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Un café por los buenos tiempos [Violette]
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Un café por los buenos tiempos [Violette]
Había una canción que rondaba en esos momento por su mente. Sin duda era una de antaño, de esas que la Granny le gustaba escuchar cuando se sentía feliz por algún motivo. Y era esos momentos en los que ella ponía un disco de acetato en el tocadisco y la melodía invadía el local, transportándolos a otra época.
Khai, realmente no le molestaba cuando esas ocasiones ocurría, ya que sentía que estaba conociendo algo que no había alcanzado a ver, debido a la edad que tenía, así que era su excusa de conocer los aspectos de aquella época, que le decía la "dorada". De manera, que una de las protagonistas del día era la afamada cantante francesa Edith Piaf, con su canción que la había lanzado a la fama internacional con su "La Vie en Rose". Aunque conocía muy poco de ese tipo de géneros, sentía que ella era maravillosa y había algo en sus falsetes que le hacía entrar en calma.
Vio el reloj y era su hora de descanso. Decidió salir de la cocina, quitarse un delantal y sentarse en una de las mesas, con una taza de café, junto con la jarra por si quería más. Por algún motivo, la dulce viejecita fue hasta donde estaba él y puso una taza extra, como si él estuviera esperando a alguien más.
- No Granny, no espero a nadie - Le contestó, pero la anciana simplemente le sonrió y no retiró la taza, sino que la dejó ahí. Khai se encogió de hombros y no le dio importancia al asunto, ya después pondría la taza en su lugar.
Tomar café y tener esa música de fondo, sin duda hacía que se transportara a una época parisina. Pero todo parecía tan elegante, que le recordaban a una persona en particular, pero sacudió la cabeza, tenía mucho tiempo que no la veía, pero interrogantes pasaron por su cabeza ¿Todavía le odiaría?, ¿Habría tomado la decisión correcta?... Quien sabe si se le responderían, solo le tocaba disfrutar del café.
Khai, realmente no le molestaba cuando esas ocasiones ocurría, ya que sentía que estaba conociendo algo que no había alcanzado a ver, debido a la edad que tenía, así que era su excusa de conocer los aspectos de aquella época, que le decía la "dorada". De manera, que una de las protagonistas del día era la afamada cantante francesa Edith Piaf, con su canción que la había lanzado a la fama internacional con su "La Vie en Rose". Aunque conocía muy poco de ese tipo de géneros, sentía que ella era maravillosa y había algo en sus falsetes que le hacía entrar en calma.
Vio el reloj y era su hora de descanso. Decidió salir de la cocina, quitarse un delantal y sentarse en una de las mesas, con una taza de café, junto con la jarra por si quería más. Por algún motivo, la dulce viejecita fue hasta donde estaba él y puso una taza extra, como si él estuviera esperando a alguien más.
- No Granny, no espero a nadie - Le contestó, pero la anciana simplemente le sonrió y no retiró la taza, sino que la dejó ahí. Khai se encogió de hombros y no le dio importancia al asunto, ya después pondría la taza en su lugar.
Tomar café y tener esa música de fondo, sin duda hacía que se transportara a una época parisina. Pero todo parecía tan elegante, que le recordaban a una persona en particular, pero sacudió la cabeza, tenía mucho tiempo que no la veía, pero interrogantes pasaron por su cabeza ¿Todavía le odiaría?, ¿Habría tomado la decisión correcta?... Quien sabe si se le responderían, solo le tocaba disfrutar del café.
- La Vie en rose:
Última edición por Mordekhai B. Fletcher el Dom Jul 15, 2012 6:45 am, editado 1 vez
Mordekhai B. Fletcher- Humanos
- Soy : Flynn Rider (a.k.a Eugene)
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Fecha de inscripción : 27/06/2012
Re: Un café por los buenos tiempos [Violette]
Se había levantado temprano, se había dado una ducha rápida y se dirigía al comedor a reunirse con sus padres para desayunar. Se comió el desayuno lo más rápido que pudo, aunque a penas comío nada, ya que tenía muchas cosas que hacer y quería aprovechar el tiempo. Salió a toda prisa de su casa, conduciendo uno de sus coches que le habían regalado sus padres por uno de sus cumpleaños.
Aquella mañana tenía que terminar la novela romántica que estaba a medio escribir y tenía que entregar varias portadas de libros que le habían encargado e iba muy justa de tiempo, si quería entregarlas tenía que correr o más bien volar, como si fuera un cohete. Así que mientras que iba en el coche, estaba pensando en pasarse por la pastelería de Sav y Becca y pillarse unos pasteles para picar entre horas, así que de camino a la pastelería pasó por la cafetería Granny's.
Se le hizo tan tentativo el llevarse un café caliente para ir tomándoselo de camino a la pastelería o bebérselo cuando se pusiera manos a la obra con todo el trabajo pendiente que tenía. Dejó el coche aparcado en un lado y entró a la cafetería.
Llevaba todos los papeles sujetados en sus brazos junto a su carpeta y al pasar entre las mesas para dirigirse al mostrador, con el codo rozó a alguien con tan mala suerte que lo que llevaba en los brazos se había caído al suelo, esturreándose todo completamente.
- Lo siento, fue mi culpa. He sido algo torpe.. - Dijo a modo de disculpa con cara de preocupación.
Cuando se erguió para ver con quién se había rozado, sus ojos se pusieron como platos al ver de quién se trataba. - ¿Tú? - Le dijo con tono de desinterés. - Pensaba que estarías viviendo debajo de un puente y vistiendo feos harapos. Al menos es lo que pensé que te iba a pasar después de que acabara todo... -
Prácticamente ya le daba igual todo lo que tenía que ver con él, aunque en antaño era todo al contrario. La verdad que había pasado una época bastante mala a causa de la ruptura de ambos. Pero con el paso del tiempo todo había cambiado y como decían por ahí, el tiempo cura heridas y tan verdad que era.
- Veo que esperas compañía, ¡sorpréndeme!. Ahora me dirás que te has formalizado, que has madurado y te has hechado una novia en condiciones, ¿me equivoco?.- Le dijo mirando la otra taza que estaba sobre la mesa.
Aquella mañana tenía que terminar la novela romántica que estaba a medio escribir y tenía que entregar varias portadas de libros que le habían encargado e iba muy justa de tiempo, si quería entregarlas tenía que correr o más bien volar, como si fuera un cohete. Así que mientras que iba en el coche, estaba pensando en pasarse por la pastelería de Sav y Becca y pillarse unos pasteles para picar entre horas, así que de camino a la pastelería pasó por la cafetería Granny's.
Se le hizo tan tentativo el llevarse un café caliente para ir tomándoselo de camino a la pastelería o bebérselo cuando se pusiera manos a la obra con todo el trabajo pendiente que tenía. Dejó el coche aparcado en un lado y entró a la cafetería.
Llevaba todos los papeles sujetados en sus brazos junto a su carpeta y al pasar entre las mesas para dirigirse al mostrador, con el codo rozó a alguien con tan mala suerte que lo que llevaba en los brazos se había caído al suelo, esturreándose todo completamente.
- Lo siento, fue mi culpa. He sido algo torpe.. - Dijo a modo de disculpa con cara de preocupación.
Cuando se erguió para ver con quién se había rozado, sus ojos se pusieron como platos al ver de quién se trataba. - ¿Tú? - Le dijo con tono de desinterés. - Pensaba que estarías viviendo debajo de un puente y vistiendo feos harapos. Al menos es lo que pensé que te iba a pasar después de que acabara todo... -
Prácticamente ya le daba igual todo lo que tenía que ver con él, aunque en antaño era todo al contrario. La verdad que había pasado una época bastante mala a causa de la ruptura de ambos. Pero con el paso del tiempo todo había cambiado y como decían por ahí, el tiempo cura heridas y tan verdad que era.
- Veo que esperas compañía, ¡sorpréndeme!. Ahora me dirás que te has formalizado, que has madurado y te has hechado una novia en condiciones, ¿me equivoco?.- Le dijo mirando la otra taza que estaba sobre la mesa.
Violette Holloway- Chicas de Storybrooke
- Soy : Intenta adivinarlo/ Escritora e ilustradora
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Empleo /Ocio : Escritora e ilustradora de libros.
Localización : En alguna parte de Storybrooke escribiendo ^^
Fecha de inscripción : 04/07/2012
Re: Un café por los buenos tiempos [Violette]
Había un dicho muy propicio para el momento, que decía "Cuéntale tus planes a Dios y verás como se ríe de ellos", pues en este caso, la adaptación más fiel sería "Las abuelas son psíquicas, así que más vale no desobedecerlas". ¿Quién sabe por qué pasaría eso?, pero el asunto es que desde que la abuela puso la afamada taza en su puesto, desencadenó una serie de eventos que comenzaban desde la llegada de Violette, quien no percibió de momento hasta que le rozó el codo y por ende los papeles que ella cargaba salieron volando.
Esos papeles le hacían tener un Déja Vú, transportándose a un época en la que él descansaba en un árbol, mientras ella se recostaba y daba rienda suelta a su imaginación, escribiendo un borrador para luego pasarlo al limpio en su casa. Recordaba como se paseaba elegantemente con el lapicero dándose toques en la barbilla, mientras su mirada iba al cielo ideando la siguiente escena, intentando resolver un caso o ponerle drama al protagonista feliz. ¡Qué tiempos aquellos!
Igual se puso en cuclillas para ayudarla con todo y fue entonces cuando ambas miradas se encontraron, luego de dos años y medio, casi tres. Una vez recogido todo, volvió a sentarse en su puesto, mientras revolvía sus cabellos ante las palabras que estaba escuchando. A estas alturas de la vida, sentía un poco de vergüenza por lo que hizo en el pasado, ya que le había formado un escándalo de que controlaba su vida y demás, cuando solo intentaba ayudarle; aunque claro, puede que la manera tan minuciosa de ser de la chica le haya dado el motivo de pensar aquello, pero aún así reiteraba que fue un tanto extremista en ese entonces, ya que si las cosas las tenía más tranquilas en la actualidad, se lo debía todo a ella y a su insufrible esfuerzo de conseguirle una vida mejor.
