Ya era hora {Steffan}

Violet se inclinó sobre la barra para servir un café a uno de los clientes de la cafetería, bueno quien dice uno, dice dos, tres y quizás hasta cuatro.Era el final de la jornada, solía estar poblado a esas horas del día, pues se reunían gente de todo tipo, desde estudiantes de infantil para zamparse unas tortitas hasta los Sheriffs de la ciudad para aliviar su sueño con una fuerte dosis de cafeína. Obviamente no podía evitar mantener conversación con los presentes, apoyada contra la mesa mientras fingía estar ocupada cada vez que aparecían sus supervisores, es que de otra manera aquel trabajo sería insufrible, nadie en su sano juicio y algo de necesidad social podría tirarse todo el día encerrado en un local y esperar estar aplicado en su trabajo de limpiar mesas,servir bebidas y cargar con platos, sin ningún tipo de entretenimiento. Suena divertido.¿Verdad?

Un carraspeó a sus espaldas llamó su atención. No tuvo ni que girarse para saber de quien se trataba"mierda", rodeó los ojos esperando una reprimenda.-Vale, vale, ya voy.- Comenzó a decir antes de que la vieja pudiese decirle nada, dejando la jarra de café sobre el mostrador,y cogiendo una bandeja y balleta para limpiar las mesas recién vaciadas. Su jefa todavía parecía seguir vigilandola desde lo lejos, de brazos cruzados como si no se fiase ella. -¿Qué?-Preguntó en voz baja, más dirigido hacia sí misma, a medida que limpiaba una de las mesas con gestos lentos y bien marcados para que lo captase. "Ves, estoy limpiando" decían sus acciones, lo sorprendente es que pareció convencerla. La pelirroja miró al reloj colgado en la pared del lugar, las manecillas avanzaban sin detenerse.Suspiró e hizo una mueca. "¿Steffan dónde te has metido?" Se preguntaba, pues había quedado con su mejor amigo y todavía no había aparecido."Tarde ... Para variar."

Entonces justamente escuchó el timbre de las campanas que sonaban cada vez que se abría la puerta.Oportuno.

No era una persona impaciente, o bueno no demasiado, quizás se aburriría o se frustraría pero no era de esas que se ponían hechas unas fieras con el otro por incumplir el horario, para ella al vida y el tiempo eran unos elementos bastante misteriosos, al igual que la naturaleza las cosas sucedían por algo, esa era su creencia y no tenía pensado desecharla en esos momentos.Además no había tardado taaanto, por lo menos ninguno de los dos tenían prisa por algo.

Unas manos cálidas cubriendo sus ojos, advirtieron de la llegada de su amigo.Esbozó una amplia sonrisa divertida, a la vez que fruncía el ceño como si estuviese pensativa.-Mmm no se yo...-Bromeó.- ¡Ah no!Ya me acuerdo, creo que eres ese que se va a quedar sin postre gratis por llegar tarde.- Le picó de manera infantil antes de dejar escapar unas carcajadas.

- Eso no se vale- comentó enfuruñado sin quitarle las manos de encima a su amiga pelirroja. Rió suavemente y, a modo de broma, le sopló en su oido haciendo que la pequeña se retorciera entre sus manos. - Con el postre no se juega- contestó serio mientras dejaba libre la vista de Violet.

Se recargó en la pared más cercana a unos 3 pasos de donde estaba y alzó su cejas. Observó como la muchacha, apurada, terminaba unas acciones para poder irse ya. - ¿Qué quieres hacer, Violet? Si quieres podemos quedarnos a cenar aquí, ya sabes que yo invito - comentó mientras recogía unas cosas que estaban en el suelo.

El trabajo en la cafetería se le hacía muy pesado, las meseras siempre estaban de pie y muchos clientes solían ser groseros...aunque al ser un pueblo tranquilo las horas picos sólo eran en la noche o en la mañana. Steffan le sonrió a su amiga ojiverde mientras esperaba respuesta, él la acompañaría a donde quisiese. hace mucho que no se veían y necesitaban actualizarse.