Una soleada tarde de patinaje por el puerto. [Malvina]

Es uno de los mejores lugares para patinar, sin duda, toda la larga explanada de pavimento liso que es el puerto de la ciudad. Se extiende a lo largo de la costa durante un kilometro o dos, con tiendas, y gente, gente para esquivar como si fueran conos de slalon.
Me siento en el escalón de la puerta de casa y me descalzo, metiendo en una bolsa mis bambas y las cambio por unos patines en linea y tras ponerme todas las protecciones, rodilleras, codilleras, muñequeras, guantes y casco, me pongo en pie y me echo la mochila al hombro. ¿Porqué tanta protección?
Pues porque soy la número uno de los patosos, y aunque sé que siempre, siempre me caigo, me gusta volver a levantarme. Aunque después acabe en el hospital con algún esguince y más de un buen moratón, me gusta volver a repetirlo, no me gusta rendirme, y los patines se me están haciendo dificiles.
La bici no me costó tanto, porque una vez le pillé el truco lo demás fue facil, aunque todavía sigo yendo al bosque y me sigo comiendome los arboles de frente, pero bueno, más o menos la domino un poco.
Como cada día que salgo, conecto mi mp3 y me encasqueto los auriculares en las orejas. La vida sin música no es vida...
Patino por las calles y por las aceras hasta que un cuarto de hora más tarde, las ruedas de mis patines se deslizan a gran velocidad por el asfalto del pueblo, bordeando la costa de la playa, donde mucha gente ha extendido su toalla y se tumba a tomar el sol, o disfrutan de un refrescante baño bajo los rayos de un sol tardío.
Ya me he caido tres o cuatro vees de camino aquí, tropezandome con alguna que otra piedra, pero nada importante, no me he hecho mas que una raspada en la pierna, pero nada por lo que deba preocuparme. Creo que hoy todavía no acabaré en el hospital, pero si por la farmacia a comprar agua oxigenada.
Desvio la mirada un segundo, usando la mano a modo de visera porque el sol me da en los ojos cuando pillo una piedrecita o algo en el suelo que me hace trastabillar e ir dando tumbos, como si caminase sobre algo que pincha.
¡Que me la hostio!!! grito unos segundos, con la certeza de que me voy a caer de morros pero por surerte me agarro a lo primero que pillo, una persona, pero voy con tanta velocidad que eso no sirve para detenerme y por desgracia me llevo por delante a la persona a la que me he agarrado, cayendonos los dos al suelo. ¡¡Ay!!¡¡¡Perdon, perdon, perdon!! ¡¡Mo era mi intención... es que me iba a caer y me agar´ré..!! ¡¿Estas bien?! me incorporo unos segundos mirando a quien he atropellado.

Salí de casa bastante felíz, mi madre no se había levantado aún y por suerte mis hermanas no estaban allí para incordiarme.
Me llevo dos semanas diseñar aquel vestido, el cual podría estrenar ese día, eso me hacia felíz, tenía un color blanco, con tirantas de cuero marrón, se componía simplemente de cinco volantes y unos pliegues sencillos. Pero era hermoso, me puse unas sandalias marrones y un collar pegado al cuello con pedreria de diferentes colores bastante vivos.

Iba guapa aquel día, quería pasear y que cada una de las personas de Storybrooke vieran mi diseño y se preguntaran donde lo habría compardo.

¿que mejor lugar para pasear que la playa?. Fuí caminando hasta allí, me puse unas gafas de sol, ya que hacía un buen día. "Todo es perfecto" pensé.
Había bastante gente aquel día paseando.

Había bastante gente, pero algo llamó mi atención, una chica de cabello rubio corría hacia mí a toda velocidad, intente apartarme pero fue demasiado tarde.
Colisionó conmigo, y ambas caimos al suelo. Me quede tirada en el suelo y abrí los ojos con cuidado, no me lo podía creer mi vestido se había roto en el último volante.

Mire a la chicca que había arruinado mi vida. Me preguntaba si estaba bien y sí que le iba a contestar -¡¿Cómo voy a estar bien?!-le grité poniendome de pié a toda prisa.- Mira como me has dejado el vestido- estaba desesperada, cogí el volante totalmente roto -Si eres torpe no patines, pones a la gente en peligro ¿sabes?