Sin embargo, no pudo evitar soltar una pequeña carcajada, totalmente espontánea cuando le preguntó si había madurado, que si tenía una novia formal. Simplemente le dio risa, Khai era un alma libre, sin duda, tendría que pasar algo mágico para que sentara cabeza.
- Si con una novia con condiciones te refieres a que la abuela me puso una taza extra, pues entonces sí. Creo que sí - Dio un sorbo a la taza de café que sí estaba llena y luego giró sus ojos - Vamos, Violette, siéntate; no creo que hayas venido simplemente para apostar que mi vida está hecha un basurero - Y si no lo estaba en ese momento era gracias a ella, pero primero quería conversar un rato con la chica antes de decirle abiertamente aquello, puesto que desde las cosas comenzaron a surgir en su vida eso sería lo único que quería decirle al final de todo.
Esos papeles le hacían tener un Déja Vú, transportándose a un época en la que él descansaba en un árbol, mientras ella se recostaba y daba rienda suelta a su imaginación, escribiendo un borrador para luego pasarlo al limpio en su casa. Recordaba como se paseaba elegantemente con el lapicero dándose toques en la barbilla, mientras su mirada iba al cielo ideando la siguiente escena, intentando resolver un caso o ponerle drama al protagonista feliz. ¡Qué tiempos aquellos!
Igual se puso en cuclillas para ayudarla con todo y fue entonces cuando ambas miradas se encontraron, luego de dos años y medio, casi tres. Una vez recogido todo, volvió a sentarse en su puesto, mientras revolvía sus cabellos ante las palabras que estaba escuchando. A estas alturas de la vida, sentía un poco de vergüenza por lo que hizo en el pasado, ya que le había formado un escándalo de que controlaba su vida y demás, cuando solo intentaba ayudarle; aunque claro, puede que la manera tan minuciosa de ser de la chica le haya dado el motivo de pensar aquello, pero aún así reiteraba que fue un tanto extremista en ese entonces, ya que si las cosas las tenía más tranquilas en la actualidad, se lo debía todo a ella y a su insufrible esfuerzo de conseguirle una vida mejor.
Sin embargo, no pudo evitar soltar una pequeña carcajada, totalmente espontánea cuando le preguntó si había madurado, que si tenía una novia formal. Simplemente le dio risa, Khai era un alma libre, sin duda, tendría que pasar algo mágico para que sentara cabeza.
- Si con una novia con condiciones te refieres a que la abuela me puso una taza extra, pues entonces sí. Creo que sí - Dio un sorbo a la taza de café que sí estaba llena y luego giró sus ojos - Vamos, Violette, siéntate; no creo que hayas venido simplemente para apostar que mi vida está hecha un basurero - Y si no lo estaba en ese momento era gracias a ella, pero primero quería conversar un rato con la chica antes de decirle abiertamente aquello, puesto que desde las cosas comenzaron a surgir en su vida eso sería lo único que quería decirle al final de todo.
Mordekhai B. Fletcher- Humanos
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Fecha de inscripción : 27/06/2012
Re: Un café por los buenos tiempos [Violette]
Hacía tanto tiempo de lo que había pasado, que ya no recordaba ni cómo era él, ni siquiera recordaba el motivo o la razón que la hizo querer salir con él. En esos tiempos, debía de estar loca y tan loca por querer estar con una persona como Khai. No es que no fuera bueno, si no que era un chico con pájaros y miles de nidos que habitaban sobre él, aparte de que no tenía la cabeza amueblada para formalizarse como persona en todos los aspectos y ese era un problema a la vista de Violette.
Suspiró cuando le ayudó a recoger sus papeles y vio que se estaba riendo cuando volvió a sentarse.Alzó una ceja y puso los ojos en blanco cuando le dijo que si por novia se refería a Granny. Aún seguía siendo el mismo, al menos por lo gracioso y las tonterías que solía decir cuando estaban juntos.
- ¿Sentarme? ¿A tu lado? ¿Quieres que volvamos a tener nuestras discusiones y peleas como en antaño teníamos? -
La verdad es que en aquellos años, siempre que se dirigían la palabra era para pelear y discutir a cerca de como era Violette o lo que decía, pero es que la joven Holloway sólo quería ayudarle. Le decía las cosas por su bien y encima él lo único que sabía hacer era agradecérselo con peleas y sus discursos sin sentido.
- Vamos Khai, prefiero aprovechar mi tiempo en cosas mejores y no desperdiciarlo en discutir o pelearme contigo. Tengo mejores cosas que hacer que eso, créeme. - Le dijo mientras que titubeaba sobre si sentarse en la mesa que estaba él o sentarse en la que más lejos estaba de él. Cuanto más lejos, mejor o eso era lo que a ella le pasaba en esos momentos por su cabeza.
Al final optó por sentarse en la silla que estaba frente a él y hizo el gesto que tenía por costumbre cuando iba allí, con eso quería decir que le trajera lo de siempre. Miró a Khai y negó con la cabeza cuando le dijo que si había venido a ver como era su vida ahora desde que no estaban juntos.
- No, no he venido para eso. Ya te he dicho que tengo mejores cosas que hacer, que perder el tiempo. Simplemente pasaba por aquí para llevarme un café, ya que tengo mucho trabajo pendiente y el café es mi revitalizante cuando ya no puedo seguir escribiendo. -
Suspiró cuando le ayudó a recoger sus papeles y vio que se estaba riendo cuando volvió a sentarse.Alzó una ceja y puso los ojos en blanco cuando le dijo que si por novia se refería a Granny. Aún seguía siendo el mismo, al menos por lo gracioso y las tonterías que solía decir cuando estaban juntos.
- ¿Sentarme? ¿A tu lado? ¿Quieres que volvamos a tener nuestras discusiones y peleas como en antaño teníamos? -
La verdad es que en aquellos años, siempre que se dirigían la palabra era para pelear y discutir a cerca de como era Violette o lo que decía, pero es que la joven Holloway sólo quería ayudarle. Le decía las cosas por su bien y encima él lo único que sabía hacer era agradecérselo con peleas y sus discursos sin sentido.
- Vamos Khai, prefiero aprovechar mi tiempo en cosas mejores y no desperdiciarlo en discutir o pelearme contigo. Tengo mejores cosas que hacer que eso, créeme. - Le dijo mientras que titubeaba sobre si sentarse en la mesa que estaba él o sentarse en la que más lejos estaba de él. Cuanto más lejos, mejor o eso era lo que a ella le pasaba en esos momentos por su cabeza.
Al final optó por sentarse en la silla que estaba frente a él y hizo el gesto que tenía por costumbre cuando iba allí, con eso quería decir que le trajera lo de siempre. Miró a Khai y negó con la cabeza cuando le dijo que si había venido a ver como era su vida ahora desde que no estaban juntos.
- No, no he venido para eso. Ya te he dicho que tengo mejores cosas que hacer, que perder el tiempo. Simplemente pasaba por aquí para llevarme un café, ya que tengo mucho trabajo pendiente y el café es mi revitalizante cuando ya no puedo seguir escribiendo. -
Violette Holloway- Chicas de Storybrooke
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Re: Un café por los buenos tiempos [Violette]
Dio un largo y grande suspiro por su cuenta. Y pensar que lo menos quería era discutir, de hecho si la invitó a sentarse con él era por eso mismo, para hablar con ella civilizadamente. ¿Por qué?, ¿Por qué?, es que no entendía a las mujeres y más cuando Violette le decía una y otra vez que tenía muchas cosas que hacer cómo para estar perdiendo el tiempo con él y ... ¡Va y se sienta a su lado!. Le vio haciendo un gesto para que le dieran lo de siempre, así que supuso que todavía no estaba enterada que él estaba a cargo de la cocina.
Dio un sorbo al café en silencio, la cafetera la tenía él y había una taza extra que la puso la abuela de una manera profética. Así que lo que hizo simplemente, fue desplazar la taza hasta donde estaba ella y servirle café, ¡Para que vea que él andaba en son de paz! mientras ella estaba todavía le miraba con malos ojos. No sabía de verdad, cuando iba a tocar el tema para agradecerle el último aliento, ya que muchas de las cosas que él tenía era por ese último esfuerzo.
- Así que... ¿Cómo te va? - Y más vale que no le llegara con "estoy muy ocupada para hablarte de mi vida" que con el simple hecho de que estuviera sentada delante de él era un indicio de buscar conversación - Yo sé que no te interesa saber lo que haga, pero estoy trabajando aquí en Granny's, de manera estable y con salario regular.... Tal como tú lo querías - Dijo eso último esquivando la mirada, en un tono de voz poco audible y dando nuevamente un sorbo.
"Y también estoy viviendo en un techo estable, no en nómada como en unos cuantos años" quiso agregar, pero quizá lo dejaba para más tarde, no quería infartos prematuros en el día de hoy. Lo único que quería llegar a todo el asunto, era agradecerle por las últimas cosas que hizo y haber si con suerte, haciendo ese gesto liberaba unos cuantos karmas que le estaban pesando últimamente y mira que lo necesitaba lo antes posible.
Dio un sorbo al café en silencio, la cafetera la tenía él y había una taza extra que la puso la abuela de una manera profética. Así que lo que hizo simplemente, fue desplazar la taza hasta donde estaba ella y servirle café, ¡Para que vea que él andaba en son de paz! mientras ella estaba todavía le miraba con malos ojos. No sabía de verdad, cuando iba a tocar el tema para agradecerle el último aliento, ya que muchas de las cosas que él tenía era por ese último esfuerzo.
- Así que... ¿Cómo te va? - Y más vale que no le llegara con "estoy muy ocupada para hablarte de mi vida" que con el simple hecho de que estuviera sentada delante de él era un indicio de buscar conversación - Yo sé que no te interesa saber lo que haga, pero estoy trabajando aquí en Granny's, de manera estable y con salario regular.... Tal como tú lo querías - Dijo eso último esquivando la mirada, en un tono de voz poco audible y dando nuevamente un sorbo.
