humanos
Humanos

Soy : Caperucita Roja
Mensajes : 199
Empleo /Ocio : Pastelera.
Fecha de inscripción : 25/06/2012

Volver arriba Ir abajo

Mi casa es tu casa [Privado] Empty Re: Mi casa es tu casa [Privado]

Mensaje por Savannah L. Hastings Jue Oct 11, 2012 7:29 am

Noté el momento en que su cabeza acababa apoyada en uno de mis hombros y sonreí. Una sonrisa sincera que no escondía absolutamente nada al tiempo que yo apoyaba mi cabeza ligeramente sobre la de ella. Ese tipo de acciones eran aquellas que demostraban muchísimo sin necesidad de intercambiar palabra alguna. Después de tantos años conociéndonos lo veía como algo hasta normal. Me sorprendió que sacara a relucir aquello. – Pues…, es que realmente siempre ha habido cosas que no he recordado – Entrecerré ligeramente los ojos no enfocando nada en concreto de mi campo visual – Pero…, tampoco le he dado demasiada importancia nunca. No sé… - Realmente era algo que con el tiempo se me había tornado como algo normal dentro de lo extraño que era cuando te parabas a pensarlo – Pues, a lo mejor no es mala idea. Puedes probar a ir a hablar con ella, después de todo… Por probar no pasa nada, ¿no?

Asentí con la cabeza levemente cuando Rebecca me dejó claro que simplemente iban a hacerle un chequeo a Kuma – Entiendo…, como a los bebés los primeros meses de vida – Sonreí levemente. No recordaba haber tenido que hacerlo con Dinah, lo cual en ese momento me resultó extraño, pero de la misma manera que le restaba importancia al hecho de no recordar con claridad mi pasado, le reste importancia a ese pequeño detalle y para cuando Rebecca se levantó aplaudiendo animada (bastante animada a decir verdad) desvié mi mirada hacia ella y “aquello” se me había olvidado milagrosamente, incluso las dudas que habían estado carcomiéndome. Todo.

Observé el repertorio durante unos segundos antes de pararme en una película que llevaba en su caratula la imagen de Drew Barrymore. – ¿Qué tal Ever After? – Pregunté dándole la vuelta y leyendo la sinopsis – Tendríamos que haber traído a Paula a verla con nosotras. Sabes lo que va diciendo sobre nosotros, ¿no? Que somos personajes de cuentos de hadas – Sonreí brevemente, siempre me había parecido una niña con un potencial imaginativo muy grande – Esta película le vendría de maravilla, después de todo es Cenicienta… - La deje nuevamente sobre la mesa metiendo nuevamente el resto del repertorio de películas de la cinéfila Rebecca en el mueble debajo del televisor y la seguía hasta la cocina.

Miré con atención sin tocar nada, quedándome parada cerca de donde Rebecca estaba dejando los utensilios e ingredientes que iba sacando. A pesar de nuestra confianza y del hecho de que me iba a quedar un tiempo en aquella casa no quería comerme el territorio de mi amiga, al menos no de buenas a primeras. Me acerqué hasta la joven cuando hizo ademan de pasarme el grueso libro que había empezado a hojear – Pues… - Lo miré unos segundos antes de levantar la mirada buscando los ojos marrones de Rebecca – Me parece perfecto. Simplemente perfecto. – Le sonreí suavemente mientras la veía lavar y picar las piñas. Me arremangué automáticamente, un gesto que posiblemente se debiera al hecho de estar siempre metida en una cocina – Dime qué quieres que haga que lo hago – Comenté mientras pasaba mi mirada por todos los ingredientes y una vez más por la receta, pero las palabras de mi amiga me distrajeron totalmente. “Sé que no será fácil, Savie”. No, posiblemente no fuera a ser fácil, pero por algún motivo yo creía que iba a ser más fácil de lo que parecía. – En realidad creo que la parte más difícil de todo ya ha pasado… - Dije refiriéndome claramente al hecho de haber tenido que dejar a Robert. Eso, el dar el paso y enfrentarme a él posiblemente había sido lo más duro y difícil de toda la situación.

¿Lo que venía ahora? Quería creer que cuando ya no se podía terminar más bajo se empezaba a subir escaleras, poco a poco. De verdad quería creer que lo peor de todo aquello ya había pasado. Una parte de mí me decía que era así.