Me levanto como puedo, escuchando un montón de gritos que se entrelazan con los la letra de la canción. Apago la música, sacandome los cascos de los oidos y miro a la chica que tiene un pedazo de tela en las manos.
Disculpame.. de verdad. Tropecé con una piedra.. ¡No es que sea torpe con los patines! trato de defenderme mientras me froto la pierna, donde me he hecho otra raspadira. Tendría que haber ido con pantalones largos para no quemarme ni nada. Bueno, vale, si, es verdad que soy un poco patosa pero no lo he hecho a posta... trato de ponerme en pie pero me vuelvo a caer, esta vez de culo y me agarro a una de las farolas para levantarme, resbalandome como si caminase sobre hielo. La miro, preocupada, observando de donde se ha desprendido el trozo de tela el vestido. Por suerte para mi se bastante de las labores de costura, no me hago ropa para mi pero a veces arreglo la ropa que se me rompe cuando me caigo o algo.
Te lo puedo arreglar si quieres.. solo se ha desprendido.. la tela no está rota.. es pasarle una puntada para unirlo de nuevo al vestido... comento mordiendome el labio inferior, esperando no meter mucho la pata, más de lo que ya la he metido, claro. ¿Porqué siempre meto la pata? ¿Es que no puedo ir por la vida sin cagarla? PArece que lo que hago ultimamente es cagarla siempre, día sí y día tambien.
¿Puedo compensartelo de alguna manera? Puedo invitarte a un helado si quieres, con este calor un helado siempre viene bien.. añado esperando que no me mande a la mierda.

Mire como se intentaba incorporar,aunque volvió a tropezar callendo de culo, quise acercarme, pero algo me lo impedía. Mi orgullo seguramente.

La mire desconcertada mientras decía que se podía arreglar- se que se puede arreglar, el problema es que lo iba estrenado hoy- Miré hacia el suelo poniendo una de mis manos en mi cabeza, intentaba tranquilizarme, aunque no causaba mucho efecto.

Me dijo que me invitaría a un helado con el fin de arreglar las cosas, cuando estuve a punto de mandarla a la mierda me fije en su pierna, tenía bastante sangre, y ni siquiera se había quejado.

Me agache y me puse a la altura de su herida. Suspire sonoramente, y con el trozo de tela intente apartarle la sangre. - es solo una pequeña magulladura, lo mejor sera limpiarla y ponerte una tirita- busqué en mi bolso durante un rato hasta que hallé un par de tiritas que solía llevar, siempre me hacían falta cada vez que usaba tacones me hacía pequeñas rozaduras y tenía que ponermelas. Se las dí- acepto la invitación del helado si antes te curamos eso- intente sonreir y no pensar mucho en mi vestido

Abro mucho los ojos cuando me dice que el vestido lo ha hecho ella. Guau, le ha quedado perfecto... y por mi cula está roto.. pero me quedo todavía más alucinada cuando se agacha a mi lado y utiliza el trozo de tela blanca y pulcra para limpiarme la sangre. Me muerdo el labio inferior para no hacer una mueca cuando la limpia, porque escuece pero sonrio.
No te preocupes.. siempre acabo callendome, no es más que un rasguño, me las he hecho peores...Al menos hoy no voy a acabar en el hostpital por esto... No quiero que ensucies la tela, es muy dificil quitar las manchas de sangre.. le digo cuando acabo de incorporarme. Venga, proposición del helado aceptada.. que con este calorcito es lo mejor que se puede tomar.. la miro unos segundos de arriba a abajo y agradezco a mi diosa interior que esté más calmada que antes. La verdad es que no me gusta mucho que la gente me grite, pero teniendo en cuenta que la he arrollado con los patines, la he tirado al suelo y le he roto el vestido, es lo minimo que me merezco.
- Por cierto, me llamo Evelynn... Aunque me llaman Evy... le tiendo una mano, en señal de presentación y a modo de hacer las paces. No me gusta estar a mal con la gente, y ella no parece una mala chica al fin y al cabo... quizas un poco histerica, pero es normal si le pasa lo que le he hecho.

Parecía sorprendida por mi actitud, aunque he de reconocer que yo también. No era muy simpatica que digamos, y en mi vida las mujeres me habían causado muchos disgustos, quizás por ello no me relacionara con fluidez con las demás chicas de Storybrooke.