"Y también estoy viviendo en un techo estable, no en nómada como en unos cuantos años" quiso agregar, pero quizá lo dejaba para más tarde, no quería infartos prematuros en el día de hoy. Lo único que quería llegar a todo el asunto, era agradecerle por las últimas cosas que hizo y haber si con suerte, haciendo ese gesto liberaba unos cuantos karmas que le estaban pesando últimamente y mira que lo necesitaba lo antes posible.
Mordekhai B. Fletcher- Humanos
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Re: Un café por los buenos tiempos [Violette]
Vio como le acercó la otra taza de café que estaba vacía y le servía de la cafetera, suspiró un poco sorprendida por lo que el estaba haciendo. ¿Desde cuando Khai era tan caritativo con ella?. Habían sido pocas las veces que él había tenido un bonito gesto con Violette, ya que el mayor tiempo que pasaban juntos siempre se lo tiraban discutiendo o debatiendo alguna que otra cosa.
- Gracias. - Le dijo después de que le sirviera la taza de café y la llevó hasta sus labios para darle un pequeño sorbo. - Pues la verdad que muy bien, no me puedo quejar con lo que tengo. Me gano la vida como escritora e ilustradora de libros, intento disfrutar y vivir la vida aparte de mi trabajo y no sé.. - Dudó varios segundos poniendo la pose de estar pensando algo, apoyando el dedo índice sobre el mentón. Aunque segundos más tarde se puso como antes estaba. - No me puedo quejar aunque quiera. -
Fue a tomar otro sorbo de café, aunque no llegó a dar el sorbo cuando escuchó lo que khai estaba diciendo sobre que trabajaba allí, teniendo un trabajo estable con un salario fijo. No lo podía creer, ¿Khai madurando? ¿Formalizandose?. Eso era lo que ella había querido en el tiempo en que estuvo saliendo con él, y pensar que Violette le había estado dando la tabarra para que lo hiciera y de uno o dos años a otros que lo hiciera así como así. Que decepción se estaba llevando la joven Holloway, todo el trabajo que ella había aplicado en él para que consiguiera estabilizarse en todo y que no diera sus frutos, y de un tiempo para otro sin comerselo ni beberselo que se formalizara sin la ayuda de ella.
Suspiró fuerte y le dio un sorbo grande a la taza, teniendo la mirada fijada en la mesa. Todo en ese tiempo en el que no se habían visto, era ese tiempo que había estado utilizando él para formalizarse y organizar su vida, cosa que a Violette sólo le había dado tiempo de tener el trabajo que tenía y seguir aún viviendo con sus padres.
- Genial, me alegro de que por fín tengas las cosas estables y de que te has formalizado también. - Le dijo mientras que abría y cerraba la tapa de su cuaderno en el que escribía sus novelas para luego pasarlas a limpio.
- Gracias. - Le dijo después de que le sirviera la taza de café y la llevó hasta sus labios para darle un pequeño sorbo. - Pues la verdad que muy bien, no me puedo quejar con lo que tengo. Me gano la vida como escritora e ilustradora de libros, intento disfrutar y vivir la vida aparte de mi trabajo y no sé.. - Dudó varios segundos poniendo la pose de estar pensando algo, apoyando el dedo índice sobre el mentón. Aunque segundos más tarde se puso como antes estaba. - No me puedo quejar aunque quiera. -
Fue a tomar otro sorbo de café, aunque no llegó a dar el sorbo cuando escuchó lo que khai estaba diciendo sobre que trabajaba allí, teniendo un trabajo estable con un salario fijo. No lo podía creer, ¿Khai madurando? ¿Formalizandose?. Eso era lo que ella había querido en el tiempo en que estuvo saliendo con él, y pensar que Violette le había estado dando la tabarra para que lo hiciera y de uno o dos años a otros que lo hiciera así como así. Que decepción se estaba llevando la joven Holloway, todo el trabajo que ella había aplicado en él para que consiguiera estabilizarse en todo y que no diera sus frutos, y de un tiempo para otro sin comerselo ni beberselo que se formalizara sin la ayuda de ella.
Suspiró fuerte y le dio un sorbo grande a la taza, teniendo la mirada fijada en la mesa. Todo en ese tiempo en el que no se habían visto, era ese tiempo que había estado utilizando él para formalizarse y organizar su vida, cosa que a Violette sólo le había dado tiempo de tener el trabajo que tenía y seguir aún viviendo con sus padres.
- Genial, me alegro de que por fín tengas las cosas estables y de que te has formalizado también. - Le dijo mientras que abría y cerraba la tapa de su cuaderno en el que escribía sus novelas para luego pasarlas a limpio.
Violette Holloway- Chicas de Storybrooke
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Re: Un café por los buenos tiempos [Violette]
Dio un sorbo a su café mientras veía a la chica, al parecer todo estaba perfectamente bien en ella o al menos eso pretendía parecer, sin embargo, le hacía sentir un poco más en calma que la chica tuviera un prometedor futuro. Así que sin darse cuenta, sonrió ameno, una sonrisa sincera que había resurgido en su rostro. Podía sentirse de algún modo, aún cuando hubieran comenzado el encuentro un tanto atropellado, se sentía nuevamente en el pasado, en los primeros días en que todo estaba bien y parecía que todo iba a salir bien.
Él sabía que lo que había hecho no estaba bien, ya que a la final, muy al final del camino comprendió que todo lo que había hecho había sido por el bien de Khai, pero bueno, ya eran otros tiempos, por lo menos él se sentía un poco más pleno con su vida con las pocas cosas que tenía, pero que eran fundamentales en su día a día. La viejecita, como él le gustaba llamar "abuela" había ocupado un gran puesto en su corazón puesto que a pesar de que era su jefa, sentía que una relación más maternal se había forjado con el tiempo y de hecho, muchas veces sentía que era su abuela real a pesar de que nunca conoció a ninguna.
Se rascó un poco cuando Violette le dijo que por fin las cosas estaban estables para él, la notó un poco extraña, abriendo y cerrando la libreta como si estuviera a punto de escribir algo.
- Bueno, la verdad es que ... - Tenía que aventurarse a decírselo ya que indirectamente Violette se había convertido en una importante figura dentro de él - Yo nunca hubiera tenido todo esto... - Bajó un poco la mirada, mientras jugaba con la asa de la taza dándole vueltas - ... Es que si en este momento las cosas están estables para mí, fue todo gracias a ti - Levantó poco a poco la mirada -... ¿Recuerdas ese anuncio en el periódico donde buscaban cocinero, que encerraste en un círculo y me lo entregaste? y que yo eché a un lado - Esquivó la mirada - Bueno, después de que todo terminó y toqué fondo, de alguna manera ese anuncio volvió a salir y empecé a trabajar aquí... pues, con mi primera paga, pude buscar un local y ahora estoy en una cómoda casa cerca de la entrada del bosque -
Él sabía que lo que había hecho no estaba bien, ya que a la final, muy al final del camino comprendió que todo lo que había hecho había sido por el bien de Khai, pero bueno, ya eran otros tiempos, por lo menos él se sentía un poco más pleno con su vida con las pocas cosas que tenía, pero que eran fundamentales en su día a día. La viejecita, como él le gustaba llamar "abuela" había ocupado un gran puesto en su corazón puesto que a pesar de que era su jefa, sentía que una relación más maternal se había forjado con el tiempo y de hecho, muchas veces sentía que era su abuela real a pesar de que nunca conoció a ninguna.
Se rascó un poco cuando Violette le dijo que por fin las cosas estaban estables para él, la notó un poco extraña, abriendo y cerrando la libreta como si estuviera a punto de escribir algo.
- Bueno, la verdad es que ... - Tenía que aventurarse a decírselo ya que indirectamente Violette se había convertido en una importante figura dentro de él - Yo nunca hubiera tenido todo esto... - Bajó un poco la mirada, mientras jugaba con la asa de la taza dándole vueltas - ... Es que si en este momento las cosas están estables para mí, fue todo gracias a ti - Levantó poco a poco la mirada -... ¿Recuerdas ese anuncio en el periódico donde buscaban cocinero, que encerraste en un círculo y me lo entregaste? y que yo eché a un lado - Esquivó la mirada - Bueno, después de que todo terminó y toqué fondo, de alguna manera ese anuncio volvió a salir y empecé a trabajar aquí... pues, con mi primera paga, pude buscar un local y ahora estoy en una cómoda casa cerca de la entrada del bosque -
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Off: perdona la tardanza, no volverá a pasar T^T
Mordekhai B. Fletcher- Humanos
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Re: Un café por los buenos tiempos [Violette]
Sacudió la cabeza en varias direcciones y puso los ojos en blanco, para sacarse los pensamientos junto con las comeduras de cabeza y le sonrió a Khai. Aun que habían pasado muchas cosas entre ellos, al menos parecían que ambos se alegraban de volver a encontrarse. Se limitó a asentirle cuando él le había dicho que le había contado las novedades de su vida, pero algo interesante habría. Seguro que la vida de él era mucho más movidita que la de la escritora, o al menos eso parecía.
Se quedó algo pensativa y un poco perpleja cuando Khai le dijo que todo lo que tenía era gracias a ella. Espera.. ¿Khai le estaba dando las gracias? ¿Desde cuando se había vuelto tan bondadoso y caritativo con ella?
- ¡Vaya, que milagro! - Le dijo mientras que le daba varios sorbos a su café y observaba como él jugaba con su taza de café dandole vueltas. - Ajam.. - Le dijo al mismo tiempo que le asentía con la cabeza. - Pues.. me alegro de que todo te vaya bien, de que tengas trabajo y casa. -
Tanto trabajo que le había costado que Khai se pusiera a buscar trabajo cuando salían, que ahora lo que había conseguido era gracias a ella y él ni siquiera le había dado las gracias ni le había agradecido todo lo que la joven Holloway había hecho por él. Y ahora que tenía casa, ni siquiera la había invitado a que la viera. ¡Pues vaya persona se había vuelto Khai! Había cambiado al parecer de Violette y aunque había pasado de todo entre ellos, ella aún se preocupaba por él, ya que al menos se quería llevar bien con el muchacho.
Se quedó algo pensativa y un poco perpleja cuando Khai le dijo que todo lo que tenía era gracias a ella. Espera.. ¿Khai le estaba dando las gracias? ¿Desde cuando se había vuelto tan bondadoso y caritativo con ella?