- Es solo que…, puede que me sienta perdida. Ya sabes… - Suspiré dejando caer mis brazos como peso muerto a los costados de mi cuerpo – Estaba acostumbrada a una vida que ya no tendré, por muy infeliz que fuera…
Savannah L. Hastings
Savannah L. Hastings
Realeza
Realeza

Soy : Fundadora del foro
Mensajes : 385
Localización : Maine
Fecha de inscripción : 04/06/2012

https://twitter.com/Nikita__Mears

Volver arriba Ir abajo

Mi casa es tu casa [Privado] Empty Re: Mi casa es tu casa [Privado]

Mensaje por Rebecca K. Campbell Mar Oct 16, 2012 2:10 pm

- ¿ Y si me manda al psiquiátrico por estar loca? - pregunto alarmada. Abrió sus ojos los cuales reflejaban una ligera preocupación, sabía que estaba exagerando pero...¿ Y si en realidad tenía un tornillo zafado? Tal vez debajo de esos dulces ojos verdes se escondía una maniática psicótica. Uno nunca sabe.

Las probabilidades de esa situación eran remotas, así que a otra cosa mariposa. Sonrió sutilmente al ver a su cachorra y al recordar como había crecido en los últimos 6 meses. Suspiro, cual madre al ver a sus hijos crecer. - es mi bebe y ya está muy grande- comento con ternura mientras veía la película que Savannah sostenía en una mano. -¿ Ever After? - pregunto recordando la película y su trama. Chasqueo la lengua, asintiendo. - Ay, Paula tiene una gran imaginación - comenzó a decir en un tono suave - pero....llámame loca. Comienzo a creerle. Cuando la acompañe a las minas estaba tan decidida....no es normal que una niña tan pequeña tenga tanta determinación. Ella realmente cree en eso. - puntualizo seria, esperando que Savie no la abofeteara por la barbaridad que estaba diciendo.

Arrugo su nariz y tomo el plástico. - ¿ Qué personaje de cuento te gustaría ser? - pregunto siguiendo el hilo de la conversación. Campbell estaba segura que su final feliz se había roto, deshecho, perdido. Así qué debida ser un animal mágico, una hada o una simple pueblerina. No sabía y para ser sinceros, la curiosidad le mataba. - Seguramente eres una princesa- comento sonriéndole dulcemente a su mejor amiga.

Asintió con su cabeza. - podrías ir cociendo la pasta? - pregunto educadamente mientras le indicaba donde estaban todos los ingredientes. Ambas se acoplaban perfectamente tanto en personalidades como en la cocina. Estaban en sincronía. No obstante, necesitarían tiempo en sentirse en armonía, era la primera noche de muchas. No sería ningún problema, todo pasaría rápidamente.

Agarraron un ritmo en la cocina que se vio interrumpido por una repentina melancolía de Savannah. Rebecca mordió su labio inferior y suspiro, abrazándola con cuidado y fuerza, no sabía que decir. Lo único que ella había experimentado había sido el engaño de Charlie, el cual no se comparaba con lo que estaba sucediendo. Estaba casada. Le decía adiós a esa vida. Kate apenas y podía vislumbrar lo que se sentía. Pero hasta que no le pasará eso, no comprendería del todo.

Atino a apretar sus manos entrelazadas. - Los cambios son buenos y sabes que tomaste la decisión correcta. Estamos contigo, apoyando te por que te queremos. Y tu sanacion tomara tiempo. No sabemos cuanto pero...- murmuro y suspiro, sonriéndole suavemente. - será el necesario.

Rebecca K. Campbell
Rebecca K. Campbell
Humanos
Humanos

Soy : Caperucita Roja
Mensajes : 199
Empleo /Ocio : Pastelera.
Fecha de inscripción : 25/06/2012

Volver arriba Ir abajo

Mi casa es tu casa [Privado] Empty Re: Mi casa es tu casa [Privado]

Mensaje por Savannah L. Hastings Vie Oct 19, 2012 6:18 am

No pude evitar soltar unas cuantas carcajadas ante la ocurrencia de Rebecca, incluso la alarma en su voz y sus ojos abiertos con aquel brillo de preocupación consiguieron que riese más – Tranquila. No estás loca. A un psiquiátrico se manda a gente por cosas peores que lo que nosotras estamos padeciendo – Porque me había quedado bastante claro que era algo general y que no solo estaba afectando a Rebecca, yo misma estaba sintiendo cosas extrañas. Sobre todo cuando me encontraba próxima a según qué personas, tenía sensaciones, vagas, pero ahí estaban, como si una parte de mí estuviese unida a ellos de alguna manera que no lograba descifrar. – Además no veo a Sydney del tipo de persona que te mandaría por algo así al psiquiátrico, Becks.