La miré decidida a empezar a caminar, cuando empezamos se presento, así que no sería maledudaca y me presentaría- Yo soy Malvina- Me acerqué hasta a una de las papeleras para tirar el trozo de tela, ahora manchada de sangre.

-Te gusta el deporte ¿no?-pregunte intentando parecer amable- Me he fijado en que tienes bastantes cardenales en las piernas, debes tener más cuidado-Sonreí levemente. Observé un poco su estilo, llevaba unas rodilleras bastante comunes al igual que la protección de los codos.

-Pareces una persona con mucha personalidad, Deberias de llevar unas protecciones mas personalizadas, tu estilo siempre es lo que causará la primera impresión a la gente, yo te las haría con tonos pasteles y fluorescentes, para que se te vea venir- reí.- es solo una broma, pero si que te los haría, y por cierto el helado de mora con sirope de fresa-La mire y me sorprendió su mirada sincera.

Me siento unos segundos en un banco y me cambio los patines por las bambas, quitándome tambien las protecciones mientras ella habla, diciendome que me haría unas rodilleras en ciertos tonos de colores. Me gustan los colores fluorescentes... Y sí, me gustan los deportes, pero soy un tanto patosa y siempre acabo cayendome... No es grave, la mayoría de las veces, claro, aunque si que he tenido unas cuantas veces a urgencias... Pero me gusta probar cosas nuevas.. es divertido. Supongo que tu te dedicas al mundo de la moda... ¿no? No todo el mundo sabe hacerse un vestido.. le dedico una sonrisa mientras guardo mis patines y me pongo de pie, echando a caminar por el paseo.

Nos cruzamos con un montón de gente que va y viene, algunos vuelven de la playa dejando rastro de arena y agua salada. Que sea uno de mora con sirope de fresa pues.. señalo una cafetería que hay en el paseo con una terraza. Ya entro yo a pedir.. le indico mientras dejo en una de las mesas vacias el bolso. Entro a pedir su helado y el mio, una tulipa con helado de limón y nata. Vuelvo fuera, sentandome a la mesa y segundos más tarde nos traen los helados con un bol con su salsa de sirope de fresa. ¿Te importa si me echo un poco de la salsa? La nata con el sirope de fresa está mortal... lo descibrí hace dos años y es uno de mis postres de fiesta... explico mientras me como un cachito de galleta de la tulipa.

Me senté en una de las mesas mientras esperaba que ella volviera con los helados.
Mientras saque mi pluma del bolso y en una servilleta comencé a dibujar, las rodilleras, era un pequeño boceto quería plasmar bien el caracter de la chica, pero no la conocía lo suficiente, así que me decidí poner un trebol de tres hojas. Me gustaría realizarlo con un tipo de tela verde pastel algo fluorescente acompañada por unos pordes rosas pasteles.

Ví como venía la chica con ambos helados, así que aparte un poco el papel, se sento junto a mí. Y comenzó hablar.

-Claro no hay problema, coge más si quieres- estaba muy rico el helado de mora- A mi también me gusta la nata con el sirope de fresa- sonreí mientras ella cogía un poco de sirope y lo mezclaba con su helado.

-Tienes un físico muy bonito-dijo tímidamente, nunca antes me había relacionado de aquella manera con una chica- Seguro que te quedan bien algunos de mis diseños, quiero venderlos en alguna tienda del pueblo, pero no se solamente soy ayudante de diseñadora, es solo esa titulación, la carrera universitaria se hace en Bostón, pero por una razón u otra nunca me decidó a salir de este pueblo- Intentaba no aburrirle con mi problemas, pero se la veía bastante "comoda"- Quizas un día puedas ofrecerte como modelo, y podre hacerte alguna ropa deportiva, o algúun vestido de fiesta, de palabra de honor te quedaría genial- Dije mientras me comía un poco de mi helado

Derramo un poquitín más de sirope sobre la bola de nata. Es uno de mis postres favoritos, pero nada, nada, supera al chocolate. Alzo la mirada hacia ella , observando como sibujaba con soltura en una servilleta, en un papel que se arruga con el más minimo roce.. Es increible el talento que tienen dos manos, una mente.. la capacidad para crear algo de la nada... aunque la entiendo perfectamente, yo soy parecia a ella pero se me da mejor el tema linguistico.