- ¡Vaya, que milagro! - Le dijo mientras que le daba varios sorbos a su café y observaba como él jugaba con su taza de café dandole vueltas. - Ajam.. - Le dijo al mismo tiempo que le asentía con la cabeza. - Pues.. me alegro de que todo te vaya bien, de que tengas trabajo y casa. -
Tanto trabajo que le había costado que Khai se pusiera a buscar trabajo cuando salían, que ahora lo que había conseguido era gracias a ella y él ni siquiera le había dado las gracias ni le había agradecido todo lo que la joven Holloway había hecho por él. Y ahora que tenía casa, ni siquiera la había invitado a que la viera. ¡Pues vaya persona se había vuelto Khai! Había cambiado al parecer de Violette y aunque había pasado de todo entre ellos, ella aún se preocupaba por él, ya que al menos se quería llevar bien con el muchacho.
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Re: Un café por los buenos tiempos [Violette]
Sabía que no había hecho bien muchas cosas en su pasado. Sabía de antemano que no siempre había tomado las mejores decisiones, pero sentía que una de las peores equivocaciones era haberle echado la culpa a Violette por ser tan terca, cuando en realidad el terco era él. Es que inclusive cuando las cosas se le estaban dando, no podía evitar pensar en la castaña cada que despertaba en su cama nueva, con un techo que podía decir propiamente suyo... bueno, no del todo, porque la casa era de Charlie, pero sí podía decir que al menos ese espacio en la casa le pertenecía por más pequeñita que fuese.
Cada que ganaba un poco más y veía como la cafetería se llenaba al mediodía, era un poco inevitable no asociarlo con ella y ahora que se lo decía, no entendía muy bien por qué le daba cierto remordimiento. Bueno, la verdad es que desde un principio, cuando las cosas por fin le estaban resultando, pensaba en contárselo y no solamente eso, sino también en compartirlo, quería retomar nuevamente el contacto con la chica aunque sea simplemente como una buena amistad.
Le miró a esos ojos azules, no sabía cómo interpretar la mirada pero esperaba que fuera algo bueno. Suspiró una vez más y por fin dejó de hacer tanto juego con su taza para dar un nuevo sorbido. Seguramente, estaría preguntándose el por qué ahora que ya no estaban juntos se había dignado en hacer las cosas que ella una vez le pidió y no precisamente cuando fue el momento... y no había necesidad de ser un adivino puesto que él muchas veces se lo planteó.
- Bueno... también te quiero decir o mejor dicho, te debo la explicación del por qué ahora lo hice y no antes - Se quedó un poco pensativo - Ha decir verdad no lo tengo del todo claro, pero por la manera de verlo, te puedo decir que... tenía que perder algo importante para darme cuenta de lo que de verdad tenía - Le miró y se rascó ligeramente la cabeza - Violette siempre has sido importante en mi vida, bueno y ahora que me doy cuenta que todo lo que tengo es por ti, pues ocupas un lugar todavía más importante en mi corazón y... yo se que las cosas no van a hacer igual como antes, pero me gustaría volver a tener contacto contigo... al menos como amigos.... ¿Estás de acuerdo? - Y tras eso, sin saber muy bien el motivo, puso una mirada que se le asociaría a la de un cachorrito, curvando sus labios como si estuviera haciendo un puchero... y por algún motivo, no supo porque se le vino un nombre "Arma mortal"
Cada que ganaba un poco más y veía como la cafetería se llenaba al mediodía, era un poco inevitable no asociarlo con ella y ahora que se lo decía, no entendía muy bien por qué le daba cierto remordimiento. Bueno, la verdad es que desde un principio, cuando las cosas por fin le estaban resultando, pensaba en contárselo y no solamente eso, sino también en compartirlo, quería retomar nuevamente el contacto con la chica aunque sea simplemente como una buena amistad.
Le miró a esos ojos azules, no sabía cómo interpretar la mirada pero esperaba que fuera algo bueno. Suspiró una vez más y por fin dejó de hacer tanto juego con su taza para dar un nuevo sorbido. Seguramente, estaría preguntándose el por qué ahora que ya no estaban juntos se había dignado en hacer las cosas que ella una vez le pidió y no precisamente cuando fue el momento... y no había necesidad de ser un adivino puesto que él muchas veces se lo planteó.
- Bueno... también te quiero decir o mejor dicho, te debo la explicación del por qué ahora lo hice y no antes - Se quedó un poco pensativo - Ha decir verdad no lo tengo del todo claro, pero por la manera de verlo, te puedo decir que... tenía que perder algo importante para darme cuenta de lo que de verdad tenía - Le miró y se rascó ligeramente la cabeza - Violette siempre has sido importante en mi vida, bueno y ahora que me doy cuenta que todo lo que tengo es por ti, pues ocupas un lugar todavía más importante en mi corazón y... yo se que las cosas no van a hacer igual como antes, pero me gustaría volver a tener contacto contigo... al menos como amigos.... ¿Estás de acuerdo? - Y tras eso, sin saber muy bien el motivo, puso una mirada que se le asociaría a la de un cachorrito, curvando sus labios como si estuviera haciendo un puchero... y por algún motivo, no supo porque se le vino un nombre "Arma mortal"
- La arma mortal xD:
Mordekhai B. Fletcher- Humanos
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Fecha de inscripción : 27/06/2012
Re: Un café por los buenos tiempos [Violette]
- Bueno... también te quiero decir o mejor dicho, te debo la explicación del por qué ahora lo hice y no antes. Ha decir verdad no lo tengo del todo claro, pero por la manera de verlo, te puedo decir que... tenía que perder algo importante para darme cuenta de lo que de verdad tenía. Violette siempre has sido importante en mi vida, bueno y ahora que me doy cuenta que todo lo que tengo es por ti, pues ocupas un lugar todavía más importante en mi corazón y... yo se que las cosas no van a hacer igual como antes, pero me gustaría volver a tener contacto contigo... al menos como amigos.... ¿Estás de acuerdo? -
Escuchaba prestando atención a lo que Khai le estaba diciendo, sin quitar en ningún momento la cara de sorprendida que tenía en esos momentos. ¿Una explicación? ¿A estas alturas? Ya no hacía falta que le diera una explicación a todo lo que había hecho cuando estaba con ella, pero Violette no le iba a decir todo aquello porque pensaba que podía ser una falta de respeto hacía el muchacho. Ya que le daba explicaciones, no se iba a quejar por mucho que pensara o dejara de pensar la castaña, así que iba a dejar que le diera las explicaciones que fueran necesarias y que viera oportunas él.
- No sabemos lo que tenemos hasta que no lo perdemos.. ¿Verdad? - Ese refrán que había dicho Violette, le venía como anillo al dedo. Era el momento más oportuno para utilizarlo y cuanta razón tenía la joven Holloway. - Pero a veces.. cuando te quieres dar cuenta de las cosas.. ya es tarde.. -
Cuando Khai terminó de hablarle y explicarle las cosas, Violette sonrío forzadamente y se llevó un trago de su café a la boca. Iba a dejar la taza en la mesa pero ocurrió tan rápido que no supo como reaccionar, cuando iba a colocar la taza se cayó y se volcó hacia el lado de Khai justo en el borde de la mesa, derramando sin querero queriendo el líquido que le quedaba dentro sobre la camiseta que él llevaba. Violette se levantó de la mesa y se llevó las manos hacia la boca, tápandosela y poniendo una expresión como de sorprendida.
Se acercó hasta el lado donde Khai estaba y alargó la mano hacia el servilletero para coger una servilleta y ayudarle a el cocinero a limpiarse la mancha que se le había formado en la prenda.
- ¡Ay, Khai! Lo siento mucho, no era mi intención. - Le dijo mientras le pasaba la servilleta por la camiseta. - Perdoname, de verdad no lo e hecho a posta. - En parte decía la verdad, no lo había hecho a posta pero por otra parte, si fuera todo lo contrario no lo lamentaría y hasta le hubiera hecho gracia. Pero ella no era así, tan cruel como supondría haberlo hecho a posta y encima haberse reído.
Volvió a sentarse en la silla y cogió otra servilleta para limpiar su cuaderno que también se había manchado y se puso a limpiar la tapa, ojeando hoja por hoja para comprobar si se habían manchado.Mientras que estaba limpiando el cuaderno, por descuido se le cayó una fotografía. ¡No habían más fotografías que tenía que caerse esa!.
- ¡Mierda! - Maldeció en voz baja, casi inaudible a oídos ajenos. Aún no recordaba por qué conservaba esa fotografía y más aún, por qué la tenía guardada ahí, esa fotografía que la guardaba desde hace 3 años y en la cual salían fotografiados ambos presentes.
La guardó antes de que Khai la pudiera ver y aunque no sabía si se había dado cuenta o no, se hizo la despistada como si no hubiera pasado nada y se puso a jugar con un mechón de su pelo enredando sus dedos en él. - ¿Importante en tu vida? Si a penas me hacías caso de las cosas que te decía, yo sólo te aconsejaba, quería que las cosas te fueran bien y te sirvieran de algo en la vida.. - Había una cosa que estaba clara y era que el tener buenas intenciones a veces ese gesto no era bien agradecido, al menos no a su tiempo. - Pero ya veo de que me sirvió tanto esfuerzo en esos momentos.. para que después de un tiempo lo hicieras sin mí y sin mi ayuda.. - Se límito a decir agachando la cabeza y bajando la mirada hacia la mesa y el suelo.
Todos los que conocían a Violette sabían como era de forma de ser, pero no era para nada una mala persona ni mucho menos, tenía sus más y sus menos como todo el mundo. Y si había algo que más le gustara en el mundo, era ayudar y aconsejar a los demás, porque más bien mira por los demás antes que por ella misma.