Bajé la mirada hasta Kuma recordando a Dinah, si, a veces los animales podían ser hijos para ti. Al menos yo también consideraba a Dinah siempre mi pequeña, la mimada de la casa y así seguiría siendo por supuesto, porque por el momento estaba claro que no iba a tener hijos. Ni siquiera sabía si sería una buena madre, había crecido sin, ¿qué podía ofrecerle yo a un bebé? ¿A alguien que dependería de mí toda su vida? No, sabía que no hubiese sido capaz.

- Sí, sí que tiene una gran imaginación, pero… yo no veo que tiene de malo. Ya sabes, a Siobhan parece preocuparle mucho – O al menos eso es lo que yo había oído por el pueblo. Cuando el río suena agua lleva. Lo que no entendía era porque le preocupaba tanto que la niña tuviese tanta imaginación, al menos mantenía su inocencia intacta, no como otros niños de la generación de ese momento. – ¿Qué paso en las minas que empiezas a creerla? – Pregunté con cierta curiosidad. Por supuesto había oído de aquel incidente y nada me había aliviado más que saber que tanto Rebecca como Paula se encontraban bien. – Bueno, a lo mejor simplemente es que se le ha metido ahí y por eso se lo cree tanto y tiene tanta determinación, no sé. – Me encogí ligeramente de hombres. De verdad, no sabía que creer sobre todo aquello.

Lo que ya me hizo reír con ganas fue cuando Rebecca respondió a su propia pregunta diciendo que creía que yo era una princesa – ¿Una princesa? ¿En serio? – Me miré unos segundos a mí misma – No sé, no veo que tenga porte de princesa precisamente… Las princesas suelen ser delicadas, ya sabes… No veo eso en mí. – Por supuesto, ni siquiera se me ocurría la posibilidad de ser una princesa. Simplemente estaba bromeando, siguiendo el juego – ¿Cuál crees que sería? – Pregunté muerta de curiosidad por saber con qué princesa me relacionaba mi amiga. – Yo creo que me gustaría ser cualquier menos una princesa, no sé… Demasiado típico – Respondí a su pregunta. – ¿Y tú? ¿Alguno en particular? – Vale, el tema era interesante de hablar, de intercambiar opiniones, así, entre amigas. Como una broma, una forma de pasar el tiempo.

- Por supuesto – Una sonrisa se formó en mis labios al tiempo que tomaba la olla y los ingredientes, en este caso la pasta. Llené la olla de agua y la puse a hervir y fue justo en ese momento, mientras esperaba a que empezaran a salir las burbujitas que señalaban ebullición que hice aquel comentario que sacó a Rebecca de lo que estaba haciendo. Noté como me abrazaba y no pude evitar devolverle el abrazo – Sé que los cambios son buenos, que tomé la decisión correcta, pero no sé… - La miré unos segundos cuando me separé de ella esbozando una leve sonrisa. – ¿Cómo conseguiste superarlo? – Le pregunté, porque nunca le había preguntado directamente. Había estado durante todo el proceso que pasó Rebecca después de lo que pasó con Charlie, pero realmente nunca había sabido que era lo que la había hecho superarlo de una vez por todas. – Ahora lo llevas bien, ¿no? – Eso esperaba, porque superarlo para luego volver a llevar mal el asunto no es que fuera muy bonito.
Savannah L. Hastings
Savannah L. Hastings
Realeza
Realeza

Soy : Fundadora del foro
Mensajes : 385
Localización : Maine
Fecha de inscripción : 04/06/2012

https://twitter.com/Nikita__Mears

Volver arriba Ir abajo

Mi casa es tu casa [Privado] Empty Re: Mi casa es tu casa [Privado]

Mensaje por Rebecca K. Campbell Jue Oct 25, 2012 1:14 pm

Becs frunció el ceño, negando con la cabeza. Tal vez Sydney no la mandaría al psiquiatrico...por ahora. A fin de cuentas, ya iban tres personas que sufrían de esas lagunas mentales, dolores de cabeza y constante desorientación. Suspiró pausadamente, dejando que el aliento que salía de su boca elevara los rebeldes mechones que salían de su peinado. Solía creer que sintomas así sólo eran posibles en un ambiente inusual, casi de película o de cuento. Su sexto sentido le decía que algo iba a cambiar, día a día esa sensación se incrementaba dentro de su corazón. Le daban ganas de preguntarle a Michael si conocía ciertas enfermedades relacionadas a esos síntomas pero no quería parecer boba o demasiado ingenua.

