Al final del dia [Alexander L. Hawke]

Acababa de salir un rato de su turno de estar con algunos chicos que se habían metido al taller de Arte.

Que vamos, había que apreciar que habían decidido gastar un poco de su tarde para poder aprender algo más. A pintar o a dibujar o a lo que sea que les llamara la atención y eso estaba bien, inculcarles el amor a las artes a las nuevas generaciones pero es que al final él era quien tenía que quedarse más tiempo en la escuela para poder enseñar y todavía tenía que negociar cuánto más iba a aumentar su paga y a ver si es que de verdad valía la pena el tiempo extra. El caso es que estaba por ir rumbo a su casa cuando de pronto le llegó el mensaje de Kara.

No había mucho más que ver para saber por donde iba la cosa. Unas cervezas y ella. No era necesarias muchas cosas más para poder pasarla bien así que lo decidió en solo un momento, iría a pasar el rato con Kara. Ese era buen plan, y de hecho que de verdad que había pasado demasiado tiempo sin hablar un buen rato con ella, como solían hacer antes.

De verdad que había mucho para poder ponerse al día y seguramente que el tema principal sería lo de él y Willow. Kara siempre había sabido partes de la vida amorosa del artista y siempre había sido una buena consejera. Pero también tenía que recordar que habían tenido también sus rollos en el pasado y no sabía como iba a reaccionar muy bien cuando le contara ese tema… pero era cuestión de ver.

-Si alguien te escucha van a pensar que estás loca… eso o que eres alcohólica y alucinas a las cervezas como personas. Pero si me lo dices a mi me tienes razón-

Le dijo mientras llegaba sonriendo y bromeando con ella para luego acomodarse a su costado tomando una de las cervezas y empezar a beberla. Le sonrió y se inclinó hacia ella para darle un beso en la mejilla y un abrazo para saludar. Se acomodó en la banca estirándose un poco para poder relajarse como estaba queriendo hacer, y también disfrutar de la compañía de ella, que era excelente, siempre lo había sido así. Trató de recordar cuando había sido la última vez que había salido de fiesta o a beber con ella y de verdad que había pasado demasiado tiempo. Ahora, Alex ya esperaba que Kara tuviera el tiempo suficiente para poder ponerse al día con él y hablar por largo rato. Seguro que no se quedarían ahí en el parque pero era una buena forma de comenzar y el artista esperaba también que ojala que no los interrumpieran por beber ahí en el espacio público.

-Y ya haber… tenemos que empezar ¿Qué hay de nuevo? Cuéntamelo todo-

Esperaba que ella comenzara porque seguro que sería mas fácil, luego el podría ir con su parte de la historia que probablemente le llevaría algo mas de tiempo y también ver el ánimo de Kara, si es que de verdad quería escucharlo.

Le daba mucho gusto verla después del tiempo de “ausencia” que mas que ausencia había sido que por una razón u otra no habían podido coincidir en esos últimos días. Desde las primeras frases Alex podía percibir con facilidad el buen humor que siempre traía Kara, el que por lo menos siempre solía traer con él.

Le sonrió abiertamente y asintió ante el halago, sutil y todavía nada explícito que ella le hacía. Y vamos, que seguramente ella también sabía que andaba muy guapa, ya le dejaría caer algo no inmediatamente para que vea que no se lo daba solo porque ella lo había hecho primero. Lo que le interesaba al artista en ese momento era que quería pasar el rato con Kara y hablar de todo, como siempre, porque suponía que desde la última vez algo interesante le había tenido que pasar.

Fue por eso que le había hecho la pregunta, para primero tener la idea general y ya luego podría ir preguntando alguna que otra cosa según que algo le pareciera entretenido o interesante o ya sea por algún capricho producto de la pura curiosidad. Y así ella comenzó con lo que le había pasado, curiosamente parecía que no era nada, que ella misma decía que no era nada nuevo, salvo algunas cosas que había tenido en sus prácticas de medicina, que al parecer Downey no se la estaba haciendo fácil.

-¿No tienes alguien mas aparte de Downey? Es que ese tío parece que anda enojado todo el tiempo, seguro que así no puedes…-

Trató de meter mas conversación sobre el tema, pero quizás había sido ya muy tarde. Podía ser por todo el tiempo que Alex conocía a Kara pero hasta frases sutiles e imperceptibles para oídos que no fueran los de ellos eran captadas con muchísima facilidad para ella, casi sin que el mismo se de cuenta en una especie de telepatía en que se podía adivinar y deducir cosas hasta en la frase más escondida y aparentemente inocente. Pues es que era así, pero ella había pillado que era él quien tenía varias cosas que contarle y todo.