- No hace falta que me pongas esa cara de pena, ¡ni que fueras un perro!. No me quieras dar lástima, porque no me gustan esas cosas.. - Le dijo al mismo tiempo que se levantaba, poniéndose de pie y cogiendo sus cosas. -
Escuchaba prestando atención a lo que Khai le estaba diciendo, sin quitar en ningún momento la cara de sorprendida que tenía en esos momentos. ¿Una explicación? ¿A estas alturas? Ya no hacía falta que le diera una explicación a todo lo que había hecho cuando estaba con ella, pero Violette no le iba a decir todo aquello porque pensaba que podía ser una falta de respeto hacía el muchacho. Ya que le daba explicaciones, no se iba a quejar por mucho que pensara o dejara de pensar la castaña, así que iba a dejar que le diera las explicaciones que fueran necesarias y que viera oportunas él.
- No sabemos lo que tenemos hasta que no lo perdemos.. ¿Verdad? - Ese refrán que había dicho Violette, le venía como anillo al dedo. Era el momento más oportuno para utilizarlo y cuanta razón tenía la joven Holloway. - Pero a veces.. cuando te quieres dar cuenta de las cosas.. ya es tarde.. -
Cuando Khai terminó de hablarle y explicarle las cosas, Violette sonrío forzadamente y se llevó un trago de su café a la boca. Iba a dejar la taza en la mesa pero ocurrió tan rápido que no supo como reaccionar, cuando iba a colocar la taza se cayó y se volcó hacia el lado de Khai justo en el borde de la mesa, derramando sin querer
Se acercó hasta el lado donde Khai estaba y alargó la mano hacia el servilletero para coger una servilleta y ayudarle a el cocinero a limpiarse la mancha que se le había formado en la prenda.
- ¡Ay, Khai! Lo siento mucho, no era mi intención. - Le dijo mientras le pasaba la servilleta por la camiseta. - Perdoname, de verdad no lo e hecho a posta. - En parte decía la verdad, no lo había hecho a posta pero por otra parte, si fuera todo lo contrario no lo lamentaría y hasta le hubiera hecho gracia. Pero ella no era así, tan cruel como supondría haberlo hecho a posta y encima haberse reído.
Volvió a sentarse en la silla y cogió otra servilleta para limpiar su cuaderno que también se había manchado y se puso a limpiar la tapa, ojeando hoja por hoja para comprobar si se habían manchado.Mientras que estaba limpiando el cuaderno, por descuido se le cayó una fotografía. ¡No habían más fotografías que tenía que caerse esa!.
- ¡Mierda! - Maldeció en voz baja, casi inaudible a oídos ajenos. Aún no recordaba por qué conservaba esa fotografía y más aún, por qué la tenía guardada ahí, esa fotografía que la guardaba desde hace 3 años y en la cual salían fotografiados ambos presentes.
La guardó antes de que Khai la pudiera ver y aunque no sabía si se había dado cuenta o no, se hizo la despistada como si no hubiera pasado nada y se puso a jugar con un mechón de su pelo enredando sus dedos en él. - ¿Importante en tu vida? Si a penas me hacías caso de las cosas que te decía, yo sólo te aconsejaba, quería que las cosas te fueran bien y te sirvieran de algo en la vida.. - Había una cosa que estaba clara y era que el tener buenas intenciones a veces ese gesto no era bien agradecido, al menos no a su tiempo. - Pero ya veo de que me sirvió tanto esfuerzo en esos momentos.. para que después de un tiempo lo hicieras sin mí y sin mi ayuda.. - Se límito a decir agachando la cabeza y bajando la mirada hacia la mesa y el suelo.
Todos los que conocían a Violette sabían como era de forma de ser, pero no era para nada una mala persona ni mucho menos, tenía sus más y sus menos como todo el mundo. Y si había algo que más le gustara en el mundo, era ayudar y aconsejar a los demás, porque más bien mira por los demás antes que por ella misma.
- No hace falta que me pongas esa cara de pena, ¡ni que fueras un perro!. No me quieras dar lástima, porque no me gustan esas cosas.. - Le dijo al mismo tiempo que se levantaba, poniéndose de pie y cogiendo sus cosas. -
Violette Holloway- Chicas de Storybrooke
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Re: Un café por los buenos tiempos [Violette]
No entendía a las mujeres. Ni siquiera con un gesto que le había salido tan del alma y una confesión desde lo más profundo de sus sentimientos lograba comprender a la fémina. Es más, comenzaba a sospechar que de verdad le estuviera escuchando... ¿O era cierto que los hombres y las mujeres hablaban idiomas distinto?. Lo que de verdad quería decir detrás de todo aquello era que cada pequeña cosa que hizo, a pesar de que no fue de inmediato mientras estuvieran juntos, tuvo un efecto a largo plazo y que por ende le agradecía por ello, ¿Era tan difícil de comprender?.
Le observó, sus palabras simplemente le desconcertaban un poco más a medida que seguían hablando y a pesar de que sí la escuchaba, había un pensamiento rondando por su mente: ¿Qué le había visto a la chica?, ¿Qué droga se había metido cuando la conoció?, y es que sí, la segunda opción le parecía lo más probable, ya que hubo momentos en los que él había tocado fondo. Es más, quería hablarle de eso, de que quizá cuando estuvo con ella le ayudó a terminar de rehabilitarse... pero capaz y si se lo comentaba, iba a pensar en un modo de víctima que la utilizaba como juguete pasajero mientra se le pasaba su momento de adicción.
Giró los ojos ante el comentario de la chica acerca del refrán.
- Es lo que te acabo de decir... - Dijo entre dientes con la mirada puesta al techo con un tanto de frustración y le quiso completar con un "pero es que no me escuchas". Intentó respirar más profundamente que antes, ya que sabía de antemano que por los vientos que soplaban esa no iba a ser una tarde fácil, ni mucho menos rápida -... Sí, eso fue justo lo que me pasó... - Dijo casi ya con resignación, pensando que era mejor complacerla en lo que decía que tratar que le comprendiera.
Se quedó con su mirada al techo, como si esperaba que la Mano de Dios interviniera en la situación o en su defecto replicandole: "¿Por qué me odias tanto?", de manera que no se dio cuenta cuando la taza le cayó encima sino hasta que sintió el líquido caliente en su estomago. Se exaltó y de una vez empezó a agitar su camisa de modo que se aireara. Luego la chica le fue a ayudar y vio como una foto en la que estaban los dos en un momento especial resbalaba del cuaderno de la chica. Se quedó tan estupefacto que su rostro solo se le delataba una cosa: confusión.
¿Lo seguía queriendo?, esa era otra interrogante, ¿Entonces de qué se trataba todo eso?. ¡Simplemente no entendía nada de nada! La próxima vez que viera a la abuela poniendo profecticamente otra taza de café al lado, la iba a lanzar por la ventana sin importarle o no que él se responsabilizaba por cubrir los gastos del objeto, porque en definitiva no quería reencontrarse con ninguna de sus otras ex, porque son un karma. Y para justificarle un poco más sus pensamientos, ¡Ahí estaba!, culpandole de todo, como si fuera una paloma indefensa. Él sabía que había hecho MAL, pero ¿Y ELLA?, porque hasta donde sabía, en una relación hay dos personas.
Y de paso le decía que parecía un perro. De la impotencia se levantó también y dio unos pasos hacia ella, agarrándole con ambas manos los hombros y acercando su rostro cerca, muy cerca, mientras su expresión era de puro enojo.
- ¡Oh no!, ¡No vas a salir de aquí hasta que me escuches! y hazlo con atención - Rechinó sus dientes y le miró con determinación - Por ESO no te hacía caso. Por ESO intervine en la destrucción de nuestra relación - No se daba cuenta pero sus manos empezaron a temblar de la rabia conteniéndose en no agitarla, porque si hubiera sido otra persona o un chico molestoso como Gary, ya le hubiera empujado, pero él se esforzaba para tener un autocontrol sobre ella. Y no era que le pegara a quien sin discriminación de sexos, pero Violette tenía la facultad de sacarle de quicio - ...¡¡Eres asfixiante, controladora, presumida y de paso tienes un complejo de víctima impresionante!!, Por ESO me fui - Le miró a los ojos directamente -... Porque... porque dejaste de ser... esa chica elegante... sexy y artística que una vez conocí... Esa chica de buenos modales que me catapultó para que yo empezara una mejor vida... porque te digo, he tenido una vida del asco y creo que siempre la seguiré teniendo a no ser de que me rodee de buenas personas que la hagan más amena... Y cuando te conocí, me di cuenta de eso, ¡Por eso te tengo aprecio! y ¡Por eso fuiste y eres una persona importante en mi vida!, porque gracias a ese cariño que me tuviste, pude lograr todas las cosas que tengo actualmente ¿¡¿Carajo es tan difícil de entender?!? - La presión que ejercía en ella se iba disminuyendo, hasta que la soltó completamente bajando sus manos - Pero vete y sigue odiándome por idioteces, porque sino comprendes lo que te acabo de decir, entonces no me has comprendido nada y ya no tiene caso seguir hablando -
Le observó, sus palabras simplemente le desconcertaban un poco más a medida que seguían hablando y a pesar de que sí la escuchaba, había un pensamiento rondando por su mente: ¿Qué le había visto a la chica?, ¿Qué droga se había metido cuando la conoció?, y es que sí, la segunda opción le parecía lo más probable, ya que hubo momentos en los que él había tocado fondo. Es más, quería hablarle de eso, de que quizá cuando estuvo con ella le ayudó a terminar de rehabilitarse... pero capaz y si se lo comentaba, iba a pensar en un modo de víctima que la utilizaba como juguete pasajero mientra se le pasaba su momento de adicción.
Giró los ojos ante el comentario de la chica acerca del refrán.
- Es lo que te acabo de decir... - Dijo entre dientes con la mirada puesta al techo con un tanto de frustración y le quiso completar con un "pero es que no me escuchas". Intentó respirar más profundamente que antes, ya que sabía de antemano que por los vientos que soplaban esa no iba a ser una tarde fácil, ni mucho menos rápida -... Sí, eso fue justo lo que me pasó... - Dijo casi ya con resignación, pensando que era mejor complacerla en lo que decía que tratar que le comprendiera.
Se quedó con su mirada al techo, como si esperaba que la Mano de Dios interviniera en la situación o en su defecto replicandole: "¿Por qué me odias tanto?", de manera que no se dio cuenta cuando la taza le cayó encima sino hasta que sintió el líquido caliente en su estomago. Se exaltó y de una vez empezó a agitar su camisa de modo que se aireara. Luego la chica le fue a ayudar y vio como una foto en la que estaban los dos en un momento especial resbalaba del cuaderno de la chica. Se quedó tan estupefacto que su rostro solo se le delataba una cosa: confusión.