Escucho sus comentarios sobre mi físico, sorprendida. La verdad es que nunca me lo había parado a pensar. A ver, hago ejercicio, salgo a correr muchas mañanas por la playa y como bien, pero tampoco tengo un cuerpo de modelo, creo. Además creo que el ser modelo.. no sería divertido. Siempre dietas estrictas, con una vida de aqui para allá, de lo más estresante... Pero aún así, le sonrio.

Que seas solo ayudante de diseñadora no significa que no puedas conseguir tu sueño... Muchas diseñadoras de ropa ni siquiera tienen titulación.. Todo lo que se necesita está aqui.. señalo su cabeza, su sien más bien. Talento.. imaginación y muchas ganas... con esas cosas puedes conseguir lo que te propongas... Y me estas demostrando que tienes de sobra... le animo, sin dejar de sonreir. Realmente, para triunfar o conseguir tu sueño, eso si, depende de qué tipo de sueño, no se necesita mucho, pero si bien es cierto que los sueños que dependen de algo tan cambiante como la imaginación son dificiles, un dia tienes y otro dia no... Nunca me lo habia planteado... pero creo que me gustaría ser tu modelo... Me gusta el estilo que tienes... sonrio más ampliamente. Luego, despues de sonreir tanto, me dolerán las mejillas, ya lo verás. No soy mucho de vestidos, si te soy sincera, pero si salgo de fiesta por el pueblo prometo ponermelos.. levanto la mano izquierda y dejo la derecha sobre el corazón a modo de juramento.

Me dió animos para que continuara con mi sueño, pero era muy dificil todo aquel mundo. Sabía por experiencia propia lo que era aguantar críticas, insultos y reproches, lo vivía en casa cada día de su existencia.

-Ya todo depende de la imaginación, pero es un mundo verdaderamente cruel, tantopara las modelos como para los diseñadores. Aunque soy capaz de susperarlos, pero antes quiero comprobar aquí en Storybrooke si gustan mis diseños si es así algún día me lanzaré- sonreí levemente imaginando una vida totalmente nueva llena de dinero, gente y sobre todo felicidad algo que añoraba desde sus primeros años de vida

-Serías una buena modelo, tienes cuerpo bonito, buenas curvas, y además eres muy guapa. Yo también me plantee serlo, pero no he tenido mucho apoyo "familiar" por así decirlo, al final me decante por diseñar, ese es mi trabajo gano algo de dinero vendiendo vestidos por internet, pero no da para mucho.- expliqué mientras seguía degustando mi helado de mora, el cual apenas tenía sirope.- Y apuesto lo que sea, no te gustan los vestidos porque no viste ninguno de los que he diseñado, pero cuando quieras te los muestro- Le sonreí felíz

Ella parecía estar interesada en mí, además agusto, era la primera chica conn la que hablaba con toral fluidez y naturalidad. Quizás con el tiempo nos hicieramos amigas.

-y tu ¿a que te dedicas?- le cuestione con curiosidad.

Dame un minuto... comento levantandome al ver que me he terminado yo casi todo el sirope mientras que ella tiene poco. Vuelvo dentro del bar y vuelvo con otra copita que contiene un poco más de sirope, dejándolo en la mesa. -Es que me he comido yo casi todo el sirope y me sabe mal... Ya sé que las cosas no son faciles cuando todo depende de la imaginación... un dia puedes estar desbordante de ella y al dia siguiente te falta tanta que no sabes que hacer, y buscas la inspiación casi hasta en cajas de cereales, y ahi no hay mucho que encontrar, creeme.. bromeo unos segundos y me echo a reir, comiendome el helado que está casi derretido en la tulipa y reblandece un poco la galleta.
De una agencia tal vez no, pero si aceptaría ser tu modelo si quieres.. Así ya no serias solo tu la que llevase los diseños, seriamos las dos, y los vería más gente.. es un buen metodo de publicidad también.. explico mientras empiezo a comerme la segunda bola, la de limón, que se me antoja un sabor ácido y cítrico. Me encanta el limon... en todas sus formas.