Resopló como niña pequeña rodando levemente sus ojos. - A Siobhan le preocupa todo y más - comentó mientras se acercaba a la alacena para agarrar una tabla para picar, dos recipientes y otros utensilios. - A veces creo que el poder y el cargo de ser alcaldesa le afectó la cabeza- confesó haciendo círculos en su sien con su dedo índice, señalando que ella creía questaba ligeramente loca. Eso sí, su administración era impecable y Storybrooke estaba una relativa calma economica. Todo marchaba bien.

Sacó el azúcar morena, midió dos cucharadas las cuales vertió sobre la fruta ya picada y puesta en la lavadora. Durante 15 segundos el ensordecedor sonido de este artefacto inundó la cocina para después regresar a la calma. vació el agua en dos vasos altos. Colocó unas hojitas de menta encima de la espuma color rosada.- - Salud - murmuró y dió un refrescante trago. meditó sus palabras durante unos segundos. Recordó la recomendación de su compañera de aventuras, Paula. Ser discretas. Carraspeó, ordenó las ideas y recuerdos en su mente para hablar. - Paula es demasiado aferrada con este asunto. No es normal y ninguna niña posee tanta seriedad en algo que creemos que es trivial. Además, en las minas encontramos un...- hizo una pausa para descirbir con las palabras adecuadas el artefacto - un pedazo de cristal extraño. Al momento de tocarlo comenzó a temblar de nuevo. finalizó con una mirada seria que no dejaba lugar a dudas. Arrugó la nariz. - Piensas que estoy loca, ¿verdad? inquirió ligeramente preocupada mientras se disponía a picar verduras.

- Eres elegante, fuerte y lista. Serías una princesa revolucionaria - comentó alegre mientras seguía picando. - Serías...¿Aurora? No lo sé. O tal vez Rapunzel. Sí, razpunzel sería perfecta para ti- murmuró pensando y relacionando a cada princesa con la personalidad de su mejor amiga. Rió entre dientes encogiendo sus hombros, pensando un momento sobre eso. - Seguramente yo soy un animalito. Como un Pegaso, un mapache mágico o algo así. No me veo ni como princesa, heroína o nada por el estilo.- confirmó seria. Colocó toda la verdura picada en un sartén previamente caliente, sacó el queso para derretir y lo deshebró. - O tal vez somos ninfas. - agregó riendo.

Agarró una pala de madera para revolver los ingredientes en su sartén y frunció el ceño, sintió cómo su corazón se hacia chiquito y cómo un involuntario espasmo cruzaba su estómago. La pregunta era: ¿Lo había superado? La verdad, escondida entre sus más profundos sentimientos, era que no. Decía que si por su propio bienestar, para no preocupar a nadie y para creer que estaba bien. Lo lograba, a veces. Y sonrió mágicamente, aunque sus labios mostraban un ligero temblor producto de la melancolía. - Ni yo sé cómo lo hice- confesó rascándose la cabeza con su mano libre. Suspiró audiblemente. - Simplemente...lo haces. Te deja de importar lo qué hace. El punto es verlo feliz. - murmuró con la vista hacia el cielo, aguantando algunas lágrimas que amenzaban con salir.
Rebecca K. Campbell
Rebecca K. Campbell
Humanos
Humanos

Soy : Caperucita Roja
Mensajes : 199
Empleo /Ocio : Pastelera.
Fecha de inscripción : 25/06/2012

Volver arriba Ir abajo

Mi casa es tu casa [Privado] Empty Re: Mi casa es tu casa [Privado]

Mensaje por Savannah L. Hastings Sáb Nov 03, 2012 5:31 am

Bueno en cierto modo quizá era normal que a Siobhan le preocupara todo y más, ¿no? Después de todo era la alcaldesa del lugar y tenía una y mil responsabilidades de las que hacerse cargo cada día. Mil y una cosas de las que preocuparse cada día. Claro que eso no quitaba que exageraba, al menos en mi opinión, sobre la desbordante imaginación de Paula. ¡Ya les gustaría a otros padres que sus hijos tuvieran esa desbordante imaginación! Como que algunos crecían demasiado deprisa… - Hombre, tampoco es que sea un cargo fácil. Quiero decir, debe suponer bastante estrés y presión. Prefiero ni siquiera pararme a pensarlo o imaginármelo. – Puse los ojos en blanco unos segundos antes de soltar una risa – No en serio, no debe de ser nada fácil.