¿Lo seguía queriendo?, esa era otra interrogante, ¿Entonces de qué se trataba todo eso?. ¡Simplemente no entendía nada de nada! La próxima vez que viera a la abuela poniendo profecticamente otra taza de café al lado, la iba a lanzar por la ventana sin importarle o no que él se responsabilizaba por cubrir los gastos del objeto, porque en definitiva no quería reencontrarse con ninguna de sus otras ex, porque son un karma. Y para justificarle un poco más sus pensamientos, ¡Ahí estaba!, culpandole de todo, como si fuera una paloma indefensa. Él sabía que había hecho MAL, pero ¿Y ELLA?, porque hasta donde sabía, en una relación hay dos personas.
Y de paso le decía que parecía un perro. De la impotencia se levantó también y dio unos pasos hacia ella, agarrándole con ambas manos los hombros y acercando su rostro cerca, muy cerca, mientras su expresión era de puro enojo.
- ¡Oh no!, ¡No vas a salir de aquí hasta que me escuches! y hazlo con atención - Rechinó sus dientes y le miró con determinación - Por ESO no te hacía caso. Por ESO intervine en la destrucción de nuestra relación - No se daba cuenta pero sus manos empezaron a temblar de la rabia conteniéndose en no agitarla, porque si hubiera sido otra persona o un chico molestoso como Gary, ya le hubiera empujado, pero él se esforzaba para tener un autocontrol sobre ella. Y no era que le pegara a quien sin discriminación de sexos, pero Violette tenía la facultad de sacarle de quicio - ...¡¡Eres asfixiante, controladora, presumida y de paso tienes un complejo de víctima impresionante!!, Por ESO me fui - Le miró a los ojos directamente -... Porque... porque dejaste de ser... esa chica elegante... sexy y artística que una vez conocí... Esa chica de buenos modales que me catapultó para que yo empezara una mejor vida... porque te digo, he tenido una vida del asco y creo que siempre la seguiré teniendo a no ser de que me rodee de buenas personas que la hagan más amena... Y cuando te conocí, me di cuenta de eso, ¡Por eso te tengo aprecio! y ¡Por eso fuiste y eres una persona importante en mi vida!, porque gracias a ese cariño que me tuviste, pude lograr todas las cosas que tengo actualmente ¿¡¿Carajo es tan difícil de entender?!? - La presión que ejercía en ella se iba disminuyendo, hasta que la soltó completamente bajando sus manos - Pero vete y sigue odiándome por idioteces, porque sino comprendes lo que te acabo de decir, entonces no me has comprendido nada y ya no tiene caso seguir hablando -
Mordekhai B. Fletcher- Humanos
- Soy : Flynn Rider (a.k.a Eugene)
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Re: Un café por los buenos tiempos [Violette]
Le miraba a los ojos a pesar de que en la oscuridad no se le veía ese verde que tanto le gustaba y él le devolvió la mirada, una mirada sincera. Se le pasaban por la cabeza tantas cosas que decirle pero se limitó a besarle. Un abrazo, un beso, un mordisco, su "mordisquitos" como ella le llamaba. O tan sólo un suspiro, le parecía increíble. Volvía a estar a su lado, volvía a tenerle cerca, a poder darle la mano, a poder mirarle a la cara. Sólo él y ella, por su mente no pasaba nadie más.
No era un recuerdo más, eran aquellos momentos irrepetibles e inolvidables, algo que no iba a olvidar, no iba a borrarlos de su memoria. Y si algún día tuviera la oportunidad no la iba a desaprovechar, porque no se lo perdonaría. Él no se podía hacer a la idea de cuanto lo había necesitado, porque cada vez que lo veía en alguna fotografía o por la calle, sólo quería que le dedicara una de sus sonrisas que le hiciera olvidar todos sus problemas, le hiciera estar bien y feliz. Sólo pedía eso: una sonrisa, una simple sonrisa que le alegrara el día. Saber que en esos momentos estuviera él, esos momentos en los que no le apetecía nada más que llorar, esos momentos en los que hiciera todo lo posible para que evitara ver una lágrima en sus ojos azules, esos momentos en los que cogiera sus labios con sus manos y los pusiera de esa forma tan peculiar que conseguía sacarle una pequeña sonrisa.
Sólo ella sabía que aún le quería, que era él y su manera de hacer las cosas, su forma de mirarla, su risa, sus gestos, su pelo, sus tonterías que la hacían reír, sus abrazos, sus palabras e incluso sus besos. Porque ya no podía tener excusas, porque la conocía quizás mejor que nadie. Tenía tantas cosas que decirle, que jamás podría escribirlo tal y como lo sentía. Quizás ese fuera el momento perfecto para darle las gracias por todo el tiempo que habían pasado juntos o de dárselas también por el tiempo que les quedaba aunque estuvieran separados. Porque en esos momentos le podía confesar que le enseñó a ver la vida diferente y que momentos como los que había pasado con él, no los volvería a pasar con nadie o al menos así lo veía Violette.
Le odiaba, ¡Sí!. Pero le odiaba porque tenía la sonrisa que hacía que se le pusiera cara de tonta. Le odiaba cuando la miraba con sus ojos que la hacían sonreír aunque ella no quisiera, tenía esa mirada que la volvía loca y todavía tenía el suficiente valor de preguntarle ¿el por qué a todo eso?. Era muy fácil, tenía una explicación: Porque había hecho que fuera la persona por la que lo dejaría todo, había hecho que fuera una de las personas más importantes de su vida. Había hecho que le quisiera como no había querido a nadie, había hecho que no le pudiera olvidar, que no pudiera dejar de pensar en él ni un momento. Había hecho que hiciera cosas que nunca pensaría hacer, le había hecho que cuando le viera sólo tuviera ganas de ir hacia él y decirle lo mucho que lequería odiaba.
Pero todo había cambiado, para bien o para mal y sabía que era él y nadie más. Se acordaba aún del primer beso, de la primera tarde, de la primera frase, del primer te quiero... No necesitaba perderle para que supiera que le iba a echar de menos o que lo iba a pasar mal. No necesitaba que discutieran para saber lo mucho que le quería, no necesitaba que se enfadara con ella para saber que lo necesitaba...
Porque aunque fueran tan distintos, eran como la parte que les faltaba, la que los complementaba el uno al otro. Eran dos polos opuestos y los polos opuestos se atraían.
Quería susurrarle al oído que lo necesitaba junto a ella, que quería que le animara en sus días malos y que hiciera el tonto con ella en sus días buenos. Le susurraría que necesitaba una de sus sonrisas o de sus miradas, un chiste poco gracioso o un gran silencio junto a él. Le pediría unos segundos de su vida, hasta incluso le afirmaría lo evidente: que aún le quería. Para después que él la mirara, le sonriera y le dijera que él también la necesitaba.
Vió como Khai se levantaba también y daba unos pasos hacia ella, agarrándole con ambas manos los hombros y acercando su cara a pocos milímetros de la suya. Escuchó detenidamente a Khai mientras que al mismo tiempo que le hablaba, el muchacho empezó a temblar, cosa que disminuyó cuando terminó de hablar y optó por soltarla. Violette se llevó sus manos a sus hombros algo doloridos por la presión que él había hecho en ellos y alzó una ceja, mirando al chico fijamente a los ojos. Asfixiante, controladora, presumida y con complejo de víctima.. Procesaba los calificativos del cocinero mientras que él le había estado hablando. Todo lo que le había dicho le había sentado como una puñalada en el corazón, ¿Tan mala imagen tenía de ella? Violette sólo había querido ayudarlo en esos momentos y para nada había sido como él la había descrito. Podía ser que se había vuelto un poco pesada cuando le insistía en lo de que buscara trabajo para tener un sueldo digno y una vivienda en condiciones, para que se independizara e hiciera su vida, ¡que ya era hora!. Y lo que había dicho que era presumida, ¿qué tenía Violette de presumida? No era para nada creída, ni siquiera se veía una miss universo o miss mundo o ninguna diosa, sólo le gustaba cuidar su aspecto, como a casi todo el mundo que ella conocía.
- ¿Has terminado ya de definirme con tus calificativos y adjetivos? - Le dijo mientras que le negaba con la cabeza cuando le preguntó si era tan difícil de entender. - ¿Idioteces? Desde cuando aconsejarte y querer el bien para tí, para que tengas un buen futuro y lo aproveches. Que no sirva de nada en ese momento y después sin tenerme a tu lado, lo cumplas y que yo al saberlo me sienta decepcionada y frustrada al mismo tiempo, ¿eso son idioteces?. - Le dijo mientras se volvía a sentar para calmarse, ya que sus ojos habían empezado a verse brillantes porque se había llenado de un líquido transparente que en pocos segundos iba a dejar emanar hacía sus mejillas. - No lo entiendes, Khai. No me comprendes, no me entiendes ni sabes las cosas que pienso o lo que me pasa, no sabes como me sentí en esos momentos ni cuando me dejastes... No puedes hacerte a la idea de cómo me sentí.. - Se sentía dolorida por los comentarios que le había hecho él, no tenía el más mínimo derecho de hablarle como le había hablado y después de que hubiera pasado todo el tiempo que se llevaban sin dirijirse la palabra. No quería que Khai la viera llorar, así que parpadeó varias veces y cuando cayeron varias lágrimas, se las limpió rápidamente para que Khai no las viera. - Ni de cómo me siento ahora.. -
No era un recuerdo más, eran aquellos momentos irrepetibles e inolvidables, algo que no iba a olvidar, no iba a borrarlos de su memoria. Y si algún día tuviera la oportunidad no la iba a desaprovechar, porque no se lo perdonaría. Él no se podía hacer a la idea de cuanto lo había necesitado, porque cada vez que lo veía en alguna fotografía o por la calle, sólo quería que le dedicara una de sus sonrisas que le hiciera olvidar todos sus problemas, le hiciera estar bien y feliz. Sólo pedía eso: una sonrisa, una simple sonrisa que le alegrara el día. Saber que en esos momentos estuviera él, esos momentos en los que no le apetecía nada más que llorar, esos momentos en los que hiciera todo lo posible para que evitara ver una lágrima en sus ojos azules, esos momentos en los que cogiera sus labios con sus manos y los pusiera de esa forma tan peculiar que conseguía sacarle una pequeña sonrisa.