-¿No has pensado en motarte un pequeño local aqui? Una tiendecita.. no es necesario que fuera grande, pero un local para que la gente te llevase a arreglar las cosas, y ademñas pudieras vender tus diseños... A la gente se le estropea la ropa con mucha facilidad y no todos saben coser un boton.. piensa si todas las personas a las que se les ha descosido una costura acuden a ti para que lo arregles... aunque cobres un par de dolares.. Pero si va mucha gente ya es algo más... Además de que ganarias fama... le explico mientras limpio la tulipa y la voy rompiendo, comiendomela cacho a cacho. Desvío la mirada un segundo cuando me pregunta a que me dedico, y aunque por un momento pienso en decirle que de nada, la chica me cae demasiado bien como para mentirle, o como para no decirle la verdad, que viene a ser lo mismo.

Yo soy escritora... aunque siempre que publico un libro lo hago desde el anonimato... añado en voz baja para que nadie de las mesas de alrededor nos oiga. No me gusta mucho que se enteren. La verdad es que ese habia sido mi sueño desde que lo recuerdo, y me ha costado mi trabajo conseguirlo, pero me gusta.

La chica se marcho, y aproveché para mirar si tenía alguna llamada perdida. Ninguna llamada pero si un mensaje de mi madre " No se te ocurra llegar tarde, tienes que hacer las cosas" Me quede bastante perpleja, ¿ella no pensaba hacer nada?

Pude observar que la chica vino así que con una tarrina con sirope.

-No tenías por que- le dije bastante agradecida por el sirope, me encantaba. Empezó hablarme de sobre inspiración decia que hasta en una caja de cereales la encontraba, era gracioso yo la encontraba en cualquier cosa, hasta en un boli, o una simple flor.

-Había pensado en alquilar algo, pero deberle dinero a el Sr. Gold no me hace mucha gracia no parece muy compresivo, así que no creo que valla ha hacerlo... Pero lo que dices de los arreglos es buena idea-sonreí ampliamente- Y lo de que lleves mi ropa aun mejor le daré tu estilo no te preocupes, yo la adapto- La mire estudiandola como si se tratase de un cientifico ante un problema de ciencias- Lo primero que te haré sera un chandal deportivo, se que te gustará.-

Entonces en aquel momento ocurrió lo que menos me podía esperar, aquella chica rubia llamada Evelyn, con la que no había empezado con buen pie me confeso su secreto, era escritora y utilizaba seudonimo, nunca lo habría imaginado, tiene pintas de todo menos de escritora, pero¿ quien soy yo para juzgar la profesión de nadie?.

-Nunca lo habría imaginado-admití dandole una buena cucharada al helado- y ¿que escribes?, drama, amors, pero creo que te decantas mar por la aventura ¿no es verdad?, me encantaría leer uno de libros- hice un silencioo para continuar tras unos segundos- Y tranquila puedes confiar en mí- concluí mientras le cogía la mano.

Asiento en cuanto me dice lo de que adaptará la ropa a mi estilo y que lo primero que hará será hacerme un chandal. Me gustan los chandals, son comodos para hacer deporte.. Y yo ya ves como me paso los dias..., pero no me gustaría que me hicieras ropa y a los dos días de ponermela se me rompiera por caerme de rodillas o algo, que por desgracia es lo que me pasa la mayoría de las veces... le explico con una gran y amplia sonrisa.
La verdad es que esta chica cada vez me cae mejor.

Sin duda puedo notar la sorpresa que se lleva cuando le cuento uno de mis más preciados secretos. Puede que a primera vista no lo parezca, porque la gente tiene en la cabeza ese estereotipo de que los escritores son mayores, con gafas, siempre con la mirada perdida en el infinito y siempre con una libreta bajo el brazo. No niego que yo, por ejemplo, a veces me desconecto de lo que estoy haciendo en el mundo real y dejo que mi mente vague por los paises de la imaginación, o que también llevo una libretita en el bolso para esos casos en los que te llega la imaginación y sí o sí necesitas plasmarlo en una hoja.. Pero no tengo porque ser mayor, ni llevar gafas, la imaginación e inspiración de una persona, o su manera de escribir y de vender cara al publico pueden ser muy diferentes.