Mis ojos siguieron los movimientos de Rebecca tomando después de que la joven pusiera el contenido de lo que había preparado en dos vasos altos uno de los mismos –¡Salud! – Una sonrisa asomó en mi rostro antes de darle un trago, escuchando al mismo tiempo lo que su amiga le decía – Si, bueno, sigue siendo una niña. Los niños a su edad se aferran con muchísima fuerza a las cosas, incluso a aquellas que son imposibles – Me encogí ligeramente de hombros mientras seguía escuchando las palabras de Rebecca – Bueno, tampoco creo que sea tan raro encontrar ese tipo de cosas en una mina, ¿no? – Si, se podría decir que era un poco escéptica en cuanto a todo aquel tema. Había escuchado lo que iba diciendo Paula por el pueblo, pero ni de lejos lo creía ni remotamente posible.

“Eres elegante, fuerte y lista. Serías una princesa revolucionaria” – ¿De verdad crees que yo podría ser una princesa? No creo llegar a ser tan refinada – Bromeé mientras seguía ayudando a Becca con la cena. – Ni tampoco tan sumamente elegante. ¿Rapunzel? ¿Por qué crees eso? – Sí, se podría decir que en cierto modo la curiosidad me podía en esos momentos. Porque yo realmente no me veía parecido alguno ni con Aurora ni con Rapunzel. En realidad con ninguna de las princesas – ¿Quién dice que no eres una heroína? A lo mejor tienes más por demostrar de lo que piensas o de lo que eres capaz de exteriorizar en este momento. ¿Nunca lo has pensado? – La miré unos segundos bastante seria. Estaba hablando completamente en serio con respecto a eso. A veces la gente no se daba cuenta de tenían una fuerza escondida dentro de ellos hasta que un acontecimiento o situación en sus vidas hacía que explotase.

A mí me había pasado. Si me hubieran dicho hacia unos meses que dejaría a Robert, que encontraría el valor para enfrentarme a todo aquello no me lo habría creído. – ¿Ninfas? – Pregunté arqueando una ceja para después darle otro sorbo a la bebida que me había dando antes Rebecca al tiempo que mis ojos se movían hasta las verduras que Rebecca estaba removiendo en la sartén junto con el queso que acababa de echar en la misma. Entonces fue cuando llegó la respuesta a la pregunta yo había formulado. Realmente podía intuir cuales iban a ser las palabras de mi amiga ante aquella pregunta que yo misma había formulado.

Ni ella sabía cómo lo había hecho. Posiblemente le había pasado algo muy parecido a lo que me había pasado a mí, un día simplemente se había levantando sintiendo que podía con ello, que lo había superado, que ya no le importaba absolutamente nada él ni nada que tuviera que ver con esa persona. El caso es que yo había estado casada con él tantos años, que sentía que me iba a costar superar todo aquello. Al menos más que si hubiese una ruptura que no hubiera venido después de una larga convivencia y de muchos compartiendo nuestras vidas. Además de que tenía la impresión de que iba a tardar bastante en ver a Robert feliz o medianamente feliz al menos. Esbocé una leve sonrisa al tiempo que pensaba en otra cosa que había facilitado bastante las cosas – Al menos no tenemos hijos que estén en medio – Eso habría empeorado la situación bastante. – Sino…

No mejor ni siquiera pensaba en esa posibilidad. Levanté mi mirada hasta Rebecca para luego mirar la comida – ¿Cuánto falta? ¡Muero por probarlo! – Y también moría por quedarme acurrucada junto a mi mejor en el sofá mientras mirábamos la película, para qué mentir.
Savannah L. Hastings
Savannah L. Hastings
Realeza
Realeza