Sólo ella sabía que aún le quería, que era él y su manera de hacer las cosas, su forma de mirarla, su risa, sus gestos, su pelo, sus tonterías que la hacían reír, sus abrazos, sus palabras e incluso sus besos. Porque ya no podía tener excusas, porque la conocía quizás mejor que nadie. Tenía tantas cosas que decirle, que jamás podría escribirlo tal y como lo sentía. Quizás ese fuera el momento perfecto para darle las gracias por todo el tiempo que habían pasado juntos o de dárselas también por el tiempo que les quedaba aunque estuvieran separados. Porque en esos momentos le podía confesar que le enseñó a ver la vida diferente y que momentos como los que había pasado con él, no los volvería a pasar con nadie o al menos así lo veía Violette.
Le odiaba, ¡Sí!. Pero le odiaba porque tenía la sonrisa que hacía que se le pusiera cara de tonta. Le odiaba cuando la miraba con sus ojos que la hacían sonreír aunque ella no quisiera, tenía esa mirada que la volvía loca y todavía tenía el suficiente valor de preguntarle ¿el por qué a todo eso?. Era muy fácil, tenía una explicación: Porque había hecho que fuera la persona por la que lo dejaría todo, había hecho que fuera una de las personas más importantes de su vida. Había hecho que le quisiera como no había querido a nadie, había hecho que no le pudiera olvidar, que no pudiera dejar de pensar en él ni un momento. Había hecho que hiciera cosas que nunca pensaría hacer, le había hecho que cuando le viera sólo tuviera ganas de ir hacia él y decirle lo mucho que le
Pero todo había cambiado, para bien o para mal y sabía que era él y nadie más. Se acordaba aún del primer beso, de la primera tarde, de la primera frase, del primer te quiero... No necesitaba perderle para que supiera que le iba a echar de menos o que lo iba a pasar mal. No necesitaba que discutieran para saber lo mucho que le quería, no necesitaba que se enfadara con ella para saber que lo necesitaba...
Porque aunque fueran tan distintos, eran como la parte que les faltaba, la que los complementaba el uno al otro. Eran dos polos opuestos y los polos opuestos se atraían.
Quería susurrarle al oído que lo necesitaba junto a ella, que quería que le animara en sus días malos y que hiciera el tonto con ella en sus días buenos. Le susurraría que necesitaba una de sus sonrisas o de sus miradas, un chiste poco gracioso o un gran silencio junto a él. Le pediría unos segundos de su vida, hasta incluso le afirmaría lo evidente: que aún le quería. Para después que él la mirara, le sonriera y le dijera que él también la necesitaba.
Vió como Khai se levantaba también y daba unos pasos hacia ella, agarrándole con ambas manos los hombros y acercando su cara a pocos milímetros de la suya. Escuchó detenidamente a Khai mientras que al mismo tiempo que le hablaba, el muchacho empezó a temblar, cosa que disminuyó cuando terminó de hablar y optó por soltarla. Violette se llevó sus manos a sus hombros algo doloridos por la presión que él había hecho en ellos y alzó una ceja, mirando al chico fijamente a los ojos. Asfixiante, controladora, presumida y con complejo de víctima.. Procesaba los calificativos del cocinero mientras que él le había estado hablando. Todo lo que le había dicho le había sentado como una puñalada en el corazón, ¿Tan mala imagen tenía de ella? Violette sólo había querido ayudarlo en esos momentos y para nada había sido como él la había descrito. Podía ser que se había vuelto un poco pesada cuando le insistía en lo de que buscara trabajo para tener un sueldo digno y una vivienda en condiciones, para que se independizara e hiciera su vida, ¡que ya era hora!. Y lo que había dicho que era presumida, ¿qué tenía Violette de presumida? No era para nada creída, ni siquiera se veía una miss universo o miss mundo o ninguna diosa, sólo le gustaba cuidar su aspecto, como a casi todo el mundo que ella conocía.
- ¿Has terminado ya de definirme con tus calificativos y adjetivos? - Le dijo mientras que le negaba con la cabeza cuando le preguntó si era tan difícil de entender. - ¿Idioteces? Desde cuando aconsejarte y querer el bien para tí, para que tengas un buen futuro y lo aproveches. Que no sirva de nada en ese momento y después sin tenerme a tu lado, lo cumplas y que yo al saberlo me sienta decepcionada y frustrada al mismo tiempo, ¿eso son idioteces?. - Le dijo mientras se volvía a sentar para calmarse, ya que sus ojos habían empezado a verse brillantes porque se había llenado de un líquido transparente que en pocos segundos iba a dejar emanar hacía sus mejillas. - No lo entiendes, Khai. No me comprendes, no me entiendes ni sabes las cosas que pienso o lo que me pasa, no sabes como me sentí en esos momentos ni cuando me dejastes... No puedes hacerte a la idea de cómo me sentí.. - Se sentía dolorida por los comentarios que le había hecho él, no tenía el más mínimo derecho de hablarle como le había hablado y después de que hubiera pasado todo el tiempo que se llevaban sin dirijirse la palabra. No quería que Khai la viera llorar, así que parpadeó varias veces y cuando cayeron varias lágrimas, se las limpió rápidamente para que Khai no las viera. - Ni de cómo me siento ahora.. -
Violette Holloway- Chicas de Storybrooke
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Re: Un café por los buenos tiempos [Violette]
Sí quizá a la final nunca había comprendido a Violette como alguna vez pensó que lo hizo. Tal vez ni el mismo se comprendía, ya que era cierto que la chica le había ayudado o intentado hacerlo en esos momentos cuando estaban juntos, pero la verdad es que él había estado atormentado por sus propios demonios cuando eso ocurrió y bueno, en una etapa tan inestable como estaba él en el pasado no era que se quedara a escuchar los consejos de otras personas por más que le querían.
Los ojos con los que veía el mundo Khai en esos momentos eran tan diferentes a los que tenía hace un par de años atrás. Quizá sí necesitaba haber perdido unas cuantas cosas antes de que pudiera obtener una nueva visión de las cosas y el perder a Violette de su lado quizá fue un incentivo a tener que abrir los ojos para empezar de nuevo y esta vez con el pie correcto. Era por eso que comenzó a hacer las cosas que había dejado pendiente mientras estuvo con ella, quizá para decirse a sí mismo que sí podía mejorar y tener un buen comienzo, una vez más.
Le observó, le decía que no le comprendía, que simplemente no le entendía de cómo se había sentido cuando aquello pasó. Era verdad, en ningún momento se había tomado la molestia de pensar en cómo se la había pasado.... pero la verdad era que si apenas sabía lo que sentía, mucho menos pretendía saber lo que sentía los demás. Suspiró, igual no tenía caso. Se resignó y de un momento a otro le dio un abrazo de improvisto, de esos abrazos protectores que solo él podía dar.
- Ya pasó - Dijo en forma de susurro y se apresuró a decir lo siguiente antes de que la chica intentara huir - Mira, de verdad lo siento. Nunca me puse a pensar en cómo te sentías ni como la habías pasado mientras me fui; pero una parte de mí decía que la verdad no necesitabas juntarte con alimañas como yo... hace un poco más de tres años no sabía lo que tenía a mi lado y por eso pasé por muchos malos ratos. Y quiero decirte que las cosas pasan por algo, tal vez en el pasado no era el momento de estar juntos... y el presente, bueno lo construimos nosotros. Lo único que te pido a gritos es que me perdones, perdóname todo lo que hice en el pasado, porque te quiero mucho, aunque no lo pareciera... - No tenía más nada que decir, ya todo lo había dicho en ese momento - Está en ti que empecemos de cero y veas el Khai nuevo -
Los ojos con los que veía el mundo Khai en esos momentos eran tan diferentes a los que tenía hace un par de años atrás. Quizá sí necesitaba haber perdido unas cuantas cosas antes de que pudiera obtener una nueva visión de las cosas y el perder a Violette de su lado quizá fue un incentivo a tener que abrir los ojos para empezar de nuevo y esta vez con el pie correcto. Era por eso que comenzó a hacer las cosas que había dejado pendiente mientras estuvo con ella, quizá para decirse a sí mismo que sí podía mejorar y tener un buen comienzo, una vez más.
Le observó, le decía que no le comprendía, que simplemente no le entendía de cómo se había sentido cuando aquello pasó. Era verdad, en ningún momento se había tomado la molestia de pensar en cómo se la había pasado.... pero la verdad era que si apenas sabía lo que sentía, mucho menos pretendía saber lo que sentía los demás. Suspiró, igual no tenía caso. Se resignó y de un momento a otro le dio un abrazo de improvisto, de esos abrazos protectores que solo él podía dar.
- Ya pasó - Dijo en forma de susurro y se apresuró a decir lo siguiente antes de que la chica intentara huir - Mira, de verdad lo siento. Nunca me puse a pensar en cómo te sentías ni como la habías pasado mientras me fui; pero una parte de mí decía que la verdad no necesitabas juntarte con alimañas como yo... hace un poco más de tres años no sabía lo que tenía a mi lado y por eso pasé por muchos malos ratos. Y quiero decirte que las cosas pasan por algo, tal vez en el pasado no era el momento de estar juntos... y el presente, bueno lo construimos nosotros. Lo único que te pido a gritos es que me perdones, perdóname todo lo que hice en el pasado, porque te quiero mucho, aunque no lo pareciera... - No tenía más nada que decir, ya todo lo había dicho en ese momento - Está en ti que empecemos de cero y veas el Khai nuevo -
Mordekhai B. Fletcher- Humanos
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Re: Un café por los buenos tiempos [Violette]
Rabia, impotencia, dolor.. Eran algunas de las sensaciones que Violette estaba sintiendo en esos momentos, eran las que no había sentido en aquellos años atrás, aunque el dolor siempre se había mantenido desde el primer día en el que Khai había destrozado su relación y en aquellos instantes su vida. Le costó tanto olvidar todo lo que había pasado y cubrir el dolor con distracciones, con sus quehaceres y poniendo todo su empeño en seguir adelante a pesar del estado anímico por el que estaba pasando la joven Holloway. No podía permitir haber tropezado, caerse y no volverse a levantar, porque fuera como fuese y le costara lo que le costase, ella era una persona fuerte y no iba a dejarse pisotear ni amargarse por nada ni nadie que no mereciera la pena. Aunque aquello no significara que no se había quedado encerrada en su habitación viendo películas amorosas y de desamor mientras que se hinchaba a comer helado de chocolate y vainilla, teniendo siempre a su lado la caja de pañuelos.