-Sé que puedo confiar en ti, Malvina, es una sensación interior que tengo.. le digo en voz baja, como las ultimas frases pronunciadas, porque aqui hay mucha gente, y mucha gente implica muchos oidos, y eso implica que podrian oirme y adiós a mi vida privada de escritora anonima. Me dedido a un par de generos, pero mis temas favoritos son los de terror psicologico y las novelas... picantes. Eróticas. comento en voz aún más baja que antes, notando un pequeño ardor de verguenza en las mejillas al que acabo por restarle importancia. Del terror psicologico me gusta el hecho de desesperar al lector, de tenerle en vilo, de saber que ansia leer más del libro porque se encuentra en una situación mental cítica de nerviosismo... Y de las novelas eróticas me gusta crear el ambiente y la escena, y por suerte-o desgracia- mi inacabable imaginación me permite recrear en mi mente la escena perfecta.
-Agradecería que no se supiese porque me gusta continuar con mi vida tranquila... no quiero que se sepa mucho de mi...le exolico tranquilamente, aunque sin borrar ni un solo segundo la sonrisa de mi rostro.

Escuchaba lo que decía sobre que su ropa acavaba siempre rota. Pero me daba igual quería hacerle un chandal, además de más vestidos.

La chica me caía muy bien ¿quien iba a predecir que a mí, a Malvina DiDonato le iría bien con una persona del mismo sexo? Absolutamente nadie.
Decía que yo le daba confianza, la verdad es que ella a mi también me sentía agusto hablando con ella, me transmitía buena energía, se podría decir que habiamos "conectado".

-No te preocupes, tu secreto esta a salvo conmigo- Le agarre la mano para que supiera que tenía todo mi apoyo. Era un gesto de confianza que pocas veces lo utilizaba con personas de mi mismo sexo.

Me comentó los géneros sobre los que solía escribir, valla nunca lo habría adivinado, erótico y psicológico. La escuchaba con bastante curiosidas su voz era un poco cantarina por así decirlo. Estaba muy sumida en la conversación cuando el bolso me empezó a vibrar.

-Un segundo- Cogí el movil, era mi madre- ¿Sí?- dije intentando parecer amable- vale no te preocupes... no grites... yo también se gritar y no lo hago- Me puse de pié algo nerviosa- No empieces con tus reproches-dije mientras ponía mi brazo libre en jarras- Si llevare algo de comer....la comprare con mi dinero... si adiós- Miré a la chica que parecía algo preocupada por aquella situación

-Lo siento debo irme- agarré una de las servilletas y apunte mi numero de Teléfono rapidamente- Llamame y quedamos- sonreí, pero sabía que la tristeza de mis ojos no la podía esconder.

Cogí mis cosas y me marche de allí pero antes de dejar la playa atras me gire y grité- Gracias por el helado Evelyn- sonreí y me despedí con la mano.

Casi no puedo ni reaccionar cuando se levanta de manera apresurada y apunta su telefono de movil en una servilleta, con una caligrafía rápida y como si le fuese la vida en ello. La verdad es que la conversación de telefono que he podido escuchar, aunque no era mi intención, pero está a mi lado y es inevitable, parece como si alguien le recriminase algo, y puedo escuchar a traves del telefono una voz casi con gritos. Suspiro para mis adentros y me guardo el número de telefono en la cartera.
-No te preocupes.. Haz lo que tengas que hacer.. yo te llamo estos dias y te pasas por casa y vemos una pelicula o algo.. alcanzo a decirle, pero tras eso, se despide con la mano y me pongo en pie, despidiendome de ella tambien con la mano. -De nada... otro dia te invito a otro.. respondo, aunque creo que con lo rápida que va ya no me oye desde aqui...

Vuelvo a suspirar, lamentandolo, pues parece que no hay muy buen ambiente en su casa, o con quien quiera que sea que hablase... Voy dentro de la cafeteria, pagando ambos helados y saliendo, buscando en la inmensidad de la mochila los auriculares y sumergiendome de nuevo en el mundo de la música, aunque no puedo evitar preocuparme por ella. Tiene un talento increible y me da que ciertas personas no le dejan avanzar...

Finalmente llego a casa, con la cabeza hecha un lio y dejo la mochila por alli, metiendome en el baño con una botella de agua oxigenada y algodones para limpiarme bien la raspadura de la pierna, aunque ya se me ha cerrado un poquito.