Soy : Fundadora del foro
Mensajes : 385
Localización : Maine
Fecha de inscripción : 04/06/2012

https://twitter.com/Nikita__Mears

Volver arriba Ir abajo

Mi casa es tu casa [Privado] Empty Re: Mi casa es tu casa [Privado]

Mensaje por Rebecca K. Campbell Jue Nov 08, 2012 3:12 pm

Y esque la pastelera no lograba concebir cómo una persona podía ser tan estirada y malhumorada como la alcaldesa. Mordió su labio inferior guardando una crítica más al ver la compresión expresada en el comentario de Savannah. Encogió sus hombros, suspirando sin ser escuchada. Tal vez el trabajo le hacía ser tan estresada y con una niña tan despierta, todo se mezclaba ocasionando desorden. Ladeó su cabeza imaginando lo que sería tener un puesto político y sonrió. - Yo si sería alcaldesa. imagínate, sería como estar dentro de una aventura -comentó divertida, asintiendo suavemente dándole la razón a la morena. - Ha de ser agotador- murmuró elevando su mirada hacia el techo de su cocina.

El ligero choque de los vasos de cristal hicieron sonreír de oreja a oreja a la ojiverde. - ¡Salud!- dijo al únisono mientras bebía un poco dela bebida. Se quedó callada, pensando en lo que había sucedido en la mina. "nadie nos va a creer", "si no creen, nadie tendrá su final feliz", "Me van a enviar al psiquiátrico". Lo último era lo que más había alarmado a la pastelera. Decidió no ahondar más en lo que encontraron el mina, podía ser perjudicial para Paula. Asintió suavemente, meditando un poco. - Lo cierto es que no sé que pensar - murmuró pensativa con una débil sonrisa en sus labios. Rió alegremente ensanchando esa sonrisilla, meneando su cabeza hacia los lados. - Sav, no se necesita ser refinada para ser una princesa - comentó recordando el extenso listado de princesas que estaba en su cabeza. Mordió su labio inferior mientras terminaba de sazonar la pasta. - Rapunzel o Blancanieves, una de esas dos serías. No sé por qué, me das esa espina. Eres valiente, posees convicciones y fuerza. Y eres hermosa. - comentó divertida al ver el rostro de su mejor amiga, el cual expresaba confusión y curiosidad al mismo tiempo. Y esos sentimientos se trasladaron al bonito rostro de becca al escuchar que podría ser una heroína. Arrugó la nariz, dubitativa. Apagó la lumbre, dejando que la pasta agarrara más sabor al dejarla reposar unos minutos. Cruzó sus brazos. - ¿heroína? Como...¿Mulán? No lo sé. Te digo que soy un mapache mágico - comentó entre risas.

- Son como hadas, ¿no?- preguntó dudando de su conocimiento acerca de esa materia. Rebecca estaba muy unida a su lado espiritual y gozaba las tardes en el bosque, en el mar, entre la naturaleza que la asfixiaba con tantos colors y vida. Por eso creía que podría ser una ninfa, un espíritu del bosque o algo por el estilo.Extendió su mano libre y apretó la mano de Savannah, quien había dado un gran paso. Se sentiría fuera de lugar durante meses. Extrañaría cada momento y se preguntaría si habia hecho bien. Ella sabía que si, por lo que todo saldría bien. Tiempo al tiempo y las heridas cerrarían.

Sintió como su corazón daba un ligero vuelco cuando agregó lo afortunado que era no haber tenido hijos. - Si no sería mucho más complicado y doloroso - agregó la ojiverde mientras daba un ligero sorbo a su bebida. Sonrió satisfecha, Savannah comenzó a pasarle los platos y ella sirvió la pasta que olía bastante bien. -Apuesto que tus hijos serán preciosos. Cabello negro y sus ojos como los tuyos- comentó fascinada con la expectativa de tener sobrinos. Aunque no quisiera recordarlo, en algún punto de su relación con Charlie pensaron en tener hijos. Inició como broma, claro, pero a ambos les brillaron los ojos al pensar en esa posibilidad. Imaginó a unos niños con ojos expresivos, con los rizos de él, con sus ojos, sus cejas; mini copias del amado mecánico. Desechó esos pensamientos que la lastimaban y sonrió para ahuyentarlos.