Pero ya habían pasado casi 3 años y aunque aún estaba ahí ese sentimiento hacía él, Violette no pensaba decírselo si quiera, ni por mucho que se muriera de ganas de que él lo supiera, de demostrárselo y que por mucho que por su parte era también como Khai decía, que también la quería y quería empezar de nuevo, Violette no podía ni quería volver a pasarlo tan mal como lo había pasado años atrás.
Se quedó un poco anonadada a causa del imprevisto abrazo que él le dio y no pudo ni articular ninguna palabra si quiera, así que dejó que hablara él. - ¿Alimañas como tú? - Le interrumpió cuando escuchó esa palabra, teniendo aún la misma cara de sorprendida que cuando le había dado el abrazo inesperado. - Khai, eso no tendrías ni que haberlo pensado ni haberlo dicho, porque no eres una alimaña y mucho menos que decidas con quien tengo que juntarme o con quien no, porque para eso ya estoy yo. Y no te lo estoy diciendo a malas ni te estoy regañando, simplemente te estoy diciendo que eso era cosa mía. - Le dijo mientras que cerraba los ojos y soltaba un largo suspiro. - Bueno el pasado, pasado está.. así que no te preocupes que te perdono, a pesar de lo que has podido hacer y lo que me has podido hacer pasar.. - Le sonrío forzadamente, ya que no tenía muchas ganas de sonreír en ese momento por cómo se sentía pero no quería traspasarle sus emociones al muchacho. - ¿Empezar de cero? ¿cómo amigos o a qué te refieres? - Le dijo sin entender muy bien a lo que se refería él, ya que antes le había dicho de volver a tener contacto como amigos.
Pero ya habían pasado casi 3 años y aunque aún estaba ahí ese sentimiento hacía él, Violette no pensaba decírselo si quiera, ni por mucho que se muriera de ganas de que él lo supiera, de demostrárselo y que por mucho que por su parte era también como Khai decía, que también la quería y quería empezar de nuevo, Violette no podía ni quería volver a pasarlo tan mal como lo había pasado años atrás.
Se quedó un poco anonadada a causa del imprevisto abrazo que él le dio y no pudo ni articular ninguna palabra si quiera, así que dejó que hablara él. - ¿Alimañas como tú? - Le interrumpió cuando escuchó esa palabra, teniendo aún la misma cara de sorprendida que cuando le había dado el abrazo inesperado. - Khai, eso no tendrías ni que haberlo pensado ni haberlo dicho, porque no eres una alimaña y mucho menos que decidas con quien tengo que juntarme o con quien no, porque para eso ya estoy yo. Y no te lo estoy diciendo a malas ni te estoy regañando, simplemente te estoy diciendo que eso era cosa mía. - Le dijo mientras que cerraba los ojos y soltaba un largo suspiro. - Bueno el pasado, pasado está.. así que no te preocupes que te perdono, a pesar de lo que has podido hacer y lo que me has podido hacer pasar.. - Le sonrío forzadamente, ya que no tenía muchas ganas de sonreír en ese momento por cómo se sentía pero no quería traspasarle sus emociones al muchacho. - ¿Empezar de cero? ¿cómo amigos o a qué te refieres? - Le dijo sin entender muy bien a lo que se refería él, ya que antes le había dicho de volver a tener contacto como amigos.
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Re: Un café por los buenos tiempos [Violette]
Tenía sentimientos encontrados con respecto a eso, por una parte no sentía remordimientos del pasado, ya que sabía que él tenía que aprender muchas cosas y parte de la vida era eso: ensayo y error, aparte que el haber perdido a Violette de su lado le había hecho ver y apreciar mejor a los que estaban a su alrededor, sobre todo sus amistades, pero las buenas de verdad, no de esas de que tuvo alguna vez que lo llevaron más dentro del pozo. Sin embargo, por otra parte, ya empezaba a comprender a Violette... Khai no era mucho de ponerse en los zapatos de los demás para saber como se siente, porque sí, admitía que en más de una ocasión pecó por egoísmo; pero ahora que se ponía pensar mejor en la situación a él tampoco le hubiera gustado haber hecho mucho por una persona, para después se le fuera a su lado y luego de un tiempo haber hecho lo que le pedía sin que él pudiera disfrutarlo.
Eso lo llenó de un sentimiento punzante y por ende generaba una responsabilidad para con ella. Tenía como una necesidad de compensarle el tiempo que habían perdido, aunque sea como amigos y eso se veía reflejado en aquella sonrisa llena de cordialidad y diplomacia más que una verdaderamente sincera. Se mordió el labio inferior mientras la escuchaba. Suspiró, algo le decía que tampoco estuviera muy convencida de que de verdad le perdonara demasiado... eso era algo como la confianza: que se ganaba poco a poco.
- Gracias por creer en mí - Dijo simplemente, aquello le había salido espontáneo. Pero muy en lo profundo de él, sentía que también tenía que decirlo. Luego notó que la chica se confundió con lo que le había dicho de empezar de cero, lo que le hizo sonreír un poco - Pues empezar de cero como amigos... ¿O acaso querías otra cosa? - Se dio el lujo de bromear un poco con un poco de picardía, aunque ahora que lo pensaba quien sabe cómo se lo tomaría en aquella ocasión; tal vez, ni debió decir eso. Se mordió la lengua, ya hasta le tenía miedo a la reacción ya que estaba claro que entre ellos no se entendían del todo tan bien.
Eso lo llenó de un sentimiento punzante y por ende generaba una responsabilidad para con ella. Tenía como una necesidad de compensarle el tiempo que habían perdido, aunque sea como amigos y eso se veía reflejado en aquella sonrisa llena de cordialidad y diplomacia más que una verdaderamente sincera. Se mordió el labio inferior mientras la escuchaba. Suspiró, algo le decía que tampoco estuviera muy convencida de que de verdad le perdonara demasiado... eso era algo como la confianza: que se ganaba poco a poco.
- Gracias por creer en mí - Dijo simplemente, aquello le había salido espontáneo. Pero muy en lo profundo de él, sentía que también tenía que decirlo. Luego notó que la chica se confundió con lo que le había dicho de empezar de cero, lo que le hizo sonreír un poco - Pues empezar de cero como amigos... ¿O acaso querías otra cosa? - Se dio el lujo de bromear un poco con un poco de picardía, aunque ahora que lo pensaba quien sabe cómo se lo tomaría en aquella ocasión; tal vez, ni debió decir eso. Se mordió la lengua, ya hasta le tenía miedo a la reacción ya que estaba claro que entre ellos no se entendían del todo tan bien.
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Re: Un café por los buenos tiempos [Violette]
- No me tienes que dar las gracias, espero que ésta vez sirva de algo el que te haya dado otra oportunidad. Espero que sepas aprovecharla. - Le dijo mientras que le mostraba una sonrisa que pareciera más convincente que sus propias palabras.
Le negó con la cabeza cuando le preguntó que si se pensaba que era de otra forma. - No, pero era mejor que lo especificaras para que no hubieran malentendidos, aunque desde el primer momento sabía que era como amigos. La verdad es que después de todo el tiempo que ha pasado, no quiero tener una relación seria, estoy muy bien como estoy. - Le dijo sincera mientras que cogía su cuaderno y sus cosas.
No es que le dijera la verdad del todo, pero no le iba a decir que echaba de menos estar con alguien a su lado, pero no alguien cualquiera, si no alguien del tipo más que amigos, de las relaciones serias. Pero eso era casi la mayor parte del tiempo, aunque habían otras veces que le gustaba la libertad, disfrutar de su soltería y hacer lo que le diera la gana. Sólo le mentía en una parte y no iba a decirle por nada del mundo lo que pensaba.
- Bueno Khai, ahora que está todo hablado y aclarado me marcho que tengo cosas que hacer y estoy aquí charlando. Supongo que ya nos veremos por ahí.. - Se levantó de la mesa y de su bolsillo sacó dinero para pagarle el café, le sonrió y se dirigió a la puerta. - ¡Qué tengas suerte, hasta otra! - Le dijo alzando un poco la voz para que lo escuchara y acto seguido salió por la puerta del establecimiento.
Le negó con la cabeza cuando le preguntó que si se pensaba que era de otra forma. - No, pero era mejor que lo especificaras para que no hubieran malentendidos, aunque desde el primer momento sabía que era como amigos. La verdad es que después de todo el tiempo que ha pasado, no quiero tener una relación seria, estoy muy bien como estoy. - Le dijo sincera mientras que cogía su cuaderno y sus cosas.
No es que le dijera la verdad del todo, pero no le iba a decir que echaba de menos estar con alguien a su lado, pero no alguien cualquiera, si no alguien del tipo más que amigos, de las relaciones serias. Pero eso era casi la mayor parte del tiempo, aunque habían otras veces que le gustaba la libertad, disfrutar de su soltería y hacer lo que le diera la gana. Sólo le mentía en una parte y no iba a decirle por nada del mundo lo que pensaba.
- Bueno Khai, ahora que está todo hablado y aclarado me marcho que tengo cosas que hacer y estoy aquí charlando. Supongo que ya nos veremos por ahí.. - Se levantó de la mesa y de su bolsillo sacó dinero para pagarle el café, le sonrió y se dirigió a la puerta. - ¡Qué tengas suerte, hasta otra! - Le dijo alzando un poco la voz para que lo escuchara y acto seguido salió por la puerta del establecimiento.
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