Habían pasado muchas cosas, vaya que si, y que cobraban más importancia por ser ella la que escuchaba. Era como ver que opinaba del asunto y a ver si había “aprobación” sobre el tema. Si hasta había adivinado que se trataba del tema sentimental y todo, era como si le leyera la mente de verdad.

-Nunca entendí qué se traen Felle y tú, pero no, no es ella…-

Se riño un poco y luego dejó estar algo de silencio para ver si es que de pronto ella enloquecía pidiéndole que le contara de una vez por todas (que eso era lo usual), sobretodo si no era Felle que había sido la última relación medianamente estable que había tenido, eso sin contar a la propia Kara, por supuesto. Había pasado mucho y no sabía exactamente por donde empezar. Si desde el principio terriblemente inicial o desde la parte que seguro le importaba más… pero es que si lo hacía directamente de allí quizás no entendería bien el contexto…

-Pero a ver, no es justo. ¿Cómo sabías que iba de eso? ¿Así de bien me conoces?-

Si, una pregunta rétorica para ganar algo mas de tiempo, a ver si se ordenaba.

- Si, como subo y bajo y me paseo por varios departamentos voy cambiando de compañía. – Asintió. – Creo que todos tememos el momento en que nos toca ir a autopsias…

Aunque despotricando de Downney, o explicando cómo se intercambiaban los turnos engañándose unos a otros para reducir su tiempo en ese departamento, o relatando anécdotas graciosas con las que se encontraba cada día se podía pasar horas porque a Kara le encantaba hablar de todo y nada, había descubierto que había temas mucho más importantes que tratar con Alec en ese mismo momento. Las relaciones de él la afectaban a ella indirectamente.

Suspiró aliviada cuando escucho que no se trataba de Felle de nuevo, no lo habría podido soportar. Hacía ya tiempo que ellas dos no se llevaban bien, casi desde que se conocieron se podía decir, aunque de eso ya ni se acordaba, pero cuando Alexander empezó su relación con ella toda posibilidad de reconciliación entre las dos se fue al traste; incluso empeoraron los sentimientos hacia la otra. Y el hecho de que Kara ayudara a su ruptura no ayudó demasiado.

- El problema precisamente es que no nos traemos nada… No sé qué pudiste ver en ella. ¡En serio! Es fría, va a su bola, ni se molesta en hablarte, te mira por encima del hombro… - Mientras enumeraba todas las cosas que no le gustaban de la chica las iba contando con los dedos. Podría haber seguido, pero pensó que ya había suficiente y quizás Alec acababa molestándose o algo. Así que agitó la mano quitando importancia. – Bueno, no hace falta que recordemos esos tiempos, sea quien sea seguro que es mucho mejor.

Y realmente eso esperaba; había disfrutando metiendo cizaña para que cortaran, pero creía que Alexander no lo habría notado, al menos eso esperaba. Si Kara volvía con uno de sus jueguecitos él acabaría viendo que había gato encerrado. Prefería soportar una chica insufrible, a que Alec se enfadara con ella.

Estaba esperando descubrir por fin la identidad de la afortunada, esperó pacientemente lo que le pareció una eternidad. Apenas habían sido unos minutos, pero para Kara fue una agonía: no soportaba la incertidumbre, necesitaba saber. Intentó ser paciente para que él se tomara su tiempo, quizás tenía que ordenar ideas o vete a saber qué.

- ¡Pero dime quien es! – Al final su curiosidad pudo más y le miró suplicante. - No hay nadie a quien odie más que a Felle, bueno, ninguna chica… ¿No te habrás pasado a la otra acera? – Abrió los ojos como si se sorprendiera. – Sería un golpe muy duro para mi orgullo femenino. – Bromeó.

¿Qué si le conocía? ¿De verdad preguntaba eso? Se rió con ganas.

- Ay, Alec. – Le dio unos golpecitos en la espalda de consolación. – Son ya muchos años. De repente recordó que tenía una cerveza en la mano y dio un trago largo. – Era de fácil deducción: primero me despistas y luego me cuentas algo que crees que no me gustará. – Se encogió de hombros y luego sonrió. – Yo haría lo mismo. – Esperó otro momento largo a ver si él soltaba algo, y al final explotó. - ¡Dímelo ya! ¡Por favor!