Nuevas amistades [LIBRE]

Nunca me he tomado muy literal lo de "volver a casa" y menos teniendo en cuenta que aquel significado para mi varía bastante. Yo no tengo casa, soy un alma errante que va allá por donde le lleve la vida lo que me hace apegarme un mínimo a las cosas que al final es casi nada. Sin embargo, los días empiezan a pasar y el parque sigue siendo lo que se dice mi hogar, por ende cuando camino por allí me siento como en casa. Recojo un par de papeles del suelo por inercia mientras avanzo buscando el banco donde suelo dormir por las noches acostándome suficiente tarde como para que ya esté oscuro, y levantándome mucho antes que el propio sol.

Eso último más por trabajo que por otra cosa pero si no fuese por esos horarios tan dispares que tengo en ocasiones me levantaría a esa hora de todas formas. Puede que sea un alma errante sin hogar pero no soy un vagabundo (o al menos no lo soy desde mi perspectiva) y no pretendo atentar contra mi egocentrismo dejando que me vean tirado en el parque como si fuese uno.

Me detengo cuando un cuerpo semi-tendido bajo un árbol entra en mi campo de visión. Avanzo cautelosamente más por cotilla que por otra cosa para asegurarme de que esa persona está bien, la veo respirar y no parece haberse caído de pronto al suelo y golpeado la cabeza, ergo lo mas probable es que esté durmiendo. Ahogo una leve risa, no hay muchas personas en el mundo dispuestas a quedarse dormidas en medio de aquel incómodo lugar.

Cuando se despierta retrocedo por inercia mirándola y encogiéndome de hombros ante su pregunta. Es cierto que esta pueblo es pequeño, lo suficiente como para habernos visto todos una vez como mínimo aunque eso no indicaba que nos conociesemos todos al dedillo. Algunos eran mas populares que otros por obvios motivos, pero en lo que a mi respecta me he pasado toda la vida intentando pasar desapercibido. Cuando nadie recuerda tu cara o tu nombre te mueves con mucha más facilidad. - Christian. Me llamo Christian - Me presento aunque no lo veo necesario. Yo he parado aquí por accidente preocupándome por algo qe no hacía falta preocuparse.

Hago un gesto señalando al lugar donde estaba y devolviéndole la sonrisa por educación más que otra cosa. - Solo daba una vuelta. Creía que te pasaba algo - Ahogo una risa en un suspiro. - No mucha gente duerme en el parque - Intento no formularlo como pregunta por si no quiere darme una respuesta, primero que nada es algo que no me importa y no en el mal sentido sino en el otro, el de no ser una persona que mete las narices en los asuntos de los demás. Y lo segundo es porque conozco esa sensación de que te hagan preguntas que no quieres contestar sin darse cuenta de esto último.

Miro al cielo por inercia a la vez que ella cuando lo hace, esperando ver lo que se supone que echa de menos pero quedándome con las ganas. Niego cuando me dice que no le pasa nada, aunque en parte me alivia la respuesta. - Es una suerte - No sé si la habría llevado al hospital, no porque sea mala persona sino porque odio ese lugar y lo evitaré a toda costa cuanto me sea posible. Puede que la hubiera trasladado a un lugar mas concurrido para que otra persona le encontrara, pero ahora da lo mismo porque todos esos planes que me he hecho para resolver la crisis en menos de tres segundos ya no van a hacer falta.

Me meto las manos a los bolsillos distraído, ya no recuerdo que me había traído a aquel lugar. Probablemente las horas libres que a veces me sobran y debería ocupar con trabajos para poder pagarme un lugar donde realmente se pueda dormir sin miedo a que te aborde la policía por la noche. - ¿Cansada entonces? - Retomo la conversación, de pronto no me apetece quedarme solo y callado, algo que es raro en mi porque si tuviera que elegir mi mejor amigo diría que sin dura es el silencio.