- ¡Ni lo digas! Ya llevo cubiertos, vamos a acurrucarnos en el sillón mientras se hacen las palomas de maíz -
comentó a la vez que ponia las dichosas palomas en el microondas.



Rebecca K. Campbell
Rebecca K. Campbell
Humanos
Humanos

Soy : Caperucita Roja
Mensajes : 199
Empleo /Ocio : Pastelera.
Fecha de inscripción : 25/06/2012

Volver arriba Ir abajo

Mi casa es tu casa [Privado] Empty Re: Mi casa es tu casa [Privado]

Mensaje por Savannah L. Hastings Lun Nov 12, 2012 11:30 am

Sí a mí que me gustaba mi trabajo, me gustaba estar todo el día en la pastelería que compartía con Rebecca, se me llegaba a hacer agotador en ocasiones, no quería imaginar un cargo como la alcaldía, en la que no solo tenías que lidiar con unas tartas, con los hornos o los imprevistos que pudieran salir en la cocina o con los proveedores de los ingredientes necesarios para llevar a cabo todos los manjares que vendíamos. No, la alcaldía implicaba preocuparse de los problemas de todos los ciudadanos y del pueblo entero. Solo pensar el hecho de ponerme en el lugar de Siobhan aunque fuera un solo día me agobiaba. El simple hecho de pensarlo.

- Yo creo que es un tipo de aventura que no quiero vivir nunca – Comenté con respecto a lo que había dicho Rebecca sobre la alcaldía después de que aquellos pensamientos me vinieran a la cabeza y me ametrallaran literalmente. No quería verme bajo aquella presión constante. Posiblemente en ocasiones daría incluso la sensación de que estaban empujando de mil sitios diferentes y no sabías a dónde dirigirte.

No, prefería quedarme con mi pastelería y con Rebecca.

- ¿Ah no? – Pregunté alzando una ceja divertida. – Pues en todas las películas y los cuentos las pintan como las típicas chicas refinadas que parece que se vayan a romper alguna uña si hacen más esfuerzo del debido – Era así, al menos yo siempre lo había visto. De todos modos las palabras de Rebecca hicieron que una enorme sonrisa apareciera en mi rostro. Valiente, con convicciones y fuerza. – Sí, posiblemente, aunque Rapunzel tenía el pelo rubio y más largo que yo, y… - Pero no pude rebatir la otra opción. Me llevé una de las manos al cabello, tomando un mechón de mi oscuro pelo. Pelo negro como el carbón y piel blanca como la nieve. – Bueno, ¿por qué preocuparnos más de lo debido por esto? Después de todo no es más que algo que va diciendo una niña de ocho años, que aunque pudiera ser algo maravilloso, no deja de ser fruto de una gran imaginación – Porque si lo pensabas detenidamente, el ser parte de un cuento de hadas de esos que conocías de toda la vida, pues si, era bastante atrayente y porque no, tentador. Podría haber sido realmente maravilloso vivir en uno de esos cuentos que siempre tienen un final feliz. – ¿Por qué no? Aunque Mulan…, era oriental, ¿no? – Me quedé pensando en ello – Aunque siempre hay heroínas que no conocemos y están ahí, ocultas bajo una capa – Le guiñé un ojo, totalmente convencida que de ser mi amiga un personaje de un cuento de hadas sería alguien que guardaba una gran fortaleza bajo su apariencia. Fortaleza y valentía además de una gran lealtad hacia los que quería.

- Sí, algo así. Sé que están muy conectadas a la naturaleza y todo lo que está relacionado con ella, pero no mucho más. – Me encogí de hombros mientras intentaba recordar algo más de aquellas criaturas, pero no, por más que quisiera no se me venía nada más a la cabeza, era como si… Bueno, en resumidas cuentas, seguro que exactamente igual que las hadas no eran, imposible.

Una lenta sonrisa apareció en mi rostro cuando mencionó que mis hijos serían preciosos. Muchísimas veces me había imaginado como serían mis hijos y que características mías heredarían, ya no solo a un nivel físico, también a un nivel psicológico. – Sí, yo también he pensado muchas veces en ello… En cómo serían y tal, pero está claro que aún falta bastante para ello.

