Jugando {libre}

Era una tarde soleada, pero no hacía mucho calor y salí a jugar al parque , las monjitas me dijeron que no me alejara de la plaza, aunque de todas formas nunca lo hacía y otros niños tambien bajaron a jugar, me puse unos patines que me quedaban algo grandes y eran viejos, ese fué mi regalo de la navidad pasada, pero para mi eran los mas bonitos del mundo, porque ademas les habian cambiado los cordones por unos rosas *___* y las monjitas le habian pintado estrellitas de purpurina con mi nombre , ahora mi reto era aprender a usarlos, me movi un poco y me tambaleé a las primeras de cambio y luego casi me caigo de culo intentando mantener el equilibrio pero cogi aire y lo volvi a intentar

Y volvía a estar en la plaza. Era un buen sitio, así que solía ir bastante a menudo, sobre todo cuando no tenía otra cosa que hacer y me apetecía leer algo sentada para que me diera el sol. O simplemente observar a mi alrededor, ver como la gente iba y venía mientras esperaba que me viniera la inspiración o tenía que hacer tiempo. Era una forma de pasar el rato como otra cualquiera. Igual de válida ¿no os parece? Y en eso estaba. Me encontraba leyendo un libro cuando una niña pasó por delante de mí, llamando mi atención. Llevaba unos patines que me parecieron un poco grandes para su altura y quizás por eso, porque me llamó la atención, me quedé observándola unos minutos, dejando de leer el libro. Entonces vi como casi se cae y me acerqué a ella. -¿Necesitas ayuda, pequeña?-le pregunté con una sonrisa en mis labios.

Abria los brazos a los lados intentando deslizarme y fijé mi objetivo en un arbol que había en frente intentaría llegar hasta allí, tenía que conseguir aprender y yo era muy cabezona para esas cosas, no habia podido salir antes con los patines porque habia estado malita, pero ya tenia fuerzas para hacerlo.
Cuando iba directa a hacerlo de nuevo oí una voz a mi lado y giré la cabeza veindo que era una chica - estoy aprendiendo a patinar - le sonrei - pero es muy dificil - en mi cabeza me habia imaginado que me saldria mejor

Asentí ante sus palabras y esbocé una sonrisa en mis labios. No pude evitar acordarme de el día que yo también había salido a la plaza y había aprendido a patinar. Fue una mañana nublada, aunque por suerte no llovió. El día de antes había sido mi cumpleaños, y yo había cumplido unos seis, no lo recordaba exactamente. Me acordaba de que estaba nublado porque llovió un par de horas después y no pude seguir patinando, lo que me molestó bastante, la verdad, porque me estaba divirtiendo y mucho. Era una sensación única que todo niño tenía que experimentar en algún momento. Y tal vez esa era una de las razones por las que me había acercado a la pequeña. La miré a los ojos y asentí levemente con la cabeza mientras me agachaba para ponerme a su altura.-Es que patinar es muy difícil-comencé a decir-Pero ¿Sabes qué? Yo sé un truco ¿Quieres que te lo diga?-le pregunté mientras volvía a sonreír-Si quieres te ayudo a aprender-añadí-Por cierto, me llamo Nereida, aunque me puedes llamar Nere. ¿Y tú como te llamas?

Un truco? - los ojos se me iluminaron y sonreí abiertamente pensando en el truco que podría ser y di un pequeño saltito - sii ! dimelo, porfi - me agarré a su cintura abrazandola cuando me dijo que si quería me ayudaría aprender - sisisi - rei feliz mirandola - que nombre mas bonito!, el mio es Salmah y esto ultimo lo dije mas bajito porque el mio no era tan chuli y no se podia acortar, Sal me gustaba aun menos que Salmah, cuando me llamaran parecería que me estaban echando en lugar de llamarme para que viniera xD alargué la mano porque su pelo me habia llamado la atención y le acaricié un mechon - me gusta tu pelo *__* - que suavee - siempre me llamaba la atencion el pelo claro

No pude evitar esbozar una sonrisa cuando la vi. Inocencia en estado puro. Los niños tenían la capacidad innata de sonreír siempre y de ilusionarse con pequeños detalles que para muchos parecían insignificantes. Y eso era algo que me encantaba. El verlos así, con una sonrisa de oreja a oreja por el simple hecho de aprender una cosa nueva. ¿Podía haber algo mejor? Sí. El hecho de participar en esa sonrisa, de ser quien la produce hacía que me sintiera más que bien. Me abrazó y yo le correspondí.

-Sí, hay un truco, pero se necesitan dos personas para llevarlo a cabo. Y la más importante tiene que llevar patines-comencé a decir-¿Crees que podrás?-le pregunté con una sonrisa. Entonces ella acarició un mechón de mi cabello y yo le regalé una sonrisa.-Pues a mí me gusta mucho tu pelo, Salmah. Me encantaría tenerlo tan largo como el tuyo-le comenté mientras tomaba sus manos y me ponía enfrente de ella.-Ahora vas a patinar despacio ¿Vale? No te preocupes, que te tengo cogida y no voy a dejar que te caigas