Oh genial… Eso sería fantástico. Tomé los platos esperando que Rebecca llegase con los cubiertos al tiempo que oía el típico ruido de las palomitas explotando dentro de la bolsa del microondas. Me senté en el sofá subiendo incluso las piernas al mismo y abrazándome las piernas antes de apoyar el mentón sobre una de las rodillas – Creo que una parte de mí estaba deseando todo esto. – Ladeé el rostro para buscar a mi amiga, me mantuve unos segundos así antes de volver a bajar las piernas, pues comer con las piernas hacia arriba no era lo más cómodo del mundo. – Tiene una pinta deliciosa que lo sepas. – Le sonreí al tiempo que le guiñaba un ojo totalmente tentada de probarlo de una vez pero sin acabar de dar el paso. – Aunque será una mezcla rara con palomitas incluidas – Bromeé antes de soltar unas cuantas carcajadas. Realmente no me había sentido tan liberada como en aquel momento desde hacía mucho tiempo.
Savannah L. Hastings
Savannah L. Hastings
Realeza
Realeza

Soy : Fundadora del foro
Mensajes : 385
Localización : Maine
Fecha de inscripción : 04/06/2012

https://twitter.com/Nikita__Mears

Volver arriba Ir abajo

Mi casa es tu casa [Privado] Empty Re: Mi casa es tu casa [Privado]

Mensaje por Rebecca K. Campbell Miér Dic 12, 2012 4:16 pm

Becca sonrió sin expresar lo que pensaba. Ladeó la cabeza y asintió ante lo que decía Savvie. Ambas eran felices con lo que tenían. Por su parte, Campbell no podía pedir más. Tenía salud, felicidad, una casa, un empleo que amaba, amigas, comida. Sólo daba gracias por ser una chica tan afortunada.

Protestó haciendo una mueca y balbuceó algunas palabras antes de poder decir lo que quería. - Bueno, podrían ser cuentos modificados o algo. Podrías ser una rapunzal pelinegra- comentó mientras reía un poco. Mordió su labio inferior, dejando dentro de ella un suspiro ahogado. ¿Era la única persona que apoyaba a Paula Mills? ¿Estaba mal de la cabeza? Sabía con certeza que estaba siguiendo al boom,boom de su corazón; a su instinto, el mismo que le decía que ayudar a la niña era lo correcto. Decidió no agregar más sobre el tema con el ligero temor de meter la pata ¡, preocupar a su amiga y ponerle más gasolina a Paula.

Negó con su cabeza, encogiendo sus hombros. - Soy un unicornio, ¡lo sé! - dijo con una asombrosa convicción. Era mucho mejor ser un caballo con una cuerno en la frente que otra cosa. Sería maravilloso ser una unicornio...o un pegaso. Amaba a los animales más que a ciertas personas y ser uno de ellos sería genial. Un velo de tristeza opacó sus bonitos ojos verdes. EL pensamiento que atravesaba su corazón salió de su boca automáticamente. - Yo me imaginé alguna vez...teniendo hijos con Charlie.- suspiró revolviendo su cabello con su mano libre. La comprensiva mirada de su mejor amiga la hizo continuar. - Me los imaginaba con su cabello y sus ojos. Una copia de él. Un mini-charlie - sonrió de una manera triste. Sacudió su cabeza olvidando eso y sonriendo más alegre.

Comenzó alzar los trastes sucios para poder llevar los recipientes con la comida hacia la sala, donde Savie la esperaba con las piernas abrazadas. Se sentó al lado de ella en posición de flor de loto para poder sostener los platos en su regazo.Escuchó las palabras de su amiga y le apretó su mano libre. - Es el inicio de tu nueva vida- indicó alegre y optimista como solía ser todos los días a toda hora.

Rebecca acompañó la risa de su amiga con la suya, dos risas entremezcladas que sonaban a cielo, felicidad y a esperanza. - Bueno, si nos enfermamos llamamos a Michael y listo. No pasa de una infección en el estómago, nada que un jarabe no pueda curar- sonrió y le dió el primer bocado a la exquisita pasta.

Sería una noche formidable.



Rebecca K. Campbell
Rebecca K. Campbell
Humanos
Humanos

Soy : Caperucita Roja
Mensajes : 199
Empleo /Ocio : Pastelera.
Fecha de inscripción : 25/06/2012

Volver arriba Ir abajo

Mi casa es tu casa [Privado] Empty Re: Mi casa es tu casa [Privado]

Mensaje por Contenido patrocinado


Contenido patrocinado


Volver arriba Ir abajo

Volver arriba

- Temas similares

 
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.